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La etapa de seguimiento será ejecutada paralelamente con las actividades propias del
proyecto que tengan que ver con la alteración del suelo y subsuelo, y deberán estar en
permanente coordinación con los cronogramas de obra, esto con el fin de ejecutar las
acciones remediales previstas según el grado de prioridad definido (Franco & Rodríguez
2019).
Cada grupo de monitoreo (1 arqueólogo) por frente de obra, sin prejuicio del número de
arqueólogos, monitoreará cada uno de los movimientos de suelo o subsuelo. Se propone
la subdivisión de las áreas en polígonos de dimensiones aprox. de 50 x 12 m, de acuerdo
a los polígonos de interés ver Figura 1.
De igual manera se propone que la maquinaria realice la remoción del suelo y subsuelo
en los polígonos con una profundidad no mayor a 10cm en las áreas cercanas a los
reportes de materiales arqueológicos zonas de potencial alto sectores A5, A6, A7, A8, A9
ver Figura 1 y que fueron objeto de rescates arqueológicos bajo la presente autorización,
con el fin de reducir las afectaciones a los posibles hallazgos en las zonas cercanas a los
rescates. Para los sectores A1, A2, A3 y A4 se propone la realización de remoción del
suelo y subsuelo con profundidades no mayor de 20cm, atendiendo a la presencia de
materiales o contextos arqueológicos presentes en las zonas cercanas a estas áreas.
Figura 1 Técnica para seguimiento polígono LM Cl 5 a Troncal Sur.
Fuente Antea Group Colombia
Ordenar al personal parar obras en caso de encontrar un hallazgo arqueológico y tomar las
medidas pertinentes (ver protocolo para hallazgos en actividades de remoción)
Generar una cadena de mando para reportar dicho hallazgo al arqueólogo (ver procedimiento
para hallazgos Fortuitos)
Parar obras cuando el arqueólogo así lo indique, hasta que el área pueda ser liberada.
En resumen, la actividad consiste en primero socializar con los Aliados y los diferentes ejecutores de
obra, los respectivos procedimientos aprobados para esta actividad, enfatizando en la necesidad de
capacitación del personal. Una vez en campo, se realizan recorridos en toda la zona; se debe monitorear
cada uno de los movimientos del subsuelo de cada obra civil (Franco & Rodríguez 2019).
Las actividades en el área específica del hallazgo estarán suspendidas hasta tanto no se
ejecuten las actividades de rescate y/o salvamento arqueológico a que haya lugar, en
cuyo caso se implementaran los mismos preceptos metodológicos descritos en el
apartado de actividades de rescate arqueológico, implicando suspensión total o parcial de
las actividades propias del proyecto en el área del hallazgo. Se aclara que, en las demás
áreas del proyecto, las labores constructivas pueden desarrollarse con normalidad en
cuanto se cuente con los arqueólogos necesarios para realizar el seguimiento.
Es importante mencionar que no se tiene contemplado por parte de la empresa dueña del
proyecto dentro de la fase constructiva realizar actividades u obras distintas al zanjado
para la instalación de la tubería de conexión que pudieran intervenir contextos
arqueológicos.
Se deberá analizar la cantidad y disposición del material hallado, dando razón del
horizonte donde se ubican, presencia de estratos culturales, dando marco y contexto a
una posible ocupación humana cuyo material arqueológico será analizado para
acercarnos al tipo de actividad antrópica. Los materiales se correlacionarán con las
tipologías establecidas para las diferentes fases del pasado prehispánico del área de
interés y su disposición en el entorno y ecosistemas circundantes.
1.3 Laboratorio
En lo referente al manejo del material óseo, luego de la valoración del material “in situ”
para definir su estado de conservación y manipulación, se procederá a su lavado y
posterior consolidación. La restauración del material se hará dando prioridad al esqueleto
craneal y a los huesos largos diagnósticos.