civilizaciones precolombinas

o culturas precolombinas

o culturas precolombinasAunque la llegada de Cristóbal Colón a América recibe el nombre de descubrimiento, los europeos no llegaron a un continente
deshabitado, puesto que poblaciones asiáticas ya habían cruzado el actual estrecho de Bering, con lo que iniciaron la colonización del continente por el
norte. Los conquistadores denominaron indios a estos pueblos americanos debido a la creencia inicial de que la tierra a la que había llegado Colón era la
India.

El continente americano, de características geográficas y climas tan variados, estaba habitado en 1492 por distintos pueblos con un desarrollo cultural
también muy diverso. Algunas culturas precolombinas eran nómadas y otras tenían un nivel cultural equiparable al neolítico. Sin embargo, existían tres
civilizaciones muy avanzadas en su cultura, organización política y desarrollo socioeconómico: las civilizaciones maya, azteca e inca. Eran pueblos de base
agrícola, con unos conocimientos astronómicos notables y un sistema de creencias religiosas que tenía al sol como elemento de referencia.

La cultura maya
En sus orígenes, los mayas se asentaron en la costa del océano Pacífico de América Central, y allí desarrollaron, durante el primer milenio de nuestra era,
una cultura autóctona. Vivían de la agricultura, habitaban en ciudades, conocían la cerámica, desarrollaron un sistema de escritura jeroglífica y alcanzaron
un destacado nivel científico.

La cultura maya vivió su período de esplendor entre el siglo III d. C. y el año 900. Estudiaron la astronomía, crearon dos calendarios de gran precisión,
desarrollaron las matemáticas, hasta el punto de descubrir la necesidad del número cero, y produjeron un arte monumental, como las pirámides de Chichén
Itzá. No tuvieron un Estado unificado, se organizaban en ciudades-estado independientes, y tampoco hablaban la misma lengua, pero compartían una
religión que divinizaba las fuerzas de la naturaleza. Tenían una sociedad jerarquizada en la que se distinguían sacerdotes, nobles, campesinos y esclavos.

Como practicaban una agricultura itinerante, que agotaba la tierra a largo plazo, alrededor del siglo X los mayas se vieron forzados a emigrar hacia el norte.
Así ocuparon la península de Yucatán y la selva de Chiapas en México, la selva de Petén en Guatemala y parte de lo que hoy conocemos como Honduras, El
Salvador y Belice. Pero en sus nuevos asentamientos se vieron muy pronto acosados por los toltecas, otro pueblo que había emigrado hasta esa región. De
esta manera comenzó el declive de los mayas. A la llegada de los españoles, entre 1525 y 1527, la civilización se encontraba en un momento de decadencia.

Las principales ciudades mayas fueron Palenque y Chichén Itzá en México, Copán en Honduras y Tikal y Río Azul en Guatemala.

La cultura azteca
Los aztecas ocuparon buena parte del país que hoy conocemos como México. De hecho, el término azteca fue sugerido por Alexander von Humboldt para
definir a los pueblos relacionados culturalmente con los mexicas, que es como los aztecas se llamaban a sí mismos.

Los aztecas formaban parte de la cultura náhuatl, originaria de América Central. Hacia el año 800 invadieron tierras habitadas por otros pueblos, como las
de los olmecas, y conquistaron la región del golfo de México hasta crear un imperio con capital en Tenochtitlán, que floreció entre los siglos XV y XVI.

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Los primeros aztecas que se establecieron allí pagaron tributos a los tepanecas, nación originaria de la región. Pero a mitad del siglo XIV, después de la
fundación de Tenochtitlán, construida en una isla en el lago Texcoco, se asociaron con otras dos ciudades del lago, Tlacopán y Texcoco, y juntos derrotaron
a los tepanecas y dominaron el centro de México.

El Imperio azteca era étnicamente muy diverso y se basaba en un sistema de tribus. Las ciudades aztecas centraban su prosperidad en los tributos que
recibían de las tribus subordinadas. Los pueblos dominados mejoraron su nivel de vida al incorporarse al imperio gracias al incremento del comercio y a la
mejora de las comunicaciones, aunque sufrían el dominio opresivo de la tiranía azteca. Esta pluralidad se reflejaba en la cultura azteca, que reunió las
influencias de dos antiguas civilizaciones de América Central: la de Teotihuacán y la tolteca.

La sociedad azteca estaba dirigida por consejos de ancianos, mientras que los jóvenes eran entrenados para formar parte de su poderoso ejército permanente.
El centro de sus creencias religiosas era la adoración al sol y tenían una religión sanguinaria, con ritos crueles que incluía sacrificios humanos.

Cuando, en el año 1519, Hernán Cortés llegó a Tenochtitlán, la ciudad tenía 150.000 habitantes y sorprendió a los conquistadores españoles por su grandeza
y por su grado de refinamiento y urbanización, muy superior a los de las ciudades europeas. En ella destacaban elementos arquitectónicos como la red de
canales que dividía la ciudad, los grandes palacios, los campos de juego de pelota, los observatorios astronómicos y los templos situados en grandes
pirámides escalonadas.

La cultura inca
El pueblo inca se estableció en la zona de los Andes centrales de América del Sur en el siglo XIII; su capital era Cusco. Antes de consolidar su imperio, los
incas derrotaron militarmente a otra cultura de la zona, la chancay, y recibieron influencias de la cultura nazca y mochica.

El imperio tenía unos ocho millones de habitantes repartidos en un centenar de grupos étnicos y pequeños reinos que compartían la misma lengua, el
quechua. Aunque mantenían su independencia, los pueblos conquistados estaban vinculados política y económicamente a los incas. La sociedad incaica era
piramidal. En la cúspide estaba el inca, considerado descendiente directo del sol y máxima autoridad política y militar del reino. La tierra era de propiedad
colectiva, lo que impidió la creación de una aristocracia terrateniente y reafirmaba el poder absoluto del monarca, que asentaba su dominio sobre un potente
ejército, columna vertebral del imperio. Para administrar este imperio, los incas tenían una compleja administración estatal, con una amplia red de
funcionarios.

La base económica del pueblo era la agricultura. El inca era dueño de todas las tierras, que repartía a las comunidades locales obligándolas a trabajar sus
parcelas en común, un sistema de organización del trabajo que conocemos como mita. Contaron con un complejo sistema de regadío y también dominaban
la ganadería y la minería.

Al llegar los españoles, el Imperio inca estaba inmerso en una guerra civil, lo que le facilitó su conquista a Francisco Pizarro (1551–53). El último
emperador inca, Atahualpa, fue ejecutado por los españoles en 1533.

Del legado cultural inca destaca la ciudad de Machu Picchu, en Perú, majestuosa y oculta a los occidentales hasta hace un siglo.

El encuentro de dos mundos

La llegada de los españoles a América puso en contacto a las civilizaciones europeas y americanas, hasta entonces desconocidas, que establecieron una
relación desigual. Los españoles asumieron el papel de conquistadores y sometieron a los indígenas.
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Una de las consecuencias de la conquista fue la disminución de la población indígena. Además de las víctimas de las guerras de conquista, la mortalidad de
los indígenas se agravó a causa de las nuevas enfermedades que llevaron los europeos. Enfermedades comunes como la rubeola, el sarampión o la gripe se
convirtieron en mortíferas para una población que no había desarrollado defensas naturales.

También las trasformaciones sociales que se produjeron como consecuencia de la conquista, con la imposición de condiciones sociales y laborales a menudo
próximas a la esclavitud, contribuyeron a diezmar a la población indígena. En América Central se calcula que el 90% de la población indígena murió por
alguna causa relacionada con la conquista. Algunos misioneros, como Fray Bartolomé de Las Casas, consiguieron que el emperador Carlos V decretara, en
el año 1542, las Leyes Nuevas que mejoraran las condiciones de vida de los indios, lo que resultó en la llegada de esclavos africanos para sustituirlos en la
explotación de los recursos del nuevo continente.

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"civilizaciones precolombinas." Britannica Escolar, Encyclopædia Britannica, 8 jun. 2020.

escolar.eb.com/levels/secundaria/article/civilizaciones-precolombinas/608072. Consultado el 13 jul. 2020.