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El descensor

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Contenido Derechos de uso


Editorial ..................................................................... 4
El descensor y todo su contenido original, sea cual
Con vista al interior ................................................ 4 sea su naturaleza, están protegidos bajo los términos
Desde el otero ........................................................... 4 Atribución - No comercial - No Derivadas 3.0 de
una licencia Creative Commons, la cual establece
Espejos y ventanas................................................ 4
que:
Poesía desde el otro lado del estercolero.................. 5
Espejo roto ............................................................ 5
A tiro de piedra .......................................................... 6
Tenemos café ........................................................ 6
Historias casi verdaderas .......................................... 7
Usted es libre de copiar, distribuir y comunicar
Tres muertes misteriosas (segunda parte) ............. 7 públicamente la obra bajo las condiciones siguientes:
En nombre de todas las letras ................................... 8  Atribución. Debe reconocer los créditos de la
Indeleble ................................................................ 8 obra de la manera especificada por el autor o
La casa en el ciruelo ................................................. 9 el licenciador (pero no de una manera que
sugiera que tiene su apoyo o apoyan el uso
Poema ................................................................... 9
que hace de su obra).
En negro sobre blanco .............................................. 9
 No comercial. No puede utilizar esta obra
El otro .................................................................... 9 para fines comerciales.
Memorias de una bruja… y loca .............................. 11
 Sin obras derivadas. No se puede alterar,
Ventanas y espejos ............................................. 11 transformar o generar una obra derivada a
El séptimo duende .................................................. 12 partir de esta obra.
San Antonio ......................................................... 12 La propiedad intelectual y los derechos sobre todos
Ágape ..................................................................... 13 los elementos del diseño, tales como colores,
tipografías, gráficos y otros, pertenecen a El
Espejos................................................................ 13 descensor. Los de textos, imágenes fotográficas,
Diario de un estafador ............................................. 14 tiras y otros contenidos pertenecen y quedan
Retrospección...................................................... 14 reservados a sus autores.
El elefante funambulista .......................................... 15 Para obtener autorización expresa para hacer uso de
Espejismos .......................................................... 15 cualquier contenido es necesario establecer contacto
previo vía correo electrónico a
El catalejo ............................................................... 15
descensor@gmail.com.
Y tú estabas allí ................................................... 15
El sillón de orejas .................................................... 15
La ventana entablada .......................................... 15
La almadraba .......................................................... 19
Espejos y ventanas.............................................. 19
Lectores opinantes .................................................. 20
Participan en esta edición ....................................... 20

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Editorial Desde el otero

Con vista al interior Espejos y ventanas


La redacción José Luis de la Fuente

Hay cosas de uso común, unas cuantas nada más, Sentado en el borde de la vetusta cama, contempló
que a más de necesarias por su propósito práctico, un día más y como de costumbre su rostro
son también imprescindibles para nuestro bagaje avejentado y curtido en el espejo deteriorado de la
emocional, por la fascinación que provocan en antigua cómoda. Sintió como de su pelo canoso y
nuestra mente infantil y habrán de acompañarnos a lo corto, se deslizaban una gotas de sudor; aunque era
largo de nuestras vidas, y entre ellas sin duda se muy temprano, el bochorno ya se hacía notar. Paseó
encuentran las que ahora nos atañen. descuidadamente la tosca mano por su barba blanca
Espejos que reflejan nuestro rostro y nos dan una desaliñada y pensó que hoy tampoco era un buen día
visión precisa de nuestro entorno. para rasurarse. Examinó taciturno, como hacía todos
los días antes de levantar, el vacío que había en el
Ventanas que nos llevan a otros sitios, tal vez otro lado de la cama e inspiro intentando oler su
cercanos, quizás distantes. ausencia; hacía mucho tiempo que ya no lo
Espejos que nos acercan, nos empujan a explorar conseguía. Se levantó pesada y pausadamente y se
nuestro interior. dirigió hacia la desvencijada ventana. Pasó la palma
de su mano ruda y áspera por el batiente roto de la
Ventanas que permiten la entrada al aire fresco de la ventana y pensó que algún día tendría que repararlo.
tarde y oxigenan el alma. A través del cristal fracturado, observó con enojo sus
Espejos en donde vemos los estragos del paso de los campos yermos y asolados. A medio vestir, abrió con
años y el peso del pasado. dificultad el portón y salió al exterior de la humilde
Ventanas que se abren con optimismo para darnos casa. Escudriñó el cielo buscando cualquier atisbo de
una idea aproximada del futuro. nubes que pudieran traer la deseada lluvia y lanzó un
exabrupto al aire al no encontrar rastro alguno. La
Espejos que son ventanas a nuestro interior. primavera debería de haber regalado, como siempre,
Ventanas que son reflejo de nosotros mismos. sus temperaturas suaves y sus deseadas lluvias para
que los cultivos empezaran a crecer de forma
Y es así que ahora nos congregamos para rendir un vigorosa e incontenible. Sin embargo, en el meridiano
pequeño, que no insignificante, homenaje a estos de la primavera, se instaló un calor sofocante,
compañeros infalibles, a estos cuadros de madera o
sorprendente e incomprensible, que había terminado
de metal que abrazan trozos de material cristalino, por asfixiar y arrasar todos los tiernos cultivos de la
transparente o reflejante, y nos regalan
comarca de forma irreparable. Paseó la vista por su
cotidianamente, sin la crueldad de la memoria ni los
labrantía y por la de los demás labriegos y solo
artilugios del adivinador, una visión lo suficientemente encontró desolación. Su mirada fatigada por la edad y
clara de los que fue, de lo que es y de lo que alguna
por el demoledor paisaje, descansó durante unos
vez será, porque no hay presente sin pasado, como instantes en el palacete del hacendado y comprobó
no habrá de haber futuro sin la mezcla de recuerdos
como sus tierras y el frondoso jardín situado en la
del pasado con vivencias del presente.
parte anterior, estaban ahora igualmente
desbastados por el inexplicable bochorno. Le llamó
levemente la atención, que los ventanales de una de
las alas del edificio hubieran cambiado de posición.
No recordó cuando se produjeron las reformas, pero

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pensó que se había desbaratado la perfecta enfermizo semblante de su prima que yacía en el
alineación simétrica que armonizaba con el resto de lecho y en la que apenas quedaban ya vestigios de
los múltiples ventanales repartidos por la fachada su vitalidad y belleza.
principal. Le pareció pueril que estos pormenores le Un día en que, en uno de los desvanecimientos de su
desviaran de sus verdaderas preocupaciones y volvió prima, alternaba la lastimosa vista de ésta reflejada
a sus sombrías cavilaciones. Cariacontecido, se en uno de los espejos con la explosión de hermosura
acicaló someramente y marchó a reunirse con el del vergel que contemplaba a través de uno de los
resto de labriegos; corría el rumor de que alguien ventanales, le dio por pensar que pareciera que todo
conocía el origen de tamaña catástrofe. el esplendor que su prima estaba perdiendo, se lo
Cuentan que pocos días después y pese a las estuviera arrebatando una taimada y pérfida
llamadas al orden y a la serenidad de las autoridades, primavera para derramarlo sobre la naturaleza. Tal
la mansión del hacendado fue violentamente era su desasosiego, que le dio por pensar que tal vez
asaltada, saqueada e incendiada por los intercambiando la situación de los ventanales por la
incontenibles y enfurecidos labriegos. de los espejos, los procesos vitales se pudieran
permutar.

----- Dicen, que el primo transmitió esta absurda idea a su


tío y éste, sorprendido por la ocurrencia de su
sobrino, pero con la misma desesperación por el
Como era habitual desde hacía meses, el sobrino del estado de su desahuciada hija, pensó que nada se
hacendado visitó un día más a su aquejada prima. perdía por probar. Sin considerar adecuadamente el
Postrada en la cama, las altas fiebres producidas por alcance de tan descabellado proyecto, procedió a
una larga y desconocida enfermedad, extraían y ordenar que se efectuaran las obras oportunas para
arrebataban día a día un pellizco de su preciosa vida. intercambiar la ubicación de los espejos por la de los
Sentado en un butacón al lado de la cama, velaba a ventanales en el aposento de la joven.
su prima. En los momentos en que su prima y amor
secreto –secreto, conocido por toda la familia- caía
en ese extraño e inquietante sopor más propio del
otro mundo que de éste, el primo observaba distraído
el exterior por uno de los amplios ventanales que
dominaban el espacioso dormitorio. Estos, rematados Poesía desde el otro lado del estercolero
en forma de arco y divididos en pequeños
cuarterones que los asemejaban a una vidriera,
Espejo roto
permitían contemplar el estallido de belleza y color
que el frondoso jardín concedía gracias a las Carlampio Fresquet
bondades de una exultante – y casi zahiriente, dada
la situación- recién estrenada primavera. Consciente de ser el espejo roto
Flanqueando los ventanales, dos grandes cortinones que devuelve fragmentos cubistas
de tela forrada precedían a unos lujosos y intento agrupar mis partes,
majestuosos espejos de cuerpo entero de madera pegándolas con barro,
maciza finamente trabajada y elaborada a relieve. El sin dejar de reflejar
doble marco en color dorado en pan de oro confería a bocados de realidad.
los espejos un aspecto exclusivo y en los cuales la
prima, en otros tiempos, gustaba contemplar el
florecer continuo y precioso de sus diecinueve años.
Ahora los espejos solo servían para que el primo,
desde el sillón y prácticamente desviando levemente
la mirada de los ventanales, observara reflejado el

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A tiro de piedra Mamá se compró un vestido bonito, con dibujos de


flores y pájaros, se vía más bonita que nunca. El
Tenemos café abuelo entonces ya no le decía que estábamos
fregados por su culpa, nomás le decía que el café
Francisco Arriaga que le había comprado estaba muy rico, que las
conchitas y hasta los bolillos sabían mejor
remojándolos en café con leche.
Seremos pobres toda la vida. Papá Jacinto así lo
dice, y mi papá, Eusebio, se queda callado y no le Supe que ya las cosas iban mejorando fue cuando mi
responde. Ya sabemos que cuando Papá Jacinto papá me compró una mochila nueva, de esas que
habla y mi papá no dice nada entonces dijo algo que venden siempre cuando se acaban las vacaciones y
es verdad. hay que regresar a la escuela. Olía a plástico y
pintura, tenía un halcón extendido enfrente, y en los
Mi papá dice que se friega todo el día y que el dinero
tirantes algo así como rayos pintados que echaban
no alcanza para nada, que por más que le diga al jefe
chispas, de color azul, y tonos plateados y dorados.
que le suba las horas, que le baje los pagos del
Fue la primera vez que mis amigos me dijeron que
Infonavit, que lo de de baja del seguro, total, ni lo
sus papás nunca les habían comprado algo así, que
usamos y todo se arregla con pastillas y jeringas,
tenía mucha suerte de tener una mochila como esa.
pero el jefe le dice que no y que no y que no.
Así pasaron muchos meses, Papá Jacinto sacaba al
Después, Papá Jacinto le dice que estamos jodidos
patio una silla todas las tardes, y se tomaba su café
porque mi papá quiere, porque si él quisiera le dejaría
despacio, hasta se le olvidó lo que a cada rato le
las puertas abiertas a dos o tres contratistas por la
decía a papá, aquello de que éramos pobres nomás
noche; entre tanto bulto de cemento y montones y
por gusto. Las cosas habían cambiado, y mi mamá
montones de arena y piedra nadie se dará cuenta si
hasta compró otras dos cortinas nuevas para la
falta algo. Y total, en todos lo inventarios siempre
ventana, y mi papá ya nunca se cortaba con el
acaban por rebajarle dizque porque faltaron clavos,
rastrillo, hasta me dejó que le pegara en el espejo
alambrón, castillos, o varillas de acero. Entonces mi
unas calcomanías que me habían salido en unas
mamá le dice que necesitamos de todo, pero que
sabritas, con el Batman y el Hombre Araña, y otra
Eusebio en la cárcel no le conviene a nadie, ni a los
con la Mujer Maravilla y La Mujer Invisible, una
contratistas ni al patrón ni a Papá Jacinto. Y luego mi
calcomanía en cada esquinita.
papá se enoja ni no le vuelve a hablar a mi mamá por
días y días, hasta que todos nos olvidamos por qué Pero hace como cuatro meses llegaron los de la
se habían peleado, y Papá Jacinto vuelve a decirlo policía, hasta parece que ya sabían a qué hora salía
otra vez: estamos jodidos nomás porque tu papá mi papá de trabajar. Lo estaban esperando en la
quiere. puerta. Mi mamá nos dijo a Papá Jacinto y a mí que
nos fuéramos con ella para el cuarto. Mamá Juanita
Pero la tarde en que papá le gritó a Papá Jacinto que
estaba dormida y ni cuenta se dio, y Fabián también
dejara de estar fregando, que él conseguiría para
estaba dormido, su biberón no tenía ni una gota de
comprarle hasta el café que tanto le gusta, Papá
leche, toda se la acabó.
Jacinto se quedó serio, se le fue el color de la cara. Si
de por sí era blanco, la cara se le quedó como un Estuvieron con mi papá como media hora, al salir
pedazo de veladora sin usar. hasta se despidieron de él. Le dijeron que a lo mejor
hasta volvían a hablarle para que se presentara en el
Lo primero que le dijo a mi mamá fue que cambiara
Ministerio Público, aunque también le dijeron que a
las cortinas. Que tuvieran colores bonitos, esas
como estaban las cosas eso era casi imposible. Papá
amarillas y verdes con la orillita de sandías, y que
les dijo que ya sabían dónde vivía, que por él no
limpiara las ventanas y pusiera un espejo nuevo en el
había ningún problema, sólo quería ayudar a su jefe.
baño, que ya estaba cansado de cortarse con el
rastrillo cada vez que se rasuraba. Por la noche mi mamá le preguntó qué era lo que
había pasado. Él le dijo que se había puesto vivo y

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que se había cansado de que Papá Jacinto le refiriera


una y otra vez que no les quedaba ni para un chicle.
Y que hizo lo que tenía que hacer, a él le daban el
quince por ciento, otra parte igual para el velador, y el
negocio era redondo. Pero algo salió mal con unos
hombres de esos que echaban el material en las Historias casi verdaderas
trocas, hacía cuatro días que habían llegado en la
noche y parece que al jefe de mi papá ya le habían Tres muertes misteriosas (segunda parte)
dado el pitazo, llegó derechito a los patios, y los
encontró cargando los camiones. Edgardo Castillo "Zumm”
Le dijo a mi mamá que a él nomás le tocó echarle un
camión de volteo repleto de arena encima, que Han pasado tres meses desde que fui a dormir al
entonces le dieron un montón de billetes y le dijeron garaje de la casa de Cacho. Ya tengo terminada mi
que ni se preocupara, ellos se encargarían de cubrir novela y el editor está feliz con ella, pero me ha traído
todos los rastros y ni quién fuera a pensar que al viejo una lista de arreglos que debo hacerle para que sea
lo habían enterrado al fondo del corralón. más comercial.
Mi mamá me dijo que jamás podría decirle a nadie lo Aprovecho para pedirle otro adelanto de dinero y me
que papá nos acababa de decir, Papá Jacinto se pregunta secamente que es lo que hago con la plata.
quedó serio, pero tampoco dijo nada. Mamá Juanita Dice que me ha entregado bastante y que le llegaron
no se dio cuenta, con su sordera necesitaba que uno rumores que paso drogado y bebiendo en cuanto
anduviera gritándole por todo, así que nomás piringundín o bar de mala muerte exista.
nosotros tres sabíamos lo que había pasado.
Rechazo indignado tamaña acusación y le cuento
Lo más triste fue que aquellos hombres ya no una mentira. Le explico que tengo a una mujer
regresaron al trabajo de mi papá. Los policías embarazada y tiene que hacerse un aborto, porque
tampoco volvieron por la casa, el hijo mayor del es casada y el marido resultó ser estéril. No podrá
dueño llegó y siguió manejando los negocios, pero él jamás tener hijos y ella no puede abandonarlo porque
hacía las cosas diferentes: papá decía que facturaba el tipo es muy rico y además la ayuda a mantener a
notas fantasmas y que no pagaba impuestos. A ellos su madre enferma y a su hermana paralítica.
no les quedó de otra más que seguir trabajando más
y ganando lo mismo; a nosotros se nos acabó el Mi editor, se rió de buena gana y me felicitó por mi
dinero de un día para otro. inventiva. Acaloradamente le respondí, indignado,
que no era mentira esa historia y parece que me
Pero Papá Jacinto ya no le dice lo mismo a mi papá, creyó, porque me hizo un cheque, aunque
todos sabemos que siempre seremos pobres. Y yo no desconfiando si era verdad o mentira lo que yo le
sé, pero a lo mejor un día me toca abrirle la puerta a había contado. Me exigió a cambio que empezara a
otros hombres, y entonces sí me pondré al tiro, para escribir otra novela, que sea toda ficción, pero que la
que no se nos acabe el dinero. Cada vez que veo las historia se apoye de a ratos en el filo de la realidad.
cortinas de mi mamá pienso que me gustaron mucho,
así quiero que se vea siempre mi casa, con las Inmediatamente le dije que sí, aunque en realidad no
ventanas bien bonitas, y un espejo grandote en el había entendido nada de lo que pretendía. Pero,
baño. Ya alcanzo a verme los ojos y la nariz, sin pensé, cuando inhale un par de líneas de cocó,
necesidad de pararme de puntitas. tendré la mente más clara y entenderé todo.

Lo bueno es que Papá Jacinto aún tiene café, un bote Lamentablemente hoy es sábado y no hay Bancos.
lleno al fondo de la alacena. Ahora me da traguitos, y No podré cobrar mi cheque hoy y necesito la plata
tiene razón, las conchitas y los bolillos bien con urgencia. Tendré que caer en manos de alguno
remojados en el café con leche, saben mejor. de los dos usureros que conozco: uno que me
descontará un 10% por lo menos o aquel, que si lo

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encuentro sobrio me sacará de un 10 a un 15%. reconozco. Es el viejo que estaba muerto en el baño
Ahora si no está sobrio, es muy capaz de no del garaje, en la casa de Cacho.
cobrarme intereses por hoy, pero mañana si vuelve a
estar con la Templanza, me agarrará del cogote y me
exigirá un 20%. Continuará...
Pero debo conseguir el dinero para pagar mis
deudas.
El cantinero del café donde para el segundo de ellos,
me dice que no lo ha visto en el día de hoy. ―Mala
fariña‖ pienso para mis adentros. Seguro que debe
estar sobrio.
En nombre de todas las letras
En un rapto de sinceridad le cuento al cantinero mis Indeleble
cuitas y le muestro el cheque. Silba de asombro al
ver la cantidad y lamenta no disponer de ese dinero, Martha Silva “MarthaX”
pero me confía, conoce a un viejo que me lo podría
cambiar, aunque ignora cuál es el interés que
cobraría por hacerlo. Un sonido… extraño, demasiado cercano, me
despierta. Abro los ojos tratando de ubicarlo. Busco el
Estoy desesperado. Necesito mi ración y no me reflejo en el espejo y entonces comprendo: es la
importa lo que me cobre. El buen cantinero me anota alarma de un celular, con una tonadita que no
la dirección del prestamista en un papel y hacia allá identifico. El celular no es mío, es del hombre que
voy. duerme al otro lado de la cama. Él no lo oye, duerme
Camino velozmente las siete cuadras hasta la casa apaciblemente. Yo, que quisiera el máximo silencio
del tipo. Es una casa enorme, vieja, descuidada, que para oír su respiración, aguanto estoicamente al filo
alguna vez debió ser grandiosa. Lo dice el número de del colchón. Me resisto siquiera a quitarme los
ventanas que tiene. Seis en el segundo piso, otras cabellos de la cara, por temor a moverme y
seis en el primero y cuatro más en la planta baja. despertarlo… Silencio, por fin. Entonces recuerdo por
qué debo levantarme con cuidado. Por qué debo
Golpeo la puerta con fuerza y al rato siento unos vestirme con rapidez. No debo darle oportunidad de
pasos lentos, como de alguien que arrastra los pies. descubrir mucho más de lo estrictamente necesario.
Se abre la puerta y una anciana vestida a la moda de Porque permitirle ir más allá le dará derecho a hacer
hace 60 años, me mira con altivez y me pregunta que preguntas y yo seré evasiva. Siempre han quedado
es lo que quiero. conformes con una explicación vaga, pero algo me
-Debo ver al Licenciado Giusti- le digo con amabilidad dice que él no. Siento que él es diferente y a pesar de
todo, temo moverme y despertarlo. Más bien temo
Sin decir palabra la anciana me indicó que la siguiera nuevas preguntas, no tener esta vez respuestas que
por el largo pasillo lleno de espejos de todo tipo y suenen convincentes. Convincentes también para mí
tamaño. Alcancé a contar veintiséis espejos. El más misma, para sonreírle sin amargura y enterrar de una
pequeño era del tamaño de un libro y desde ahí para vez por todas el pasado. De pronto, otro sonido, mi
arriba había de todas formas y tamaños. Con marcos sonido. De mi propio celular. Abro los ojos
dorados, otros de madera negra, otros de metal y lo completamente y me quedo otra vez quieta, sin
único que tenían en común era su antigüedad. respirar. Uno, dos, tres. El trasto se queda mudo.
Me indicó que esperara en un pequeño recibidor y Agudizo entonces mi oído, puedo apreciar que la
enseguida el Licenciado me atendería. respiración a mi espalda ha cambiado: ahora sí
despertó. Se está moviendo hacia mí y muy quedo
A los cinco minutos apareció un hombre mayor de me pregunta si no contestaré. ―Mmm… no, que
facciones conocidas. Casi me desmayo cuando lo
vuelva a sonar‖ digo indiferente. Esto le hace lanzar

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una risita y apretarse junto a mí. Yo ni siquiera sonrío, En negro sobre blanco
estoy pensando en cómo sucederán las cosas ahora
que él comienza a jalar las sábanas. Va a verme, El otro
verá el tatuaje, quizá se ría o se sorprenda. Algunos
ni siquiera lo notan. Los otros invariablemente Marcelo Choren
preguntan el por qué. Uno no me creyó cuando le
aseguré que tampoco era la ―gran historia para
Tengo buena memoria, excelente.
contar‖ pero respetó mi silencio. No he adivinado aún
en qué categoría poner a este. ¡Oh no! Mi móvil Algunos recuerdos se me aparecen como imágenes
comienza a sonar otra vez, y ya sea que yo me fugaces, evocaciones momentáneas.
levante o siga atenta a sus caricias, él verá el tatuaje. Pero hay otros.
Un pitufo. Recuerdos densos, asfixiantes, donde la memoria
tiembla bajo el agobio de su carga. Pertenecen a mi
lejana niñez.
Para evocarlos sólo necesito observar la cicatriz
lívida, acordonada, que nace al borde de mi ceja
derecha y baja irregular, atravesando el pómulo,
hasta perderse en la barbilla.
La casa en el ciruelo ¿Cuántos años tendría, yo? No más de cuatro, creo.
Y estaba el espejo. Enorme, en la pared de la sala,
Poema iba desde el suelo hasta el techo. Ancho, me parecía,
más que la extensión de mis brazos. Allí vivía mi
Sergio Manganelli
único amigo.
Su sala era similar a la de mi casa, y su casa -intuí-,
Sesenta y cinco espejos,
debía ser una réplica invertida de la mía. Alguien las
bien contados,
había construido así, adosadas y falsamente
que te sugerirán
idénticas; con un cristal gigantesco interrumpiendo la
mi imagen repetida,
continuidad de la medianera, para que nosotros
y no sabrás
pudiéramos vernos, jugar sin tocarnos.
por cuál reconocerme,
ya fatigado o gris, De común acuerdo alineábamos los soldaditos de
vital o inmóvil, plomo, enfrentándolos, armando cruzadas sin
cuando temblando ganadores.
acuda tu mirada, En los días lluviosos, boca abajo sobre el suelo de
al áspero costal pino, me gustaba dibujar en hojas de papel
de la memoria. amarillento. Al terminar le mostraba el dibujo a mi
amigo, él exhibía otro igual. Yo trataba, en vano, de
El enigma es sencillo, hallar diferencias.
que sea tu piel, entonces,
una brújula. Había ocasiones propicias para las confidencias. Con
dolor descubrí que el vidrio debía ser insonorizado,
sólo se escuchaba mi propia voz menuda.
Me apenaba que mi gemelo viviera encerrado. El pelo
cortado a cepillo como yo, la mirada mortecina, los
hombros caídos, el mismo pecho angosto, y las
rodillas nudosas articulando las piernas delgadas.

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Un mediodía de verano se desató otra batalla entre tocadiscos se arrastra. El mismo tema musical de
mis padres. Una más, en la guerra interminable que siempre: Only you.
sostenían. -Papá.
Quedé en medio, justo cuando le exhibía al prisionero Levanta los párpados hinchados. Parece tener que
del espejo un libro con ogros verdes y brujas arrancarse del influjo hipnótico del cigarrillo, los
moradas. escritos y la música. Él también, lo sé, va a gritar.
Los gritos iban de un extremo al otro de la casa. -¡Qué quieres!
Mamá, refugiada en la cocina, cortando verduras. -Mamá pregunta si vas a tomar la sopa.
Papá desde su despacho, tras el escritorio de roble,
cubierto de carpetas negras. -¡Dile a tu madre,- estira el cuello en dirección a la
cocina -que yo no tomo sopa hecha con caldo
No sé cómo empezó la disputa, tampoco es concentrado! ¡Que mi madre nunca le agregó a la
importante. De algún modo incierto y oscuro, yo sopa esa porquería! ¿Me entiendes?- recalca -
sentía que la responsabilidad por la falta de armonía ¡Nunca!.
familiar se asentaba sobre mí. Que yo era el culpable.
Puntualiza cada palabra con golpes del índice sobre
-¡Ignacio!- la voz aguda, nerviosa, de mamá -¡Ven la superficie lustrosa del escritorio.
aquí!
Vuelvo con la respuesta, atento a mi doble función de
Llegué trotando a sus dominios. Lo mejor era ser mensajero y rehén. Me lo tengo merecido. Ya saben
silencioso y diligente. que estuve robando galletas de la lata. Ellos, lo saben
La cuchilla caía sobre una indefensa hoja de apio que todo.
mamá sostenía contra la tabla. La velocidad era Vuelvo a encontrar al otro Ignacio. ¿Qué irá a decirle
alucinante. Los cortes, quirúrgicos. Mis ojos no a su mamá? ¿Le gustarán, como a mí, las galletas
podían seguirla: verde, plateado, verde, plateado, con azúcar pegado arriba? No lo sé.
verde. Fin. El metal centellea, y barre los trocitos
hacia un plato. Me detengo en la puerta de la cocina. De la olla se
elevan nubecitas de vapor.
Es el turno de una zanahoria. Ahora distingo naranja
contra plateado, naranja, plateado, naranja, plateado, -Dice papá que no quiere sopa, porque es distinta a
plateado. la de la abuela.
-¿Sí, mamá? En mi ausencia, la cuchilla no ha permanecido
ociosa. Ya dio cuenta de varias patatas y un trozo de
Se interrumpe para mirarme. En sus ojos marrones, ternera. Se eleva, lista para cortar en dos, el corazón
con motas verdes y doradas, el iris tiene el diámetro amarillento de un nabo. Mamá baja el brazo, la
de una cabeza de alfiler. ejecución ha sido postergada.
-¡Ve a preguntarle a tu padre- grita, y me apunta con -Ve a sentarte a la mesa- dice, y su voz sosegada es
la cuchilla-, si va a tomar sopa, de esta sopa! peor que los gritos.
-Sí, mamá. Ya en el comedor, arrastro la banqueta pintada de
Cruzo la tierra de nadie. Al pasar frente al espejo, veo azul. Me trepo y espero.
de soslayo al otro Ignacio en una diligencia similar. Los minutos pasan. Pongo el dedo en el centro de
Advierto el ceño fruncido, los hombros más cargados cada florecita del mantel. Mentalmente digo rinnn,
que de costumbre. Me pregunto si podrá llevar como si se tratara de timbres. Balanceo las piernas,
noticias distintas a las mías. me rasco las costillas. Extiendo la mano hacia la
Papá muerde un cigarrillo, otro humea en el cenicero panera, pero me detengo. Aquel Ignacio, imagino, ya
repleto. Escribe con fuerza, con saña. Desplaza las debe estar comiendo.
carpetas, golpeándolas entre sí. A sus espaldas, el Mamá trae los platos, los distribuye con fuerza. El

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que me destina se le parte en las manos. Aturdido, noté la sangre. Caía a borbotones sobre el
Sobresaltado, cierro los ojos. El silencio es tan algodón de mi camisa blanca. La casa y mi amigo ya
intenso que alcanzo a oír la música tenue, no estaban, los reemplazaba un cartón sucio,
proveniente del escritorio. Only you. Cuando me apolillado, salpicado de gotas oscuras. El suelo se
atrevo a espiar, el plato ha sido reemplazado por otro. cubría de imágenes fragmentadas, dispersas.
Ahora mamá trae la sopera y me sirve. Retrocedí tambaleándome. Toqué la herida y mis
-Mamá. dedos se hundieron en una pulpa asquerosa y
blanda. En ese momento se presentó el dolor.
-¿Qué pasa, Nacho?
Entre el martilleo de mis sienes y un silbido que me
-Yo... tampoco quiero sopa. perforaba, creí oir a mamá llamándome y a papá que
No me responde enseguida. Primero, carga bien el gritaba, otra vez gritaba.
cucharón y lo vacía en mi plato. Sus movimientos son Me desmayé.
lentos, alarmantes en su precisión. Quiero que venga
papá, que la distraiga. Quiero que mamá deje de Hoy, al mirarme en un espejo veo a un hombre
prestarme atención, tanta atención. canoso, un poco miope, de sonrisa torcida y una
cicatriz irregular. Cuando puedo, me acerco hasta la
Pone la cuchara en mi mano y me obliga a hundirla superficie de algún espejo y espío hacia los lados.
en el pócima de la discordia. Empiezo a llorar en Entonces siento una alegría feroz.
silencio. Su boca, pegada a mi oído, sisea:
El otro Ignacio ha logrado escapar.
-Eres igual a tu padre.
A mi amigo no deben pasarle estas cosas.
Papá entra en el comedor y ocupa su lugar. Me
descubre tomando el brebaje tibio. Mis lágrimas caen
y se mezclan con los fideos, el caldo.
-Eres igual a tu madre- murmura con desprecio, y Memorias de una bruja… y loca
menea la cabeza.
Ventanas y espejos
Esa tarde necesité contarle todo al otro. Mientras lo
hacía, apoyé las manos, la mejilla, en el vidrio helado. Claudia Palatucci “Jezabel”
Mirando de reojo, alcancé a ver la puerta de calle, la
de su casa. ¿Estaría, también esa, cerrada con llave? Miro a través de la ventana que te ofrece el escape a
Me apreté más fuerte, el marco de madera oscura se un nuevo despertar,
interponía en mi línea de visión. Por más que empujé, descubro poco a poco el sueño que revienta la llaga
no obtuve mejores resultados. digna de un pesar,
Vencido, me paré en medio de la sala. Descubrí su no me permite llegar al luto pernicioso que se
mirada anhelante, parecía suplicarme en silencio. aguanta en tu sonrisa fingida,
esperando la llegada de un nuevo animal.
Tomé impulso y corrí.
Embestí el cristal con la cabeza en alto, dispuesto a Perturba el retoño que fluye y acaba de empezar a
liberarlo de su prisión. Desde el otro lado, mi doble sentir,
hizo lo mismo. es imposible revivir ni siquiera el recuerdo, se ha roto
Chocamos. un extraño presentimiento,
duda y cenizas quedan, se lo ha llevado todo el
El estallido, los pedazos refulgentes cayendo a mi viento,
alrededor. La sensación de rasgadura sobre mi cara. sin ganas de repartir ni delirar.
Frío, calor, más frío. Y un calor intenso.

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Ya no vengas, espejo roto, ya no mires para allá, es un negocio, no me malentienda, no mercamos con
encontrarás solo la ilusión de un chiquillo, el sentimiento, trabajamos nomás. Ofrecemos un
camisa sin fuerza para soltar, servicio y buscamos hacerlo con calidad. Trabajamos
escurre el llanto silencioso, sigue sin dejarlo terminar. en equipo, somos socias, dividimos la paga en un
setenta-treinta que para mi estaba bien. Creo que
ninguna de las dos pensamos que algo así pueda
salir o estar del todo mal. Úrsula tiene habilidades
que yo no y viceversa, nos complementamos. Hasta
ahora, ellos se van contentos. La clave está en saber
elegir el cliente y saber diseñar la historia.
El séptimo duende
¿Que cómo lo hago? Pues verá, cuando abro el tema
San Antonio mencionando a mujeres como doña Estela, no
precisamente voy a continuar la historia por ahí,
Ana Ma. Gutiérrez generalmente la estrategia me lleva más a mí que yo
a ella y acabo inventando primas, hermanas, amigas
u otra cosa. A veces no tengo material para continuar
Me siento canalla cuando bebo algún licor fuerte y mejor cambio el tema y empiezo otra vez. Esa tarde
pero más cuando le cuento a un extraño y en voz a ése cliente en cuestión, le hablé de las hijas de la
alta las andanzas que nunca tuve. El otro día en la tal doña Estela, de cómo le rezaban a San Antonio
cantina era yo una afanadora en barrio rico y para conseguir novio, de cómo estaban tan
trabajaba para doña Estela una cuarentona esposa necesitadas de hombre que según veía yo bien le
de político que no hacía las labores domésticas ya harían caso a casi cualquier muchacho. Lo fui
no digamos por no dañarse el manicure sino porque haciendo fuerte, le hable de que están en el colegio
no nació para eso. Así decía ella con su voz estirada: pero que ya están grandecitas y entre charlas metí
Yo no nací para eso. datos de cosas que sé que Úrsula tiene para
Esa tarde hacía demasiado calor cuando me senté en trabajar. El chiste es abrirle la posibilidad de que
la barra del Diana's y después de sopesar la alguna fantasía puede serle cumplida, si no del todo,
potencial calidad de los parroquianos decidí tirar el al menos una parte. Como quien dice le abro una
anzuelo a un tipo que se sentó a mi lado, ventana desde el interior, una ventana que le da
despistadamente le hice platica con la excusa ya boleto directo a hacer realidad algo imposible, como
trillada del clima. No era la primera vez que lo hacía, es en este caso, que un tipo que es peón de la
Úrsula y yo ya íbamos para un año trabajando de esa construcción acabe en la cama con una niña rica que
manera, ganábamos las dos. le reza a San Antonio para tener novio a pesar de ser
Que calor hace. Dije tímidamente mirando mi vaso. linda y de familia acomodada. Charlamos un buen
Sí, mucho calor –contestó- y es que ya estamos en rato y cuando veo que amarra un poco la historia y
pleno mes de agosto, qué está tomando chula? Estoy que tengo suficientes detalles me despido. Otro día
haciendo la novena a San Antonio así que le prometí le cae el cliente a Úrsula para que le cumpla la
no tomar nada de licores así que bebo una limonada, fantasía que ya le creé un poco entre charlas, un
me pregunta interesado por qué a pesar de no poco porque ya la traía metida y a la luz de los
beber estoy en ése bar, por qué la novena o alguna alcoholes me la fue contando, yo nomás voy
otra cosa y es en esa parte donde empiezo a asintiendo o repitiendo algunos detalles a manera de
desarrollar la historia, cada hombre tiene la propia, lo espejo para asegurarme de que sí va por ahí y de
que lo mueve y conmueve. El dolor y la ira son que el cliente es seguro, porque ya otras veces me
emociones humanas tanto como las fantasías o el ha pasado que gasto mi tiempo y nada de cliente, en
deseo: Los sueños, lo prohibido, eso que nunca días como esos verdad de Dios que me dan ganas de
podrán hacer pero que repasan en su mente una y dejar la chamba. Pero otro día ahí estoy otra vez
otra vez es materia para nosotras. No es una estafa, inventándole y buscando. Los hombres son muy

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básicos y yo soy más que ingeniosa así que hasta


ahora ha dado resultado. ¿Que cómo después de
hablar conmigo acaba precisamente con Úrsula? Yo
a ella le doy las señas y le doy dato de lo que
platicamos con lujo de detalle (calles, lugares, Ágape
horarios, nombres) ella busca entre sus cosas algo
para caracterizarse, al otro día ella se hace la Espejos
encontradiza y todos contentos: Él con su fantasía, Francisco Cenamor
nosotras con la paga. No somos cualquier equipo,
somos un par que puede elegir el cliente y que se da
el lujo de saber casi con 24 horas de anticipación Un espejo cae a gran velocidad.
cuánto va a durar el trabajo, como va a ser y desde Apenas tenemos tiempo de apartarnos.
luego cuanto vamos a cobrar. ¿Que cuánto cuesta Desde una ventana, alguien ha visto
un trabajo de esos? Permítame que me guarde esa reflejado su rostro: no se reconoce.
información, sólo sepa que nos alcanza para vivir Los mirlos, deslumbrados por algún rayo de sol
bien desde que me corrieron del fábrica en la que atrapado por el cristal, huyen de sus ramas.
trabajé nueve años ‗quesque por la edad‘, casi al Ha caído junto a un perro; disimula su miedo
mismo tiempo en que el Andrés dejó sola a la Úrsula con un pequeño salto, se lame la cola.
con sus chiquillos ‗pa irse al otro lado y nunca más Miles de pequeños espejos estallan en la calle,
supo de él. Teníamos casi un año sin trabajar. Ella nos persiguen, nos recuerdan nuestras caras
pues todavía jovencita pero yo que iba a dedicarme asustadas,
a esos trabajos si ya hace mucho que la piel se me nuestro miedo, nuestras tristezas, nuestro asombro.
hizo vieja, ella no veía otra manera pero le daba Terminan de asentarse en el suelo
miedo así que buscamos una forma segura, le los hijos del gran espejo que vinos caer.
propuse lo de las ventanas y mírenos trabajando. Nos
gusta decir, cuando nos preguntan, que nos Silencio. Shock. El llanto de un niño.
dedicamos a los espejos y ventanas, porque abrimos Hay miradas que comprueban los daños.
posibilidad de cumplir fantasías y a veces Otras miradas para ver que estamos bien. Alguien ve
materializamos el reflejo de lo que ellos no pueden salir de su pierna una breve gota de sangre.
ser. Usted es reportero, sabrá escribirlo mejor que yo. Los coches reanudan la marcha,
Creo que nos ha dado resultado porque en el Diana‘s convierten en polvo de estrellas
cae todo tipo de gente y abre más tiempo que el resto los mil hijos que ha sembrado el espejo.
de los bares. Pero cuénteme de usted, ¿dice que es Una mujer se santigua, toma un trozo de cristal,
periodista no? A ver, platíqueme más. lo envuelve en un pañuelo, lo echa al bolso.
Otra se abraza a un hombre, llora.
En la barra del Diana’s se ve con frecuencia a una Desde las ventanas, los comentarios acechan una
mujer madura y humilde bebiendo a solas su trago, respuesta.
eventualmente platica con uno que otro hombre que Más allá, sobre las azoteas, los mirlos se reponen.
por ahí se encuentre. Tenía una semana sin venir Uno ha vuelto tímidamente a su nido.
pero esta tarde de verano se le ve muy tranquila
platicando con un reportero de El Sol, diario de Echamos a andar. En ese momento
circulación estatal, animadamente le pregunta desde la vimos caer a ella. Ya estaba rota antes de saltar.
cuando es reportero y le cuenta un poco de su vida. Alguien creyó verse reflejado en sus ojos mientras
Anécdotas van y tragos vienen. Más tarde se caía.
despiden. Otro día, sospechosamente es la hora del
cierre de edición y el reportero no ha hecho su
entrega semanal.

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Diario de un estafador después de un calvario de meses de lucha, terapias


radiológicas o químicas, con medicina natural y
Retrospección cualquier otra cosa que les diera un poco de
esperanza, por asquerosa que pudiera parecer.
Jesús H. Oague Alcalá
Así, en una sucesión de ventanas y espejos me espío
en este ejercicio voyeurista, como si fuera cualquier
Sentado frente a la ventana espero por lo que sin desconocido, me observo detenidamente, me analizo,
esperanza espero, cansado, lleno de desgano, me desmenuzo, me descuartizo, me lleno de morbo
necesitado solamente de un poco de calor solar que algunas veces y otras de repugnancia ante cada
me quite el frío senil que un día sí y otro también me escena que, aunque familiar, ahora que me toca ser
invade las entrañas e inmoviliza mis torpes un simple espectador, me resulta totalmente
articulaciones, y miro la tarde que afuera, serena y desconocida, diferente a los recuerdos que
cálida me llama a observar a un hombre que sentado pudiéramos tener cada uno de los hombres que se
en la pradera se ve detenidamente en un espejo. asoman a la ventana, o yo, único espectador
consciente, espía primigenio.
Sorprendido reconozco en su rostro mis facciones,
mis gestos, mi mirada, mi sorpresa al ver que en el Examino momentos, malos y buenos, algunos vivos
espejo se refleja otra ventana a las espaldas de ese en la memoria, aún cuando pasaron hace mucho
yo más joven, y en ella un pasaje reciente de su vida, tiempo, otros relativamente recientes que habían sido
una imagen de soledad al entrar a la vejez, sin sepultados sin piedad bajo la gruesa y pesada losa
familia, sin dinero, sin amigos, la llegada al geriátrico del olvido.
de un viejo solitario de andar cansino, en busca de la Las relaciones con la mujer, la vida en común, la
compañía que hoy le hace falta, la tristeza de las convicción de que sólo la muerte.
tardes espiando hacia la calle en espera de una visita
que conjure el dolor de la soledad. El nacimiento de los hijos, la responsabilidad y la
felicidad.
Al fondo otro hombre un poco más joven, el mismo,
yo, más joven, que se mira en otro espejo, y otra vez Los primeros años de matrimonio, el enamoramiento.
a sus espaldas una escena conocida en otra nueva La locura juvenil, los primeros vicios inofensivos, si es
ventana, los problemas con los hijos luego de que, que al juego de los jóvenes se le puede llamar vicio.
viudo, se enredaba con cualquier joven mujer que se
Las dificultades de la adolescencia, la furia, la timidez
le ponía en el camino; sólo quieren tu dinero, decían,
y el arrojo.
y él, -¿qué saben?, nada-, aducía mientras les
apartaba de su lado, irremisiblemente, y entre La infantil alegría, el desparpajo y la
mujeres, vicios y derroche, acababa en poco tiempo irresponsabilidad.
con cualquier vestigio de familia, propiedad, Tomo conciencia de repente, salgo del estado
autoestima, salud. Un hombre maduro, casi viejo, suspendido en el que llevo no sé cuantas horas, me
encandilado por una piel blanca y tersa, por el reflejo sacudo los sentimientos como lo hacen los perros
rubio de una cabellera, por la delgadez de una figura con el agua de lluvia que les empapa lomos y
que sostiene las vastas redondeces de una cadera y pelambre, y curioso gato, volteo por encima del
unos pechos que arrastran, porque, como reza la hombro en busca de un espejo translúcido que me
sabiduría popular, nunca mejor aplicada, jalan más muestre, aunque sea brevemente, lo que me espera,
un par de tetas que un par de carretas. siguiendo esta lógica de reflejos y ventanas, mas sólo
Más allá, en otro espejo y otra ventana diferentes, un encuentro oscuridad y al centro de ella un punto
hombre testifica, furioso e impotente, la muerte de blanco de brillante luz que marea al acercarse
una mujer, falla respiratoria, dice el certificado, vertiginosamente, mientras una dulce voz que me
consecuencia fatídica del cáncer cérvico-uterino con resulta familiar me llama por mi nombre.
metástasis generalizada, que ha vencido finalmente

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lágrimas. A ti no, sabía que estabas allí pero no


aceptaba tu presencia. Papá nos daba la espalda y
se preguntaba qué era lo que había hecho mal, a él
siempre le ha costado encontrar respuestas. ¡Qué
El elefante funambulista adolescencia tan cruel, princesa! ¿Por qué nunca
aparecías reflejada en el espejo?
Espejismos
Hoy sólo hablo de ti, yo ya no estoy. Me apartaste de
Gabriel Bevilaqua tu lado pero no te lo reprocho, siempre quise
marcharme. Hablo del hombre que te besa cada
mañana desde hace un tiempo. Él se alegra de mi
Sólo vivía para escribir. Durante todo el día colmaba ausencia. Nunca se quejó, pero sé que mi sombra le
páginas y páginas que de noche, temeroso de los incomodaba. Hablo de Papá y de Mamá, que aún no
plagios, volvía del revés con la ayuda de un espejo, a lo entienden, pero al fin te respetan. De Milagritos y
la manera del maestro Leonardo. Ignoró siempre que Maruchi, que enfermaron de amores y te quieren por
al otro lado, su imagen llevaba millones de doctora. De Don Marcelo, que cumplió años y ganó
ejemplares vendidos a gabela. en cordura: Los niños y las niñas, las viejas y los
viejos, con quien más les quiera. Ya no se equivoca
Don Marcelo. Hablo de Susana, que todavía recuerda
aquel beso porque otros le saben amargos. De
Miguel, que al verte baja la mirada, abrumado de
tanta hembra. Hablo de tu madurez, al fin en calma,
El catalejo el atardecer sosegado. Yo ya no estoy. Me quedé
dormido en un quirófano aséptico. Eres tú quien
Y tú estabas allí ahora aparece reflejada en el espejo. ¡Al fin tú,
princesa!
Andrés Portillo González

Hablo de la infancia. Del patio del colegio. De los


chicos que me apartaban porque nunca supe jugar ni
al balón ni a la guerra. De Milagritos, de Maruchi, que
querían que fuera su doctor mientras todos pensaban El sillón de orejas
que yo era el enfermo. Hablo de Don Marcelo: los
niños con los niños y las niñas con las niñas, eso La ventana entablada
decía. Hablo de Papá y de Mamá, que a veces Marcelo Choren
fruncían el ceño porque yo no era el que ellos
esperaban. Tú ya estabas allí, princesa, lo notaba,
pero nunca aparecías reflejada en el espejo. Ambrose Bierce (Ambrose Gwinett Bierce) nació el 24
Que adolescencia tan fea... Hablo del instituto. Del de Junio de 1842 en Ohio, Estados Unidos. Fue el
primer beso, ese que me supo amargo. Pobre décimo de trece hermanos, hijos de Marcus Aurelius
Susana, era tan dulce... Hablo de Miguel, el jefe de la y Laura.
tribu. Él no te quería a su lado. Los chicos se reían Alistado en el 9º de Voluntarios de Infantería de
para agradar a Miguel. Las chicas se reían para Indiana, durante la guerra civil participó en varias
agradar a los chicos. Los chicos con las chicas, las batallas y fue herido de gravedad en la de Kennesaw
chicas con los chicos; se equivocaba Don Marcelo, y Mountain.
tú y yo expulsados de la tribu. Hablo de cuando
llegábamos a casa llorando y Mamá me secaba las De esta experiencia surgirían luego los ―Cuentos de

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soldados y civiles‖ (1891) donde destacan historias hoy llamaríamos indigencia, impelidas por algún
como ―Parker Adderson, filósofo‖ y ―El incidente del impulso misterioso de su naturaleza lo abandonaban
Puente del Búho‖, en el cual Bierce anticipa un estilo todo y seguían avanzando hacia el oeste para
dialógico que perfeccionaría James Joyce, el enfrentarse a nuevos peligros y privaciones en el
―monólogo interior o flujo de conciencia‖. Jorge Luis intento de recuperar las escasas comodidades a las
Borges, refiriéndose a su propio cuento ―El milagro que habían renunciado voluntariamente. Muchos de
secreto‖, afirmaba que era una reescritura inspirada ellos habían abandonado ya esa región buscando
en ―An Occurrence at Owl Creek Bridg‖ asentamientos más remotos, pero entre los que
Muchos de sus textos pertenecen al mejor género de quedaban estaba uno de los que fueron primeros en
terror. Pero, lo que marca ―el estilo Bierce‖ es la llegar. Vivía solo en una cabaña de leños rodeado por
profunda ironía, el sarcasmo vitriólico del autor. todas partes por el gran bosque, de cuyo silencio y
tinieblas parecía formar parte, pues nadie sabía que
De su amplia bibliografía sólo mencionaré su hubiera sonreído nunca ni hubiera pronunciado una
conocido ―Diccionario del diablo‖ (1911). palabra innecesaria. Sus necesidades simples las
Bierce desapareció en México durante la revolución obtenía mediante la venta o trueque de pieles de
de Pancho Villa, posiblemente a principios de 1914. animales salvajes en la ciudad del río, pues no crecía
nada en aquella tierra que, si hubiera sido necesario,
habría reivindicado por un derecho de propiedad
----- indisputable. Sí había algunas pruebas de «mejoras»:
unos cuantos acres de tierra situados
inmediatamente al lado de la casa habían sido
El texto que les ofrecemos, ―La ventana entablada‖ talados en otro tiempo, y los tocones podridos se
(The Boarded Window, 1891) es un cuento corto, encontraban medio ocultos por los árboles nuevos a
donde se puede encontrar a Bierce en estado puro, los que se les había permitido reparar la desolación
golpeado todavía por las secuelas de la guerra. El producida con el hacha. Evidentemente, el deseo
relato sacude al lector. Desde el sufrimiento palpable agrícola de aquel hombre había ardido con una llama
del protagonista, el autor administra las frases en una vacilante y expiró entre cenizas penitenciales.
serie de tensiones y distensiones con dosis
crecientes de horror hasta el terrible desenlace. La pequeña cabaña de leños, con la chimenea de
palos, el techo de tableros combados que se
Esperamos que disfruten de esta pequeña joya. mantenían en su sitio gracias a unos palos
atravesados, con las grietas tapadas con arcilla, sólo
tenía una puerta y, directamente en la pared de
-----
enfrente, una ventana. Sin embargo esta última
estaba tapada con tablones, sin que nadie se
acordara del tiempo en que no fue así. Nadie sabía
tampoco por qué estaba tan cerrada; ciertamente no
La Ventana Entablada porque a su ocupante le desagradara la luz y el aire,
Ambrose Bierce pues en las raras ocasiones en que un cazador había
pasado por aquel solitario lugar, normalmente había
visto al propietario tomando el sol en los escalones
En 1830, hasta sólo unos kilómetros de lo que es de entrada, si el cielo había tenido a bien satisfacer
ahora la importante ciudad de Cincinnati, había un sus necesidades de luz solar. Creo que hoy viven
bosque inmenso y casi continuo. Toda la región pocas personas que hayan conocido el secreto de
estaba poblada, escasamente, por gentes de la esa ventana, pero como verá el lector, yo soy una de
frontera: almas inquietas que tan pronto habían ellas.
levantado con leños del bosque casas bastante
Se decía que aquel hombre se llamaba Murlock.
habitables y alcanzado ese grado de prosperidad que
Parecía tener unos setenta años, aunque en realidad

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sólo eran cincuenta. Algo más que el paso del tiempo vivió como viudo sirve de prueba del afecto y la
había colaborado en su envejecimiento. Su cabello y felicidad que les unía, ¿pues qué otra cosa, sino el
su barba larga y tupida eran blancos; los ojos, grises magnetismo de un recuerdo bendito, podría haber
y carentes de brillo, estaban hundidos; el rostro encadenado a un destino semejante a un espíritu
parecía singularmente cosido por arrugas que daban aventurero como aquél?
la impresión de pertenecer a dos sistemas en Un día, cuando Murlock regresaba de cazar en una
intersección. Su figura era alta y enjuta, con cierta zona distante del bosque, encontró a su esposa
inclinación de hombros: la de un porteador de cargas. postrada por la fiebre y delirando. No había médico a
Nunca le vi; estas noticias las supe por mi abuelo, a muchos kilómetros, ni vecino alguno; tampoco se
quien debo también la historia de aquel hombre, que encontraba ella en unas condiciones que permitieran
me contó cuando yo era un muchacho. Le había dejarla sola para ir a buscar ayuda. Así que se
conocido en aquellos tiempos lejanos porque vivía dispuso a alimentarla para que recuperara la salud,
cerca de él. pero al final del tercer día ella quedó inconsciente y
Un día encontraron muerto a Murlock en su cabaña. después murió, sin que por lo visto volviera a
No eran tiempos ni lugares para jueces y periódicos, recuperar la razón.
por lo que supongo que se acordó que había muerto Por lo que sabemos de una naturaleza como la de
por causa natural, pues si no hubiera sido así se Murlock, podemos atrevernos a esbozar algunos
habría comentado y yo lo recordaría. Sólo sé que con detalles del cuadro perfilado por mi abuelo. Cuando
cierto sentimiento de lo que es apropiado enterraron se convenció de que estaba muerta, Murlock tenía
el cadáver cerca de la cabaña, junto a la tumba de su todavía el suficiente sentido como para recordar que
esposa, que le había precedido hacía ya tantos años a los muertos hay que prepararlos para el
que en la tradición local apenas se había conservado enterramiento. En la ejecución de ese deber sagrado
algún indicio de su existencia. Con eso se cierra el tropezó de vez en cuando, realizó algunas cosas
último capítulo de esta historia auténtica: salvo, incorrectamente, y otras, que hizo correctamente, las
ciertamente, la circunstancia de que muchos años repitió una y otra vez. Sus ocasionales fracasos en el
después, en compañía de otro espíritu igualmente intento de ejecutar un acto simple y ordinario le
intrépido, penetré en la región y llegué a aventurarme llenaron de asombro, como el de un hombre
lo bastante cerca de la cabaña en ruinas para arrojar embriagado que se sorprende de la suspensión de
una piedra contra ella y escapar corriendo para evitar las leyes naturales familiares. También él se
al fantasma que, como sabían todos los muchachos sorprendió de no llorar: se sintió sorprendido y un
bien informados de los alrededores, habitaba en poco avergonzado; seguramente es poco amable no
aquel lugar. Pero hay un capítulo anterior que me llorar por los muertos.
proporcionó mi abuelo.
-Mañana tendré que hacer el ataúd y cavar la tumba -
Cuando Murlock construyó la cabaña y empezó a dijo en voz alta-. Entonces la echaré de menos,
trabajar con el hacha para crear una granja —entre cuando ya no pueda verla nunca, pero ahora... está
tanto el rifle era su medio de apoyo—, era joven, muerta, claro que sí, pero todo está bien... Debe estar
fuerte y lleno de esperanzas. En el condado más todo bien, de alguna manera. Las cosas no pueden
oriental de donde procedía se había casado, tal como ser tan malas como parecen.
era habitual, con una mujer joven que en todos los
aspectos era merecedora de su honesta devoción, Permaneció en pie junto al cadáver bajo la luz
pues compartió los peligros y las privaciones del menguante, arreglándole el pelo y dando los últimos
destino de Murlock con voluntarioso espíritu y toques a ese simple aseo, haciéndolo todo
corazón alegre. En ninguna parte está anotado el mecánicamente, sin poner el alma en ello. Pero por
nombre de ella; de los encantos de su mente y su su conciencia transitaba una corriente subterránea de
persona la tradición guarda silencio, y el que dude convicción de que todo estaba bien; de que volvería a
está en libertad para mantener sus dudas, ¡pero Dios tenerla como antes, y todo quedaría explicado. No
me prohibiría que yo las compartiera! Cada día que tenía experiencia en la pena; el uso no había hecho

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crecer su capacidad a ese respecto. Su corazón no Se vio obligado a esperar, a esperar allí en la
podía contenerlo todo, ni su imaginación concebirlo oscuridad durante lo que le parecieron siglos,
correctamente. No sabía que había sido golpeado conociendo el máximo terror que un hombre puede
duramente; ese conocimiento vendría más tarde, conocer, y vivir para contarlo. Intentó vanamente
para no irse nunca. La pena es una artista de pronunciar el nombre de su esposa muerta, estirar
facultades tan variadas como los instrumentos con vanamente su mano a través de la mesa para saber
los que toca sus endechas funerarias, evocando en si ella estaba allí. Pero su garganta se había quedado
algunos las notas más agudas, en otros los acordes impotente y sus brazos y manos le pesaban como si
bajos y graves que palpitan recurrentemente, como el fueran de plomo. Sucedió entonces algo aterrador.
batir lento de un tambor distante. Sobresalta a Un cuerpo pesado debió lanzarse contra la mesa con
algunas naturalezas; adormece a otras. Para algunos tal impulso que la levantó contra el pecho del hombre
es como el golpe de una flecha que abre la y llegó casi a derribarle, y en ese mismo instante oyó
sensibilidad a lo fúnebre de la vida; para otros como y sintió la caída de algo en el suelo con un golpetazo
un mazazo que al golpear adormece. Podemos tan violento que el impacto sacudió la casa entera. Se
entender que Murlock se hubiera visto afectado de produjo después una refriega y una confusión de
esa manera, pues en cuanto hubo terminado su sonidos imposible de describir. Murlock se había
piadoso trabajo (y aquí nos movemos en campos puesto en pie. Por el exceso de miedo, había perdido
más seguros que el de la simple conjetura), el control de sus facultades. Lanzó las manos sobre
dejándose caer en una silla al lado de la mesa sobre la mesa y no encontró nada allí.
la que estaba el cuerpo, y observando lo blanco que Hay un punto en el que el terror puede convertirse en
era el perfil del cadáver en la creciente oscuridad, locura; y la locura incita a la acción. Sin ninguna
apoyó los brazos en el borde de la mesa y dejó caer intención definida, sin más motivo que el impulso
el rostro sobre ellos, todavía sin lágrimas, pero inexplicable de un loco, Murlock saltó hacia la pared,
indeciblemente fatigado. ¡En ese momento entró por tanteando un poco cogió el rifle cargado y disparó sin
la ventana abierta un sonido prolongado y gimiente, apuntar. Cuando el destello iluminó vivamente la
como el llanto de un niño perdido en las habitación, vio una pantera enorme que arrastraba a
profundidades de un bosque oscuro! Pero no se la mujer muerta hacia la ventana, con los colmillos
movió. Otra vez, aunque más cerca que antes, sonó clavados en su garganta. Se produjo entonces una
en sus sentidos ese grito ultraterreno. Quizás fuera oscuridad mayor todavía que la anterior, y silencio;
un animal salvaje; o quizás un sueño: pues Murlock cuando recuperó la conciencia el sol estaba alto y en
estaba dormido. el bosque se escuchaba el canto de los pájaros.
Unas horas más tarde, como se supo después, aquel El cadáver yacía cerca de la ventana, donde lo había
vigilante poco cumplidor despertó, levantó la cabeza dejado la pantera cuando se asustó por el destello y
que tenía apoyada en los brazos y escuchó el sonido del rifle. Tenía las ropas arrancadas, los
atentamente, aunque no sabía qué. En la negra largos cabellos en desorden, los miembros
oscuridad, al lado del cadáver, recordándolo todo sin extendidos de cualquier manera. De la garganta,
sobresaltarse, forzó sus ojos para ver, pero no sabía terriblemente herida, había brotado un chorro de
qué. Todos sus sentidos estaban alerta, la respiración sangre que formó un charco que todavía no había
suspendida, la sangre había aquietado su movimiento terminado de coagularse. La cinta con la que él le
como para ayudar al silencio. ¿Quién, qué le había había atado las muñecas estaba rota; las manos,
despertado, y dónde estaba? apretadas. Entre los dientes tenía un fragmento de la
De pronto la mesa se agitó bajo sus brazos, y en ese oreja del animal.
momento oyó, o creyó oír, un paso ligero y suave... y
otro más... ¡sonaba como si unos pies descalzos
caminaran sobre el suelo!
Estaba tan aterrado que no podía gritar ni moverse.

Julio/2009 Espejos y ventanas Página 18


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La almadraba una visión que le desagradaba, sitió pena por aquella


imagen. Preparó la ducha con esmero, vigilando que
Espejos y ventanas nada le faltara al momento de encontrarse dentro de
ella: Su toalla, el cepillo de dientes, la crema dental,
Ferragus, tomado de Literatura y Tercer Milenio su máquina de afeitar y la ropa que ese día vestiría.
http://ferraguss.blogspot.com/2008/12/espejos-y- Luego de terminar y una vez vestido, dio una nueva
ventanas.html mirada a la imagen del espejo un tanto difusa esta
vez por la concentración de humedad: Sonrió.
Desconectó el anafe y preparó su café. Lo bebió con
Se incorporó pesadamente desde su lecho, para calma y agrado, dejando que su mente divagara en
quedar finalmente sentado en la orilla de la cama. cosas sin sentido aparente; para luego regresar a él y
Una débil luz entraba por la ventana en forma de haz luego volver a divagar, casi como una respiración o
entre las dos cortinas, la que terminaba estrellándose un latido. Su corazón se aceleraba de emoción con la
en la ropa de cama ahora revuelta. Movió su cuerpo idea de su partida para ese momento. Dejó la taza
semidesnudo hasta el escritorio y contempló su vacía sobre la cama y se dirigió hasta el escritorio;
trabajo nocturno. Este se hallaba en un computador corrió las cortinas y abrió la ventana por la cual
portátil junto a algunos libros, recortes, lápices y presuroso, entró el ruido exterior acompañado de una
fotografías puestas de manera caótica sobre la brisa gratificante. La mutación ya había comenzado
superficie de este. Le dio un ligero vistazo y se en su cuerpo, sintió la ligereza en sus huesos que le
desplazó hacia el cuarto de baño. Encendió la luz y permitió saltar hasta la orilla del ventanal. Sus ojos
quedó observando su rostro reflejado en el espejo. brillaron de vida. Abrió sus alas y se marchó…‖
Su pelo desordenado y una barba de varios días,
entregaba una visión la cual contempló por un largo Quedó mirando por largo rato el trozo que había
momento generándole pudor. Mientras abría el grifo leído. Sintió que no podía seguir con el texto: Lo dejó.
del agua, bajó la mirada sólo para volver a pegarla Incorporó su cuerpo y se aproximó a la ventana para
contra el espejo. Luego de terminar con el baño, dio abrirla; separó las cortinas y quedó contemplando
una nueva mirada a la imagen un tanto difusa esta imágenes sueltas de un paisaje que se volvía ajeno,
vez por la concentración de humedad. Apagó la luz y no así la brisa que acariciaba su rostro. De pronto, un
dirigió los pasos hasta el escritorio, dispuesto a pájaro envuelto en toda su hermosura, se posó sobre
continuar con el trabajo de la noche anterior. Dejó la cornisa de la ventana y mientras dejaba sobre ésta
que una mirada escapara por entre las cortinas, como un pequeño guijarro, abrió sus alas y desapareció. El
lo haría un mensajero, esperando que volviera con hombre, maravillado por tan prodigiosa visita, quedó
imágenes y noticias de un mundo que estaba más inmóvil contemplando la escena. Mientras su cuerpo
allá de las personas. Leyó el último párrafo: se estremecía de emoción, tomó el guijarro entre sus
dedos y comenzó a viajar entre las formas y colores
―…La vista más próxima que tenía desde su cuarto, del inesperado obsequio.
era la actividad de una ciudad pequeña cercana a la
costa, con sus calles angostas atestadas de gente.
Un poco más distante, se apreciaba la actividad
incesante que se desarrollaba en el muelle. La vista
terminaba en un mar obscuro, salpicado de
embarcaciones que realizaban, en su mayoría,
labores de pesca. Soltó lentamente la cortina y se
desplazó hacia el baño, sin antes encender un viejo
anafe donde haría hervir agua y preparar un café.
Encendió la luz del cuarto de baño y se quedó
observando su rostro sobre el espejo. Su pelo
desordenado y una barba de varios días, entregaba

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Lectores opinantes Participan en esta edición

En esta edición no contamos con opiniones de Carlos Alberto Olague Alcalá (México)
lectores, esperamos que, con tu participación,
tengamos mucho que contar de gente que comparte
nuestro interés por expresarse. Soy publicista, director general de una agencia BTL.
Nacido en la ciudad de México, pero radico en
Zacatecas. Soy candidato a portador de la vela
perpetua, aunque la vela perpetua no está muy de
acuerdo. También soy monero, y la mayor parte del
tiempo no sé qué hago aquí además de ser el
responsable del diseño de portada.
Envía tus opiniones por correo electrónico a
descensor+opinar@gmail.com o llena el formulario
Opinar en la sección Contacto en nuestro website y
pasa a leerte aquí en nuestra próxima edición.

José Luis de la Fuente “Kmikc” (España)

Informático de profesión y cuentero de afición. Los


Si deseas participar con una sección permanente en
cuentos son su salvavidas ante la tormenta diaria de
esta publicación envía un correo a
máquinas, cables y bits. Le gusta escribir cuentos
descensor+participar@gmail.com o llena el
directos, breves, de fácil lectura, de literatura llana y
formulario Participar en la sección Contacto en
sin preciosismos. Y lo confiesa totalmente
nuestro website.
arrepentido. No sabe hacerlo de otra forma pero
promete mejorar con el tiempo -de mayor quiere ser
cuentero-. Un antiguo profesor una vez le dijo:
―cuando alguien pierde toda capacidad de sorpresa,
de asombro, de fascinación... está muerto y no se ha
dado ni cuenta‖, así que le gusta pensar que con sus
cuentos, es capaz de sorprender al menos durante un
El tema para la próxima edición se publica en la segundo al lector ocasional y contribuir con su granito
sección Convocatorias de nuestro website, para de arena a que continúe vivo.
participar en un tema en particular, por favor envía un Tiene cuentos publicados en www.loscuentos.net.
correo a descensor+colaborar@gmail.com o llena
el formulario Colaborar en la sección Contacto en
nuestro website.

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Carlampio Fresquet (España) sus raíces. Trata de escribir siempre con humor, para
no tener que pensar. Se declara ateo y considera que
la amistad es lo más valioso de la vida. Ha escrito
Artista Indisciplinar comprometido con el entorno. una gran cantidad de libros entre los que destacan
Estudiante de Bellas Artes. Director de DIAL ART 'Mujeres. Manual de uso y mantenimiento', 'Las
2003 (proyecto de extensión universitaria para la aventuras de Mirinda', 'Vida de ladrones y algo más...'
difusión de la obra del alumnado de la Facultad de y una serie de libros de cuentos, entre otros;
Bellas Artes de Valencia). Coordinador Artístico de disponibles para descarga gratuita en su tienda en
ALEACIÓN: ANTOLOGÍA ARTÍSTICA. Sor Kampana Bubok (http://zumm.bubok.com/).
1991-2008. Miembro del grupo artístico
interdisciplinar OROMATON (Poesía, música y
pintura en vivo). Su libro ‗Somos sexo‘ puede ser
adquirido o descargado desde su tienda virtual en
Lulu (http://stores.lulu.com/kafre09).

Martha Silva “MarthaX” (México)

Irónica, introspectiva y (pseudo)intelectual trata de


reinventarse bajo el amparo de la sonrisa chueca
Francisco Arriaga (México) señalando con dos líneas cruzadas el lugar donde
habrá de encontrarse. También escribe desde la
apariencia de una persona normal en el blog
Escritor zacatecano que nació en Aguascalientes y lafamosax.com.
vive en Tamaulipas. Coleccionista de libros, impresos
o electrónicos, que también le hace a la música, la
patrología, la historiografía, y en sus ratos libres
escribe para algún periódico zacatecano, pero ya el
lector verá qué va descubriendo en sus propias
palabras.

Sergio Manganelli (Argentina)

Nació en Haedo, Provincia de Buenos Aires,


Argentina, el 28 de febrero de 1967. Reside
actualmente en San Antonio de Padua, al oeste del
Edgardo Castillo “Zumm” (Chile/Argentina) conurbano bonaerense. Sus poemas y artículos han
sido publicados en una importante cantidad de diarios
argentinos, de México, Colombia y España. Asimismo
Nació en Viña del Mar, hace ya mucho tiempo. Por en revistas culturales y literarias de Argentina, Brasil,
motivos que no vienen al caso, vivió muchos años en España, México, Estados Unidos, Puerto Rico,
un generoso país de Europa, donde quedó la mitad Francia, Colombia, Venezuela, Chile, Italia, Cuba,
de su vida. Hace 17 años que vive en la Argentina, a Nicaragua, etc... Obtuvo entre 1991 y 1999 una
la que considera su segunda patria, pero sin olvidar treintena de premios y menciones en su país. Se

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encuentra trabajando en la edición de ―Sangre de ―metiche‖ con licencia, para dar crédito a la locura de
Toro‖ -poemas y banderillas-, que se editará los ajenos, nieta de mulatos y de ojiazules españoles,
inicialmente en Buenos Aires y posteriormente en nacida en la tierra de los alacranes, Durango, México.
España. Gusta de la música árabe, flamenco y brasileña; se le
verá danzando por ahí de vez en cuando entre letras
y dibujos; diseñadora gráfica de afición, editora de
fulanas revistas independientes y organizadora de
eventos especiales (sobre todo en familia). Su
especialidad en la cocina: changüiches y sopas
Maruchan.

Marcelo Choren (Argentina)

Nació en la Ciudad de Buenos Aires el 5 de


septiembre de 1953. En la actualidad se encuentra
radicado en España, país en el que desempeña
labores de escritor y docente. Ana M. Gutiérrez (México)
Se dedica en especial a los cuentos, género literario
que le apasiona.
Contadora cuentacuentos bajacaliforniana que reside
Parte de su obra se encuentra en periódicos, revistas en Tecate. Se inició temprano en la lectura y tarde,
literarias y otras publicaciones especializadas. porque se le da bien eso del destiempo, en la
Coordina talleres presenciales y virtuales, participa en escritura de prosa poética principalmente. Aprecia
tertulias, foros, y encuentros de escritores. Ha humor negro y opina que es una cualidad especial en
presentado libros, prologado antologías, escrito las personas. Le encantan los cuentos de finales
reseñas y administrado un club de lectura. infelices. Sus favoritos son los escritores
latinoamericanos, aunque ha husmeado en uno que
También ha programado y coordinado talleres de otro europeo principalmente en narrativa y novela.
escritura creativa, y de técnicas y recursos, Adicta a la luna y a todo lo que tenga que ver con el
destinados a escritores noveles. desierto. Publicó alguna vez y aunque se acuerda
Colabora con las revistas electrónicas ―Axolotl‖, ―Zona donde apenas la conocen en su casa. Escribe desde
Moebius‖, ―Fin‖ y ―Literatuya‖. marzo del 2004 en 7DuendeS (www.7duendes.com)
En 2006, se ha editado el libro Ritos, con varios y esta es la primera vez en un proyecto colectivo.
cuentos representativos de su trabajo literario.

Francisco Cenamor (España)


Claudia Palatucci “Jezabel” (México)
De formación autodidacta, comienza tarde a escribir
Oh, sicóloga (o psicóloga) (hocicóloga), de profesión; poesía. En 1999 Talasa Ediciones publica su primer

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libro, Amando nubes, lo que le posibilita viajar por breves- que lleguen a embelesar a sus ocasionales
toda España dando recitales. En 2003 sale su libro lectores. Como tal, la indisciplina es una de sus
Ángeles sin cielo, editado por Ediciones Vitruvio, mayores ―virtudes‖; para redimirse ha prometido leer
editorial que publica en 2007 su último libro, de la A a la Z a las grandes plumas que los
Asamblea de palabras. Ha sido incluido también en entendidos recomiendan… Eso sí, sólo cuando
numerosas antologías y revistas impresas y digitales. termine de hacerlo con aquéllos que cuentan con su
Ha organizado y organiza numerosas actividades fervor aunque sean impronunciables en los círculos
poéticas. Dirige la revista digital Asamblea de literarios (es que nunca le gustó la geometría). Para
palabras. Es coordinador del Club de Lectura de la compensar sus deficiencias ―técnicas‖ -notorias y
Universidad Carlos III de Madrid. Profesionalmente se archiconocidas- se ha hecho fan del animé, donde
dedica a la interpretación, apareciendo en televisión, jura y perjura, habitan buenas historias. Confiesa sin
teatro y cine. pudor que cuando garabatea sus escritos coloca una
aguja junto al teclado ―para ayudarse a hilvanar las
palabras‖. Por lo demás, aloja sus seudo-ficciones en
El elefante funambulista
(http://elefantefunambulista.blogspot.com/), y le han
dado -insensatamente- permiso para extender sus
letras hasta este Descensor. Si se obvia todo lo
anterior y no se comete el pecado de leerlo, se
concluirá que es un buen tipo.
Jesús Humberto Olague Alcalá (México)

Ingeniero en Sistemas Computacionales, chilango de


nacimiento, zacatecano por herencia, adopción,
convicción y querencia; que escribe por afición y
pudo ser médico pero siente repulsión hacia las
heridas; le gusta casi toda la música, en especial la
trova, y casi toda la lectura, principalmente la de Andrés Portillo González (España)
escritores latinoamericanos como Taibo II,
Ibargüengoitia, Benedetti, entre otros; prefiere las
ciudades coloniales a las playas y las corridas de Getafe - Madrid (1967) Cuentista aeronáutico,
toros a las peleas de gallos; y que tiene el gran algunos de sus relatos sobrevuelan en llamas una
problema de que todo lo demás se le olvida si tiene decena de antologías. Premio de Narrativa Villa de El
un aparato de TV frente a él, aunque esté apagado. Escorial 2007, ―Una imagen en mil palabras‖ 2008, o
―La Lectora Impaciente‖ 2009, colabora también con
las revistas literarias ―Color Albero‖ y ―Al otro lado del
espejo‖. En julio de 2008 publicó su primer libro de
relatos titulado ―Nieve de La Habana‖, desde octubre
de ese mismo año participa en los cursos de narrativa
del Centro de Poesía José Hierro de Getafe y acaba
de concluir su primera novela, titulada ―Encanto y
desencanto de un hombre sin gracia‖. Se le puede
Gabriel Bevilaqua (Argentina) encontrar en: http://imaginalebowski.blogspot.com.

Onironauta al que se le ha metido en la cabeza la


vana pretensión de escribir historias breves -y no tan

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