Expediente: 250002315000-2020-02700-00 y 250002315000-2020-02694-00 (Acumulado)
Accionante: VALENTINA ARBOLEDA GARCÍA y DIEGO ALEJANDRO HUERFANO MIRANDA
Accionado: PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA – MINISTERIO DE DEFENSA NACIONAL – POLICÍA NACIONAL Y OTROS _______________________________________________________________________________________________________
6.1.1. Comienza por referirse a la legitimación en la causa por pasiva para
indicar que requiere «la aptitud legal de la persona contra quien se dirige la acción» de manera que predispone se dirija «en contra de quién presuntamente violó o amenazó un derecho fundamental». Aunque ese requisito debe ser satisfecho por la accionante, afirma, se ha reconocido que compete al juez la obligación procesal de integrar en debida forma el contradictorio, en atención a la informalidad y agilidad del trámite de tutela.
6.1.1.1. En ese orden, advierte, si bien se dispuso la vinculación de la
FISCALÍA GENERAL DE LA NACIÓN en el presente asunto con fundamento en que algunas de las pretensiones de la tutelante tienen que ver con asuntos que son de su competencia; no es menos cierto que frente al particular es imprescindible señalar que la Fiscalía no hace parte del conjunto de autoridades que tienen como función constitucional y legal la vigilancia y control del orden público y, por consiguiente, velar por la seguridad y adecuado desarrollo de las protestas sociales. Tampoco, alega, hace parte de las entidades u organismos que tienen a su cargo instruir o impartir directrices sobre la forma y los medios que debe o no utilizar la fuerza pública para controlar las manifestaciones de la ciudadanía.
6.1.2. A contrario sensu, puntualiza, la única responsabilidad que la
FISCALÍA GENERAL DE LA NACIÓN tiene frente a los hechos descritos por la accionante, consiste en adelantar las actuaciones penales correspondientes de acuerdo con lo establecido en las normas vigentes. En efecto, aduce, el artículo 250 Superior prevé el deber de investigación a cargo de la Fiscalía, y de allí se desprende que toda actividad investigativa en materia penal debe tener en cuenta los motivos y circunstancias fácticas que revistan las características de delitos.