El etanol es un alcohol que resulta de la caña de azúcar, el maíz y otros cultivos. Usado
como combustible desde hace décadas, está reduciendo considerablemente el consumo de los derivados del petróleo, contaminantes y cada año más caros. Brasil, donde el clima tropical facilita la cosecha de caña de azúcar, es el segundo país productor y primer exportador mundial de etanol. El incremento del precio del petróleo, el declive de las reservas probadas de hidrocarburos, la creciente demanda de combustibles, la necesidad de preservar el ambiente y mitigar el proceso de cambio climático originado por el uso de combustibles fósiles, son hechos que sustentan la búsqueda de fuentes alternativas de energía, de preferencia no contaminantes y renovables. Los biocombustibles de origen agrícola o forestal constituyen una opción. En la actualidad el etanol es el biocombustible líquido de mayor aceptación. La posibilidad de usarse en forma exclusiva o en mezcla con otros combustibles fósiles y el hecho que se puede elaborar a partir de una amplia gama de cultivares, le otorgan ventajas para su difusión. Sin embargo, la producción ‘comercial competitiva’ del mismo afronta diversas restricciones según regiones y países. El costo y la seguridad para el suministro continuo de la materia prima seleccionada, son factores que determinan la posibilidad para su producción bajo condiciones de mercado. Un proceso continuo y homogéneo es que realizaremos en el proceso de la obtención de alcohol, debido a las ventajas que pueden proporcionar con respecto a los procesos discontinuos convencionales, con la patente que decidimos trabajar presenta un proceso de fermentación alcohólica continua que utiliza microorganismos seleccionados (levaduras) que tienen una alta capacidad de reproducción y una alta resistencia al etanol producido durante la fermentación.