Está en la página 1de 8

Trastorno de Identidad

Disociativo

Integrantes: Antony Acosta Cubas, Vicente Mena Valdés, Scarlett Ponce Celedón, Nathalie
Saavedra Castro, Marcelo Toro Espinoza.

Profesor: José Luis Salas-Herrera

Fecha: 01/12/2020

Asignatura: Psicopatología adulto y Diagnóstico

Sección: 2
Introducción

El presente trabajo de investigación tiene la finalidad de investigar e indagar sobre el


Trastorno de Identidad Disociativo (TID), el cual es conocido por la existencia de dos o más
identidades en una persona, cada una con su propio patrón de percibir y actuar con el
ambiente. Al menos dos de estas personalidades toman el control del comportamiento del
individuo de forma rutinaria, y están asociadas también con un grado de pérdida de memoria
más allá de la falta de memoria normal.
Trastorno de Identidad Disociativo

La disociación, es definida como una pérdida de información o control sobre los procesos

mentales que bajo circunstancias normales estaría disponible al conocimiento consciente,

autoatribución, o control, y / o una sensación de desapego. (Cardeña, 2017)

El Trastorno de Identidad Disociativo (TID) es la forma más extendida la cual cubre todo el

espectro de síntomas disociativos incluyendo los estados de personalidad e intrusiones

mentales con su propia agenda y sentido de sí mismo. (Sar y Ozturk,. 2012)

Según Dell (2006) existen varios modelos que explicarían la dinámica de este trastorno

siendo estos:

-Modelo sociocognitivo: Este modelo basándonos en Spanos (1996) considera el trastorno de

identidad disociativo como un fenómeno generado iatrogénicamente.

-Modelo clásico del DSM-5: El manual trata el trastorno angostamente, considerando

únicamente importante para su diagnóstico la presencia de las múltiples identidades, el

cambio entre alters, que serían las distintas identidades producto de los intentos de

compartimentar emociones y memorias abrumadoras relacionadas con el trauma

(Merckelbach, 2002) y también la amnesia.

-Modelo fenomenológico-subjetivo: Según Dell (2006) este modelo tiene una visión más

compleja del trastorno además de atribuirle características de carácter principal como

recurrentes intrusiones disociativas en cada aspecto de las funciones ejecutivas y en el sentido

de ser.

-Teoría de la Disociación Estructural (Van der Hart, 2006): teoría sobre los cuadros

postraumáticos, entre ellos la disociación, de tal manera que cuando la personalidad


aparentemente normal y la parte emocional de la personalidad se disocian, dan lugar a un

TID.

Historia del trastorno de identidad disociativa

Desde el siglo pasado se ha reconocido un trastorno disociativo que se relaciona con el abuso

físico y sexual en el periodo de la infancia. El trastorno de identidad disociativo

anteriormente llamado trastorno de personalidad múltiple se ha asociado al abuso infantil,

pero en las últimas dos décadas se ha empezado a apreciar más la vinculación de estas.

En el siglo XIX el médico y psicólogo francés Pierre Janet fue el primero en hacer esta

asociación en su teoría de la desagregación donde conceptualiza la disociación como una

defensa ante la ansiedad generada por experiencias traumáticas.

En relación a este trastorno con respecto a su asociación con los abusos físicos y sexuales en

1986 Putnam desarrolló un estudio de 100 pacientes que desarrollaron Trastorno de identidad

disociativa en el cual resultó que 97 tenían un historial de abuso físico y sexual en la infancia.

Referente a esta asociación Wilbur CB afirma que:

Los malos tratos crean en el niño un estado de sensación amenazante e inaceptable de ira. El

niño aprende que estas sensaciones “no deben ser expresadas”, “no deben ser sentidas”

conscientemente, por ello reprime estas sensaciones y permanece en el inconsciente, fuera de

la atención. Los individuos que reprimen sus afectos de esta manera parecen almacenar un

“banco de sensaciones” que da lugar a la creación de un potencial para el desarrollo de

explosiones de este tipo de afectos cuando la represión persiste o en situaciones conflictivas

similares. Estas explosiones emocionales pueden ser expresadas en forma de síntomas,

pudiendo resultar en la aparición de una personalidad alternativa como vehículo para la

expresión sintomática de estos efectos o sensaciones (1984, p. 164)


Criterios diagnósticos según DSM V.

A. Perturbación de la identidad que se caracteriza por dos o más estados de la personalidad

bien definidos, que se puede describir en algunas culturas como una experiencia de posesión.

La perturbación de la identidad implica una discontinuidad importante del sentido del yo y

del sentido de la entidad, acompañado de alteraciones relacionadas del afecto, el

comportamiento, la conciencia, la memoria, la percepción, el conocimiento y/o el

funcionamiento sensitivo-motor. Estos signos y síntomas pueden ser observados por parte de

otras personas o comunicados por el individuo.

B. Lapsos recurrentes en la memoria de acontecimientos cotidianos, información personal

importante y/o sucesos traumáticos incompatibles con el olvido ordinario.

C. Los síntomas causan malestar clínicamente significativo o deterioro en lo social, laboral u

otras áreas importantes del funcionamiento.

D. La alteración no es una parte normal de una práctica cultural o religiosa ampliamente

aceptada.

Nota:

En los niños, los síntomas no deben confundirse con la presencia de amigos imaginarios

u otros juegos de fantasía.

E. Los síntomas no se pueden atribuir a los efectos fisiológicos de una sustancia (p. ej.,

laguna mental o comportamiento caótico durante la intoxicación alcohólica) u otra afección

médica

(p. ej., epilepsia parcial compleja).


Características

Las características relacionadas con el trastorno de la personalidad disociativo son fuertes

dolores de cabeza, malestares físicos, sentimiento de sentirse separado de uno mismo y

experimentar a su medio como irreal, otra característica asociada al trastorno de la

personalidad disociativo son las distorsiones y errores en el tiempo, presentando en ocasiones

amnesia.
Referencias.

Durán Martínez, I. (2019). Comprensión psicoanalítica del trastorno de identidad

disociativo. Recuperado de http://hdl.handle.net/11531/31862

Asociación Estadounidense de Psiquiatría (2014). Manual diagnóstico y estadístico de

los trastornos mentales (DSM-5) (Quinta edición). Madrid: Editorial Médica

Panamericana.

Sar, V., & Ozturk, E. (2012). Trastorno de identidad disociativo: diagnóstico, comorbilidad,

diagnóstico diferencial y tratamiento. Revista Iberoamericana de Psicotraumatología y

Disociación, 3(2), 1-21.

Onostre Guerra, R. (2011). Trastorno disociativo: a propósito de un caso. Revista de la

Sociedad Boliviana de Pediatría, 50(3), 162-166. Recuperado de

http://www.scielo.org.bo/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1024-

06752011000300003&lng=es&tlng=es.

https://drive.google.com/file/d/1Q6QXMtWX90Z3YvKJzg0KbAXWra19Y1UA/view?

usp=sharing

También podría gustarte