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Historia de su descubrimiento
La pregunta que se plantea Hamer en ese momento fue cómo era posible que dos
personas sanas, relativamente jóvenes todavía, desarrollen ambos un cáncer y lo
relaciono con el hecho traumático de la muerte del hijo, dado que uno de los órganos
afectados diera origen a ese hijo y el otro lo haya amamantado. De hecho, eventualmente
él llamó a este choque inesperado un DHS ó “Síndrome de Dirk Hamer ” en honor a su
hijo Dirk.
Según esta Ley, toda enfermedad es causada por un D.H.S, un shock detonante, que nos
toma desprevenidos o de manera inesperada, dramática, no verbalizado, que se vive en
soledad y sin una solución aparente. La intensidad y la
connotación de la emoción sentida en ese momento determinan
el área del cerebro afectada, el órgano físico
correspondiente y la gravedad de la enfermedad
Mujer tiene un D.H.S al ver que su hijo se cae del árbol. Hasta
que el hijo no se recupere ella no estará tranquila, es decir, esta
en fase de estrés, para bajar ese estrés el cerebro envía la
orden de generar más leche en su mama izquierda, para lo
cual necesitara un tumor, el cual tiene como función producir leche más nutritiva para que ella
pueda alimentar mejor a su hijo y asi este se recupere mas rápido. Una vez que su hijo se
recupera, la madre se relaja y entra en la otra fase llamada de reparación, el tumor ya cumplio
su función, no tiene sentido tenerlo, por lo cual, se necrosa y el cuerpo lo elimina.
Las enfermedades son una adaptación, una mutación que realiza la biología que nos permite
sobrevivir a una determinada vivencia para la que psicológicamente no encuentro solución.
La función del cerebro es mantenernos con vida al instante siguiente, y las únicas causas
de muerte que éste conoce son el agotamiento y la distracción. Cuando estoy en estrés,
estoy permanentemente conectado al conflicto, no como, no duermo, comienzo a
agotarme física y energéticamente, asi como también estoy complemente distraído de lo
demás, solo me conecto al conflicto, para el que no encuentro solución aparente. A nivel
cerebral se produce un cortocircuito, el 100% del hemisferio cerebral se encuentra bajo el
gobierno del conflicto psicológico, el cerebro sabe que esto es peligroso, en ese momento
se produce el D.H.S o Foco de Hamer, el 1% de esas neuronas se apagan y el conflicto
desciende a la biología. Será nuestro sentimiento subjetivo detrás del conflicto y nuestra
percepción individual del mismo lo que determinara qué parte del cerebro recibirá el shock
y consecuentemente qué síntomas físicos se manifestarán como resultado del conflicto.
En nuestro ritmo normal (Normotonía), es decir cuando no hay conflicto, nuestro sistema
neurovegetativo funciona de la siguiente manera: Simpaticotonía de día, vagotonía en la
noche. El sistema simpático gobierna nuestros movimientos, acciones y reacciones por
nuestra supervivencia, nos mantiene en alerta.
Luego, en la noche entramos en vagotonía, el sistema parasimpático es el que nos permite
frenar, relajarnos, obliga al organismo a descansar, para recuperar la energía gastada en el
día y contar con la misma al día siguiente.
Cuando entramos en conflicto, entramos en estrés, esta fase es conocida como fase activa o
fase fría (simpaticotonía): el conflicto está activo, me obsesiono con el conflicto, duermo
poco, como menos, se acelera el pulso, aumenta la tensión arterial, tengo las extremidades
frías.
A nivel cerebral se produce un cortocircuito (D.H.S), el foco un neuronal relacionado con el
conflicto se apaga, y el síntoma desciende a la biología.