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ENSAYO DEL ANÁLISIS FUNCIONAL DEL COMPORTAMIENTO

LILIANA ARROYAVE HERNANDEZ COD: 100066396

Presentado a la Docente:

MARIA GAITAN

CURSO: ESCUELAS EXPERIMENTALES DEL COMPORTAMIENTO

CORPORACIÓN UNIVERSITARIA IBEROAMERICANA

PSICOLOGIA

2 SEMESTRE

BUGA-VALLE
28/05/2020
ENSAYO DEL ANÁLISIS FUNCIONAL DEL COMPORTAMIENTO

El Análisis funcional del comportamiento ha sido un gran desarrollo para el proceso del
tratamiento que se va a seleccionar para el paciente, ya que ayuda a encontrar de manera exacta
las bases para poder operar en el proceso de mejoría de la conducta del paciente.

El conductismo operante está relacionado con el análisis científico ya que da muestra de las
intenciones, motivaciones, objetos y propósitos que tienen las variables del comportamiento en la
función de ayudar y encontrar el método adecuado para identificarlas y hacer un análisis funcional
exacto.

Es claro que cuando el paciente tiene un efecto con el ambiente su comportamiento es diferente, y
tiene un propósito de conducta continuo a su función inherente del determinado estímulo para la
conducta a realizar.

Siempre existen 2 variables entre la relación del acontecimiento ambiental y la clase de conducta
a realizar pero varían según la presencia o ausencia de la otra.

Cuando buscamos ayudar a los pacientes por medio de la consulta, entrevista y test debemos tener
claro realizar un buen análisis funcional para llegar a un tratamiento adecuado que pueda fortalecer
el problema y respuesta que se desea para la continua mejoría del paciente, mermando su grados
o niveles de intensidad en los problemas diagnosticados según el DSM IV y DSM V reflejados en
sus ejes.

Haynes y O’Brien definen el Análisis Funcional como toda la identificación de las relaciones
relevantes, controlables, causales y funcionales aplicables en un conjunto especifico de un
comportamiento determinado de un cliente de manera individual, que denota un problema clínico,
que puede ser descrito por el mismo o por su entorno familiar o social, con esta información
recibida se procede entonces a decidir cómo delimitar el problema y las acciones para evaluar los
cambios y respuestas positivas de la terapia a realizar.

El análisis funcional se realiza entonces a través de la observación de las conductas individuales,


con distinción de la función idiográfica es decir el análisis de casos individuales, objeto de estudio
del presente y nomotético que será entonces una categoría diagnostica precisa.
Los procesos psicológicos vinculados en el análisis funcional son entonces las acciones en la
imitación, el desarrollo infantil y otros, etc.

Al hablar de los sistemas complejos en el análisis funcional entonces es cuando se tiene en cuenta
los organizadores, el ambiente terapéutico y las presiones por voluntad de cada individuo a realizar
pese a un estímulo que va a generar entonces un refuerzo ya sea negativo o positivo, incrementando
entonces el problema o mejorando la resolución del problema.

Para lograr encontrar las principales causas se debe hacer el concepto de contingencia propuesto
por Skinner en 1.938 que expone lo siguiente a la hora de realizar el análisis funcional:

«Una formulación de las interacciones entre un organismo y su medio ambiente, para ser
adecuada, debe siempre especificar tres cosas: 1) la ocasión en la que ocurrió la respuesta,
2) la propia respuesta y 3) las consecuencias reforzadoras. Las relaciones entre ellas
constituyen las ‘contingencias de refuerzo’» (Skinner, 1975, p. 182).

Se debe interpretar el comportamiento de manera que se entienda el significado y pueda ayudar a


comprender la función para la obtención de estímulos positivos o de manera contraria la evitación
de estímulos aversivos.

Cuando nos referimos a variables son aquellas causales y otras correlacionales que ayudan a
controlar o modificar la importancia o la magnitud de lo trivial a la hora de hacer el análisis
funcional.

Por lo tanto entonces el analista del comportamiento siempre debe tener claro e indicar las
relaciones existentes entre todas las variables existentes y el comportamiento que se tiene como la
cuestión precisa para realizarlo, de manera probabilístico, transitorio, no excluyente de variables,
con nivel macro si es preciso o micro según la crítica social, según los acontecimientos privados o
causados, que son antecedentes a tener en cuenta como consecuencia, que ayuden a identificar el
problema y delimiten las relaciones para ser comprobadas.
«Sólo cuando analizamos el comportamiento bajo contingencias conocidas de refuerzo
podemos comenzar a ver lo que ocurre en la vida cotidiana. Hechos que inicialmente
despreciamos comienzan a atraer nuestra atención y cosas que inicialmente nos llamaban la
atención aprendemos a ignorarlas. (...) En otras palabras, ya no abordamos el
comportamiento y el ambiente como cosas o acontecimientos separados, sino que nos
interesamos en su interrelación. Buscamos las contingencias de refuerzo. Podemos entonces
interpretar el comportamiento con más éxito» (Skinner, 1975, p. 184).

La aplicación clínica del Análisis Funcional siempre se entiende como describir todas las
relaciones de las variables relevantes, mostrando características importantes como insignificantes,
que no puede ser modificada para simplificar e identificarlas durante el tratamiento.

La forma idiografica de la evaluación es la orientación que tiene el psicólogo para el desarrollo del
tratamiento adaptado de manera individual según su conducta.

El análisis de la conducta ayuda de manera recíproca al terapeuta en la información para definir


los objetivos del cambio, reconocer las condiciones que mantienen la conducta alterada y
seleccionar todas las técnicas precisas para producir las modificaciones deseadas.

La hipótesis entonces es manifestada según las intervenciones realizadas y basadas en los intentos
de afrontar todas las dificultades que el paciente presente.

El terapeuta de esta manera tiene la tarea de describir y definir todo aquel problema mediante el
análisis de la situación que presente el individuo, para luego seleccionar los métodos del
tratamiento apropiado.

Cuando se trata al paciente no es solo suficiente con la sensibilidad que se causa, ni mucho menos
la capacidad para intuir lo que le está sucediendo, además de poseer amplios conocimientos básicos
sobre el comportamiento humano y la habilidad para emplearlos, debe utilizar las técnicas de
evaluación y tratamiento adquiridas.

Después de realizar un procedimiento general, se debe recomendar los pasos para el


comportamiento con términos claros y precisos del problema, diseñando los procedimientos
operacionales y verificando hipótesis formuladas, para llevar a cabo el tratamiento con los análisis
de datos recibidos, evaluando todos los resultados obtenidos mediante el proceso de terapia y
tratamiento.

Los métodos que se usan para evaluar el resultado, son los que conducen a la toma de decisiones
sobre estrategias de terapia comportamental, los cuales necesitan la información acerca de todos
los problemas que presente el individuo y los antecedentes, además de las variables presentes y la
habilidad de que se realice introspección, para que pueda abreviarse y reforzar todas los procesos
operantes y conductuales.

Las técnicas fundamentales en el análisis funcional de la conducta del individuo, son para mejorar
las estrategias de evaluación y captar todas las virtudes, las limitaciones, los problemas de
comportamiento y objetivizar los tratamientos para encontrar los resultados esperados.

El análisis funcional es la hipótesis dinámica: los problemas de comportamiento y los objetivos de


tratamiento del cliente, las relaciones funcionales que existen entre las variables que influyen en
los problemas, por la forma y fuerza de las relaciones causales y no causales en los problemas
determinados con los objetivos de intervención, las facetas y atributos.

Características adicionales del análisis funcional:

1. A pesar de que intentemos utilizar las mejores estrategias científicas de evaluación, el


análisis funcional siempre conlleva errores de medición y juicio y, en consecuencia, siempre
debe ser considerado como una hipótesis provisional (Haynes, Godoy et al., 2011).

2. Ningún análisis funcional es exclusivo. Un análisis funcional válido no excluye otros


análisis funcionales válidos para los mismos problemas de comportamiento (Haynes y
O’Brien, 1990).

3. El análisis funcional es dinámico. Los distintos elementos y relaciones entre elementos del
problema del cliente, o nuestros juicios sobre ellos, pueden cambiar con el tiempo y, por
tanto, el análisis funcional puede cambiar a lo largo del tiempo (Haynes y O’Brien, 2000).

4. Un análisis funcional puede tener dominios limitados de validez. Su validez puede estar
limitada por factores tales como la situación (v.gr., ser válido para lo que ocurre en el
domicilio pero no en el trabajo), estado psicológico o etapa de desarrollo del cliente o
dimensiones de los problemas de comportamiento (v.gr., puede ser válido para el inicio pero
no para la gravedad de los episodios de pánico) (Haynes y O’Brien, 2000).

5. Los análisis funcionales pueden diferir en su nivel de especificidad. Dependiendo de cómo


y para qué se va a utilizar, el análisis funcional puede variar en su especificidad y utilizar
variables de orden superior, más generales, (v.gr., ansiedad, insatisfacción matrimonial) o
variables de orden inferior, más concretas (v.gr., hipervigilancia, hiperfagia, déficit en la
capacidad de comunicar sentimientos).

6. El análisis funcional integra datos de la investigación nomotética y de la evaluación clínica


idiográfica del cliente.

7. Un análisis funcional puede incluir sistemas sociales extensos (Haynes y O’Brien, 2000).
Los comportamientos de otras personas y variables espacial o temporalmente distantes
pueden tener influencias importantes sobre los problemas del cliente y sobre el logro de los
objetivos de la intervención. Por ejemplo, este era el caso con la degradación laboral y la
muerte de los padres de Sebastián.

8. El análisis funcional se presta tanto a seguir un enfoque de evaluación constructivo y


positivo, centrado en la intervención sobre las metas a lograr, como un enfoque eliminatorio,
centrado en la intervención sobre los problemas que conviene hacer desaparecer (Haynes,
Godoy et al., 2011).

Por lo tanto para realizar el análisis funcional de cada paciente, se debe tener en claro todos los
procedimientos para congeniar con las variables del ambiente de individuales y de la misma
manera llegar a concluir el tratamiento adecuado, según la observación de todos los
comportamientos del paciente y de los sucesos presentados en su cotidianidad para de esta manera
determinar las causales de manera regular con significados apropiados y confiables para la
determinada terapia.

Lo que lleva a determinar que la conducta humana ha sido estudiada a lo largo de los años por
grandes exponentes en la materia de psicología dando así las bases para explorar, observar y
estudiar el comportamiento humano con las reacciones que surgen a través de las modalidades
sensoriales, al recibir estímulos de información o de eventos que le ocurren en su proceso de vida.
BIBLIOGRAFÍA

- Carrillo,G., Marinho,M., Caballo,V., (2003) El papel del análisis funcional del comportamiento
en el proceso de elección del tratamiento:Un estudio de caso. Psicología Conductual, Vol. 11, Nº
2, pp. 335-350 . Recuperado de:

http://aulavirtual.iberoamericana.edu.co/recursosel/documentos_para-
descarga/08%20Carrillo%20335-350.pdf

- Haynes, Stephen N; Keaweaimoku, Joseph. (2009) Evaluación conductual y análisis funcional.


Grupo Contextos, Manoa: Universidad de Hawái. Recuperado de:

http://conducta.org/assets/pdf/Haynes_Evaluacion_Conductual_y_Analisis_Funcional.pdf

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