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PARTICIÓN

Tal como lo mencionamos, a propósito de la indivisión, la que se da solo cuando a la


sucesión concurren varios sucesores, igual decimos con respecto a la partición, la que
va a tener sentido cuando exista pluralidad de sucesores, ya que si solo existe un
heredero, no hay nada que partir, pues él termina siendo titular de todo el patrimonio
que fue del causante. Como sabemos, cuando el causante deja varios herederos estos
resultan siendo propietarios del todo, y la participación de ellos está representada en
alícuotas; y la situación de ese patrimonio indiviso debe terminar, a fin de que cada
heredero se convierta en propietario individual de los bienes que se le adjudiquen en
cancelación de su cuota. La partición es la forma idónea de poner punto final a la
comunidad hereditaria.

CONCEPTO DE PARTICIÓN
Una primera aproximación a lo que significa la partición y sería la división de los bienes
de la herencia entre todos los sucesores, a quienes se les entrega bienes en
cancelación de su cuota hereditaria.
Maffia nos dice de la partición que, por obra de esta la cuota aritmética que cada uno
de los herederos tiene sobre la comunidad ha de traducirse materialmente en bienes
determinados, sobre los cuales adquirirán derechos exclusivos, mientras que Polacco
refiere que se trata de una ficción a la que califica como permuta.
La partición termina siendo la forma como concluye la comunidad hereditaria, y por
esta se dividen los bienes de la herencia a favor de cada uno de los herederos, a
quienes se les cancela su cuota entregándoles bienes en proporción a dicha cuota.
PARTICIÓN PONE FIN A LA COMUNIDAD HEREDITARIA
Con la partición concluye el proceso hereditario, ya no hay más comunidad hereditaria.
Así, los coherederos se convierten en propietarios individuales de los bienes que han
recibido en cancelación de su cuota hereditaria. Esta etapa final del proceso hereditario
debería ser de fácil realización e incluso con incentivos para llevarla adelante a la
brevedad, pues una comunidad hereditaria permanente a nadie beneficia, incluyendo
los sucesores, ni la sociedad misma, pues termina siendo una traba para la fluidez
comercial y una pesada carga para los sucesores, que teniendo derechos sobre la
herencia, no los pueden ejecutar en Ia medida en que, sigue la comunidad. De allí que
normas como la imprescriptibilidad del pedido de partición, así como la apertura a
mayor número de personas para que soliciten la partición, terminan ayudando a esta;
sin embargo, la realidad nos muestra sucesiones indivisas que tienen más de dos
décadas, en tanto que por las diferencias existentes entre los herederos, no llegan a
consumar una partición.
Para llegar a la partición, en primer lugar, debería hacerse un inventario del patrimonio
hereditario, con su respectiva valorización. Luego de ello la certificación de los haberes
hereditarios de los sucesores, y la adjudicación de bienes en cancelación de esa cuota.
Ahora bien, el legislador ha trazado reglas para la realización de una partición, reglas
que constituyen disposiciones que pretenden ayudar a los sucesores a través de
recomendaciones sobre el cómo partir, evitando incluso los conflictos que pudieran
suscitarse. Estas reglas las veremos más adelante.
PARTICIÓN ES UNA PERMUTA

Polaco, sostiene que la partición es una permuta. Creemos con dicho autor que ello
es cierto, más aun cuando el artículo 983 del Código Civil al referirse a la partición,
alude a la permuta. En efecto, el numeral comentado dice: "Por la partición permutan
los copropietarios, cediendo cada uno el derecho que tiene sobre los bienes que no se
le adjudiquen, a cambio del derecho que le ceden en los que se le adjudican. Entonces
podemos afirmar que en nuestro país la partición entre los coherederos termina siendo
una permuta, en tanto que efectivamente cuando el coheredero recibe bienes de la
comunidad en cancelación de su cuota, está cediendo su derecho a la universalidad
que tiene, y eso mismo ocurre con los demás herederos quienes mutuamente se
cambian sus derechos.
Cuando los coherederos parten voluntariamente, el documento que contiene dicho
acuerdo se denomina Laudo de Partición, el mismo que extingue el régimen de
copropiedad. El acta que contiene dicho laudo es propiamente una transacción
(casación 912-96), y siendo esta una forma auto compositiva de conflictos deben
homologarse sus efectos a los de una sentencia judicial.
CLASES DE PARTICIÓN
En nuestra legislación se prevé varias formas como puede aparecer la partición, e
incluso considerándose la que el testador deja establecida en su testamento.
Ello nos parece acertado en tanto que el sucesor debe tener alternativas para optar por
la que más le convenga, claro está que si esta es sin la intervención judicial, mejor
será, en tanto que estaría recogiendo la voluntad de los interesados, con lo cual se
evitan los conflictos. Veamos estas clases de partición.
PARTICIÓN TESTAMENTARIA
Recomendable que el testador deje establecida la división de los bienes de la herencia
entre todos los sucesores, con ello se evitaría conflictos posteriores, y se gana tiempo
en cuanto a convertir al coheredero en propietario individual de los bienes que el
testador le adjudica. Según la legislación vigente, esta partición solo puede aparecer
por testamento, y no por otro instrumento, como sí lo consideró el Código Civil de 1936,
al posibilitar que el causante deje establecida la partición por testamento o por escritura
pública. Esta última dificultó su realización, en tanto que si no existía testamento, cómo
podría adjudicarse bienes a herederos voluntarios o legatarios considerados por el
causante, si estos solo pueden aparecer bajo la forma de testamento.
En el vigente Código, solo se prevé la partición establecida por el causante bajo la
forma de testamento, sin embargo, el causante no necesariamente está informado de
las cuotas hereditarias, y puede caer en excesos, u omisiones. Por ello hace bien el
Código, al señalar en el artículo 852 que, ante estos excesos u omisiones, se puede
pedir la reducción en la parte que excede la ley.
Debe tenerse en consideración que, si el testador dejó establecida la partición, ya no
caben las demás formas de partición regulada, lo que implica que la partición testada
tiene preferencia sobre las demás. Bien, si hubiera habido exceso, no se anula la
partición, procediéndose a la reducción y en tanto, lo importante es que los herederos
de la misma condición reciban bienes en cancelación de sus cuotas de acuerdo a ley.
En esa medida, el que se vio perjudicado porque se le entregó bienes insuficientes
para cancelar su cuota, pedirá a aquel que recibió en exceso, la reducción de su
adjudicación; sin embargo, hay que tener en cuenta que el testador puede haber
establecido que si efectivamente se hubieran producido esos excesos, ello deba
imputarse a su cuota de libre disposición, con lo cual los legitimarios terminan
recibiendo su cuota hereditaria integra, y, a aquel que se le entregó en exceso, no
tendrá que soportar reducción alguna, en
Tanto que ese exceso se está imputando a la porción disponible.
PARTICIÓN EXTRAJUDICIAL
Si el testador no hubiera dejado establecida la partición o más recomendable termina
siendo esta forma de partir, sin intervención del órgano judicial, en tanto que ello
implica que los herederos en forma libre y voluntaria se han puesto de acuerdo en la
forma como van a dividir los bienes de la herencia, evitando con ello los conflictos que
suelen aparecer. Para que esta partición se
Dé, es necesario cumplir ciertas exigencias legales, tales como que todos los
sucesores sean capaces y se haga por escritura pública, si es que existen bienes
registrados; y si no los hubiera, bastará documento privado con firma legalizada.
El arlculo 853 del Código Civil, de corte netamente procesal, refiere, Cuando todos los
herederos son capaces y están de acuerdo en la partición, se hará por escritura pública
tratándose de bienes inscritos en Registros Públicos. En los demás casos, es suficiente
documento privado con firma notarialmente legalizar.
Esta forma de partir es la más conveniente no solo desde el ámbito jurídico, sino
principalmente en el ámbito familiar, pues si la sucesión a partir es entre familiares del
causante, así se evita resquebrajamientos de los lazos familiares, y encono entre ellos.
PARTICIÓN JUDICIAL
Termina siendo la más frecuente, en tanto que los coherederos no llegan a ponerse de
acuerdo en la forma cómo partir, y de allí la concurrencia al proceso judicial, con todas
las dificultades que ello conlleva.
Refiere el artículo 854 del Código Civil, que de no existir régimen de indivisión, la
partición judicial puede ser solicitada por cualquier heredero o por cualquier acreedor
de la sucesión misma, o acreedor de alguno de los herederos.
Sobre el particular, debemos hacer dos alcances a la norma: en primer lugar, que solo
procederá la partición judicial, si es que no estamos frente a una indivisión forzosa, o
una indivisión voluntaria; sin embargo, y como ya Io hemos manifestado, aun en esos
casos, y por circunstancias que justifiquen, el juez puede autorizar la partición. Y en
segundo lugar, reiterando un concepto ya trabajado, no hay término para solicitar
partición, en tanto que el derecho a solicitarla no prescribe.
También se pone el legislador en el caso de la partición judicial, que resulta siendo
obligatoria por mandato expreso de la ley. En efecto, sucede que dentro de los
herederos existen incapaces o herederos declarados ausentes; en estos casos y ante
el pedido del representante del incapaz o tratándose del ausente, a solicitud de la
persona a quien se le haya ministrado provisionalmente los bienes del ausente,
efectuado tal pedido, necesariamente deberá realizarse partición
Judicial, Io que implica un litigio entre el que lo solicita y los coherederos
Que vienen a ser los demandados.
Para facilitar la partición de sucesiones en las que concurren incapaces o ausentes, el
artículo 987 del Código Civil posibilita una suerte de partición convencional, pero con
aprobación del juez, y todo ello dentro de un proceso no contencioso. En efecto, el
mencionado artículo señala que se puede hacer la partición convencional, pero será
aprobada por el, juez, previa tasación y dictamen del Ministerio Público, precisándose
que la tasación de los bienes por terceros solo requerirá firma legalizada, y que puede
prescindirse de la tasación cuando los bienes tienen cotización en bolsa, o mercado
análogo o valor determinado para efectos tributarios.
A la solicitud, deberá acompañarse el documento que contenga el convenio particional,
firmado por todos los interesados y los representantes legales.
Se comprende se haga intervenir al Ministerio Público, en tanto que se trata de
proteger intereses de incapaces, y también la de los ausentes, pues debe tenerse en
cuenta que estos están en situación incierta, la que posteriormente se dilucidará, y
abundando sobre lo señalado, se hace igualmente intervenir al consejo de familia, si
este ente familiar estuviera ya constituido. Obsérvese que en esta partición
convencional, si bien es cierto interviene el juez, sin embargo, no lo hace dentro de un
proceso litigioso, sino, como ya se ha señalado, dentro de un proceso no contencioso.
SUSPENSIÓN DE LA PARTICIÓN
Sin perjuicio de los casos de indivisión forzosa o indivisión acordada por los sucesores
(pacto de indivisión), el legislador ha establecido algunos casos en los que se tiene que
diferir la partición. Pues bien, veamos:
SI DENTRO DE LOS SUCESORES HAY UN CONCEBIDO
Refiere el artículo 856 del Código Civil que, si dentro de los sucesores hay algún
concebido, se suspenderá la partición hasta su nacimiento, y mientras tanto la madre
disfrutará de la correspondiente herencia en cuanto tenga necesidad de alimentos.
Interesa comentar la norma en mención, pues surgen algunos interrogantes, cómo si la
madre goza de ese derecho de alimentos, ¿lo hace en su condición de heredera, o es
una persona ajena a la sucesión, pero que lleva en su vientre al heredero?. Sobre el
particular, nuestra posición es que la norma está pensada en función de la madre del
sucesor, ajena a la sucesión, a quien se le permite cubrir sus alimentos con la herencia,
en función precisamente de alimentar al concebido, a través de la subsistencia de la
madre.
La norma no tendría sentido si es que la madre fuera también una sucesora, pues para
qué normar un derecho de alimentos que podría cubrirlos la sucesora con los bienes de
la herencia, en tanto que ella también sería partícipe del patrimonio hereditario. Se
señala, y creemos con acierto, que en los alimentos de la madre del concebido existe
una suerte de carga de la herencia, carga que afecta a la masa hereditaria antes de su
partición.
La suspensión de la partición, cuando dentro de los herederos existe un concebido, es
una norma imperativa, y por lo tanto constituye causal de nulidad de partición. Si es
que no se da cumplimiento a la norma, esto es, se hace la partición sin importar que
dentro de los herederos existe este concebido, sobre el particular, es claro lo dispuesto
en el artículo 865, que alude a la nulidad de la partición cuando se efectúa con
preterición de un sucesor.
SUSPENSIÓN DE PARTICIÓN POR ACUERDO DE SUCESORES
El artículo 857 del Código Civil contiene dos supuestos de suspensión; en efecto, el
primero está referido a la suspensión de la partición parcial o total por acuerdo de todos
los herederos y hasta por un plazo no mayor de dos años.
Esta primera parte de la norma se halla en concordancia con lo dispuesto en el artículo
991, ubicado en el Libro de Reales, numeral que dice textualmente:
"Puede diferirse o suspenderse la partición por acuerdo unánime de los
copropietarios.>.
En cuanto a la segunda parte del artículo bajo comentario, contiene una suspensión por
resolución judicial. En efecto, la partición puede suspenderse total o parcialmente por
resolución judicial, por un plazo no mayor de dos años y con la finalidad de evitar algún
perjuicio al patrimonio hereditario, o para asegurar el pago de deudas o legados. En
este último supuesto, se entiende que ha habido intervención del acreedor de la
sucesión o de los herederos, e incluso de los legatarios, quienes a su solicitud
promueven el pronunciamiento del juez, el mismo que deberá decidir sobre esta
suspensión.
En el caso de la suspensión por acuerdo unánime de los copropietarios, la norma que
estamos comentando no alude a los incapaces que puedan integrar una sucesión; sin
embargo, si no hace el numeral 991 que se halla en el Libro de Reales del Código Civil
y en este supuesto, para que tal acuerdo tenga validez, deberá contar con la respectiva
autorización judicial.
SUSPENSIÓN PON SOMETIMIENTO A PROCEDIMIENTO CONCURSAL
Tal como 1o manda la Ley 27809, no cabe en ningún supuesto la partición, en tanto
permanezca vigente el procedimiento concursal al que se encuentre sometida la
sucesión indivisa.
NORMAS QUE REGULAN LA EJECUCIÓN DE LA PARTICIÓN
Se trata de un conjunto de normas que el legislador ha creído oportuno Consignarlas
con la finalidad de coadyuvar a una rápida y eficaz partición. En algunos casos, se trata
de recomendaciones, y en otros, constituyen mandatos de obligatorio cumplimiento.
Analicemos cada uno de estos.
- Inventario. Sobre el particular recordemos la obligación del albacea de efectuar el
inventario dentro de los noventa días de la muerte del testador; en efecto, es una
medida necesaria para tener una relación detallada de los bienes que integran la
herencia, con su respectiva tasación, y por cierto en esta relación también deben
incluirse las deudas existentes, sus montos, y fecha de vencimiento. En efecto,
fallecido el causante, resulta indispensable tener un conocimiento certero de cómo está
integrado el patrimonio hereditario, debiendo tenerse en cuenta un tema ya tratado,
esto es, la reconstrucción del patrimonio hereditario, en el que no sólo se considera los
bienes reales, existentes al momento del deceso, sino también los bienes ideales,
aquellos dispuestos por el causante en vida. Pues bien, una vez reconstruido el
patrimonio del causante, tenemos un referente importante no solo para obtener el
importe de la legítima y de la cuota disponible, sino que el conocimiento certero del
patrimonio facilitará Ia partición.
- Partición prestando garantía. Con la finalidad de no interrumpir la partición, en tanto
que entre los coherederos pueden producirse controversias sobre los bienes a dividir,
sobre la colación, o el valor de la colación, sobre las deudas, y demás, entonces el
legislador con mucho tino señala, que aun cuando se suscite estas diferencias, no tiene
por qué producir la suspensión de la partición, sino que ésta pueda seguir adelante, y
para ello se prestará garantía para los resultados del juicio que se promueva; en efecto,
el artículo 858 del Código Civil dispone tal Exigencia, sin embargo no dice quién es el
que debe otorgar la garantia.
Pensamos que lo hará el interesado en que la partición siga adelante, interesado cuyo
derecho estaría siendo cuestionado por los demás herederos.
Pago de cuotas en especie. El concepto que dimos de la partición alude precisamente
a que las alícuotas de los coherederos deberán ser cubiertas entregando bienes de la
herencia en proporción a su cuota, empero debe tenerse presente que ello no siempre
será posible. En esa circunstancia, podrán cancelarse las cuotas en dinero, incluso
para posibilitar ello podrán venderse los bienes, siempre y cuando así lo acuerden los
coherederos, acuerdo que sólo requiere mayoría simple, y ratificación del juez. Esta
forma de partir puede darse incluso a propio pedido de los coherederos, quienes tienen
el derecho de decidir no la entrega de bienes de la herencia, sino dinero en efectivo.
Además esta forma de cancelación de las cuotas es similar a lo que ocurre con el
albacea cuando debe pagar deudas de la herencia e incluso legados, en esos
supuestos y tal como lo señalan las disposiciones referidas al albacea, el artículo 787,
Inciso 7 del código civil, dice: Vender los bienes hereditarios con autorización expresa
del testador, o de los herederos o del juez en cuanto sean indispensables para pagar
las deudas de la herencia y los legados.
Bienes cómodamente partibles. Respecto a estos bienes, su partición material se
efectuará adjudicándose a cada heredero los bienes que corresponda; por ejemplo, si
dentro de la masa hereditaria se hallaran un lote de computadoras, entonces se
entregará al heredero un número determinado de esos bienes como correspondan al
valor que signifique su partición en la herencia.
Bienes que no son susceptibles de división material. Aquellos bienes que no son
susceptibles de división material, pueden ser adjudicados en común a dos o más
coherederos que acuerden ello, o se venderán por acuerdo de todos y se dividirá el
precio, pero, si los coherederos no estuvieran de acuerdo ni con la adjudicación en
común, o en la venta, los bienes se venderán en pública subasta. Comentario obligado
de esta norma, nos lleva a señalar la conveniencia de los coherederos de llegar a
acuerdos que viabilicen la adjudicación o venta directa del bien o bienes, pues de caso
contrario los perjudicados serán ellos mismos, en tanto que la venta en pública subasta
no sólo implica asumir costos propios de la venta judicial, sino también que el precio de
venta, en su gran mayoría, se va a efectuar muy por debajo del precio real.
Partición del testador con errores de exceso. Esto se puede dar en la asignación de
porciones en cancelación de cuotas, que en su totalidad

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