Está en la página 1de 38

CRIANZA EN LOS HOGARES DE CLASE MEDIA EN BOGOTÁ

Estudiante:

Laura Marcela Barbosa

Docente:

Ruby Ester León

UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA


FACULTAD DE CIENCIA HUMANAS
DEPARTAMENTO DE TRABAJO SOCIAL
LABORATORIO DE INVESTIGACION
Entrega 7
17 de julio de 2019
1. INTRODUCCION

La socialización primaria comienza desde que el individuo se encuentra en el


vientre de la madre y continúa al nacer mediante la lactancia, el amor y la
satisfacción que se genera de madre a hijo y de hijo a madre y que es la base de la
adquisición del lenguaje. En este momento el niño comienza su identificación y
diferenciación de la madre (mediante el espejo y el nombre) lo que se denomina
“identidad primaria” (Puyana. 1992. Pág. 171).

De acuerdo con esta definición la madre posee aparentemente un papel


irremplazable dentro de la socialización primaria de sus hijos. En la medida en que
la realidad se va transformando y la mujer se ausenta cotidianamente dentro del
hogar se hace necesario un replanteamiento de la percepción que se tiene de lo
que es la socialización primaria.

Berger y Luckman plantean el papel central de la socialización como proceso no


necesariamente vinculado a un solo sujeto (la madre). Ellos afirman que la
socialización primaria establece parámetros de comportamiento, presenta al sujeto
una realidad inobjetable, la cual para ese momento en la perspectiva del sujeto es
la única existente y configura la manera en que el individuo va a desarrollar sus
relaciones sociales a futuro, allí se gestan los esquemas del individuo en cuanto a
normas, conocimientos y afecto, (Berger y Luckman. 1991. Pág. 39) lo que se
transmite al niño y a la niña por uno o más adultos que pueden ser la madre, el
padre, otro miembro de la familia o algún agente externo.

Desde este punto de vista el rol de la madre dentro de la socialización primaria se


puede considerar reemplazable por personas o instituciones en donde es posible
preparar al niño o niña para su ingreso a la sociedad, mediante la interiorización de
normas y patrones culturales que le permiten la conformación de su identidad.
Pese a que dichos procesos no se dan de la manera propuesta por Puyana (1992)
en la relación madre-hijo, se permite la socialización y crianza de los niños y niñas
por parte de otros agentes ya sean miembros de la familia o entidades externas,
entendiendo que esta es la realidad hoy en día de muchas mujeres que aportan
económicamente al hogar, por lo cual se ausentan cotidianamente y de muchos
hijos que comparten poco tiempo con su madre.

En este sentido es importante determinar de qué manera se han visto afectados los
procesos de socialización primaria y de crianza, positiva y negativamente, a raíz del
ingreso de la mujer en el campo laboral, principalmente en los hogares de clase
media en la ciudad de Bogotá (Colombia), en los que se puede encontrar que la
madre deja a cargo a miembros de su familia para cumplir dicho rol o que puede
acceder a servicios de instituciones académicas públicas o privadas que se hagan
cargo de su(s) hijo(s) o hija(s) mientras ella se encuentra dentro del horario laboral.

Por tanto el presente proyecto de investigación se propone indagar sobre los


cambios que ha significado en los procesos de socialización primaria, más
específicamente en la crianza, la transformación del rol de la mujer en la sociedad y
en la familia, en tanto que estos procesos son desplazados a diversos sujetos e
instituciones.

El proyecto surge como actividad central de la asignatura disciplinaria Laboratorio


de Investigación del programa curricular de Trabajo Social de la Universidad
Nacional de Colombia a cargo de la docente Ruby Ester León, cursada durante el
primer semestre del año 2019 cuyo objetivo es promover y estimular
conocimientos, habilidades y actitudes frente a la investigación por medio del
ejercicio práctico dado en la realización de la formulación del proyecto de trabajo
de grado.

Para ello se desarrolla el proyecto de investigación en 6 partes que son: el


problema de investigación, el estado del arte, los objetivos de la investigación, la
justificación, el marco conceptual y la metodología.

En primera instancia se ubica el problema de investigación de acuerdo a la


pregunta central “¿Cuáles son las transformaciones que se dan en los procesos de
socialización primaria y crianza a partir del ingreso de las mujeres al campo laboral
en hogares de clase media en Bogotá?”. El segundo presenta el estado del arte en
donde se realizó una agrupación temática de 7 subtemas que guían a dar
respuesta de dicho interrogante. Los subtemas que conforman la agrupación
temática son 1. madre, mujer y procesos de socialización, 2. ampliación de la
participación de actores en los procesos de socialización, 3. madres trabajadoras e
hijos cuidadores, 4. procesos de socialización sin la madre, 5. madre como sujeto
socializador y socializado, 6. maternidad y paternidad en los procesos de
socialización, 7. el contexto de la socialización. En ellos se desarrolló a profundidad
la indagación teórica la cual fue agrupada de acuerdo a los temas pertinentes con
el desarrollo de la investigación.

En tercer lugar se encuentran los objetivos de la investigación dirigidos a


“identificar la influencia positiva y negativa del ingreso de la mujer al campo laboral
en los procesos de socialización y crianza”. En un cuarto momento se desarrolla la
justificación de la investigación en donde se presenta el vínculo del tema con el
trabajo social, su marco geográfico, la contribución del estudio a la comprensión
del tema, aquellas derivadas del estado del arte y mi vinculo personal con el tema.

El quinto apartado corresponde al marco conceptual en el cual se encuentran los


procesos de socialización primaria, la crianza, la socialización secundaria y el
ingreso de mujeres de clase media al campo laboral. Por último se presenta la
metodología a ser utilizada en la investigación en la cual se presenta el tipo de
investigación y abordaje, la población y muestra, las técnicas, el procedimiento, la
reflexión ética y el cronograma de la investigación.
2. PROBLEMA

La socialización primaria se caracteriza por ser un proceso de introducción de las


normas culturalmente establecidas en el individuo. Esta etapa va desde el
momento en que el individuo nace hasta el inicio de su interacción con la sociedad
que le rodea y en donde se caracterizan los padres por ser los principales entes
encargados de presentar la realidad al sujeto. Se atribuye que la responsabilidad
por la socialización primaria tiene que ver con el rol de la madre, la cual hoy en día
no es la encargada en un 100% de sus hijos ni del hogar como lo era antes de su
ingreso al campo laboral.

Existe no obstante, una salida al espacio público laboral de las mujeres y ello
cuestiona sobre ¿cuáles son las transformaciones que se dan en el proceso de
crianza y socialización a partir del ingreso de las mujeres al campo laboral en
hogares de clase media en Bogotá?

Esta investigación se enmarca en el estudio de la socialización primaria y los


efectos de su transformación a partir del ingreso de la mujer en el campo laboral,
donde la madre deja de limitarse al ámbito privado y trasciende al ámbito de lo
público, comenzando a compartir las labores domésticas y de crianza con el
hombre dentro del hogar, y/o apoyándose en otros miembros de su familia y/o
instituciones públicas o privadas.

Por tanto esta investigación será abordada desde el construccionismo social, dado
que dicha estructura interpretativa afirma que los fenómenos sociales surgen del
contexto social y ambos se transforman conjuntamente de manera continua. En
este caso el fenómeno social es la socialización primaria la cual se transforma con
el cambio contextual de los sujetos (la madre) encargados de transmitir las normas
y patrones culturales propias de la conformación de la identidad primaria, lo que
conduce a la formulación de la pregunta central de investigación.

2.1 Pregunta central:

 ¿Cuáles son las transformaciones que se dan en el proceso de crianza y


socialización a partir del ingreso de las mujeres al campo laboral en hogares
de clase media en Bogotá?
2.1.1 Sub preguntas:

 ¿De qué manera el ingreso de la mujer al campo laboral afecta de manera


negativa los procesos de socialización primaria en hogares de clase media
en Bogotá?
 ¿Puede ser suplido el papel de la madre dentro de los procesos de
socialización primaria en hogares de clase media en Bogotá? y ¿de qué
manera?
 ¿Qué impactos tiene el ingreso de niños y niñas a jardines infantiles en el
desarrollo de su identidad?
 ¿Quienes asumen la crianza y socialización de los hijos cuya madre se
encuentra en el campo laboral?, ¿qué hacen? Y ¿por qué lo hacen?
 ¿De qué manera influyen los roles asumidos en las familias, en los procesos
de socialización y crianza en hogares de clase media en Bogotá con el
ingreso de mujeres al campo laboral?
 ¿El campo laboral ofrece alternativas para que la madre pueda pasar tiempo
con sus hijos?
3. ESTADO DEL ARTE

3.1 Consideraciones iniciales

El estado del arte es un documento que nos permite conocer lo más innovador o
reciente, es decir, el estado del arte muestra los avances más importantes que se
han obtenido sobre un tema o arte en particular. Allí se encuentran entonces los
aportes teóricos más importantes producto de investigaciones previas, las cuales
luego de su revisión y lectura crítica argumentativa se relacionan con los procesos
de socialización, haciendo énfasis en la socialización primaria, lo cual permite y
apoya el desarrollo, sustentación y argumentación del actual proyecto de
investigación.

El objetivo del estado del arte se realiza con el fin de conocer el estado de
investigación y conocimiento de un tema específico, para obtener datos relevantes,
ampliar conocimientos, generar nuevas interpretaciones o posturas, identificar
vacíos y necesidades requeridas sobre un tema en particular. En este sentido la
búsqueda se realizó haciendo referencia a la socialización, sus transformaciones y
las consecuencias del ingreso de la mujer en el campo laboral. En la búsqueda e se
pudieron encontrar elementos acerca de la participación de la familia dentro de la
socialización y la crianza, las transformaciones de la familia a lo largo de la historia,
el contraste entre lo urbano y lo rural, la socialización en niños, niñas y
adolescentes desmovilizados y especialmente la socialización vista desde diferentes
ángulos teóricos.

Este estado del arte fue realizado tras una amplia revisión documental, lectura y
análisis crítico de veinticinco (25) referencias bibliografías, entre las cuales se
encuentra una tesina para obtener el título de licenciatura en psicología social,
reseñas y artículos. La selección de los textos se realizó mediante la búsqueda en
motores enfocados en trabajo social, por lo que una gran mayoría de las fuentes
son parte de la Revista de Trabajo Social de la Universidad Nacional de Colombia
en sus diferentes ediciones.

La presentación del estado del arte se ordena bajo un criterio cronológico, con el
fin de poder diferenciar de manera más clara como se van transformando los
procesos de socialización en hogares de clase media en Bogotá, junto con el
cambio a las labores establecidas como pertenecientes al rol de la mujer dentro de
la unidad doméstica y dentro de la sociedad, lo que a su vez conlleva
consecuencias significativas dentro de la crianza.
La contribución de este ejercicio permitió la ubicación espacio temporal del tema
de interés de la investigadora, junto con el enriquecimiento teórico a cerca de los
aspectos que giran en torno a los procesos de socialización.

De esta manera se logra establecer como tema de investigación: la transformación


de los procesos de socialización primaria en los hogares de clase media en Bogotá
en relación con el ingreso de la mujer en el campo laboral. Adicionalmente se
establece el objetivo del proyecto de investigación siendo este: identificar las
transformaciones que se dan en el proceso de crianza y socialización a partir del
ingreso de las mujeres al campo laboral en hogares de clase media en Bogotá.

3.2 Agrupación temática

Aquí se presentaran subtemas asociados al tema de investigación, los cuales


surgen a partir de la literatura consultada en donde se evidencia el rol de la madre
dentro de los procesos de socialización, cuya función ha variado a lo largo del
tiempo de acuerdo a transformaciones sociales como lo es el ingreso de la mujer
en el campo laboral. En este sentido se ubica a la madre como sujeto socializador
pero a su vez se presentan demás miembros de la familia como padres, hijos,
abuelos, tíos, etc., quienes asumen la función de crianza y socialización a raíz de la
ausencia de la madre en el hogar tras su ingreso al campo laboral en el siglo XIX.

A su vez se entiende que el rol del padre también se modifica, por lo que se
configura así mismo dentro de la esfera privada complementariamente con su
participación en el ámbito público. El hombre pasa a asumir la paternidad en
participación mutua con la mujer de forma positiva y responsable en donde se
involucra la pareja en partes iguales dentro de la crianza y socialización de sus
hijos. Al mismo tiempo los hijos también se han convertido en cuidadores,
especialmente en hogares en los que el padre está ausente y los hermanos
mayores se hacen cargo de los menores.

Del mismo modo se tiene en cuenta que el contexto en el que se lleven a cabo los
procesos de crianza y socialización es fundamental en el proceso de su
internalización en el niño, esto debido a que por ejemplo en situaciones extremas
como la presencia de los menores en contextos de conflicto armado, orfandad o
violencia intrafamiliar se interfiere directa e indirectamente en la manera en que se
dará su ingreso a la sociedad.

3.2.1 Mujer, madre y procesos de socialización en la familia


En la literatura consultada es importante el papel de la madre dentro del proceso
de socialización del niño o niña y su introducción a las normas, a la cultura o
mundo social que lo rodea. Se posiciona también a la familia como principal
institución encargada de la socialización primaria.

Los roles establecidos en la familia por cada uno de sus miembros, especialmente
padre y madre, juegan un papel crucial en el proceso de socialización de los niños
y niñas. Frente a ello, a partir de la época del Siglo XX, las familias Colombianas, los
roles dentro de las mismas y su participación en la socialización ha ido cambiando.
María Himelda Ramírez (1998) informa que antes de los años 60 la vida cotidiana y
privada no era un asunto de interés general, por lo que no había sido muy
ahondado desde las disciplinas sociales. Es en esa época en la que empieza a surgir
el interés por la familia y es solo hasta la década del 80 cuando se empieza a
estudiar la jefatura femenina del hogar como un patrón cada vez más común en la
sociedad colombiana.

Yolanda Puyana (1992) explica ese fenómeno. La participación en los procesos de


crianza en la familia se comienzan a modificar a raíz de la revolución cultural entre
los sexos, en donde la mujer alcanza niveles educativos más altos e ingresa a
trabajos que antiguamente eran solo para hombres y comienza su participación en
el ámbito público.

La mujer sale de su hogar, de acuerdo a Virginia Gutiérrez (1998), debido a la


inestabilidad económica en la que se encuentra; también con el propósito de
superar la dependencia hacia su marido lo que le permite en caso de la ruptura de
la relación no verse afectada ella ni tampoco sus hijos en la provision de sus
necesidades. La labor de la mujer en el hogar pese a ser invisibilizada y poco
valorada, es sin duda una labor crucial en el proceso de socialización de los niños y
niñas.

Para Puyana (1992) las familias colombianas sufren la perdida de la función


socializadora a finales del siglo XX, por factores como el desnivel educativo entre
padres e hijos, la adultización de los niños y niñas, el desencuentro entre lo rural y
lo urbano y especialmente el aumento de la participación de la mujer en el
mercado laboral.

3.2.2 Ampliación de la participación de actores en los procesos de


socialización

Lo anterior pone en manifiesto, según Puyana, una gran falencia frente al proceso
de socialización dado que el tiempo que los padres comparten con los hijos se
reduce considerablemente y en su defecto otros actores tales como; cuidadoras/es,
abuelas/os, nanas, instituciones educativas, jardines infantiles entre otros, entran a
suplir tales procesos y a realizar el acompañamiento en el proceso de socialización
de los menores.

El ingreso de diversos actores como se enuncio previamente se debe en gran


medida a la inserción de la mujer en el campo laboral y a la negativa por parte del
hombre a asumir o compartir las labores del hogar. La salida de la mujer del hogar
hacia el ámbito público debido a las largas jornadas que asumieron produjo una
disminución importante en su función socializadora. Como consecuencia estas
mujeres han delegado tales funciones a las hijas, según Puyana, en las familias.

Se visibiliza por tanto la inclusión de otros miembros de la familia en el cuidado de


los niños y niñas mientras sus padres trabajan. En cierta parte se evidencia unión
familiar en torno al cuidado del infante y el deseo por que este se encuentre bien y
pueda desarrollarse de la manera más armoniosa posible (Piedad Estrada ,2010).

A su vez Estrada afirma que la presencia del padre, a raíz del ingreso de la mujer en
el campo laboral, ha incrementado, es decir, poco a poco este se logra adentrar en
las labores del hogar y en el cuidado de los hijos con mayor dedicación,
entendiendo que las labores se realizan con miras a obtener un bienestar común.
Este fenómeno, no obstante, ocurre de manera reciente a mediados de los años 70
donde la participación del padre en la crianza comienza a darse de manera
nivelada con la de la madre tal como lo afirma Absalón Jiménez (2008).

Jiménez propone que “actualmente, no hay nada que un padre no pueda hacer por
sus hijos desde los cuidados más íntimos, hasta las tareas domésticas más bajas. El
padre actual es un compañero igual a la madre en la paternidad y está
comprometido hasta el cuello en la vida de sus hijos desde el primer suspiro de
estos hasta el último suyo”. (pág. 167)

Ahora bien, en aquellos momentos en que los padres responsables del menor se
encuentran laborando, hoy en día es común ver que los abuelos y los hijos
mayores se encarguen del cuidado de los mismos, esto se da en correspondencia a
la consanguinidad en donde el parentesco es un espacio que permite el “hacer,
vivir, sentir y pensar la vida social a través de los procesos de crianza y cuidado en
la primera infancia” (Marín & Palacio. 2015. Pág. 166)

Aquellos niños que se encuentran al cuidado de los abuelos cuando los padres
trabajan, se consideran que son “afortunados” dado que de acuerdo con Marin y
Palacio, los abuelos son considerados en el imaginario social como los segundos
padres, quienes brindan bastante amor, cariño y afecto a sus nietos, porque tratan
de ofrecerles condiciones mejores que las propias, de acuerdo a lo evidenciado en
el libro “la crianza y el cuidado en primera infancia”.

Muchas veces, se tiende a reconocer que existe un factor negativo de


“alcahuetería” de parte de los abuelos para con los nietos en tanto que en vez de
educar a los niños los “malcrían” desautorizando las ordenes de los padres según
Marín y Palacio (2015). Sin embargo existe un factor positivo y este corresponde a
la confianza que los abuelos generan en sus nietos, lo cual favorece el proceso de
socialización en dichos niños, niñas y adolescentes.

Con base en la literatura que se agrupo es que se concluye que en el proceso de


socialización, siendo la base para el desarrollo futuro de los niños, niñas y
adolescentes, la madre es el agente principal de socialización, sin embargo debido
a los cambios que se gestaron a partir de los años 60, con el ingreso de la mujer al
campo laboral, se ha delego el cuidado principal de los menores a otros miembros
de la familia (hijos mayores y abuelos).

3.2.3 Maternidad y paternidad en los procesos de socialización

Por tanto, pese a la importancia de la mujer en el ámbito privado como agente


principal en el proceso de socialización, esta al adquirir el reconocimiento de sus
derechos, su autonomía e independencia económica, beneficia a su hogar o núcleo
familiar al proveer para la mejora en la calidad de vida. En ese momento comienza
a requerirse la ayuda del padre al interior del hogar, quien podría a su vez ser ese
complemento de las herramientas que el niño adquiere en las instituciones
educativas o de cuidado. Ante ello Gutiérrez (1998) afirma:

Cada vez es más común que por razones de salud o de mejor salario para la
mujer, es esta quien provee para el hogar, mientras que el hombre se
encarga de las labores domésticas, aunque en algunos casos el hombre
permanece en el hogar sin hacerse cargo de este.

Pese a llevarse las labores del hogar entre madre y padre de la forma más
igualitaria posible, Gutiérrez (1988) nos dice que, los índices de violencia familiar
hoy en día se acentúan en el ámbito económico ya que generalmente al hombre le
conflictua la idea de no ser considerado como la autoridad dentro del hogar por no
ser el único proveedor en esta, por tanto se presentan relaciones menos jerárquicas
a partir de esta transformación en las familias.

Ahora bien, Puyana a través de su texto “Padres y madres en cinco ciudades


colombianas. Cambios y permanencias” (2004), pone en manifiesto las
concepciones que poseen algunos padres y madres frente a la paternidad y la
maternidad, de lo que se infiere que: la paternidad y la maternidad es un ejercicio
subjetivo, que se da a partir de las experiencias de cada quien en su relación con la
sociedad, la familia y en especial los hijos.

De acuerdo con Puyana, aquellos padres afirman que la variación del contexto en
el que se desarrolla la familia también hace parte de la forma en la que se ejecuta
la dinámica interna presentada como realidad social para los individuos. Es así
como se establecen las relaciones simbólicas dentro de la interacción con padre y
madre.

A raíz de las palabras antes citadas, se evidencia un amplio reconocimiento frente a


la importancia del rol de padre y madre en la formación y socialización de los hijos
e hijas. Esto aporta al proyecto de investigación y pone en manifiesto el interés que
posee la familia o -quien haga sus veces- de fortalecer los lazos afectivos entre sus
miembros trayendo a colación conceptos como masculinidad y feminidad,
maternidad y paternidad.

El establecimiento de dichos términos (paternidad y maternidad), aporta de manera


positiva al proceso de socialización, puesto que se determinan aquellas actividades
a realizar comprendiendo los cambios que se han gestado a la largo de la historia
en la vida familiar. Es decir ya no es el padre el que adopta las labores de
proveedor únicamente, la paternidad y la maternidad se entienden como ejercicios
de crianza, en donde ambos padres están involucrados en partes iguales.

Las autoras Puyana y Mosquera (2005), nos dicen que se entiende la paternidad y
la maternidad como una representación social, en la que al hombre y la mujer se le
atribuyen roles acorde a su capacidad reproductiva y el manejo de la crianza, con el
fin de buscar el bienestar de sus hijos y las relaciones de poder. (Pág. 7)

De acuerdo a lo anterior, se asocia feminidad con maternidad y masculinidad con


paternidad, sin desconocer los roles que poseían en el pasado, abriéndose a la
participación mutua y equitativa entre los padres para con sus hijos de forma
positiva y responsable. Es decir, ya no se habla de la mujer embarazada, sino de la
pareja embarazada, los hombres empiezan a apropiarse del embarazo, haciéndolo
como algo suyo.

De la misma forma, siguiendo los postulados de Puyana y Mosquera (2005) las


mujeres ya no se sienten sometidas al hecho de tener que convertirse en madres
porque solo así cumplirían su papel femenino. Esto cambia mediante la
apropiación de su cuerpo en donde comprenden la capacidad que tienen para
decidir sobre él, en este sentido la mujer es dueña de la decisión de ser madre o no
sin que esto le reste a su feminidad o a su rol de mujer.
De esta manera ya no es cuestión de traer hijos al mundo con el fin de cumplir con
la función mujer. El hecho de considerar la maternidad y la paternidad de forma
responsable, conlleva a generar cambios positivos en el proceso de socialización.

3.2.4 Madres trabajadoras e hijos cuidadores

Si bien, no se logra establecer en la literatura consultada los efectos que produce el


ingreso de la mujer al campo laboral en el proceso de socialización, se evidencian
factores tanto positivos (de los cuales se habla muy poco) como negativos (los
cuales son resaltados por la mayoría de los autores consultados) y las implicaciones
de esto en la vida adulta de los individuos.

Del lado positivo se encuentra según Gutiérrez (1998) que la mujer logra adquirir
mayor independencia al dedicar parte de su tiempo a la realización de un oficio
que le es remunerado o un estudio con miras a ejercer en el campo laboral, esto
proporciona beneficios a la familia a la hora de poder mejorar su nivel de vida en
cuanto a factores económicos, pero delega labores que no le son propias de su
edad a los niños, niñas y adolescentes afectando el proceso de socialización.

En el mismo sentido según Gutiérrez, el niño adquiere mayor independencia desde


edad temprana el estar a cargo de sus hermanos, sin embargo esto muchas veces
produce inseguridad al ser la madre aquel ente que proporciona seguridad y
protección. Por tanto, se puede decir que el ingreso de la mujer al ámbito laboral
genera rupturas grandes en cuanto al proceso de socialización de los menores,
estos se ven en la obligación de cuidar de otros miembros de la familia. No se sabe
a ciencia cierta si esto pueda ser malo o bueno, sin embargo se conocen conductas
positivas y negativas al respecto.

El fenómeno de los hijos cuidadores ocurre según Gutiérrez, en las familias que
poseen menores ingresos y aquellas cuya composición es monoparental ya que
son las que se encuentran afectadas en mayor cantidad dado que muchas veces les
es imposible contratar personal idóneo para el cuidado de las niñas y niños
teniendo que quedar solos en sus hogares y/o bajo el cuidado de los hermanos
mayores quienes no superan la mayoría de edad.

Adicionalmente según Ramírez (1998), la ausencia del padre en el hogar, ha


delegado la jefatura del hogar a la madre y esta se ha visto en la obligación de
tener que salir de su hogar en búsqueda de remuneración económica para con ello
lograr satisfacer las necesidades básicas de sus hijos, de ellas mismas y desplazar su
función materna a las instituciones educativas, religiosas, políticas u otros
miembros de la familia como sus hijos mayores.
Según Echeverri (1998) la ausencia del padre genera falencias en la formación de la
personalidad de los niños ya que la madre debe tomar su lugar y salir
cotidianamente del hogar. Estos aspectos afectan claramente el proceso de
socialización de los menores, generando consecuencias a lo largo de su vida en
incluso en la adultez misma.

Por tanto como dice Micaela Chacón, Martha Rodríguez y María López (1993), por
un lapso, el afecto, cariño, amor y protección hacia los niños se ve afectado por la
salida de la mujer del hogar y la delegación del cuidado de los menores a otros
agentes, lo cual pone en manifiesto las afectaciones que esto produce en la vida
adulta perturbando la seguridad de los individuos junto con la toma de decisiones.

Por ello, a finales del Siglo XX se opta por recuperar y reconocer la importancia del
proceso de socialización en los individuos, se resalta la importancia del juego y la
delegación de tareas acordes a la edad de cada ser, la importancia del dialogo, el
cuestionamiento del castigo físico, la importancia del afecto, cariño, protección y
amor por parte de los padres o quien haga las veces de cuidadores de los menores,
en donde se puede encontrar la participación de hermanos mayores (Chacón,
Rodríguez y López, 1993),

A su vez Jiménez (2008) considera la infancia como la etapa que define la vida de
adultez de un individuo, es por esto que se busca generar ambientes agradables,
acogedores, amorosos en lo posible. Haciendo énfasis en la relación de la madre y
el padre o quien haga las veces de cuidador, para con sus hijos e hijas, o niños y
niñas a su cargo, con el fin de permitir la identificación de modelos de seguridad,
protección, autoridad y normas. Esto con miras a disminuir la generación de
inseguridades y traumas que puedan desencadenarse en años más adelante en los
niños, niñas o adolescentes.

Así pues, tras el reconocimiento y la importancia que se le ha asignado al proceso


de socialización y sus implicaciones en la vida adulta de los niños, niñas y
adolescentes, las familias y quien haga las veces de cuidadores han disminuido las
cargas de adultos en los infantes, es decir, cada vez se evidencia en mayor cantidad
el incremento, importancia y reconocimiento del juego en la vida de los individuos
por lo que disminuye la responsabilidad del cuidado de los hermanos menores a
cargo de los hermanos mayores en edades no superiores a los 17 años de edad.

3.2.5 El contexto de la socialización

Ahora bien, cabe notar que el contexto en que nazca, crezca y se relacione un
individuo entra a determinar su identidad y la forma en cómo percibe el mundo
social. Por ello Puyana y Mosquera (2005) hacen énfasis en la importancia de la
socialización y la presencia de la madre y el padre en este procesos, o de quien
haga sus veces, pero no se trata solo de criar o cuidar un niño, se trata de dar
afecto, comprensión, tiempo de calidad, acompañamiento y enseñanza desde que
nace hasta que está listo y dispuesto a independizarse y conformar su propia
familia.

De acuerdo a lo anterior, Estrada (2010) manifiesta que cada joven percibe su lugar
en la sociedad de manera diferente de acuerdo a su formación simbólica la cual se
encuentra atravesada por su lugar en la familia, y al mismo tiempo el lugar de su
familia en la sociedad.

Esto confirma nuevamente la importancia del contexto en los procesos de


socialización los cuales varían conllevando a las transformaciones de los sujetos,
sus familias y repercuten al alcanzar la etapa de la juventud, en las decisiones que
se tomen y la manera de percibir la vida.

En este sentido, Ligia Echeverri (1998) comenta que las familias de la capital
colombiana han afrontado cambios lo que les ha hecho inestables y
transformaciones en su papel productivo, en su composición y estructura por la
disminución de las tasas de fecundidad y mortalidad, en su papel reproductivo y la
conformación de las parejas, relaciones sin obligatoriedad matrimonial, parejas
homosexuales, tipologías, reunificación familiar, cambios en el espacio físico de la
vivienda entre otras. Esta inestabilidad se hace evidente ante la separación
frecuente de las familias como solución para los conflictos, lo que se convierte en el
generador de nuevos conflictos como “la separación de bienes, las obligaciones
alimentarias, la custodia de los hijos, la separación de cuerpos, etc.” (Echeverri.
1998. Pág. 52)

Hoy en día se busca retomar el concepto de familia estable, no sin antes reconocer
las diferentes tipologías que giran en torno a lo denominado familia en el siglo XXl.
En este sentido Jiménez (2008) menciona la familia como institución, y resalta la
manera en que esta se desarrolla y la importancia de la infancia dentro de la familia
moderna, ya que dentro de la familia se le socializaba y educaba y dicho rol era
complementado por las instituciones educativas y su proceso civilizatorio se
asociaba al “reconocimiento de su derecho a ser comprendidos y apreciados en su
carácter propio.” pág. 158

3.2.6 Madre como sujeto socializador y socializado

Es importante que la familia es fundamental en la manera en la que un sujeto haya


sido socializado, lo que a su vez influye directamente en la manera en la que el
mismo llevara a cabo su rol socializador, para este caso se tiene en cuenta que la
madre, quien de alguna manera ejerce su función socializadora también fue
socializada y lo continua siendo a lo largo de su vida.

Puyana & Barreto (1994) por medio de la recopilación de historias de vida de varias
mujeres de sectores populares sobre su infancia, la cual se dio con el objetivo de
conocer las características particulares de sus procesos de socialización, concluyen
sobre la existencia de cambios drásticos en las prácticas socializadoras de las
mismas para con sus hijos. Es decir, mujeres cuya crianza estuvo basada en el
maltrato, trabajo infantil, explotación y demás, intentan dar mejores condiciones y
prácticas socializadoras con sus hijos, comprendiendo la importancia de
necesidades como; jugar, estudiar, dialogar, brindar afecto. (1994)

En esas historias de vida las mujeres ponen en manifiesto una vez más, la
importancia de la madre como agente principal de socialización para los niños y
niñas, aun cuando se da su inmersión en el campo laboral y la historia que le
antecede. De ahí evidencia el deseo a finales del siglo XX y comienzo del siglo XXl
por recuperar la importancia del proceso de socialización que involucra la familia
contemporánea el padre, madre, niñera, las instituciones o a quien haga las veces
de cuidador.

Si bien, es necesario enunciar que las experiencias que posea el individuo dentro
de su núcleo familiar conformarán su identidad, es preciso entender que estas se
pueden transformar de acuerdo a la relación que el individuo tenga con su
entorno. Ello permite a madres trabajadoras entender la importancia de intentar
estar presentes de alguna manera en los procesos de socialización de sus hijos, ya
que de la misma manera en que ellas fueron socializadas en su infancia y se
perciben rasgos negativos de ello hoy en día, ahora ellas tienen la función de
socializar e intentan hacerlo de la mejor manera.

Por tanto la autora Ligia Echeverry (1998) afirma que “solo se sabe que es mejor la
socialización por parte de instituciones cuando el niño se encuentra en una familia
conflictiva y violenta o si los agentes externos comparten valores con los de la
familia. Se sabe también que según estudios psicológicos la socialización dentro de
la familia genera mayor dependencia, mientras que la externa permite a los sujetos
mayores grados de autonomía.”

En este sentido se entiende que la ausencia cotidiana de la madre en los procesos


de socialización de sus hijos no es enteramente un factor negativo, pues si bien su
ausencia expresa cambios significativos en la forma como el niño internaliza la
cultura, este impacto se puede reducir con la inserción en instituciones que posean
valores similares a los de la familia, los cuales puedan ser complementados por la
madre. Además la vinculación temprana del individuo con su entorno social le
permite alcanzar altos grados de autonomía los cuales no consigue dentro del seno
familiar, especialmente en la relación exclusiva madre e hijo.

Frente a ello y con el fin de permitir que los procesos institucionales sean
complementados en el seno familiar, algunas autoras/es destacan la necesidad de
generar mejoras en las políticas públicas, las cuales permitan a las familias y los
cuidadores principales de los menores, tener tiempos de calidad con aras de
fortalecer el proceso de socialización de los mismos, lo cual contribuye de forma
positiva en la formación de los individuos y su desarrollo en la vida adulta.
(Ramírez, 1998. Puyana, 1992)

3.2.7 Procesos de socialización sin la madre

El entorno en el que se desarrollla el niño es fundamental para su formación, por


tanto aspectos como la ausencia del padre, la separación de las familias y lo que
ellos conlleva (separación de bienes, obligaciones alimentarias, custodia de los
hijos, etc.) influyen en el proceso de socialización de los niños y niñas, generando
afectaciones en el transcurso del ciclo vital. Si bien, estos aspectos influyen en la
socialización de niños que de una u otra manera cuentan con un hogar resulta
interesante y propio para la investigación preguntarse ¿cómo se gesta el proceso
de socialización en aquellos menores que no cuentan con una madre que se
encargue de su proceso de socialización?

Para ello, Chacón, López & Rodríguez, en su libro “La familia y el orfelinato en la
socialización del niño: una comparación”, explican las diferencias en el desarrollo
físico, emocional, fisiológico y motriz del infante cuando el proceso de socialización
es llevado a cabo por un agente institucional diferente a la madre. Si bien es un
texto que refiere casos en los que la madre está ausente por completo, permite
evidenciar las trasformaciones que ocurren en la socialización cuando la madre y la
familia no son las encargadas y las consecuencias que ello conlleva en el niño y
más adelante en su vida adulta.

Las autoras antes mencionadas afirman que “de las experiencias que el niño tenga
en estos primeros años de vida, depende su capacidad de socializar, ya que como
lo afirma el psicoanálisis, las experiencias negativas quedan dentro del
subconsciente y afectan la interacción del individuo”( Chacón, López & Rodríguez,
1993. P, 3). Su investigación arrojó que los niños quienes se encuentran con
ausencia de sus padres –investigación realizada con los encargados y niños de
orfanatos- afectan aspectos de la conformación de la identidad que se gestan en el
proceso de socialización primaria y secundaria, especialmente en los primeros años
de vida. Adicional a ello, se logra inferir que la vida de adulta de aquellos niños que
se encuentran al cuidado de instituciones o agentes cuidadores diferentes a sus
padres por tiempos prolongados, se verán afectada por la manera en como se ha
dado la socialización para ellos, dado que su círculo de relación es muy sesgado y
tendrán dificultades a la hora de relacionarse con personas distintas a aquellas con
las que están acostumbrados a interactuar a diario.

Chacón, López & Rodríguez (1993) afirman en los resultados de su investigación


que los niños y niñas recluidos en orfelinatos al cumplir la mayoría de edad tienen
dificultades en el ingreso a la sociedad debido a su inseguridad, desconfianza, la
implementación de normas rígidas y carencia de afecto que les hace ser
introvertidos, a diferencia de aquellos niños que tienen el privilegio de contar con
una familia como principal agente socializador.

Respecto del tema objeto del presente proyecto de investigación al darse el


ingreso de la mujer al campo laboral esta no se ausenta por completo de la vida de
sus hijos como en el caso de los niños y niñas en orfelinatos, aunque si se puede
relegar en gran parte la función socializadora a instituciones como jardines
infantiles, colegios, etc. en caso de no contar con una familia que contribuya en
dicho proceso.

En este sentido, en la literatura consultada existe un interés por los procesos de


socialización en condiciones y ambientes complejos. Por ejemplo, además del caso
ya mencionado, se considera la influencia que posee ser niño, niña o adolescente
desvinculado del conflicto armado colombiano y haber crecido en bajo este marco,
esto con el fin de entender la importancia del contexto en la socialización, ya que a
pesar de estar madre y padre presentes en dichos procesos, se evidencia que el
entorno influye de manera directa en la forma en que los niños se socializan y los
padres son socializadores. Para ello, Cifuentes (2008) refiere que:

Los procesos de construcción social en los que se encuentran estos niños,


niñas y adolescentes hacen parte de relaciones de subalternidad a las que
son sometidos constantemente dentro de este entorno que atraviesan las
maneras en que los sujetos articulan sus identidades.

Al hablar de los niños, niñas y adolescentes de acuerdo con Cifuentes se hace


referencia a un colectivo que es objeto de protección del Estado, por ser menores
de edad y gracias al código de infancia y adolescencia se busca la reivindicación,
garantía y cumplimiento de sus derechos en la prevención y reparación de daños a
su integridad y a su situación de sujeto miembro de la sociedad que es menor de
edad.
No podemos aseverar que los procesos vividos son los mismos al estar bajo el
marco del conflicto o cualquier contexto en particular, dado que cada niño, niña o
adolescente posee una percepción de la realidad de forma distinta, y al igual lo es
su identificación con esta. No se debe olvidar que bajo cada niño, niña o
adolescente no solo está su historia de vida, sino la de sus padres, madres, abuelos,
cuidadores y demás agentes involucrados en su proceso de socialización.

De esta manera, se pone en manifiesto la existencia de contextos complejos en los


que pese a estar presente el padre y la madre en el proceso de socialización, el
entorno social juega un papel crucial trayendo repercusiones negativas en el
mismo y en la vida futura de los individuos.
Objetivos

4.1 Objetivo principal

 Identificar las transformaciones que se dan en el proceso de crianza y


socialización a partir del ingreso de las mujeres al campo laboral en hogares
de clase media en Bogotá.

4.2 Objetivos Específicos

 Determinar los roles asumidos dentro de las familias de clase media en


Bogotá en los procesos de socialización primaria en donde la madre está
inserta en el campo laboral
 Indagar acerca de la función de la madre vinculada en el campo laboral
dentro de los procesos de socialización primaria en hogares de clase media
en Bogotá
 Identificar la manera en que la madre vinculada al campo laboral percibe la
participación de diferentes agentes en los procesos de socialización en
hogares de clase media en Bogotá
4. Justificación

Los procesos de socialización primaria en nuestro contexto son atribuidos


principalmente a la madre, por lo que el ingreso de la mujer al campo laboral
indica transformaciones en dichos procesos, los cuales son desplazados a otros
miembros de la familia y/o empleados que se enfocan en la crianza de los hijos
y/o instituciones como guarderías.

Es importante tener en cuenta que esto depende del contexto, la clase social y
los recursos económicos de la familia, lo que define el sujeto o la institución a la
que se desplace el cuidado antes atribuido como responsabilidad de la madre y
que gracias a las transformaciones de la familia en la sociedad, también pasa a
ser rol del padre con quien ahora se comparten las responsabilidades.

En este sentido presento a continuación los motivos que me llevaron a escoger


mi tema de investigación: “transformación de los procesos de socialización a
raíz del ingreso de la mujer al campo laboral”

a. Mi investigación se vincula con el Trabajo Social dado que dentro de las


trasformaciones gestadas a raíz del ingreso de la mujer al campo laboral y
sus efectos se pueden englobar problemáticas sociales en el ámbito infantil
que incluso pueden repercutir a fututo en la vida adulta de los sujetos que
hayan sido atravesados por dichos cambios.

En este sentido la ausencia cotidiana de la madre dentro del hogar, si bien


es un hecho que responde a la búsqueda de su independencia económica
y/o a la contribución de la mujer dentro del hogar monetariamente, se
espera de quienes el rol socializador con la madre el fortalecimiento de las
buenas prácticas de crianza.

Lo anterior con el fin de que el tiempo que los niños compartan en el seno
del hogar sea provechoso y se minoricen malas prácticas como el maltrato
infantil, la adultización del niño, la carencia de afecto, la imposibilidad del
libre desarrollo del niño, etc.

Si se tienen en cuenta las buenas prácticas de crianza se puede generar una


vida infantil digna, que sea percibida así por adolescentes, jóvenes y adultos
al dar una mirada retrospectiva de lo que fue su niñez y el rol de sus padres
ejecutado de manera positiva pese a poseer tiempos reducidos a causa de
su vida laboral.
b. La investigación se enmarca geográficamente en Bogotá, especialmente en
hogares de clase media, ya que aquí se permite dar una mirada dentro del
ámbito urbano, donde el afán por lo económico se encuentra mayormente
marcado al mismo tiempo que el tema de movilidad y transporte influyen en
la carencia de tiempo familiar.

A su vez el sector de clase media permite visualizar la inclusión de diferentes


miembros de la familia en los procesos de socialización, al mismo tiempo
que se le atribuye dicha función a instituciones de cuidado públicas o
privadas.

Ello permite un análisis que involucre diversos actores y que a su vez


incremente la exigencia de que tanto padre como madre se encuentren en
el ámbito laboral con el fin de responder económicamente a las nuevas
necesidades de los niños que ingresan tempranamente a la escolaridad.

c. El estudio de diferentes perspectivas que trabajan el tema de la socialización


primaria es pertinente para la comprensión de mi tema, dado que en una
gran mayoría, la bibliografía existente sobre la temática posiciona a la madre
como la única o la persona más importante encargada de los procesos de
crianza y socialización en el niño, además de ser una postura y creencia que
hoy en día se encuentra muy marcada tanto en el contexto cultural como en
el académico.

En este sentido es preciso indagar más a fondo sobre aquellos autores que
en sus escritos han tocado ya sea de manera superficial o que han
adentrado en entender la socialización como un proceso que se encuentra
sujeto a la transformación permanente.

Del mismo modo posturas que entienden el ingreso de la mujer dentro del
ámbito público como una de las principales causas para que la socialización
hoy en día no sea la misma de hace unos años atrás en donde el contexto
social tanto Bogotano como en general ha cambiado drásticamente en sus
distintas esferas.

d. El estado del arte me permite visualizar diferentes aristas respecto al tema,


ya que si bien ya era un tema de mi interés, no había ahondado mucho en
literatura que intentara explicar la transformación de la socialización, sino
que muchas veces se limita a definirla y a poner a la madre como
protagonista de dicha definición.
Por tanto la revisión bibliográfica me permitió ampliar aún más el interés
frente a esta temática y tener más claros los actores involucrados en dicho
fenómeno, que no son solamente la madre y el hijo, sino que a su vez hacen
parte diferentes miembros de la familia, el padre e instituciones como
jardines, colegios, guarderías, etc.

A su vez se logran identificar de manera superficial los efectos tanto


positivos como negativos que la ausencia cotidiana de la madre conlleva al
niño y trascienden a futuro, teniendo en cuenta que los primeros años de
vida definen aspectos de la personalidad del sujeto que le acompañaran a lo
largo de su vida.

e. A lo largo de mi vida me he interesado bastante por el tema de la niñez,


siendo esta una de las razones que me llevo a estudiar Trabajo Social, mi
aspiración es transformar de alguna manera la realidad de niños en
condiciones de maltrato, violencia, abuso, etc. que se encuentran en
contextos problemáticos y que a su vez carecen de afecto.

En este sentido pienso que trabajar en la primera etapa de la vida de los


niños, denominada primera infancia, tendría un impacto positivo y sería un
paso importante para cambiar condiciones de vida negativas y procesos de
socialización mal ejecutados.

El interés particular sobre mi temática surge a raíz de clases de pregrado en


la universidad en donde se hablaba acerca de la socialización primaria y para
ellos se ubicaba a la madre como protagonista de la función socializadora.
Me llamaba la atención en particular que la figura paterna apareciera muy
poco como si aún hoy, después de la lucha por la igualdad de condiciones,
la mujer siguiera siendo la encargada del hogar y de los hijos, además de
tener que trabajar.

A su vez todo esto me llama la atención de manera tan personal, ya que soy
madre de una niña de 4 años y en el momento no me encuentro trabajando,
pero dedico gran parte de mi tiempo a mi carrera lo que reduce los tiempos
que comparto con mi hija.

De tal modo que me surgen diversas incógnitas, si mis tiempos son


limitados con mi hija desde sus primeros años y en parte mi función
socializadora ha sido relegada a mi madre y el jardín infantil ¿cómo lo
perciben aquellas mujeres que se encuentran inmersas en el campo laboral?,
¿cómo se pueden ver afectados los procesos de socialización primaria a raíz
de la ausencia cotidiana de la madre en ellos? y ¿cómo un sujeto en una
etapa madura de su vida percibe el hecho de no haber sido socializado por
su madre o solo en una pequeña parte?
5. Marco Conceptual

6.1 Socialización

Se logra determinar dicho proceso como categoría central de la investigación o


unidad de análisis, desligando así aquellas implicaciones que esta posee en los
hogares de clase media en Bogotá en la época posterior al Siglo XX.

Para ello, Puyana (1992) nos afirma que la socialización como un proceso que se da
a lo largo de la vida de los sujetos, es el proceso mediante el cual se da la
construcción continua del individuo, lo que permite su adaptación al entorno de
acuerdo a las normas que ya han sido establecidas y de esta manera favorecer la
construcción de su identidad, adquisición del lenguaje e integración a la cultura.

En este sentido Díaz (1998) refiere qué la socialización es un medio de control y de


castigo por aquello que no es deseable y en donde el sujeto debe imitar para ir
aprendiendo los parámetros establecidos que se transmiten del adulto hacia el
niño. (Pág. 15)

Para ello, el enfoque estructural cognoscitivo de acuerdo con Díaz (1998) considera
la socialización como “parte del desarrollo cognoscitivo y moral del individuo,
marcado por diferentes etapas secuenciales en las cuales el niño va
comprendiendo las normas del mundo adulto” (Pág. 13)

De esta manera se logra la internalización de los parámetros establecidos por la


cultura en la que nace el individuo y que son necesarios para su interacción dentro
de dicha sociedad.

Según Piaget (1935) se requieren tres supuestos para hablar acerca del
comportamiento humano que son: el biológico, el social y el dialectico los cuales
ubican el niño como un sujeto participe de la socialización, con un rol determinado,
aunque aquí no se tienen en cuenta los contextos para dicho análisis.

Ahora bien, el comportamiento humano está ligado entonces a la existencia de una


normatización en la sociedad, es decir el establecimiento de normas y reglas. La
ruptura de las normas en la sociedad conlleva a la generación de conflictos, desde
los cuales a su vez es posible la socialización en la medida que a partir de lo que el
individuo ha aprendido, debe conducirse a la resolución de dichos conflictos.

De acuerdo con lo anterior Díaz (1998) coincide y agrega los postulados de


Durkheim quien considera que la socialización es parte de la educación incluyendo
la adquisición de normas y es trasferida de adultos a niños. Parsons la ubica como
la corresponsabilidad entre actores sociales e individuales y Berger y Luckman
(1968) la conciben como la “internalización de la realidad objetiva” (pág. 15) en
donde el sujeto no es parte de la sociedad en la que nace sino que llega a ella a
partir de la socialización.

Ahora bien, la Socialización trae consigo la distinción clara de dos procesos, siendo
estos socialización primaria y socialización secundaria. En estos dos procesos se
lleva a cabo la interacción entre el individuo socializado y el socializador. Allí se
logra la interiorización de las normas, reglas y demás a partir del análisis de
parámetros establecidos en la cultura por parte del individuo socializado con el fin
de transitar hacia la transformación de su realidad.

6.2.1 Socialización primaria

Para la comprensión de los procesos de socialización, Ligia Echeverry en su texto


“Socialización y vejez. Una explicación teórica para el caso empírico colombiano”
(1998) refiere que la socialización primaria es aquella que se da durante los
primeros años de vida y que se encuentra a cargo de los padres y de las personas
cercanas, y la socialización secundaria se da después de unos años de vida hasta la
muerte y en ella influyen distintas instituciones, la familia, los medios de
comunicación, etc.

Por otra parte, en la “distorsión producida por los valores y creencias” (Ibíd. pág.
196) de los entes encargados de la socialización primaria, se pueden dar
estereotipos que tienden a generar marginamiento y discriminación de
determinadas poblaciones, en este caso se habla de aquellas mal llamadas
“improductivas”: la vejez y que generan relegación al ser reforzadas durante la
socialización secundaria.

Yolanda Puyana en su artículo publicado en la revista Maguaré “La transición de los


procesos de socialización” (1992) afirma que:

El proceso de socialización primaria comienza desde que el individuo se


encuentra en el vientre de la madre y continúa al nacer mediante la
lactancia, el amor y la satisfacción que se genera de madre a hijo y de hijo a
madre y que es la base de la adquisición del lenguaje. En este momento el
niño comienza su identificación y diferenciación de la madre (mediante el
espejo y el nombre) lo que se denomina “identidad primaria” (pág. 171)

En esta medida, al niño/niña la socialización le hace ser lo que es y a la vez le hace


ser objeto del otro. El otro juega papel importante dado que es quien crea la
necesidad del lenguaje y es este el momento en que se genera una separación con
la madre como agente y cuidador principal, por lo que se genera una conexión con
el otro como mecanismo de defensa para sustituir su alejamiento y se da inicio al
proceso socialización secundaria.

6.2.2 Crianza

La crianza, según Myers (1994) es parte de las relaciones familiares donde los
padres poseen un rol importante en la formación de sus hijos. Es decir que esta
relación esta mediada por el poder, el afecto y la influencia.

En este sentido, como lo afirma Aguirre (2000) dentro de la crianza se desarrollan


acciones encaminadas al cuidado y la orientación de los niños, en donde no se
sigue un patrón general, por el contrario se debe entender que se transforma de
acuerdo al desarrollo de los niños, el momento histórico y la época.

Aguirre (2000) propone tres procesos psicosociales que involucra la crianza, estos
son: las prácticas, las pautas y las creencias.

De este modo Aguirre indica que las prácticas son las acciones, es decir
comportamientos intencionados y regulados “que se orientan a garantizar la
supervivencia del infante, a favorecer su crecimiento y desarrollo psicosocial, y a
facilitar el aprendizaje de conocimientos que permitan al niño reconocer e
interpretar el entorno que le rodea” (pág. 6).

Ahora bien, las pautas según Aguirre tienen que ver con el orden normativo que le
indica a los padres lo que se debe hacer frente a determinados comportamientos
de los niños, las cuales generalmente son restrictivas y poco flexibles, aunque se
pueden modificar en el tiempo.

Por último, las creencias son las justificaciones que dan los adultos respecto a su
accionar sobre sus hijos por lo que se convierten en el fundamento del proceso de
crianza. Según Aguirre “estas creencias permiten a los padres justificar su forma de
proceder la cual se legitima en tanto hacen parte del conjunto de creencias de la
sociedad” (pág. 16).

Sotomayor (1999) refiere que la crianza inicialmente era considerada como el


proceso mediante el cual se dominaba la voluntad del niño especialmente
mediante el castigo físico. Con el pasar de los años esta concepción fue cambiando
de modo que a mediados del siglo XX aparecen nuevos discursos que ubicaban en
la crianza la función de formar, guiar por el buen camino, enseñar adaptación y
socializar mediante la ayuda mutua.
La ayuda mutua consistía en escuchar la voz del niño con el fin de entender mejor
sus necesidades, haciéndole un agente activo dentro de su proceso de crianza.

Acosta (2007) afirma que “el proceso de socialización sigue siendo para muchas
personas el único modelo en función del cual puede desarrollase el debate sobre la
crianza de los niños” (pág. 8).

Personalmente considero la crianza como uno de los procesos más importantes


dados en la etapa de la infancia, ya que es allí donde se establecen parámetros
comportamentales por lo que se debe generar de manera asertiva, con el fin de
garantizar el correcto desarrollo del sujeto. Ello se logra con la participación del
niño en dicho proceso, ya que su opinión debe ser tenida en cuenta para generar
relaciones horizontales en las que los hijos no se sientan inferiores.

En este sentido pienso que es importante la participación de los padres en dichos


procesos, o en su defecto de otros miembros de la familia para dar paso a la
relación dialógica con los niños y niñas.

6.2.3 Socialización secundaria

El proceso de socialización secundario, es entendido según Ligia Echeverry (1988)


como la continuidad del proceso primario y a su vez es la etapa en la que se
establecen los roles de acuerdo a su género, contexto, y estrato social y se
establece el “lenguaje como medio simbólico de la comunicación humana” (pág.
197). En este proceso se establece la identidad en relación con el auto-
reconocimiento y el reconocimiento de los otros y es el momento en el que el
sujeto se desprende del seno del hogar para enfrentarse al mundo que le rodea.

6.3 Ingreso de las mujeres de clase media al campo laboral

El ingreso de la mujer en el campo laboral se empieza a dar alrededor del mundo


especialmente durante la segunda guerra mundial en donde como dice Ramírez
(1998) a raíz del enlistamiento de hombres en las filas del ejército la mujer
comienza a trabajar con el fin de suplir la labor provisoria del hombre, quien ahora
estaba permanentemente ausente.

Además de esto, afirma Ramírez que en el siglo XIX durante la Guerra de los Mil
Días en el contexto colombiano, se presenta una situación similar y a su vez la
mujer comienza a romper con los paradigmas de la iglesia católica que dictaban
patrones de comportamiento y le confinaban dentro del hogar.
A su vez el fortalecimiento del capitalismo en el siglo XX requiere la participación
de la mujer en el trabajo fabril, en donde como lo dice Barrancos (2008) se dividía
el trabajo según la “capacidades biológicas” que otorgaban la condición femenina
y masculina. En este sentido el hombre se desempeñaba en labores que implicaban
la fuerza y la mujer realizaba tareas que prolongaban su función dentro del hogar.

A su vez Gómez y Marti (2004) afirman que este fenómeno conlleva a la aparición
de nuevos conflictos familiares, ya que el hombre siente que va perdiendo el poder
dentro del hogar, el cual le era dado por ser el proveedor económico exclusivo,
razón por la que sometía a su esposa e hijos, pero que con la autonomía de la
mujer comienza a desaparecer. A su vez se generan nuevos hechos que
caracterizan la sociedad actual, Gómez y Marti los enuncian así:

 Aumento del número de las familias y reducción de su tamaño


 Incremento de la esperanza de vida
 Incremento del número de divorcios (aumento de las familias
monoparentales)
 Incremento del número de hogares con madre y padre trabajando
 Las bajas tasas de fertilidad
 Disminución del número de matrimonios (se producen más uniones
extramaritales)

De esta manera, Gómez y Marti indican que se evidencia que la incorporación de la


mujer en el campo laboral afecta directamente a la institución familiar y sus
funciones. Por tanto se debe conciliar la “atención de los deberes familiares” (como
la socialización y crianza de los hijos) entre padre y madre o se deben desplazar a
otros agentes internos o externos, lo que puede conllevar al conflicto entre las
partes y afectar al desarrollo familiar

Pese a que, como dice Abramo (2004), la participación de la mujer en el ámbito


público contribuye a la superación de la pobreza, es evidente la afectación que ello
ha causado al interior de la familia y de los procesos de socialización por la
reducción de tiempos para las labores domésticas.

Para este caso es pertinente contextualizar sobre las mujeres de hogares de clase
media, teniendo en cuenta que el concepto de clase media y la identidad con el
mismo surge a raíz de la “formación de conceptos de género y clase (entre otros)
que ayudaron a moldear las interpretaciones y la inteligibilidad de cambios
estructurales tales como la diversificación del mercado laboral, nuevas condiciones
socioeconómicas, nuevas condiciones de existencia social y, sobre todo, de la
creación antagónica entre el sector industrial y el sector de servicios.” (López. 2003.
Pág. 261)

A partir de allí, según Parker (1998) mediante el discurso moderno constituyo el


sector de servicios (la oficina) como un lugar habitado por dos clases de individuo
con ciertas características y rasgos de clase y género en donde comienza a gestarse
la idea de clase media y a su vez a fortalecerse.

Román (1934) afirma que en Bogotá, las empresas de servicios, oficinas


gubernamentales y empleadores establecieron políticas de personal, en las cuales
se caracterizaba el personal para los cargos como un sujeto sexuado se da una
distinción jerárquica entre el trabajo manual (atribuido a los obreros) y el trabajo
mental.

En este sentido, según Román las personas encargadas del trabajo mental eran
considerados responsables, intelectuales, honestos, etc., mientras que el personal
de las fabricas se estigmatizaba como perezoso e irresponsable.

A su vez, afirma Román que trabajadores mentales eran vistos como sujetos
varoniles que hacían feliz a su familia, tenían una buena esposa y una parejita de
hijos; mientras que los obreros eran aquellos que “difícilmente podían llevar a cabo
las tareas de un hombre de verdad” (pág. 263)

En este sentido considero que el contexto capitalista en donde surge la clase


media, es el mismo que da paso al ingreso de la mujer en el campo laboral. Pues si
bien en un primer momento centra su discusión en lo que se considera “varonil”,
respecto a los hombres y su ocupación en el ámbito laboral, en el afán por otorgar
soberanía a quien tuviera más recursos, configura una sociedad de consumo en la
cual debe participar la mujer a fin de alcanzar un poder adquisitivo más elevado.
7 Metodología

7.1 Abordaje

La investigación será abordada a partir de la fenomenología, ya que como afirma


Creswell (2013) a partir de esta se permite la búsqueda de un significado central
que subyace a la experiencia y enfatiza la intencionalidad de la conciencia.

En este sentido mediante la fenomenología es posible el análisis de un fenómeno


con el fin de legar a su esencia lo cual permite dar cuenta de la realidad a través de
varios sujetos y sus experiencias comunes.

Para ello planteo estudiar estructuras de “la conciencia humana” de experiencias de


madres insertas en el campo laboral acerca de su labor de crianza y los agentes
que le han contribuido en dicha función.

A partir de lo anterior es posible esclarecer que dentro de mi investigación es


pertinente realizar el análisis de los procesos de socialización y crianza como
fenómeno, teniendo en cuenta que allí intervienen como sujetos participantes la
madre, el padre, las instituciones y otros miembros de la familia

7.2 Población y Muestra

La población involucrada en la investigación se compone por 20 madres insertas


en el campo laboral, pertenecientes a hogares de clase media en la ciudad de
Bogotá.

La población será seleccionada con mujeres que participen en el programa de la de


la Secretaria Distrital De Integración Social “ámbito familiar” el cual es orientado a
la atención de niños de 0 a 5 años, buscando incentivar los patrones de crianza
basados en el amor. Se verificara que las madres seleccionadas cumplan con el
perfil establecido y que se encuentren dispuestas a participar en la investigación.

Se empleara el muestreo intencional o por conveniencia, dado que la población


debe cumplir con determinadas características familiares y de clase social de
acuerdo a los objetivos de la investigación.

7.3 Técnicas

a. Grupo focal

Inicialmente se seleccionara un grupo de 20 madres que se encuentren en el


campo laboral, pertenecientes a hogares de clase media bogotana. Posteriormente
se procederá a llevar a cabo el grupo focal, el cual se hará con el fin de indagar,
mediante una serie de preguntas orientadoras, la percepción de las participantes
acerca de la socialización primaria y crianza en sus hijos, la(s) persona(s) y/o
instituciones encargadas de dichos procesos, y su apreciación positiva o negativa
de acuerdo a lo observado en sus hijos (Ver apéndice 2).

El grupo focal será la primera técnica a realizar la cual será llevada a cabo en 1 sola
sesión la cual se ejecutara al finalizar la reunión del programa de la SDIS “ámbito
familiar”, haciendo uso del mismo espacio, con un permiso que será solicitado con
anterioridad

b. Entrevista semiestructurada

Partiendo de los resultados obtenidos en el grupo focal se identificara si se desea


entrevistar a cada una de las mujeres que participaron en la anterior técnica (grupo
focal) o se escogerán solo algunos individuos en particular de los mismos
participantes. Para ello se espera una participación aproximada de 10 madres
insertas en el campo laboral y se hará con el fin de esclarecer experiencias
humanas subjetivas en donde sea posible comprender la perspectiva de cada
madre respecto a la influencia negativa o positiva de que los procesos de crianza y
socialización de sus hijos no estén a cargo de su ellas por completo. (Ver apéndice
3).

La entrevista semiestructurada será la segunda técnica de investigación llevada a


cabo, la cual se dará mediante preguntas abiertas y se realizara en varias sesiones
individuales (la cantidad variara de acuerdo a la cantidad de madres participantes),
se realizara mediante visitas en domicilio, si así lo autorizan las mujeres que
participaran, de no ser así se pondrá un punto de encuentro central como un salón
comunal.

c. Genograma

El uso de esta técnica es pertinente para el análisis de madres insertas en el campo


laboral en donde se podrá establecer el tipo de relación que las madres
participantes en la investigación tienen con sus hijos y con las personas de su
familia que están cumpliendo el rol de cuidadores con sus hijos.

Esta técnica será implementada durante las entrevistas semiestructuradas en donde


se indagara acerca de las relaciones intrafamiliares, la cantidad variara de acuerdo a
las madres escogidas a partir del grupo focal para participar. Se realizara mediante
visitas en domicilio, si así lo autorizan las mujeres que participaran, de no ser así se
pondrá un punto de encuentro central como un salón comunal.
7.4 Procedimiento

Para la implementación de las técnicas mencionadas anteriormente se presentara


un término de consentimiento libre y esclarecido (TCLE) con el fin de informar a la
población participante información pertinente acerca de la investigación y su
participación. Allí se dispondrá nombre de la investigación, propósito, beneficios,
riesgos, derechos, confidencialidad y voluntariado, uso de la información
recolectada, técnicas, escenarios y tiempo. (Ver apéndice 1)

7.4 Reflexión ética

El tema de investigación surge con el fin de identificar parte del surgimiento de


problemáticas infantiles las cuales se pueden encontrar en la transformación de los
procesos de socialización primaria y crianza a partir del ingreso de la mujer en el
campo laboral. Estas serán identificadas a partir de la aplicación de grupos focales,
entrevistas semiestucturadas y genogramas, en donde partiendo de lo relatado por
madres trabajadoras, según su percepción, se realizara un contraste con la
apreciación teórica procurando contribuir con el estudio de problemáticas
infantiles y familiares.

7.5 Cronograma

Fase Tiempo Resultados esperados


Construcción del 3 de abril- 19 de julio Plantear proyecto de
proyecto de investigación
investigación
Selección de población 21 de julio- 26 de agostoObtener población
y muestra participante
Aplicación de técnicas 3 de septiembre: grupo Recolección de
de investigación focal información
10- 30 de septiembre:
entrevista semiestructurada
y genograma
Sistematización y 1- 20 de octubre Ordenar información y
análisis de información observar lo recolectado
recolectada
Elaboración de 21 de octubre- 13 de Evidenciar resultados
conclusiones diciembre
8 Apéndice

Apéndice 1

TERMINO DE CONSENTIMIENTO LIBRE Y ESCLARECIDO


Usted está siendo invitado (a) como voluntario (a) a participar en la investigación
“SOCIALIZACIÓN PRIMARIA EN LOS HOGARES DE CLASE MEDIA EN BOGOTÁ” a
cargo de la estudiante Laura Marcela Barbosa, bajo la supervisión de la docente
Ruby Ester León como trabajo monográfico.

Solicito su autorización para la recolección, sistematización y utilización


responsable de la información aquí recogida. La utilización de su información está
vinculada solamente a este proyecto de investigación o si usted está de acuerdo
en otros futuros.

En esta investigación se pretende “identificar las transformaciones que se dan en


el proceso de crianza y socialización a partir del ingreso de las mujeres al campo
laboral en hogares de clase media en Bogotá.”.

Para esta investigación se adoptaran las siguientes técnicas: grupo focal, entrevista
semiestructurada y genograma.

La investigación pretende contribuir al conocimiento sobre prácticas de crianza y


socialización que inciden en la primera infancia y se realiza con fines netamente
académicos.

Yo, __________________________________________, con documento de identidad


____________________ fui informado (a) del objetivo, técnicas y beneficios de la
investigación “SOCIALIZACIÓN PRIMARIA EN LOS HOGARES DE CLASE MEDIA EN
BOGOTÁ”, de manera clara y detallada y me fueron resueltas dudas e inquietudes.
Sé que en cualquier momento puedo solicitar nueva información o modificar mi
decisión de participar si así lo deseo.

( ) Acepto que mi información sea utilizada solo en esta investigación


( ) Acepto que mi información sea utilizada en otras investigaciones, para lo que
seré previamente informado (a) por la investigadora haciendo uso de un nuevo
termino de consentimiento libre y esclarecido que explique para que será utilizada
la información.
Firma de la investigadora:_______________________

Firma del participante_________________________

Apéndice 2

GRUPO FOCAL

Preguntas
 ¿Creen ustedes que por encontrarse en el ámbito laboral han descuidado la
crianza de sus hijos
 ¿deja sus hijos a cargo de instituciones u otros miembros de la familia?
¿quiénes?
 ¿Tienen una buena relación con sus hijos?
 ¿Podrían describir su infancia en una frase?
 ¿Creen que su infancia fue buena o mala?
 ¿ven reflejada su infancia en la de sus hijos?

Apéndice 3

ENTREVISTA SEMIESTRUCTURADA

Preguntas
 ¿Quién asumió su crianza?
 Si pudiera volver a vivir su infancia, ¿Qué aspectos le gustaría que
fueran diferentes? ¿por qué?
 ¿Qué le gustaría cambiar en la crianza de sus hijos con respecto a la
suya?
 ¿piensa que esos aspectos negativos de su infancia se están replicando
de alguna manera en la de sus hijos?
 ¿se considera usted una buena madre?
 ¿El trabajo es un limitante para usted con respecto a “sentirse una
buena madre”?

Referencias bibliográficas
1. Abramo, Laís “¿Inserción laboral de las mujeres en américa latina: una
fuerza de trabajo secundaria? estudios Feministas, Florianópolis, 12(2):
224-235, maio-agosto/2004”
2. Aguirre, E. (2000). Socialización y prácticas de crianza. En E. Aguirre y E.
Durán. Socialización: Prácticas de Crianza y cuidado de la salud. Bogotá,
D. C.: CES- Universidad Nacional de Colombia.
3. Barrancos, G. Mujeres, entre la casa y la plaza. (1ª edición).
Sudamericana. 2008.
4. BERGER, P; LUCKMAN, T. (1968). La construcción social de la realidad.
Buenos Aires: Amorrortu.
5. Bocanegra Acosta, Elsa María. Las prácticas de crianza entre la Colonia y
la Independencia de Colombia: los discursos que las enuncian y las
hacen visibles. Revista latinoamericana de ciencias sociales niñez y
juventud 5, 2007 www.umanizales.edu.co/revistacinde/index.html
6. Chacón, Micaela- López, María & Rodríguez, Martha. “La familia y el
orfelinato en la socialización del niño: una comparación”. Universidad
Autónoma Metropolitana Unidad Iztapalapa, 41 págs., México, 1993.
Capítulo 1 “Desarrollo infantil”
7. Chacón, Micaela- López, María & Rodríguez, Martha. “La familia y el
orfelinato en la socialización del niño: una comparación”. Universidad
Autónoma Metropolitana Unidad Iztapalapa, 41 págs., México, 1993.
Capítulo 2 “Algunas teorías de la socialización”
8. Chacón, Micaela- López, María & Rodríguez, Martha. “La familia y el
orfelinato en la socialización del niño: una comparación”. Universidad
Autónoma Metropolitana Unidad Iztapalapa, 41 págs., México, 1993.
Capítulo 3 “La familia y la institución social”
9. Chacón, Micaela- López, María & Rodríguez, Martha. “La familia y el
orfelinato en la socialización del niño: una comparación”. Universidad
Autónoma Metropolitana Unidad Iztapalapa, 41 págs., México, 1993.
Capítulo 4 “La familia consanguínea”
10. Chacón, Micaela- López, María & Rodríguez, Martha. “La familia y el
orfelinato en la socialización del niño: una comparación”. Universidad
Autónoma Metropolitana Unidad Iztapalapa, 41 págs., México, 1993.
Capítulo 5 “La familia como agente socializador”
11. Cifuentes, María Roció. “El Sí y el Otro en la constitución de la identidad:
niñas, niños y adolescentes desvinculados del conflicto armado”. Revista
de Trabajo Social N. 10. 9-19. Bogotá. 2008.
12. Díaz, Maritza. “Socialización, sociabilización y pedagogía”. Maguaré,
número 6- 7, 11- 26, Bogotá, 1988.
13. Echeverry, Ligia. “Socialización y vejez Una explicación teórica para el
caso empírico colombiano”. Maguaré, número 6- 7, 191-206, Bogotá,
1988.
14. Echeverri, Ligia. “Transformaciones recientes de la familia colombiana”.
Revista de trabajo social, número 1, 51- 60, Bogotá, 1998.
15. Estrada Arango, Piedad. “Relaciones familiares actuales y
aspiraciones frente a la construcción de familia en los jóvenes de
Medellín”. Revista de la facultad de Trabajo Social UPB. Vol. 26. N. 26.
Medellín. 2010.
16. Francisco, G. Julio, C y Pilar, M. 2004. Lo fenomenológico en la
intervención socio-familiar. Universidad de la Huelva. Portularia. Pág.
401.
17. Galeano, M. María Eugenia. S.F. Diseño de Proyectos en la investigación
cualitativa. Disponible en línea en: https://books.google.com.co/books?
hl=es&lr=&id=Xkb78OSRMI8C&oi=fnd&pg=PA11&ots=zqLAfNQHtI&s
ig=6tPixh09oDDxtYK3QuKcynBlFHQ&redir_esc=y#v=onepage&q&f=fal
se
18. Gutiérrez, Virginia. “Cambio social, familia patriarcal y emancipación
femenina en Colombia”. Revista de Trabajo Social N. 1. 39- 50. Bogotá.
1998.
19. Jiménez Becerra, Absalón. “Historia de la infancia en Colombia: crianza,
juego y socialización, 1968-1984” Anuario colombiano de historia social
y de la cultura # 35, 155-188, Bogotá, 2008.
20. López, Abel Ricardo. Empleados, mujeres de oficina y la construcción de
las identidades de clase media en Bogotá, 1930- 1950. Colombia.
Universidad de Maryland, College Park. Anuario colombiano de historia
social y de la cultura 30. 2003.
21. López, Yolanda. “La familia, una realidad en permanente transformación:
algunas reflexiones sobre el tema”. Revista de Trabajo Social N. 1. 25-
38. Bogotá. 1998.
22. López, Yolanda. “La familia como campo de saber de las ciencias
sociales”. Revista de Trabajo Social N. 5. 25- 40. Bogotá. 2003.
23. Marín, Alba & Palacio María Cristina. “1. La crianza y el cuidado en
primera infancia: un escenario familiar de inclusión de los abuelos y de
las abuelas”. Revista de Trabajo Social N. 18. 159-169. Bogotá. 2015.
24. Myers, R. Prácticas de crianza. Bogotá: CELAM. 1994
25. Piaget, J. El criterio moral en el niño. Madrid: Francisco Beltrán. 1935
26. Puyana, Yolanda. “La transición de los procesos de socialización”.
Maguaré, Número 8, 171-180, Bogotá, 1992.
27. Puyana, Yolanda & Barreto, Juanita. “La historia de vida: Recurso en la
investigación cualitativa. Reflexiones metodológicas”. Maguaré, número
10, 185- 196, Bogotá, 1994.
28. Puyana, Yolanda. “Padres y madres en cinco ciudades colombianas.
Cambios y permanencias”. Revista de Trabajo Social N. 6. 184- 188.
Bogotá. 2004.
29. Puyana, Yolanda & Mosquera, Claudia. Traer “hijos o hijas al mundo”:
significados culturales de la paternidad y la maternidad. Revista
Latinoamericana de Ciencias Sociales, Niñez y Juventud Vol. 3 no. 2.
Manizales. 2005
30. Quezada M; Matus, T; Rodríguez, N; Onetto, L; Ponce de León, M; &
Paiva, D. 1995. Perspectivas metodológicas en Trabajo Social.
31. Ramírez, María Himelda. “Enfoques y perspectivas de los estudios
sociales sobre la familia en Colombia”. Revista de Trabajo Social N. 1. 11-
24. Bogotá. 1998.
32. Román Pérez Hernández. Codificación del trabajo, manual del obrero,
manual del empleado, manual del patrón. Bogotá: Editorial minerva,
1934

También podría gustarte