Entre el mar y la podredumbre, análisis de los cuentos “Un señor muy viejo con unas

alas enormes” y “El mar del tiempo perdido”

Por: Laura Prieto

En su cuento “Un señor muy viejo con unas alas enormes” García Márquez nos
posiciona en un pueblo desolado, que tiene como actividad de vida la pesca pero sus
descripciones del mar no son de un mar calmo y benevolente con prosperidad para las
personas que viven cerca; sino que genera una atmosfera de putrefacción y pestilencia a
partir de la cantidad de animales muertos que trae consigo el mar, en medio de este mar
añejado y sucio se da la aparición de un anciano con alas de ángel; aquí hay una
contradicción frente a la imagen de ángel debido a la edad con la que lo presentan y a la
comparación con un trapero que muestra la condición humana en cambio de la
condición celestial, propia de los ángeles, a esto se le suma el imaginario que tienen los
pobladores frente a los milagros concedidos por el ángel ya que son irrisorios y no
solucionan ningunas de las peticiones que habían solicitado los enfermos, así se
deslegitima la imagen del ángel ya que a pesar de que tiene el aspecto sobrenatural no
realiza acciones sobrenaturales mostrando una imagen acabada de lo celestial, el
augurio que se muestra a partir de las mujeres más sabias da cuenta de que los
imaginarios que se tenían en el pueblo no sirven de mucho pues ni las mujeres más
sabias logran dar cuenta de lo que el ángel significa o lo que atraerá para el pueblo.
Este cuento es una crítica a la forma de pensar en Latinoamérica sobre las
representaciones divinas. El ángel representa lo desconocido y los actos del pueblo
representan los imaginarios colectivos que se han transmitido durante generaciones, a
través de esos imaginarios los habitantes del pueblo reaccionan a partir de unos
preconceptos marcados por la idiosincrasia de la región esperando que el ángel actué
como salvador.
En el cuento “El mar del tiempo perdido” al igual que en el cuento anterior se presenta
la imagen de un mar que no es benevolente y que por el contrario es un mar
tempestuoso que trae consigo la carroña y la muerte, se presenta un mal augurio por
parte de los actantes a partir del olor a rosas. Petra cuyo único anhelo es ser enterrada
viva percibe el olor entre la podredumbre que se describe en relación con el pueblo. Al
igual que en el cuento anterior se describe un pueblo árido, donde no habitan flores ni
jardines y del mismo modo la llegada de un extranjero, el señor Herbert cambia la vida
de los habitantes, que estaban acostumbrados a las mayores precariedades, este hombre
llega al pueblo mencionando que tiene dinero en demasía y que su único anhelo es
viajar por el mundo solucionando los inconvenientes de los otros, por supuesto este
personaje no soluciona ningún problema y antes por el contrario se adueña de gran parte
del pueblo lo que nos demuestra que el espíritu altruista del que hablaba al principio no
es tan cierto. El señor Herbert se dedica a dormitar un largo tiempo mientras el pueblo
vuelve lentamente a su cotidianidad el pueblo que hacia fiestas y estaba lleno de
alboroto vuelve a ser el pueblo árido y solo, que se presenta al inicio del cuento este
evento circular nos muestra que los cambios que iba a efectuar el señor Herbert no eran
en pro de la humanidad sino para sacar partido de la situación precaria en la que se vivía
en el pueblo. El cuento finaliza con Tobías y el señor Herbert sumergiéndose en el mar
y encontrando diferentes flores, un paisaje nuevo y tortugas en un lugar completamente
diferente al pueblo, mencionando el señor Herbert a Tobías que no lo cuente a nadie
pues eso causaría revuelo; esta parte es confusa sin embargo yo le doy la interpretación
de que el lugar en el que habitan hay otros tipos de riquezas de las cuales el señor
Herbert buscaba adueñarse desde el inicio y por eso realizo la travesía con el plan de
adueñarse del lugar y le menciona a Tobías que no lo cuente con el objetivo de que
quede todo oculto.