En el presente caso, el demandado interpone recurso de casación por
existencia de infracción normativa en el artículo III del Título Preliminar, 188º y 200º del Código Procesal Civil. Además argumenta que no se ha seguido un debido proceso ya que las pruebas realizadas por violencia familiar, las cuales en base a un Certificado Médico, Declaración de Parte así como el Parte Policial concluyen que estas no son suficientes para acreditar que el recurrente es autor y responsable de las agresiones realizadas en contra de la presunta agraviada; atribuyendo a esta el aprovechamiento de su condición de mujer así como un estado de victimización.
Por el contrario, el Ministerio Público, en defensa de la agraviada atribuye que
esta fue víctima de violencia familiar haciéndose notoria esta mediante daño físico (golpe y arañazo), además de la serie de improperios y jaloneos del que fue parte la víctima todos ellos en presencia de su menor hijo. Al respecto la Sala Superior ha establecido la existencia de actos de agresión sobre la base del Certificado Médico Legal, el cual se corrobora con la Declaración de Parte de la agraviada; siendo estos elementos probatorios y suficientes determinantes de la violencia incurrida.
En consecuencia, habiendo la Sala de Mérito emitido un pronunciamiento sin
haber realizado un análisis exhaustivo del material probatorio, dicha situación importa una afectación al debido proceso y motivación (incisos 3 y 5 del artículo 139 de la Constitución Política del Perú), por ende la Corte Suprema declara fundado el recurso de casación a favor del demandante, nula la sentencia de segunda instancia y ordena el reenvío de los autos a la Sala Superior de origen a efectos de que se expida una nueva sentencia con arreglo a ley.