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Doctorado en Investigación Educativa

Seminario de Investigación Lingüística y Didáctica de la Traducción


Reporte de lectura 6
Santiago Iván Sánchez Galván

La construcción de la identidad profesional de los estudiantes de traducción


(primera parte)
La construcción de la identidad se ha convertido en un tema recurrente de la investigación social
contemporánea. Sin importar que se trate del estudio de la gestación de identidad personal,
nacional, regional, étnica o profesional, la construcción identitaria es un tema relevante desde
hace más de dos décadas para investigadores sociales, activistas, funcionarios públicos y
educadores. Independientemente del ángulo desde donde se aprecie este fenómeno, se debe tener
en consideración que la crisis de identidad en las sociedades occidentales es fuente y producto de
una tensión entre puntos de vista universalistas y particularistas, lo que orilla a realizar un
reposicionamiento constante sobre el impacto de las dimensiones espaciales y temporales en el
estudio de la identidad de actores sociales. En este reporte daré cuenta de dos investigaciones que
parten de dos estudios en torno a problemas ocasionados por crisis de identidad profesional.

Legault : La crise d’identité professionnelle: le point de vue des ordres professionnels.

En este texto, Georges Legault hace una evaluación del alcance de la crisis de identidad
profesional causada por el paso de un modo de regulación de los servicios profesionales de tipo
moral a otro más centrado en la protección del público y el control de los intereses corporativos.
Para hablar de las profesiones ya no resulta adecuado un enfoque uniformador que abarque a
todas las profesiones, pues actualmente se puede apreciar una multiplicidad de discursos
identitarios originada por la transformación de las profesiones en la época actual. Para analizar
las transformaciones que ha experimentado la identidad profesional se requiere de un enfoque
que comprenda tanto la dimensión psicológica de los procesos mentales como la dimensión
lingüística de la carga de significados que los actores le dan a los objetos de la realidad social.
Para identificar los rasgos característicos, Legault llevó a cabo una serie de entrevistas
semiestructuradas a integrantes de ordres professionnels1 de Québec, con el fin de obtener
información esencial sobre lo que representa para ellos ser profesional, la relación que establecen

1
En Québec existen unos comités de regulación de ejercicio profesional denominados ordres professionnels, los
cuales tienen el deber de cuidar al público que requiere de los servicios de un profesionista calificado. Su
naturaleza es muy diferente a la de otras asociaciones de profesionistas o trabajadores.
con otros profesionales y sobre los principios, valores y reglas que guían sus prácticas, de
conformidad con las directrices de su órgano regulador profesional. La premisa principal de esta
investigación es que la construcción de la identidad profesional se produce mediante la
exposición al contenido simbólico de la profesión, el cual está depositado en el discurso de los
miembros de un gremio sobre sí mismos y sus prácticas. El guion de entrevista se elaboró a partir
de las proposiciones encontradas en la literatura en torno a la sociología de las profesiones y en
ls ética profesional.
El análisis de lo comentado por los participantes confirmó la existencia de la crisis
identitaria en las profesiones en Québec, debido a la gran diversidad de características esenciales
advertidas que no permiten hacer una definición general de lo que significa “ser profesional”.
Algunos de los actores señalan que esta ambigüedad se debe a la pérdida del sentido original de
la palabra “profesión”, ya que se ha desvirtuado su significado al otorgar a destajo la calificación
de profesional a cualquiera que se dedique a algo en específico. Otros destacan que la
profesionalidad tiene una carga evaluativa que causa cierta animadversión en quienes no se
sienten incluidos en la categoría de profesionales.
En lo concerniente al plano educativo, Legault señala que la construcción de la identidad
profesional se lleva a cabo mediante la transmisión de las normas, valores y la concepción de la
profesión aceptada por las instituciones encargadas de su preservación. A diferencia de épocas
anteriores cuando el aprendizaje de los saberes, habilidades, principios éticos y actitudes
requerían del acompañamiento y supervisión de un maestro, la formación universitaria de
profesionales precisa de la movilización de un gran número de saberes teóricos, prácticos y
axiológicos en actividades pedagógicas determinadas por docentes y miembros de cierta
comunidad profesional. Pese a este señalamiento sobre el papel que juegan las escuelas de
formación profesional, el trabajo del aspecto ético en la educación universitaria aun es un área
que no se ha trabajado adecuadamente, como lo señala uno de los participantes que es traductor:
« Quelqu’un peut être très compétent pour exécuter un acte professionnel, mais être totalement
absent en matière de relation d’aide, d’écoute, de contact et de communication » (p. 36). He ahí
la importancia de realizar investigaciones en torno a la conformación de la identidad profesional
de estudiantes que permitan dilucidar el lugar que ocupa la ética profesional en la formación de
los profesionistas del futuro.
Runcieman : The identity of the professional interpreter: how professional identities are
constructed in the classroom.

Alan J. Runcieman nos presenta una investigación de corte sociológico y etnometodológico


realizada a partir del análisis de micronarrativas (small stories). El autor estudió el proceso de
construcción de la identidad profesional que realizan los estudiantes de primer año de una
universidad italiana que otorga el título de mediador lingüístico, equivalente al perfil de
intérprete de servicios públicos. La tesis que Runcieman defendió en esta investigación fue que
no hay correspondencia entre el discurso educativo que maneja la institución y las necesidades
de formación de los estudiantes para enfrentar el campo laboral actual de la interpretación.
Runcieman también halla digresión entre el mensaje que la institución maneja en su discurso y la
forma en que lo perciben sus estudiantes. Lo que busca el autor es propiciar un debate sobre la
necesidad de mejorar la preparación universitaria de intérpretes de servicios públicos, al tiempo
que busca reivindicar esta profesión.
En el primer capítulo, el autor nos presenta el objeto de estudio de la investigación: la
identidad profesional que se construye a lo largo de la preparación académica en interpretación
que imparte una universidad italiana. Si bien Runcieman aclara que los resultados de la
investigación no son generalizables, el contexto de la investigación es de gran importancia para
los estudios de traducción y la investigación en educación superior en general, pues se trata de la
Universidad de Bolonia, una de las primeras universidades en la historia de la humanidad y de
mayor prestigio en la actualidad. Runcieman expone también la justificación para abordar los
estudios sobre interpretación, la influencia del ejercicio de una profesión sobre la definición de la
identidad, los rasgos de la investigación narrativa y la declaración de su locus de enunciación.
En el segundo capítulo, el autor realiza una contextualización del campo de la
interpretación, la cual es necesaria para advertir las particularidades de esta profesión. Además
de la diferenciación con la labor de los traductores, Runcieman distingue dos facetas de los
intérpretes en la época actual: el intérprete comunitario y el intérprete de conferencias. Sin
establecer una división jerárquica entre estas dos identidades, el autor nos permite apreciar la
importancia de cada tipo de interpretación lingüística para la comunicación humana. En cuanto al
manejo de los discursos, el autor declara la adopción del criterio de Gee (1996) para nombrar a
los discursos con “D mayúscula” cuando se trata de formas universales de ser, pensar y actuar
que se hayan en las palabras, acciones, creencias, actitudes y demás productos culturales. Para
concluir el capítulo, Runcieman presenta datos estadísticos que nos informan sobre el número de
programas universitarios de primer y segundo ciclo en interpretación y traducción en Italia.
En el tercer capítulo, El autor realiza una delimitación del concepto de Profesión y esboza
una aproximación teórica por medio de los conceptos propuestos por Pierre Bourdieu (2019) en
su teoría de los campos. De forma breve, Runcieman presenta las definiciones de Campo,
Habitus y Capital que él operacionaliza en sus instrumentos de investigación y en el análisis de
datos. En este capítulo se nota una clara diferencia con otras investigaciones sobre construcción
de la identidad profesional, sobre todos las que se han basado en la teoría de la socialización de
Claude Dubar (2010) y en el constructivismo social para su fundamentación teórico-
metodológica (Burr, 2015).
En el cuarto capítulo, Runcieman desarrolla el concepto de Identidad, por lo que recurre a
la exposición de la historia de la investigación narrativa para justificar el uso de las narrativas
como medio de acceso a la identidad de los estudiantes de interpretación. La revisión de la
historia de la investigación narrativa en la sociología nos permite comprender la utilidad de las
narraciones para indagar en los procesos de construcción de identidades. Al igual que en el
capítulo anterior, se puede advertir una posición distinta a las investigaciones que utilizan
narraciones, pues el principal referente del autor es Michael Bamberg, a diferencia de los
estudios que se fundamentan en las teorías del discurso narrativo de Paul Ricoeur o la
construcción del sí-mismo de René L’Ecuyer (Massot, 2003).
El capítulo cinco es una extensión del capítulo cuatro, en el que el autor ya había
expuesto que estudiaría las narrativas con un enfoque etnográfico. De forma breve, Runcieman
hace una revisión de los postulados epistemológicos del método etnográfico y declara la forma
en que lo va a utilizar; al explorar las narraciones de los estudiantes, el autor advirtió las
categorías émicas que manejan los estudiantes en su discurso. El autor revisa también las críticas
que se le han hecho al método etnográfico, sobre todo a las voces del positivismo y
posestructuralismo, las cuales acusan a esta forma de indagar en las culturas de forma superficial
y subjetiva. No obstante, Runcieman resalta las posibilidades metodológicas del método
etnográfico para dar cuenta del esfuerzo que hacen los estudiantes para convertirse en intérpretes
profesionales.
En el sexto capítulo, Runcieman describe la ruta metodológica del proceso de
investigación. El uso de figuras es creativo y revelador, ya que pocas veces podemos tener una
idea tan clara de la forma en que se llevaron a cabo las entrevistas individuales y grupales como
en las ilustraciones que presenta el investigador. El autor cuenta a detalle los pasos de
elaboración de los instrumentos utilizados y datos sobre los estudiantes que participaron en las
entrevistas. En la redacción de las preguntas se puede advertir la perspectiva de las teorías de
Bourdieu y Bamberg, ya que utiliza las metáforas de luchas y agentes como si fuera un campo de
fútbol o un deporte de combate. Además de las técnicas narrativas, Runcieman se valió de la
toma de notas al observar las interacciones de los estudiantes entre ellos y con los profesores en
la institución en cuestión.
El séptimo capítulo contiene los temas que se hallaron en los datos narrativos. El autor
declara haber realizado un análisis de contenido, en investigaciones cualitativas que buscan
comprobar o refutar una teoría existente, y un análisis holístico, que corresponde a lo que
Bernard Glaser y Anselm Strauss denominaron Método Comparativo Constante (MCC) (Glaser
& Strauss, 2017). El MCC consiste en buscar palabras o frases que representen temas o
categorías internas, sin relación a un marco teórico elaborado a priori. Tal parece que
Runcieman llevó a cabo un análisis por inducción analítica, en el que toma en cuenta tanto las
categorías que emergieron de los datos como las desarrolladas en los apartados teóricos. Debido
a que esta publicación esta limitada a la presentación de lo investigado durante un año, el autor
acota los resultados a estas tres áreas temáticas: 1. “lo que dicen los maestros acerca de la
profesión de intérprete”; 2. “Lo que se dice sobre aprendizaje de idiomas” y 3. “Lo que se dice
sobre el papel del estudiante-intérprete en la institución”.
En los capítulos 8, 9 y 10, Runcieman expone el análisis que realizó a los datos de
acuerdo a las áreas temáticas declaradas en el séptimo capítulo. En el capítulo octavo, el autor
nos ilustra la forma en que los docentes se refieren a la profesión y cómo la opinión de un
profesor destacado puede afectar la actitud del estudiante hacia el ejercicio profesional de la
interpretación. En el capítulo noveno, se analiza el lenguaje como vehículo de las percepciones
de los participantes sobre la identidad de intérprete profesional y cómo aparecen en sus
narraciones durante su primer año. El autor nos presenta fragmentos de entrevistas de los
estudiantes que dan cuentan de la presión para alcanzar el nivel de un hablante nativo y la falta
de tiempo necesario para adquirirlo en solo tres años; esta presión es aún mayor en los casos de
estudiantes que no son hablantes nativos de italiano, como Rosa que es iraní. En el capítulo 10,
Runcieman examina las relaciones entre los estudiantes y sus compañeros dentro de la
institución. Basado en el posicionamiento narrativo, el autor se centra en aquellas narraciones
que se refieren principalmente a estas relaciones, y cómo se reflejan en ellas los cambios
identitarios de los participantes dentro de la institución.
En el capítulo 11, Runcieman resume en tres apartados los hallazgos de la investigación y
los principales discursos que surgieron de las narrativas co-construidas por los participantes. En
el apartado 11.2 concluye que existe un Discurso dominante reproducido por los maestros más
respetados en la institución sobre el stress de la profesión de intérprete, por lo que se insiste en la
mayor acumulación de capital cultural para desenvolverse mejor en el campo laboral. Esta
lectura bourdiana no solo condiciona al estudiante a ser un acumulador de capital, también relega
al intérprete al nivel de conducto pasivo en los eventos comunicativos en lugar de un participante
activo. En el punto 11.3 se exponen los efectos nocivos de una de las prácticas mas añejas de la
universidad, la de contratar maestros que sean hablantes nativos de los idiomas que se imparten
para que los estudiantes adquieran el mismo nivel de dominio en segunda o tercera lengua; a
varios estudiantes les resulta muy difícil pasar del nivel de dominio de lenguas B2 al C1 en tan
solo tres años, más aún si los maestros no se esfuerzan por ayudarlos a cumplir esa meta. En el
punto 11.4 se pone en relieve la identidad del estudiante de la institución, la cual se presenta
como la de un competidor obsesionado con figurar en el plano académico en lugar de un futuro
prestador de servicios a la comunidad; el ambiente tenso entre compañeros y la presión que
ejercen los maestros para que los estudiantes obtengan el mayor rendimiento posible provoca
falta de solidaridad entre ellos.
En el último capítulo, Runcieman propone algunas alternativas de acción para la
institución en la que se realizó la investigación, como la reflexión en torno a los significados y
las categorías como hablante nativo y si se percibe igual por docentes y estudiantes. También
pone sobre la mesa la falta de claridad del discurso educativo en los planes de estudio y las
prácticas de enseñanza, por lo que señala que urge revisar los contenidos de los documentos y las
prácticas docentes con el fin de evitar que los estudiantes caigan en malentendidos. Por último, el
autor insta a las escuelas y centros de formación a tomar en cuenta la dimensión social y cultural
de la interpretación, en vez de limitarse a un enfoque lingüístico-cognitivo de la enseñanza-
aprendizaje de idiomas que lleva a la cosificación del lenguaje que se estudia de forma aislada.
Runcieman nos dice, al igual que otros educadores e investigadores, que las instituciones deben
prepararse para responder a los cambios en el mundo social y remodelar constantemente su
enfoque y prácticas educativas, todo en consideración de lo que les demandan sus estudiantes.

Referencias bibliográficas:

Bourdieu, P. (2019). Curso de sociología general 1. Conceptos fundamentales. Buenos Aires:


Siglo XXI.

Burr, V. (2015). Social constructionism. Nueva York: Routledge.

Dubar, C. (2010). La socialisation: construction des identités sociales et professionnelles. París:


Armand Colin.

Gee, J. (1996). Social linguistics and literacies: Ideology in discourses. Londres: Taylor &
Francis.

Glaser, B. G., & Strauss, A. L. (2017). Discovery of grounded theory: Strategies for qualitative
research. Nueva York: Routledge.

Legault, G. A. (2003). La crise d’identité professionnelle: le point de vue des ordres


professionnels. En Legault, G. A. Crise d’identité professionnelle et professionnalisme
(Vol. 9). Québec : PUQ, pp. 27-54.

Massot, M. I. (2003). Jóvenes entre culturas: La construcción de la identidad en contextos


multiculturales. Bilbao: Desclée De Brouwer.

Runcieman, A. J. (2018). The identity of the professional interpreter: how professional identities
are constructed in the classroom. Singapore: Springer.

Vas cada día mejor. Te felicito.

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