Está en la página 1de 1

ARLEQUINES BAJO LA LUZ DE LUNA

Cuando la luz de luna sobre mi infortunada sombra alumbra,


en esa noche en que mi pena baila desenfrenada,
Si os atreveis a oir mi alma forzada salir de la penumbra,
Cuidaos!, os dolera como una sanguinaria cuchillada.

Alejaos! a todo aquel que a su vida envuelve en perfume de rosas,


mis labios al moverse lanzan sapos y culebras, entre otras cosas.

Entre campanadas podeis oir el sermon del fanfarron osado,


como un herrero novato practicando metalurgia,
todos al final sucumben al tacto de ese terciopelo rosado,
convirtiendo a ese acto en una hermosa, pero cuestionable liturgia.

Alejaos! abominable ser que solo dais placer por noches cortas,
no tengo afan de entretener arlequines, mujeres tontas!.

Por la noche podeis percibir el lamento de un pendejo a merced de ese blanco


asesino,
exprimiendo cada gota de cordura como a una mora,
Considerome afortunado por no ser tan ingenuo como ese pobre y desdichado
campesino,
pero si necesito vaciar mi alma y mi bolsillo, os llamare a primera hora.

Rameras!

XAVIER ASSAD.

También podría gustarte