homenaje a Rosita Casi todos ustedes la conocieron muchísimo y podrían dar fe de todas sus virtudes, especialmente su solidaridad y su preocupación por todos y cada uno Lo mismo fue el amor que brindó y supo ganarse entre quienes la rodeaban (incluidas nueras…) Pero tal vez haya otros aspectos que no conozcan demasiado: Fue una gran alquimista: Lograba desde la nada hacer una rica sopa de pollo o docenas de milanesas en 10 minutos. Esta pasión por la cocina logró transmitirla a sus nietas y hasta sus bisnietos que valoraban sus knishes y otras delicias que tanto extrañamos. Tal vez haya sido por el amor que le ponía a cada acto de su vida. Pero si debo rescatar una cualidad, fue su gran espíritu de lucha frente a todas las adversidades que la vida le deparó. Desde su más tierna infancia hasta sus últimos días fue una luchadora incansable que jamás, jamás claudicó. Y no le faltaron problemas, créanme... Y ese espíritu de lucha, sigue siendo para todos nosotros, un ejemplo a seguir Por todo esto, Rosita, quiero recordarte con la frase en idish que siempre nos decía " tzaimo gezunt my kind" como expresión de todo el cariño que siempre nos brindó Y pedirle a Hashem que te cobije bajo su shejiná desde donde nos vas a seguir cuidando y queriendo como siempre lo hiciste.