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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL DE LA SEGURIDAD


CENTRO DE FORMACIÓN BARINAS
BARINAS ESTADO BARINAS.

TEMA IV
Ley de Coordinación de Seguridad Ciudadana

Facilitador: Autor:
Abg. MSc. Wilmer Jaimes José Alexander Sira Rodríguez
CIV- 12.199.484

Barinas, Junio 2020


INTRODUCCIÓN

La Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, aprobada en


1999, mediante el artículo 322 que establece la organización de los órganos
de seguridad ciudadana, como medio para garantizar la protección de los
ciudadanos y sus hogares en el disfrute de los derechos fundamentales,
incorpora la creación de instituciones e instrumentos legales que permitan
abordar integral y eficazmente la problemática de la inseguridad ciudadana.
La inseguridad es un fenómeno social, que se ha venido incrementando en
los últimos años a pesar de los múltiples esfuerzos realizados por el Estado
para disminuir sus consecuencias.

Por ello, corresponde al Poder Público, mediante los órganos de


seguridad ciudadana, la coordinación de acciones para resolver las
situaciones que constituyan amenaza, vulnerabilidad o riesgo para la
integridad física de las personas y sus propiedades.

Han existido normativas de coordinación, pero han resultado insuficientes


para la protección del ciudadano ante los hechos delictivos, las situaciones
de emergencias y los desastres naturales. Esta insuficiencia se ha traducido
en disminución de la capacidad de respuesta por parte del Estado para
enfrentar tales situaciones. Igualmente, hay carencia de órganos
administrativos para cumplir oportunamente las tareas de seguimiento y
evaluación de los planes de coordinación en las actuaciones de los órganos
de seguridad ciudadana en todos los niveles del desenvolvimiento de la
actividad estatal.

En el texto constitucional se señala que la función de los órganos de


seguridad ciudadana constituye una competencia concurrente con los
estados y municipios. Al respecto, este Decreto Ley consagra la concurrencia
como aquellas facultades cuya titularidad y ejercicio le son atribuidas
conjuntamente tanto al Poder Nacional como al Poder Estadal y Municipal.
Las materias objeto de competencias concurrentes, están reguladas por
leyes de bases que se orientan por los principios de interdependencia,
coordinación, cooperación, corresponsabilidad y subsidiaridad. Es el caso de
este Decreto Ley, que genera el ámbito normativo en materia de
coordinación para que los estados y los municipios formulen las normas
relativas al desarrollo de la actuación y funcionamiento de los órganos de
seguridad ciudadana que actuarán en sus correspondientes jurisdicciones.

Este Decreto Ley tiene por objeto regular los métodos y parámetros de
actuación cuando converjan las funciones de los órganos de seguridad
ciudadana en una situación que requiera asistencia conjunta y participación
compartida, estableciendo límites y medidas metodológicas, para evitar
actuaciones confusas, como producto del desconocimiento de las tareas
comunes y esenciales que han de observar cada uno de los cuerpos y
órganos destinados a garantizar la seguridad a la ciudadanía.
1. Objeto y Definición.

Con respecto al objeto y definición esta se encuentra ubicada en el


Capítulo I de la ley, la cual refiere regulación de la coordinación entre los
Órganos de Seguridad Ciudadana, sus competencias concurrentes,
cooperación recíproca y el establecimiento de parámetros en el ámbito de su
ejercicio.

Asimismo, establece la definición de coordinación que en palabras


simples es la articulación que hace el ejecutivo nacional con todos los
órganos de seguridad ciudadana para la ejecución de acciones conducentes
a desarrollar los principios de comunicación, reciprocidad y cooperación que
permitan garantizar la Seguridad Ciudadana.

Por otro lado, norma la definición de seguridad ciudadana, el cual viene


referido al nivel de confianza que refleja la población en la ejecución de sus
actividades diarias, con la certidumbre de las acciones de los órganos del
estado van dirigidos a proteger su integridad física y propiedades.

2. Órganos de Seguridad Ciudadana:

En este punto el articulo refiere y establece los órganos de seguridad


ciudadana, evocando el artículo 332 de la constitución de la república. De
manera tal que quedan establecidos como órganos de seguridad ciudadana
en el ámbito nacional, estatal y municipal los siguientes:

a. La Policía Nacional.

b. Las Policías de cada Estado.

c. Las Policías de cada Municipio, y los servicios mancomunados de


policías prestados a través de las Policías Metropolitanas.

d. El cuerpo de investigaciones científicas, penales y criminalísticas.


e. El cuerpo de bomberos y administración de emergencias de
carácter civil.

f. La organización de protección civil y administración de desastre.

3. Deberes Comunes.

El artículo 3 de la ley de coordinación de seguridad ciudadana, articula sin


perjuicio a las atribuciones de ley que tenga cada órgano de seguridad
ciudadana (Artículo 2) las acciones conjuntas para acatar y ejecutar las
disposiciones emanadas por los órganos competentes las coordinaciones en
materia de seguridad ciudadana.

Del mismo modo cumplir con las ordenes coordinadas por el consejo de
seguridad ciudadana, dentro su ámbito político territorial. Por otro lado,
organizar las unidades administrativas necesarias para el cumplimiento
efectivos de los planes de seguridad ciudadana.

Todo lo anterior emana información que debe ser compartida, para ser
sistematizada y organizada, para evaluar la incidencia y efectividad de los
planes ejecutados y tomar acciones correctivas, para mejorar o abarcar otras
áreas no tomadas en cuenta en el plan inicial.

4. Preceptos de Funcionamiento.

a. Principios de actuación: los principios de actuación son la probidad,


eficacia, eficiencia, subordinación, disciplina, cooperación y
responsabilidad, todos estos dirigidos al respeto de los derechos
humanos, dando garantía de lo establecido en la constitución, las
leyes y los tratados suscritos por la república.
b. Ejecución de planes: la ejecución de planes estará a la disposición
del consejo de seguridad ciudadana, así como equipamiento logístico,
disciplina, educación, doctrina y las otras que se dicten con el objeto
de garantizar la uniformidad en estas materias.
c. Régimen Disciplinario: El poder público nacional en sus diferentes
niveles, establecerán el régimen disciplinario aplicable a los
funcionarios adscritos a los órganos de seguridad ciudadana, que
incurran que vayan en detrimento o perjuicio de la presente ley y la ley
en materia que los rige.
d. Régimen Especial: La autoridad estadales y municipales dictaran
normas que faciliten el libre desenvolvimiento de funcionarios que
cumplan tareas dentro de ámbito político territorial acorde a su misión
y nivel de riesgo.

5. Competencias Concurrentes y Actuación Compartida.

- Competencia concurrente y excepcional: Por competencia


concurrente y excepcional se entenderá como aquella donde vayan al
sitio del suceso más de un órgano de seguridad con diferentes
competencias, asumirá la incidencia el organismo con mayor
capacidad de respuesta y los demás apoyara para una conclusión
eficaz de la misma.
- Actuaciones Compartidas: Son las actuaciones en las que los
organismos actuaran de acuerdo a su competencia de ley y los demás
apoyaran mientras sus alcances jurídicos y operacionales se los
permitan, las incidencias pueden ser: Alteraciones del Orden Público,
Ocurrencia de Hechos Punibles, Persecución Delictual, Situaciones
Peligrosas, Situaciones de Emergencias, Situaciones de Desastres,
Situaciones Excepcionales.

6. Entes de coordinación de seguridad ciudadana y la participación


de otros órganos.
- Del Consejo de Seguridad Ciudadana y Coordinaciones de
Seguridad Ciudadana: tendrán a su cargo la coordinación,
seguimiento y evaluación de los planes y directrices que en la materia
dicte el Consejo de Seguridad Ciudadana, para lo cual contarán con la
cooperación de los Gobernadores y Alcaldes.
- De la Participación de otros Órganos: Participación de la Fuerza
Armada y la Participación Ciudadana.

7. Organización e Intercambio de Información entre los Órganos De


Seguridad Ciudadana.

El Ministerio del Interior y Justicia ejercerá la coordinación y


administración del sistema, con la finalidad que los órganos de seguridad
ciudadana dispongan de un sistema de información que facilite la debida
planificación, formulación y ejecución integral de los planes, estrategias y
acciones de seguridad ciudadana.

Los órganos responsables de la seguridad ciudadana, deberán incorporar


a la base de datos del Subsistema Metropolitano y de los Subsistemas
Regionales, según sea el caso, toda la información relacionada con su
ámbito de competencia; éstos harán lo propio al Subsistema Central, de la
forma y con la frecuencia que establezca el Reglamento del presente
Decreto Ley.

El Ministerio del Interior y Justicia organizará y administrará un sistema de


información automatizado que permitirá a los integrantes del Sistema
Nacional de Registro Delictivo, Emergencias y Desastres en sus respectivos
ámbitos de actuación, disponer de la información relacionada con cada
módulo del sistema en una base de datos central.
CONCLUSIÓN.

Existen diferentes órganos de seguridad ciudadana en todo el territorio


venezolano, de acuerdo a los que emana la Constitución y las leyes
competentes cada uno posee atribuciones, funciones y propósitos diferentes
entre sí pero siempre en pro del cumplimiento de la Seguridad ciudadana
regulada en la Carta Magna Nacional.

Sin embargo, todos estos órganos tienen similitudes o, en otras palabras,


atribuciones comunes las cuales deben ser cumplidas a cabalidad y de
manera obligatoria, las cuales se nombran a continuación, Primeramente,
cumplir y hacer cumplir la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela, las leyes y las demás disposiciones relacionadas con el servicio
de policía así como proteger a las personas y a las comunidades, frente a
situaciones que constituyan amenaza, vulnerabilidad, riesgo o daño para la
integridad física, sus propiedades y su habitad.

Aunado a ello, deben ejercer el derecho a la seguridad ciudadana en las


áreas urbanas, extraurbanas y rurales, así como ejecutar las políticas
emanadas del Órgano Rector en materia de seguridad ciudadana, incluyendo
tránsito, sustancias estupefacientes y psicotrópicas, anticorrupción,
antisecuestro, acaparamiento y especulación alimentaria, adulteración de
medicinas y otros bienes de consumo esenciales para la vida, delincuencia
organizada, turismo, ambiente y orden público.

Asimismo, los órganos de seguridad ciudadana tienen la función común


de promover, desarrollar e implementar estrategias y procedimientos que
garanticen la participación de la comunidad organizada en el servicio de
policía comunal; y proteger a las personas que participen en concentraciones
públicas o manifestaciones pacíficas. Del mismo modo, deben cooperar con
los demás órganos y entes de seguridad ciudadana en el ámbito de sus
competencias. También deben resguardar el lugar donde haya ocurrido un
hecho punible, e impedir que las evidencias, rastros o trazas vinculadas al
mismo, se alteren o desaparezcan, a los fines de facilitar las investigaciones
correspondientes.

Al mismo tiempo, es de carácter imperante que brinden solución de


conflictos a través de la meditación, conciliación y demás mecanismos
alternativos, a fin de garantizar la paz social. Del mismo modo, deben
recabar, procesar y evaluar la información conducente a mejorar el
desempeño de los cuerpos policiales. Del mismo modo, es su deber
colaborar con los demás órganos y entes de seguridad ciudadana ante
situaciones de desastre, catástrofe o calamidades públicas.

También deben ejercer funciones auxiliares de investigación penal de


conformidad con las leyes especiales, practicar detenciones en virtud de una
orden judicial, o cuando la persona sea sorprendida en flagrancia de
conformidad con la constitución de la República Bolivariana de Venezuela y
las leyes.

También deben proteger a los testigos y víctimas de hechos punibles y


demás sujetos procesales por orden de la autoridad competente, así como
controlar, vigilar y resguardar las vías públicas nacionales, urbanas y
extraurbanas y el tránsito terrestre previniendo la comisión de los delitos,
participando en la investigación penal y aplicando el régimen de sanciones
administrativas previsto en la ley.

Siendo el servicio de policía una competencia concurrente, es posible


constatar la existencia de una serie de atribuciones que resultan comunes a
todos a todos los cuerpos de policía, tanto nacional, como estadal y
municipal, por lo que se recogen en esta disposición tales atribuciones
correspondientes a las competencias de cada una de dichos cuerpos
policiales. En relación con estas atribuciones comunes, se considera
importante indicar que alguna de ellas son esencialmente un traslado de los
propios fines y definición del servicio y definición del servicio de policía, no
requiriendo las mismas de mayor comentario.

Entretanto, si es conveniente detener el análisis en otras atribuciones de


especial interés, tales como la que establece un cambio de concepción en lo
que se refiere a las concentraciones públicas y manifestaciones pacíficas,
puesto que señala que corresponde a todos los cuerpos policiales proteger a
las personas que participen en las mismas, esto es, la atribución no alude al
control o represión de tales concentraciones o manifestaciones sino al
resguardo de sus participantes; y ello es así porque a todo cuerpo policial le
compete dicha protección, no en cambio, como se dijo, el control de esos
eventos, lo que, como se verá, constituye una atribución especifica de los
cuerpos de policía.

Dicha situación, en materia criminalística se conoce como resguardo del


sitio del hecho, algo que resulta esencial pues, como es bien sabido, el
manejo adecuado de este aspecto es el que permitirá contar con elementos
probatorios válidos para poder ser llevados al proceso, lo que en tal virtud
está estrechamente vinculado con la llamada cadena de custodia; y se trata
de una atribución común por cuanto cualquier cuerpo de policía puede ser él
que llegue en un momento dado al sitio del hecho por lo cual deberá
garantizar, en consecuencia, que el mismo no sea contaminado.

A su vez, esta atribución se encuentra directamente relacionada con el


carácter de órgano de apoyo a la investigación penal que tiene también todo
el cuerpo policial. De igual manera, se consagra como atribución común, y no
podía ser de otra manera, la práctica de detenciones, siempre que exista una
orden judicial o la persona objeto de tal detención haya sido sorprendido in
fraganti, lo que no es más que el 1 de articulo 44 en la Constitución, rector
del derecho a la libertad personal en el ordenamiento jurídico venezolano.

Por supuesto que, siendo la libertad la regla, y la privación de la misma,


su excepción, es evidente que la posibilidad de legalmente, de modo tal que
solo en los dos supuestos señalados, a saber, la existencia de una orden
judicial que así lo disponga respecto de una persona en específico, o por
haberse sorprendido en flagrancia a la persona de que se trate, lo cual
implica, y es importante que este concepto no se distorsione, que se le
detenga en el momento en que está cometiendo el hecho o habiéndolo
acabado de cometer. A este respecto, es necesario remarcar lo expresado
por la Sala Constitucional en fecha 15 de febrero de 2007, sentencia No.
272, la cual interpreta de una forma extensiva inaceptable la figura de la
flagrancia.
Referencias Bibliográficas

Decreto con Fuerza de ley de Coordinación De Seguridad Ciudadana.


Publicada en Gaceta Oficial de la República Bolivariana De Venezuela N°
37318 Del 06 De noviembre De 2001

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