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Cuatrimestre
er.
DOCTORADO EN

EDUCACIÓN

SEMINARIO DE INVESTIGACIÓN I
TAREA 1: ANÁLISIS DE LECTURA Y FORO DE PARTICIPACIÓN

LECTURA: LA FORMACIÓN DE INVESTIGADORES EN LOS POSGRADOS. UNA REFLEXIÓN CURRICULAR

ALUMNO: FELIPE DE JESÚS MONTOYA LAMAS


ASESOR: SANTIAGO YAHIR MORALES IZQUIERDO

20-12 2020
RESUMEN
Con base en resultados de una investigación que se presenta en un enfoque mixto y
que parte de una etapa cualitativa se analiza la forma en que ciertas condiciones de las
instituciones que ofertan programas de posgrado en el estado de Chihuahua, inciden
en los procesos de formación de investigadores y, por ende, en las posibilidades de
consolidación de la investigación en la universidad.

Se trata de condiciones referidas a la forma en que ocurren los procesos y prácticas de


formación al interior de los doctorados, por ejemplo, el perfil de ingreso, egreso,
titulación, asesorías, tutorías, apoyos externos, la cual no es suficientemente
explorada, la investigación nos dice que la primera etapa aporto elementos teórico
prácticos que sirvieron para diseñar cuestionarios que dieron un parámetro de fiabilidad
de .75 de confianza.

De ahí se determinó que los programas de posgrado requieren de mayor exigencia en


el perfil de ingreso y que los doctores que participen en la asesoría deben de estar
mejor seleccionados y esto tiene que ver y mucho cuando la evaluación de los
programas de posgrado se realiza sólo desde un análisis de indicadores como los
privilegiados por las políticas vigentes.
INTRODUCCIÓN
Las Doctoras, Celia Carrera Hernández, Josefina Madrigal Luna, y Yolanda Isaura Lara
García, en su trabajo de investigación de: La formación de investigadores en los
posgrados. Una reflexión curricular.

Analizan los programas de posgrado que se ofertan en el Estado de Chihuahua, e


identificaron sus fortalezas y sus áreas de oportunidad con la finalidad de proponer
cambias curriculares utilizando un diseño explicativo de acuerdo a las propuestas de
Creswell, las doctoras refieren que el modelo se trabajó por etapas, el que atiende el
status ante CONACYT, realizaron de igual manera entrevistas a los entes del entorno
estudiantil seleccionando a 10 doctores y 10 estudiantes de doctorado en diferentes
programas de la entidad para esto se apoyaron en académicos de varias instituciones
lo que le da mayor peso y fiabilidad.

Es importante mencionar que este trabajo de investigación también está sustentado en


las herramientas educativas y los desarrollos científicos y tecnológicos con lo cual
queda de manifiesto que los estudiantes y las nuevas generaciones cuentan con un
mayor conjunto de conocimientos, ciencias, y técnicas educativas que les permiten
realizar todos los trabajos de investigación que sean necesarios para el desarrollo
personal y de su estado o municipio donde se pueda implementar un análisis similar.
Análisis

LA FORMACIÓN DE INVESTIGADORES EN LOS POSGRADOS. UNA REFLEXIÓN


CURRICULAR

Antecedentes y características de la investigación científica en el nivel doctorado

A partir de los avances científicos, tecnológicos y educativos dieron lugar a la formación


de investigadores en América Latina, México y Chihuahua y la revolución industrial
desdoblada en los siglos XIX Y XX, Y el impulso permanente de la educación superior
como motor de desarrollo social y económico son factores que dan lugar a que la
investigación se convierta en uno de los pilares de la universidad.

El contexto político social en el que el país se ha desarrollado ha dejado muchos


rezagos en la sociedad que solo ha servido para fomentar más la formación de grupos
delincuenciales, la educación es uno de los pilares en donde se finca la esperanza de
alcanzar mejores condiciones de vida, con gran satisfacción los profesionistas que
terminan un grado educativo han optado por seguir escalando niveles de posgrado y
eso es una gran esperanza para todos.

A principios del siglo XX. La concepción de la educación se conjuga con la


investigación y son los Estados Unidos los primeros que adoptan esta nueva actividad
científica, esta nueva actividad llega de Europa, de la Universidad de Berlín, y gracias a
su fundador Wilhem Von Humboldt, quien declaró como uno de sus principios rectores
a la “unidad entre investigación, docencia y estudio” (Sebastián, 2003). Posteriormente
se extiende a diversos países del mundo.

Para mí, es importante señalar como (Sebastián, 2003), cita de qué manera esta
actividad de la investigación docente a través de los posgrados se extiende al mundo,
creo que nuevamente encontramos como los alemanes y científicos europeos son los
que introducen el desarrollo de un nivel de investigación que afianza y acrecienta los
conocimientos a través de la investigación científica que se generan a partir de las
hipótesis creadas en las diversas actividades del quehacer docente. Sin embargo, creo
que el gobierno mexicano debería de invertir un presupuesto mayor para desarrollar el
tema que se trata.

La tradición de la educación universitaria y las políticas gubernamentales impulsan la


ciencia y la investigación como motores de desarrollo social (Rivas Tovar, 2005). En
Latinoamérica, este impulso a la investigación comienza con los movimientos de
reforma universitaria en Argentina en 1918 con las movilizaciones estudiantiles de la
universidad de Córdoba (Sebastián,2003), así es como la investigación llega a formar
parte de las tareas y la mística universitaria, dando lugar a los doctorados que son el
complemento educativo en el cual se forman la generalidad de los investigadores.

De acuerdo a lo que publico Rivas Tovar, en el 2005 sobre el impulso que se debe de
dar a la ciencia y la investigación como motores de desarrollo social, creo que es un
punto sobresaliente sobre todo en nuestro país, en donde por falta de presupuesto y
una adecuada planeación, aunado a la gran corrupción de las autoridades encargadas
de vigilar el buen funcionamiento de la misma ha llevado a un estado crítico este rubro
de la identidad que genera cambio estructural gracias a la gente que se nutre y
profesionaliza en este rubro.

En nuestro país, la UNAM, en 1929 sienta las bases legales para los estudios de
posgrado, y el grado de doctor es una realidad a partir de 1945 en las facultades de
ciencias para las especialidades en biología, física, y matemáticas, y más tarde
Filosofía y Letras, según (Hernández-Guzmán y Nieto Gutiérrez, 2010). Para la década
de 1960, ante la carencia de espacios universitarios en México para formar a los
docentes e investigadores, 1271 estudiantes cursan estudios de posgrado en Estados
Unidos y Europa. Así, lo registran (Urquidiy Lajous, citados por Ruíz Gutiérrez, Argueta
Villamar y Ranaud Bobadilla, 2004).

La UNAM, la institución de mayor prestigio educativo en México y Latinoamérica adopta


el nivel de posgrado y de acuerdo a ( Hernández-Guzmán y Nieto Gutiérrez, 2010) esto
haría que pronto se pudiera tener este grado por las diversas regiones del país, aunque
posteriormente muchos profesionistas tuvieran que salir a países de Europa y Estados
Unidos para realizar estos estudios, tal y como lo refieren (Urquidiy Lajous, citados por
Ruíz Gutiérrez, Argueta Villamar y Ranaud Bobadilla, 2004). Con este antecedente
histórico queda establecido que para el gobierno de México y para el rubro educativo el
presupuesto, la infraestructura, y los planes de desarrollo en la materia siempre seguir
siendo el talón de Aquiles.

Para la investigación educativa de nuestro país, Pablo Latapi Sarre, realiza sus
estudios de posgrado en filosofía, con especialización en educación en la Universidad
de Hamburgo, Alemania. Y en 1963 funda el centro de estudios Educativos que se
convierte en pionera de la investigación en México con amplio reconocimiento en
Latinoamérica, para 1970 en México había solo 13 instituciones que impartían 226
programas de estudio de posgrado. Para 1980 había 125 y los posgrados impartidos
llegaron a 1129 (Ruíz Gutiérrez, Argueta Villamar y Ranaud Bobadilla, 2004).

Para México es un gran orgullo que un investigador como Latapi, sea reconocido como
fundador de un centro de estudios de posgrado con un gran reconocimiento
internacional, lo cual es un indicativo de que si el gobierno federal le invirtiera a la
educación de investigación mayor presupuesto, la cantidad de mexicanos con un
posgrado en doctorado fuera muy considerable y el nivel educativo tuviera un mayor
reconocimiento en la materia y se tendría una mayor infraestructura en este rubro
según (Ruíz Gutiérrez, Argueta Villamar y Ranaud Bobadilla, 2004).

Las universidades de las tres ciudades más grandes del país (la ciudad de México,
Guadalajara y Monterrey) concentraban los mayores avances en este tipo de estudios,
mientras estados como Guerrero Y Nayarit no tenían programas de doctorado. En los
primeros años del siglo XXI, la UNAM lleva cabo el 50 % de la investigación básica del
país, tiene el 35 % de los alumnos inscritos en los doctorados que se imparten en
México y ha graduado al 50 % de los doctores (Rivas Tovar, 2005).

Estos datos nos refieren que la burocracia en nuestro país, de acuerdo a (Rivas Tovar,
2005). Sigue afectando este rubro social ya que hay estados que aún no tienen
estudios de posgrado en sus universidades. En México, los recursos externos que
apoyan la investigación en las universidades provienen del financiamiento otorgado por
el CONACYT (Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología), el SNI (Sistema Nacional de
Investigadores) y el PRODEP (Programa para el Desarrollo Profesional Docente).
El caso de Estados Unidos despunta entre los países del continente americano, en
inversión del PIB a investigación y desarrollo, al colocar en un plano comparativo el
caso

de los Estados Unidos ante México, las diferencias resultan abrumadoras. Estados
Unidos invierte casi un 3% del PIB a I+D, en tanto que México no llega siquiera al 1%
de inversión del PIB en este rubro. En el año 2013, Canadá invirtió 1, 317 millones de
dólares en investigación y desarrollo, en tanto que México gastó casi 1, 600 millones de
dólares. Canadá obtuvo un logro mayor en el número de investigadores y en el número
de artículos publicados en revistas científicas. Mientras en 2011 Canadá registró 163
mil investigadores, México registró 46 mil. En el apartado de artículos publicados en
revistas científicas en al año 2014, Canadá alcanzó 54 mil, mientras México logro solo
11 mil.

Aquí es donde la administración de recursos en México deja muchas interrogantes que


nos hacen referirnos a la gran corrupción de la que siempre se ha dado cuenta en
todos los medios informativos y en diversas instituciones nacionales e internacionales
en donde sus secretarios de estado y funcionarios han sido señalados como
responsables de la mala implementación de los recursos y programas en materia
educativa y de investigación, uno de los referentes lo encontramos en l inversión y
logros que Estados Unidos y Canadá tienen en el nivel de posgrados y publicación de
avances en investigación con referencia a México; aun y con todos estos datos en
México se han obtenido avances en la materia.

En el caso específico de México, se hacen presentes avances en los programas que


imparten doctorados. En este periodo el aumento numérico de doctorados llega al 2500
%, una cifra que puede considerarse de gran alcance. Sin embargo, al comparar a
México con otros países en los avances de los programas de doctorado y sus
resultados, tiene lugar un contraste que nos coloca a la zaga. En 2008 se graduaron en
México 2, 918 doctores, mientras que en Brasil se graduaron 12, 089 y en Estados
Unidos 53, 693 (Cabrera Sixto y otros, 2013).

Un análisis especifico nos permite ver la gran diferencia que tenemos con respecto a
Estados Unidos y Canadá, desde luego que hay factores que inciden directamente en
estas cifras como lo son el factor económico y demográfico, aunado a la infraestructura,
por ejemplo, con respecto a Estados Unidos en población estamos a un tercio del total
de estadounidenses y también el nivel socioeconómico y político presenta un gran
problema de medición.

En el caso específico del estado mexicano de Chihuahua, la impartición de programas


de doctorado en distintas áreas del saber se ha desarrollado en las dos últimas
décadas. En el año 2015 se identifican 30 doctorados que se imparten en el estado de
Chihuahua. Desde el punto de vista de Snow (citado por Finkielkraut, 2006), de los
doctorados contabilizados: uno pertenece al campo disciplinar de las humanidades,
doce son parte del campo disciplinar de las ciencias sociales, siete pertenecen al
campo de la educación (que se desenvuelve entre las humanidades y las ciencias
sociales) y diez son parte del campo disciplinar de las ciencias exactas.

Este estado en el norte del país sobre sale porque un referente es que, en esta zona
geográfica del país, en sus estados los políticos que los han gobernado son menos
corruptos y además es una sociedad más exigente en cuanto a sus derechos se
refiere, los programas sociales entre los que se encuentra la educación es prioritaria ya
que tienen muy claro que solo con base en ello y cuanto más educada sea la gente el
grado de desarrollo es mayor según Finkielkraut, 2006, quien es citado por Snow.

Lineamientos institucionales en un proyecto de investigación

La investigación científica desde la primera década del siglo XX, ha sido protagonista
de cuantiosos avances en diferentes aspectos de la vida del ser humano. El
crecimiento en el número de programas que se ofrecen refleja la importancia de la
educación de posgrado. De acuerdo con datos de la Asociación Nacional de
Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES), en 2007 se ofrecieron
5, 875 programas de posgrado con una población estudiantil de 162, 003 alumnos,
datos indican el gran crecimiento de la oferta y matrícula en este nivel educativo.

Sin duda alguna la matricula en este rubro ha crecido en todo el país, pero un aspecto
importante que debe de ser analizado es el que hay instituciones educativas que
imparten el posgrado con una deficiencia cuantitativa y que se demuestra en el
contenido temático y nivel de los egresados, según Moreno,2005.
La formación se constituye por los procedimientos o mediaciones que se utilizan para
apoyar al sujeto que aprende. (Navia, 2009:212). Por otra parte, Yurén, Saenger y
Navia (2005) conciben a la formación como un proceso o práctica sociocultural que
trasciende lo educativo. Por ello, es importante reconocer los saberes del formador de

investigadores (Sánchez y Espinoza, 2005). Saberes prácticos, que se refieren a los


saberes del tutor. Un saber teórico, en el que el tutor reflexiona constantemente como
formador de investigadores, saber pedagógico que refleja el saber a enseñar a
investigar, es el guía, compañero de ruta, invita a investigar a su lado, orienta, que
realiza investigación del asesorado como si fuera la propia, que exige y pide resultados.

La formación según Navia, 2009:212, son los procedimientos que se dan a conocer al
estudiante para que pueda aprender a realizar las tareas, por su parte Sánchez y
Espinoza, 2005, recomiendan saberes que el investigador debe de identificar a fondo
con la finalidad de tener una mejor preparación en cuanto a la impartición de las formas
de estructurar los procedimientos en la investigación.

El método en los lineamientos institucionales en un proyecto de investigación.


En el caso de la Universidad de Chihuahua, Se trabajó con un método mixto del tipo
exploratorio (Creswell y Plano-Clark, 2007) ya que partió de un enfoque cualitativo que
sirvió de apoyo de investigación con enfoque cuantitativo. Así, la primera etapa
consistió en una Investigación cualitativa de la formación de investigadores.

Cabe destacar que en esta universidad se realizó la práctica de los métodos mixtos con
la finalidad de conocer los enfoques que ayuden a los investigadores a determinar los
procedimientos más adecuados y que deben de utilizar en su trabajo.

Se utilizaron las técnicas de la entrevista a profundidad y la encuesta, participaron 16


egresados de doctorado, 31 estudiantes, 16 asesores de estos programas y 6
coordinadores de posgrado. Los datos se analizaron siguiendo el análisis de discurso a
través del análisis estructural de (Piret, Nizet y Bourgerois,1996). En él se analizaron
actitudes y acciones en la autoformación del investigador, la colectividad en la
heteroformación y el formador de investigadores.
En esta primera etapa, se analizaron actitudes y acciones de autoformación para
conocer el nivel de capacidad del investigador ya que según Piret, Nizet y Bourgerois
1996, la colectividad y la interacción entre los aspirantes al doctorado permite formar
personas y profesionistas con calidad humana.

Segunda etapa de investigación cuantitativa sobre la formación de investigadores. En


esta el conocimiento de la formación de investigadores se analizó como objeto de
estudio y se diseñaron cuestionarios de preguntas cerradas que se sometieron a los
procesos de validez y confiabilidad. Las expectativas de ingreso a un programa de
doctorado son importantes ya que reflejan la percepción del estudiante por formarse
como investigador. Solo el 53% de los que ingresaron a programas de doctorado
reconocen que les interesaba realizar investigación, el 47% ingresó por mejorar su
formación académica y tener ascensos laborales.

En esta etapa se trabajó con cuestionarios que determinaron el grado de interés de los
doctorantes en el trabajo de investigación e incluso por qué querían estudiar este
posgrado en donde los factores de mejorar su salario tienen una gran incidencia en las
personas y otro nivel importante es que los doctorantes tienen interés en mejorar su
calidad y nivel de conocimientos.

Es importante citar que las pruebas realizadas se llevaron a cabo con la información
proporcionada de 12 participantes y como el resultado obtenido permite habilitar su
aplicación, el estudio se dio por terminado; sin embargo, pero cabe aclarar que, en este
estudio, el incremento del número de participantes de manera natural incrementa el
valor del coeficiente de fiabilidad y haría más distintiva la distribución de las frecuencias
en cada categoría.
Conclusiones

Las actividades que desarrollan los doctorantes conllevan una gran responsabilidad ya
que se tiene que tener presente la utilización de los métodos de cómo se enseña
investigar.

La participación cotidiana en procesos de formación en doctorados en educación


permite detectar que algunos formadores asumen que los estudiantes llegarán a este
nivel habiendo desarrollado prácticamente todas las estrategias de aprendizaje, de tal
manera que casi por sí solos transitarán sin problemas por esa etapa de la formación
que les permitirá llegar a la obtención del grado de doctor(a).

por ello la formación curricular es trascendental ya que transitan por el ejercicio


didáctico y autoformación que les ayudan a mejorar los procesos formativos que se
enriquecen a través del trabajo colectivo de interacción.

Incluso los asesores reconocen casos en que algún doctorante decide hacerse cargo
de un curso (seminario, taller) que forma parte de la currícula del programa doctoral, o
bien puede aceptar alumnos para tutoría y dirección de tesis desde la confianza de que
no habrá trabas en el ejercicio de la realización del trabajo por la seguridad que da un
estudiante que ha acreditado sus estudios previos de manera suficiente.
REFERENCIAS
Texto analizado del trabajo realizado por las Doctoras, Celia Carrera Hernández,
Josefina Madrigal Luna, y Yolanda Isaura Lara García,2017. De: La formación de
investigadores en los posgrados. Una reflexión curricular.

ANUIES, Anuario estadístico. Población en la educación superior. Posgrado ciclo escolar 2014-
2015 (2015), en: http://www.anuies.mx/informacion-yservicios/informacion-estadistica-
deeducacion-superior/anuario-estadisticode-educacion-superior, consulta realizada en enero de
2016.
DOF. (2013). Plan Nacional de Desarrollo 2013- 2018. Publicado el 20 de mayo de 2013.
México:Gob.
Hernández Guzmán L. y Nieto Gutiérrez J., La formación doctoral en México. Historia y
situación actual, en: Revista Digital Universitaria, 1 de mayo de 2010, Vol. 11, Num. 5, en:
http://www.revista. unam.mx/vol.11/num5/art46/, consulta realizada en enero de 2016.
Moreno, M.G. (2005). Potenciar la educación. Un currículo transversal de formación para la
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http://www. ice.deusto.es/rinace/reice/vol3n1_e/ Moreno/
Navia, C. (2006). Autoformación de maestros en los márgenes del sistema educativo: Cultura,
experiencia e interacción formativa. Barcelona:Pomares.
Piret, A., Nizet,J y Bourgeois, E. (1996). Análisis estructural. Un método de análisis de
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Rivas Tovar L. A., La formación de investigadores en México, en Revista Perfiles
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Sánchez, G. y Espinoza, M. (2005). Algunos problemas en la formación de investigadores y en
el ejercicio de la investigación. Revista Quivera, vol. 7, núm. 1, enero-junio, pp. 358-378
Universidad Autónoma del Estado de México Toluca, México.

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