(Disgrafías)
En el cuadro de la página anterior se incluyen todos los aspectos
analizables en la comprensión escrita y, dado que el proceso de
comprensión es multidimensional, no todos los alumnos tendrán
dificultades en todos los aspectos. Por ello, veremos los aspectos que
pueden estar alterados produciendo dificultades en la expresión escrita:
1. Procesos en la composición
Los alumnos con dificultades en la composición, generalmente, no
desarrollan procesos cognitivos ni adoptan estrategias adecuadas para
responder a las exigencias de la escritura; es decir, no son capaces de
coordinar los diversos procesos y habilidades requeridos en la composición.
Estos alumnos hacen poca planificación antes de escribir y dedican
poco tiempo a actividades de preescritura, no generan mucho contenido,
ni responden a la exigencia de organización textual, ni a las necesidades
del lector, ni a las exigencias del tema. Como consecuencia de esto,
suelen producir textos consistentes en un listado de ideas escasamente
relacionadas.
En la fase de trascripción, tienen dificultades en mantener la
producción sin ayuda externa. La concentración pendiente de la grafía,
ortografía, etc.; desvían la atención de otros procesos, como la génesis de
ideas y la estructuración de contenidos. También, en la trascripción se
pueden presentar problemas con la escritura de palabras, que pueden
afectar a la velocidad de escritura; pero, sobre todo, a procesos cognitivos
de alto nivel: planificación y revisión. Estos problemas se denominan
“disgrafías”. Podemos diferenciar dos tipos de disgrafías y sus causas:
1. El uso incorrecto de una de las rutas de acceso al léxico (la
fonológica) se relaciona con el problema en la grafía de las
palabras menos frecuentes. La causa raíz es el desconocimientos
de las reglas de correspondencia grafema-fonema.
2. Cuando la ruta seguida es la visual, los problemas pueden
aparecer con las palabras de ortografía irregular. La causa de
estas dificultades puede ser una escasa memoria visual. (Ej: palto
> plato, ueso > hueso).
La fase de revisión es la más descuidada, ya que el niño centra su
atención en pequeños detalles de puntuación y en el cambio de algunas
palabras; sin embargo, los problemas de escasez de contenidos o su
estructura son obviados.
2. Habilidades cognitivas
Escribir bien requiere procedimientos ejecutivos que pongan en
funcionamiento la planificación, trascripción y revisión en el momento
oportuno.
El desarrollo de los procedimientos ejecutivos eficientes puede verse
dificultado, si los alumnos carecen del conocimiento metacognitivo para
saber qué estrategias son necesarias para regular con éxito su ejecución.
Los alumnos tienen dificultades para evaluar adecuadamente su
atención y sus capacidades, aunque se muestren dispuestos para hacerlo.
Estos sujetos son incapaces de regular el proceso de composición (procesos
cognitivos y el uso de estrategias). Esto sucede porque no tienen
conciencia de los procesos. Por todo esto, consideran la escritura
frustrante.
3. Estructura discursiva
Los alumnos con problemas en la estructura discursiva, presentan
textos pobres, limitados a descripciones y a expresar ideas acerca de un
tema, sin relación ente ellas. Los mayores problemas que se encuentra en
la composición es mantener la coherencia entre el tema, la audiencia y los
objetivos de la comunicación, produciendo textos poco cohesionados, cuya
comprensión resulta confusa.
4. Forma textual (gramatical)
En este concepto se incluyen las deficiencias textuales en el nivel
microestructural; es decir, las relacionadas con la gramática en un sentido
amplio: léxico, sintaxis, ortografía, género y número de las palabras,
sufijos, adjetivos comparativos y superlativos, etc.
5. Etiología de las dificultades
Existen cuatro tipos básicos de teorías para señalar la etiología de
las dificultades del lenguaje escrito. Estas teorías son de carácter:
Atribuyen el déficit lingüístico a factores
Biológico neurológicos y fisiológicos, a componentes
genéticos o a retrasos madurativos.
El lenguaje lo consideran como un modo de
procesamiento. En consecuencia, las
Psicológico dificultades lingüísticas serías una
manifestación de un déficit en el
procesamiento general.
Defienden que las dificultades lingüísticas son
Social o (ecológico) causadas por la interacción social.
Los métodos de enseñanza pueden ser los
Pedagógico causantes de las deficiencias en el lenguaje.
Trastorno de la expresión escrita.
2 febrero, 2016fun4us
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La característica esencial del trastorno de la expresión escrita es una habilidad para la escritura que se sitúa por
debajo de la esperada, dado la edad cronológica del individuo, su coeficiente de inteligencia y la escolaridad propia
de su edad. El trastorno de expresión escrita interfiere significativamente en el rendimiento académico o las
actividades de la vida cotidiana que requiere habilidades para escribir. Si hay una enfermedad neurológica o médica
o un déficit sensorial, las dificultades para escribir deben de exceder de las asociadas habitualmente a él.
Generalmente se observa una combinación de deficiencias en la capacidad del individuo para comprender textos
escritos, lo que se manifiesta por errores gramaticales o de puntuación en la elaboración de frases, una organización
pobre de los párrafos, errores múltiples de ortografía y una grafía excesivamente deficitaria
La Escritura es, por tanto, una conducta muy compleja y en la que intervienen diferentes procesos y estructuras
mentales, pero también factores del tipo emocional. Esta complejidad ha propiciado el uso de diferentes nombres
para agrupar las diversas manifestaciones del trastorno aunque guarden entre ellas una estrecha relación.
Disgrafía : Se utiliza para designar el trastorno de la escritura que afecta a la forma o al contenido y la manifiestan
niños que no presentan problemas intelectuales, neurológicos, sensoriales, motores, afectivos o sociales. Como
características disgráficas se señalan dos tipos de síntomas relacionados. Los primeros, denominados signos
secundarios globales, comprenden la postura inadecuada, soporte incorrecto del instrumento (lápiz, bolígrafo,
etc.), mala presión del mismo o velocidad de escritura excesivamente rápida o lenta. Por otra parte, los síntomas
específicos, ponen su atención en elementos del propio grafismo como gran tamaño de las letras, letras inclinadas,
deformes, excesivo espaciado entre letras o muy apiñadas, enlaces indebidos entre grafemas, letras irreconocibles y,
en definitiva, texto de difícil comprensión.
Disortografía: Se trata de una dificultad en la escritura cuya característica principal es un déficit específico y
significativo de la ortografía normalmente asociada los trastornos lectores. Cuando la disortografía aparece como
déficit específico en ausencia de antecedentes de un trastorno específico de la lectura, no siendo explicado su origen
por un bajo nivel intelectual ni problemas de agudeza visual o escolarización inadecuada se denomina trastorno
específico de la ortografía.
Las causas del trastorno de la expresión escrita son desconocidas. Diferentes manifestaciones de este trastorno
pueden tener diferentes causas, algunas de estas son:
Factores madurativos: son los déficits neuropsicológicos que impiden una buena ejecución. Dentro de estos
factores nos encontramos el trastorno de lateralización: ambidextrismo, zurdería cruzada o lateralidad cruzada. Por
otro lado, puede ser un trastorno de psicomotricidad: puede darse en hiperactivos o el torpe motor. Y el último
grupo que encontramos dentro de los factores madurativos son los trastornos del esquema corporal y de las
funciones perceptivo motores.
Factores del carácter o personalidad: los niños/as que tienen problemas emocionales suelen presentar una
escritura inestable, con una falta de proporción y con inclinación. La escritura se puede convertir en una manera de
expresar sus problemas emocionales.
Factores de tipo pedagógico: son aquellas maneras de enseñar a escribir muy rígidas en cuanto a movimientos o
posturas gráficas que impiden al niño adaptarse.
Para el diagnostico se debe tener en cuenta la edad del niño y los datos hallados mediante entrevista, se efectuará la
correspondiente evaluación individual. Dicha evaluación es muy similar a la planteada en la dislexia ya que muchas
de las pruebas específicas están dirigidas a los procesos lecto-escritores.
Existen varios factores a evaluar:
a) Nivel intelectual:
Se utilizan pruebas verbales como el Wisc-R (o su actualización el Wisc IV), también el K-ABC de Kaufman. En
cuanto a las no verbales puede aplicarse el Test de Matrices Progresivas de Raven o el Toni-2. Los resultados
obtenidos con estas pruebas suponen una medida de la capacidad intelectual del sujeto globalmente, pero también
proporcionan un perfil de los diferentes factores mentales implicados.
b) Análisis específico lecto-escritura:
Algunos de los instrumentos adecuados son:
1-El TALE construido para investigar con rapidez y detalle el nivel general y las características esenciales del
aprendizaje de la lectura y escritura. Comprende dos partes (Lectura y Escritura) cada una de las cuales está
integrada por varias pruebas (Tea Ediciones).
2- PROESC. Evaluación de los procesos de la escritura. Evaluación de los principales procesos implicados en la
escritura y la detección de errores. Edad de aplicación: De 3º de Educación Primaria a 4º de Educación Secundaria.
c) Evaluación percepción visual y maduración viso-motriz:
1- FROSTIG. Desarrollo de la percepción visual. Diseñada con el propósito de apreciar los retrasos en la
madurez perceptiva en niños que presentan dificultades de aprendizaje. Explora cinco aspectos de la percepción
visual que son relativamente independientes: Coordinación visomotora, Discriminación figura-fondo, Constancia de
formas. Percepción de posiciones en el espacio y Relaciones espaciales. El Test de Bender con esta prueba
podemos obtener una valoración de la madurez viso-motora del niño así como diferentes aspectos de su
temperamento.
d) Estilo cognitivo:
El MFF-20. Esta prueba puede resultar útil para valorar el constructo Reflexividad-Impulsividad. Esta variable
representa un aspecto clave para analizar el rendimiento académico y la adaptación personal y social del niño.
Intervención
La intervención se debe hacer en función de las variables personales y del contexto del sujeto. Conociendo las
variables personales, se puede aumentar la eficacia de los procesos deficitarios, potenciando las habilidades
competentes y desarrollando su propio control sobre la actividad. El éxito de la terapia depende
fundamentalmente de la precisión del diagnóstico; cuanto más preciso sea el diagnóstico más fácil nos resultará
diseñar un tratamiento ajustado al trastorno.
A continuación se exponen una serie de orientaciones prácticas ordenadas según los diferentes procesos implicados
en la escritura.
a) Procesos motores:
Algunos autores señalan la necesidad de conseguir la independencia brazo-hombro, antebrazo-brazo, etc., acabando
con la independencia de los dedos, antes de proceder a la reeducación de los procesos motores.
Las posibles actividades se centrarán en realizar círculos con el brazo a distintos ritmos; lanzamientos de objetos
(canasta, diana…); flexión y extensión de la muñeca, botar una pelota, ensartar bolas u objetos, trabajar con
plastilina o un punzón, etc
Una vez conseguida esta independencia se trabajará sobre los aspectos grafomotores que permitirán el control del
gesto y de la grafía. Para ello suelen utilizarse ejercicios de control de líneas rectas (para controlar el frenado) y
ejercicios de control sobre líneas onduladas y curvas (distintos tipos de bucles). A este respecto se recomienda la
utilización de los ejercicios de Frosting.
Suele resultar muy útil para mejorar el rendimiento, utilizar ejercicios de relajación. Pueden incorporarse como
juegos introductorios a la sesión y tienen como objetivo ayudar al niño a entender la idea de tensión-distensión
muscular (p.ej. podemos pedirle que se imagine que es una barra de hielo inmovil y que progresivamente se va
derritiendo…)
En muchos casos es necesario mejorar la grafía de muchas letras para conseguir una escritura legible, que pueda
realizarse rápidamente y con relativa poca atención. La intervención de estos aspectos debe ser multisensorial, es
decir, la información debe llegar al niño por diversos sentidos. En el mercado existen numerosos cuadernos de
práctica para conseguir una escritura rápida y automatizada, pero sin afectar a la legibilidad de la misma. Estas
actividades deben ser supervisadas y corregidas por el niño.
b) Procesos morfosintácticos:
El objetivo es enseñar al niño a construir frases sintácticamente correctas. Las actividades deben planificarse según
una dificultad creciente en las frases. Puede empezarse por frases simple (sujeto-predicado), aumentando
progresivamente la complejidad. A tal efecto pueden utilizarse imágenes de apoyo, diagramas, etc. En definitiva, lo
importante es facilitar el aprendizaje de las estructuras gramaticales de forma directa en relación con la escritura,
aunque progresivamente se reducirán las ayudas hasta desaparecer.
c) Procesos léxicos:
Aquí el objetivo se centra en enseñar el vocabulario ortográfico básico, reglas de correspondencia fonema-grafema
y habilidades fonológicas de segmentación. Es conveniente realizar actividades con grupos reducidos de palabras.
Es también importante enseñar al niño a formar una correcta imagen visual de las palabras, simultaneando la
escritura de las letras con su pronunciación.
d) Otros procesos:
En algunos casos puede ser necesaria la reeducación viso-motora o la de la lateralidad estableciendo pautas
concretas para el mayor conocimiento y dominio de las coordenadas espacio-temporales respecto al propio cuerpo
antes de asumir una intervención específica en el trastorno de la escritura.
Los padres que estén preocupados por la habilidad para escribir de su hijo deben solicitar evaluaciones por parte de
profesionales en educación. Los trastornos de aprendizaje a menudo se presentan en familias. Las familias
afectadas, o que pudieran estar afectadas, deben hacer todos los esfuerzos para reconocer estos problemas a tiempo.
La intervención puede comenzar tan pronto como el niño esté en preescolar o en el jardín infantil.