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Fuentes de información adicional para la Redacción Grupal 4

En Perú ha sido complicado, o imposible, mantener a su población trabajando en forma


remota para evitar la propagación del coronavirus. El Estado se ha estructurado en
función de intereses dominantes, que han mantenido a la gran mayoría de la población
en una situación de falta de oportunidad de empleo, que deriva de una falta de
oportunidades en educación y en salud” Los trabajadores informales dependen del
trabajo diario para sustentar a sus familias, por lo que enfrentan el dilema de “morir de
hambre o del virus”
La salud, en el caso de los trabajadores informales, está en riesgo, debido a que tienen
una mayor exposición al contagio del COVID-19 por sus condiciones de vida, al vivir
en lugares insalubres, superpoblados, donde no es posible el distanciamiento físico y no
cuentan con acceso al agua. Asimismo, los que continúan trabajando lo hacen sin
equipos de protección personal como los vendedores ambulantes y de mercado. En caso
de enfermarse, no tienen acceso a la atención médica por no contar con protección
social, la mayoría no tiene recursos para pagar los servicios de salud, por lo que
terminan endeudándose. La economía informal ha sufrido la crisis económica de forma
inmediata con la pérdida de ingresos, sin ahorros o respaldo financiero, terminaron
cerrando sus negocios y perdiendo empleos. La pandemia afecta a todos, pero no a
todos por igual. Una evidencia más que los años de crecimiento económico no
impactaron lo suficiente sobre nuestra estructural desigualdad.
El distanciamiento social en lugares cerrados y al aire libre es una forma básica para
disminuir la propagación de la COVID-19. Por ello, es importante que se continúe
cumpliendo con las recomendaciones, ya sea si somos parte de un grupo de alto riesgo o
no. La medida solo funciona si todos participamos. Además, así, podremos disminuir o
prevenir la propagación del virus, y salvar vidas.

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