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Introducción

El delito de inducción a la fuga de menor, se configura cuando el sujeto agente instiga e induce,

aconsejando, persuadiendo o insinuando aún menor de edad a que se fugue del lugar en que reside

(casa paterna, internado, etc.).

 Por otro lado, debe de acreditarse que gracias a la idea inducida por el sujeto agente (dolo del agente,

conocimiento y voluntad que se trataba de un menor de edad y que a través de sus consejos generaría

la idea decidida de fugarse de su domicilio), obviamente y siguiendo la posición mayoritaria, es

indiferente si el menor llega o no a fugarse, lo dicho por cuanto es un delito de mera actividad.

La inducción de la fuga de menor de edad trae consigo que los adolescentes que toman la decisión de

abandonar su domicilio tengan la necesidad de entrar a pandillas por el mismo hecho de que estos

necesitan trabajar para poder sobrevivir por otro lado también los jóvenes lo ven al pandillaje como

una manera más fácil de obtener el dinero. Es por ello que el art. 148-A del CP prescribe que: “el que

participa en pandillas perniciosas, instiga o induce a menores de edad a participar en ellas, para

atentar contra la vida, integridad física, el patrimonio o la libertad sexual de las personas, dañar bienes

públicos o privados u ocasionar desmanes que alteren el orden público, será reprimido con pena

privativa de libertad no menor de diez ni mayor de veinte años”. En efecto muchos autores coinciden

que el hecho de que haya una sanción para las personas que participan en el pandillaje el número de

delincuencia va a disminuir, pero con los años se ha visto que sucede lo contrario en vez de disminuir

cada día los porcentajes de delincuencia crecen por el mismo hecho de que los jóvenes cometen actos

ilícitos y buscan la manera más fácil para conseguir dinero.

Definición (letra 12) respetar la sangría del inicio de cada párrafo.


La definición se encuentra en el art. 148 del Código Penal el cual establece lo siguiente:
Citar autores

Art. 148°. - Inducción a la fuga de menor.

“El que induce a un menor de edad a que se fugue de la casa de sus padres o de la de su tutor

o persona encargada de su custodia será sancionado con pena privativa de su libertad no mayor de 2

años o con prestación de servicio a la comunidad de 20 a 52 jornadas”.

Es preciso señalar que una de las obligaciones del hijo es habitar en la casa de sus padres, o en su caso

de la persona que la custodia, permitiendo el cuidado y vigilancia de su desarrollo como ser humano.

El hecho de que un tercero instigue o motive a un menor a huir de su hogar familiar implica atentar

contra una de las funciones esenciales de la patria potestad es el atentar contra la persona del menor

de manera directa y oportuna.

La patria potestad tiene una función protectora de carácter social y casi público sobre los hijos que son

menores de edad. Es tanto es un derecho como un deber que tienen los padres de proteger y cuidar a la

persona y patrimonio de su prole; así se configura como un típico caso personal familiar en el que el

derecho está estrechamente relacionado con la obligación (deber) entre ambas partes.

Por otro lado, es importante mencionar que la patria potestad como institución rectora de las

relaciones paterno filiales tiene como finalidad la formación integral del individuo menor de edad, por

lo que todo aquello que sea contrario a este principio merece una sanción normativa. Esta definición

va al inicio de manera general para ambos temas.

Art. 148° A.- Participación en pandillaje pernicioso. (Este artículo no nos han pedido)

“El que participa en pandillas perniciosas, instiga o induce a menores de edad a participar en ellas,

para atentar contra la vida, integridad física, el patrimonio o la libertad sexual de las personas, dañar

bienes públicos o privados u ocasionar desmanes que alteren el orden público, será reprimido con

pena privativa de libertad no menor de diez ni mayor de veinte años”.

La pena será no menor de veinte años cuando el agente:

1. Actúa como cabecilla, líder, dirigente o jefe.


2. Es docente en un centro de educación privado o público.

3. Es funcionario o servidor público.

4. Instigue, induzca o utilice a menores de edad a actuar bajo los efectos de bebidas alcohólicas

o drogas.

5. Utilice armas de fuego, armas blancas, material inflamable, explosivos u objetos contundentes

o los suministre a los menores.

El Delito de Pandillaje Pernicioso, nuestro ordenamiento penal, lo define de la siguiente manera:

El que participa en pandillas perniciosas, instiga induce a menores de edad a participar en ellas,

para cometer las infracciones previstas en el Capítulo IV del Título II del Libro IV del Código de

los Niños y Adolescentes, así como para agredir a terceras personas, lesionar la integridad física o

atentar contra la vida de las personas, dañar bienes públicos o privados, obstaculizar vías de

comunicación u ocasionar cualquier tipo de desmanes que alteren el orden interno, será reprimido

con pena privativa de la libertad no menor de diez ni mayor de veinte años.

Por otra parte, es importante resaltar que en el Perú el pandillaje es uno de los principales

problemas. Se inició hace más de 10 años a raíz de problemas familiares, que causa la rebeldía en

los adolescentes (pandilleros); problemas económicos, lo que los lleva a la delincuencia (robo,

asalto a mano armada, agresión física, daños a bienes públicos y privados, violación, etc.). Los

integrantes de las pandillas presentan diversos problemas en su salud y, a la vez causan diversos

problemas en nuestra sociedad.

Una de las causas por el que el joven o niño pertenezca a una pandilla está relacionado con la

crianza que le dan los padres desde pequeños, ya que los que pertenecen a estos grupos,

generalmente son personas que no han recibido afecto, cariño físico ni han sentido la pertenencia

de una familia. Además, han crecido en un hogar donde, frecuentemente, había violencia en

donde el padre, seguramente consumía alcohol, usaba un lenguaje vulgar, no trataba con normas

de cortesía y utilizaba la violencia contra su hijo como castigo por haber hecho algo malo. 
 En efecto mientras haya violencia en la familia, en la sociedad, padres que no quieren expresar

sentimientos de cariño hacia sus hijos ni afecto mutuo, el niño va a crecer con resentimiento

de rebeldía, que con el tiempo se va ir integrando a pandillas y luego participar en pandillas

perniciosas instigando o induciendo a menores de edad a participar en ellas, que si es sujeto activo

del delito de pandillaje pernicioso por ser mayor de 18 años de edad.

i. Causales del pandillaje

a) La pobreza

La pobreza es una situación en la cual no es posible satisfacer las necesidades

físicas y psicológicas básicas de una persona, por falta de recursos como la

alimentación, la vivienda, la educación, la asistencia sanitaria, el agua potable o

la electricidad. En consecuencia, los jóvenes pueden usar medios ilegales para

alcanzar dichos bienes deseados: uno de estos medios sería la delincuencia.

Es por ello que la pandilla es un espacio a través del cual estos jóvenes por

medios del robo esporádico y de menor cuantía pueden adquirir bienes como

dinero, ropa, artefactos (en su mayoría “de marca”); objetos que difícilmente

obtendrían con el dinero que los dan sus padres o tutores.

b) Crisis de las instituciones sociales básicas

Vienen a ser ineficiente las entidades socializadoras del individuo para las

cumplir las funciones delegadas por la sociedad.

En esta problemática, estas instituciones son:

 La familia.

 La escuela.

 El sistema de seguridad pública, que no funciona.

c) La violentización de la sociedad

Se entiende por violentización a la relación de dominio y sumisión en la vida

cotidiana donde la agresión verbal y física es muy frecuente entre las personas,
tanto al interior de las familias como con los vecinos. Ya que una de las

características más resaltantes de la sociedad actual es la presencia de violencia.

Doctrina:

Para que el tipo penal se perfeccione, la fuga del menor debe haber realmente ocurrido. Algunos

autores comprenden que tal resultado no es exigible, basando solo la inducción a la fuga. Por lo que el

delito es de absoluta actividad, de manera que su consumación coincide con el acto de inducción, no

siendo admisible, en consecuencia, la tentativa.

Otro sector doctrinal cree que el delito se consuma con la fuga del menor, no con la

inducción, este resultado ha sido definido por los autores Soler y Fontan Balestra (citar a los autores)

entre otros, estaríamos hablando de una infracción de resultado material, que admitiría la tentativa.

Adherimos al primer criterio doctrinal, la fuga es una consecuencia extra típica que habrá de tenerse

en cuenta únicamente a los fines de la pena, es un delito de pura actividad que se consuma con la

acción de inducir al menor a que se fugue de la esfera de la responsabilidad parental, sin que sea

necesario el resultado material alguno. El delito consiste en inducir a la fuga, no en fugarse, es un

delito de comisión doloso y de peligro concreto.

Por tanto, siguiendo a nuestra doctrina nacional podemos establecer entonces los elementos

constitutivos del delito, siendo estos:

ENUMERAR RESPETANDO LA SANGRIA

1) Existencia de un menor de edad que tenga capacidad de entendimiento.

2) Que el agente aconseje o induzca al menor a que fugue de su hogar, o del lugar de residencia.

3) Que en la concurrencia del delito no se emplee la coacción o violencia.

4) Que la inducción haya sido eficaz y real, de tal forma que haya convencido al menor.

5) Que se produzca la fuga del menor.

6) Voluntad del agente de inducir del menor a que se fugue, conociendo su edad (dolo).
Características

La Inducción a que hace alusión el artículo 148º, se caracteriza por requerir de una presión

psicológica intensa, en razón a que no se consideran como tales los consejos o sugerencias que pueda

realizar el sujeto activo sobre el sujeto pasivo; es decir, el instigado debe aparecer en su faz decisoria,

la intención de fugarse en mérito a la persuasión psicológica que el inductor provoca en el menor; y

que además la inducción tiene generalmente como presupuesto básico, la ausencia previa de una

resolución de fuga o escape de su casa por parte del menor. Entiéndase que para configurarse el

supuesto fáctico del injusto penal, es necesario que el agente recapacite, en quien hasta ese entonces

no tenía la intención de fugarse, ni la decisión de hacerlo.

Legislación comparada

Según el código penal chileno:

Artículo 486: El que indujere a un menor de edad, pero mayor de siete años, a que abandonare la casa

de sus padres, tutores o encargados de su persona será castigado con las penas de arresto mayor y

multa de 100.000 a 1.000.000 de pesetas.” NO OLVIDAR QUE LA LETRA ES TAMAÑO 12

Para DÍEZ RIPOLLES y GRACIA MARTIN, el origen inmediato de estos preceptos se

encontraría en el artículo 408 del Código penal español, al mantener una configuración idéntica hasta

1995, ya que en el Código penal español de 1822 se castigaba el rapto de niños impúberes y el robo de

menores sometidos a la patria potestad, y el Código penal español de 1928 se habría limitado

exclusivamente a hacer un cambio de localización sistemática.

Según el código peruano:


Art.148-. El que induce a un menor de edad a que se fugue de la casa de sus padres o de la de su tutor

o persona encargada de su custodia será reprimido con pena privativa de libertad no mayor de dos

años o con prestación de servicio comunitario de veinte a cincuenta y dos jornadas.

INDIUCCIÓN ALA FUGA DE MENOR ESCRIBIR BIEN LAS PALABRAS.

TIPO PENAL

La figura delictiva conocida como inducción a la fuga de menor de la casa del que ejerce la patria

potestad, tutela o custodia aparece tipificada en el tipo penal del articulo 148 TODO EL TEXTO ES

TAMAÑO 12

“El que induce a un menor de edad a que se fugue de la casa de sus padres o de la de su

tutor o persona encargada de su custodia será reprimido con pena privativa de la libertad

no mayor de dos años o con prestación de servicio comunitario de veinte a cincuenta días y

dos jornadas”. LA NORMAS APA NO ES CON CURSIVA

TIPICIDAD OBJETIVA

El hecho punible de inducción a la fuga de menor se configura cuando el sujeto activo induce, instiga,

persuade, estimula, incita, convence, promueve, influye, inclina, motiva o determina decididamente

que un menor se fugue, escape o huya de la casa de sus padres, de su tutor o de la casa del encargado

de su custodia. SIGUE CON TAMAÑO DE LETRA 11

Aquí podría penarse que estamos ante una modalidad de la figura jurídico-penal prevista en el artículo

24 del Código Penal. Sin embargo, no es así. En efecto, en aquel numeral se regula la participación

por instigación que se configura cuando una persona determina a otro a realizar un delito. Situación

diferente a la prevista en el tipo penal en sede. En este, si bien estamos frente a una figura de

instigación, esta no se hace para hacer cometer un delito sino con la única finalidad que el menor se

fugue o salga de su casa.

Los actos de inducción deben estar orientados a un menor individualizado, en consecuencia, no se

presenta la hipótesis delictiva cuando por efecto de obras de literatura se producen fugas masivas de
las viviendas de los padres. Asimismo, el sujeto activo debe valerse de argumentos serios,

verbalizados o explicitados de cualquier forma, siendo suficiente que hagan nacer en el ánimo del

menor la decisión de fugarse de su casa, por lo que se excluyen del comportamiento típico los simples

comentarios o consejos.

La inducción para ser punible debe ser directa y convincente. Directa significa que la influencia o

motivación debe ser personal sin intermediarios. Convincente equivale a que la instigación debe ser

suficiente por sí misma para determinar la voluntad del menor, quedando descartado este carácter

cuando va ínsito el animus jocandi.

Para configurarse el supuesto de hecho del injusto penal en sede, es necesario que el agente despierte,

en quien hasta ese entonces no tenía la intención de fugarse, la decisión de hacerlo. El fugitivo debe

decidir fugarse a causa de la inducción. Caso contrario, si llega a determinarse que antes de la

motivación realizada por el agente, el menor ya estaba decidido a fugarse, no tendrá relevancia penal

la conducta del tercero. En ese sentido, debe quedar establecido que la inducción tiene generalmente

como presupuesto la ausencia previa de una resolución de fuga o escape de su casa por parte del

menor.

Cuestión importante pone de relieve el profesor Luis Bramont, cuando afirma que la inducción a la

fuga es el extremo de la sustracción: en la inducción, la acción e halla a la idea de hacer que el menor

salga de la casa en que se encuentra colocado por su padre, tutor o cuidador; pero si el agente induce

al menor a seguirlo, habrá sustracción, que es un delito más grave. En la sustracción, el menor es

quitado del poder de quien lo tiene bajo su guarda en virtud de la ley o de una situación de hecho, en

tanto que, en la inducción, el menor es instigado a salir de su casa. Como se observa no es fácil

diferenciar una figura de la otra. Si el agente induce al menor a fugar con él o para él, hay sustracción,

la cual debe distinguirse del rapto de menor, que viene a ser un delito grave.

NO ES DOBLE ESPACIO CON EL ENTER

BIEN JURÍDICO PROTEGIDO


Sin mayor polémica se acepta que de acuerdo con la ubicación del tipo penal en nuestro corpus juris

penale, el bien jurídico protegido lo constituye la patria potestad o el derecho -deber de velar por el

bienestar y cuidado de los menores (Bromont Arias), comentando el tipo penal que de modo similar

aparecería regulado en el artículo 221 del código derogado, enseña que le objeto específico de la

tutela penal es el interés del Estado de salvaguardar la familia contra la inducción de un menor a la

fuga de la casa de sus padres, tutores o encargados de una persona, porque ello constituye una lesión

al derecho de la patria potestad.

SUJETO ACTIVO

Sujeto activo de la conducta punible puede ser cualquier persona. El tipo penal no exige la

concurrencia de alguna condición o función especial que debe reunir el autor. Incluso, los padres del

menor pueden constituirse en sujetos activos del delito cuando la tutela o custodia del menor recaiga

en un tercero. Aquí no se hace alguna distinción, por lo que perfectamente agente puede ser un

pariente como un extraño.

SUJETO PASIVO

El sujeto sobre el cual recae la acción ilícita de carácter penal lo constituye el menor inducido,

persuadido o determinado por el agente que se fugue de la casa donde se encuentra bajo cuidado.

Indirectamente también son los padres que ejercen la patria potestad, la tutela o la custodia del menor.

Demás esta decir que para efectos de interpretación del injusto penal en exégesis, se considera menor

de edad a las personas de dieciocho años de edad cronológica.

Sin duda para configurarse el hecho punible en sede, el menor deberá tener cierta capacidad de

discernimiento, pues un recién nacido es imposible que se le pueda inducir. Igual a un menor con

retardo mental también será imposible determinarlo que se fugue. Si recae la conducta del agente en

esta clase de menores se evidenciará el delito de sustracción de menor. Por lo demás, el juzgador

deberá aplicar el sentido común para establecer en cada caso concreto, cuando estará ante una

conducta de inducción y cuando frente a una conducta de sustracción de menor.

TIPICIDAD SUBJETIVA
Se trate de un delito netamente doloso. No cabe la comisión por imprudencia. En efecto, el agente

actúa con conocimiento y voluntad de persuadir, motivar o determinar al menor a que se fugue de la

casa de sus padres, tutor o cuidador. Indagar si el agente sabía o conocía que actuaba ilícitamente, es

cuestión que corresponde al nivel de la culpabilidad.

El móvil que motivó al autor de la conducta prohibida, es irrelevante penalmente.

ANTIJURICIDAD

Una vez que ha determinado que en la conducta analizada concurren lo elementos objetivos y

subjetivos que exige la tipicidad, corresponderá al operador jurídico determinar si concurre alguna

causa de justificación de las previstas en el articulo 20 del Código Penal. En esta etapa, el operador

jurídico analizará si el agente ha actuado en legítima defensa, ha obrado en cumplimiento de un deber,

por disposición de la ley, en ejercicio legítimo de un derecho.

CULPABILIDAD

Si la conducta analizada no aparece alguna causa de justificación, se concluye que estamos ante una

conducta típica y antijurídica de inducción a la fuga de menores, lista para ser atribuida a u autor. En

seguida, el operador jurídico determinará si el autor de la conducta es imputable, luego se verificará si

el autor al momento de actuar o exteriorizar la conducta, conocía la antijuricidad de la conducta,

Considero no posible que se verifique un error de prohibición en este delito.

Luego de verificar que el autor de la conducta es imputable y actuó conociendo que su conducta era

antijurídica, inmediatamente analizará si aquel tuvo otra alternativa a la de cometer la conducta

lesionante al bien jurídico patria potestad.

CONSUMACIÓN Y TENTATIVA
En cuanto al consumación o perfeccionamiento de la conducta de inducción de menor a que se escape

de su casa, en doctrina existen dos posiciones claramente marcadas. Parte de la doctrina sostiene que

el delito se perfecciona por la fuga o escape del menor y no por el simple hecho de la inducción,

porque aquí lo que se castiga es, en definitiva, la acción de determinar la fuga de un menor. Em

cambio, la doctrina mayoritaria sostiene que el hecho punible se consuma o perfecciona con la fuga o

la tentativa de fuga del menor, ello debido que la presente figura es una modalidad de instigación.

La conducta punible es de mera actividad. Basta que se constate que el agente ha hecho nacer en el

menor la idea de fugarse y este se dispusiera a realizarlo, para estar ante un delito consumado. Es

irrelevante penalmente si el justo pasivo logró fugarse o no. Baste que, por efectos de la inducción del

agente, el menor haya intentado escaparse de la casa de sus padres, tutor o guardador. Tanto la

consumación de la fuga como la tentativa del suceso tienen el mismo valor a efectos de configurar el

hecho punible.

PENALIDAD

El autor de la conducta punible será merecedor de una pena privativa de libertad que oscila entre dos

días y dos años o, en todo caso, dependiendo de la forma y circunstancias en que ocurrieron los

hechos juzgados, se dispondrán pena limitativa de derechos y de prestación de servicio comunitario de

veinte a cincuenta y dos jornadas.

CORTE SUPREMA DE JUSTICIA


SALA PENAL PERMANENTE

EXPEDIENTE No. 3756-2002

LIMA

Lima, veintiocho de marzo del dos mil tres.

VISTOS; de conformidad en parte con el dictamen del señor F.

CONSIDERANDO; que, del análisis de las diligencias y pruebas actuadas se ha establecido que el

encausado Manuel Alexander Ortiz Sánchez, bajo falsas promesas y aprovechando la ingenuidad de la

menor, cuya identidad se preserva conforme a ley, indujo a la fuga de su hogar, conduciéndole en

primer término a la localidad de Huaral y posteriormente a C., presentándola a sus familiares como su

"enamorada" permaneciendo en dichos lugares por espacio de casi dos meses, lapso en el cual bajo

intimidación la obligó mantener relaciones sexuales, perjudicando la integridad sexual de la menor

conforme se acredita con el certificado médico legal de fojas veintiocho; que, aún cuando el ilícito sub

materia reviste gravedad, sin embargo para los efectos de la imposición de la pena al citado

encausado, debe tenerse en cuenta la forma y circunstancias de la comisión del evento, asi como sus

condiciones personales, dado que se trata de una persona de escasa cultura y el medio

social en que se desarrollaron los hechos, resultando pertinente aplicar el principio de

proporcionalidad; teniendo en cuenta, además, la función preventiva y resocializadora de la pena

establecidas en los artículos Octavo y Noveno, respectivamente, del Título Preliminar del Código

Penal:

¿Declararon NO HABER NULIDAD en la sentencia recurrida de fojas ciento dieciocho, su fecha

diecisiete de octubre del dos mil dos, en cuanto condena a M.A.O.S., por los delitos contra la libertad?

violación de la libertad sexual- en la modalidad de violación de menor, en agravio de la menor

identificada con la clave cero setentisiete-dos mil y por delito contra la familia, atentado contra la

patria potestad.

CORTE SUPREMA DE JUSTICIA


SALA PENAL PERMANENTE

EXPEDIENTE No. 3756-2002

LIMA

///...

modalidad de inducción a la fuga de menor- en agravio de Jesús Manuel Zapana Aguilar; fija en cinco

mil nuevos soles, la suma que por concepto de reparación civil deberá abonar el sentenciado a favor

de los agraviados; declararon HABER NULIDAD en la propia sentencia en la parte que le

impone veinte años de pena privativa de libertad; reformándola en este extremo; IMPUSIERON a

M.A.O.S., quince años de pena privativa de libertad, la misma que con el descuento de la carcelería

que viene sufriendo desde el veinticinco de febrero del dos mil dos, vencerá el veinticuatro de febrero

del dos mil diecisiete; declarar HABER NULIDAD en lo demás que dicha sentencia contiene; y los

devolvieron. SE NECESITA EL CASO COMPLETO O EN RESUMEN.

JURISPRUDENCIA

Adolescentes penalmente responsables

No obstante, estos logros alcanzados, es insalvable la crítica de la paradoja que hemos planteado.

Los argumentos o razones de esta situación son: En primer lugar, creemos que es un juego de palabras

peligroso el considerar que los adolescentes son penalmente inimputables, pero a la vez son

penalmente responsables como lo hace BUSTOS y BERDUGO, aunque coincidimos con ambos en

que el abordaje de la problemática no se encuentra en las ciencias naturales sino en el ámbito

normativo con criterios de política criminal. Estamos de acuerdo con las premisas planteadas por

Bustos, sin embargo no estamos de acuerdo en sus conclusiones, al mantener la inimputabilidad del

adolescente, como criterio para incluirlo dentro de otro sistema de responsabilidad distinto al de la

culpabilidad, no teniendo en cuenta que justamente la imputabilidad es el criterio básico que posibilita

la atribución de la responsabilidad o la culpabilidad, termina así equiparado al enajenado mental con


el adolescente al realizar una diferencia entre el derecho penal y el derecho penal criminal, señalando

que los adolescente y los demás inimputables se encontrarían dentro del derecho penal pero no

criminal. Consideramos que si bien es necesaria una respuesta del Derecho Penal distinta a la de los

adultos frente a los delitos y faltas cometidos por adolescentes, el criterio de esta repuesta se

encuentra en la consideración de su inimputabilidad, sino únicamente en un distinto juicio de

exigibilidad, -que es el segundo nivel de análisis crítico de la imputabilidad- Consecuentemente, si

bien al adolescente no se le puede exigir como a un adulto, se le puede exigir como a un adolescente,

por ser totalmente imputable y responsable de sus actos como tal. Así, le es reprochable como

adolescente su comportamiento ilícito, (culpable) y por lo tanto puede ser pasible de sanciones

penales o sanciones negativas que restringen el ejercicio de sus derechos cuando no responde a la

exigencia de protección de los bienes jurídicos. 36 Podemos coincidir en que se llamen sanciones y no

penas para diferenciarlas de las aplicadas a los adultos pero dicha distinción se encuentra

fundamentada en la especificidad del sistema y no en el carácter restringido de su imputabilidad, sino

en la naturaleza distinta de su imputabilidad, surgida del distinto nivel de exigencia, por ello el

Código Penal en su artículo 20 no debería decir que los menores de 18 años son inimputables sino que

son imputables de acuerdo a lo señalado en el código de los Niños y Adolescentes.. Debemos recordar

además que es un criterio de política criminal, el separar la imputabilidad del adolescente de la

imputabilidad del adulto, por el criterio de distinta exigencia. En este sentido y por este mismo

criterio, podemos excluir la imputabilidad de los menores de doce años, por considerar que el Estado

y la sociedad debajo de este límite no tiene nada que exigir y si todo que dar. Asimismo, al ser el

límite únicamente cronológico y no motivado en un análisis diferencial del sujeto subrayamos que es

una decisión político normativo y no psicológico. Es decir, es un problema resuelto por derecho y no

por las ciencias naturales. En el ámbito jurisdiccional de la región La Libertad, el Gobierno Regional

conjuntamente con la Municipalidad Provincial de Trujillo son las instituciones que deben liderar la

resolución de la problemática de la inseguridad ciudadana. Sin embargo, ambas entidades del Estado

hasta la fecha no cuentan con un Plan Estratégico de Seguridad Ciudadana que promueve con eficacia

y eficiencia la integración y participación de la sociedad civil en forma sistémica y eficiente. En

resumen, los planes existentes presentan los siguientes defectos: planificación carente de precisión,
objetivos, múltiples que no están claramente relacionados con las actividades programadas, por lo

cual no se ejecutan exitosamente y las responsabilidades no están bien definidas. No existe una

imagen clara de cómo lucirá actividades si tuviesen éxito y no se cuenta con una base objetiva para

comparar lo que se planeó con lo que sucedió en realidad.

CONCLUSIONES

En conclusión, hemos llegado que, Los datos obtenidos permitieron precisar que la inducción a la

fuga, sustracción y ocultamiento del menor rehusando entregarlo, guarda relación con el espíritu de la

ley penal vigente y la sanción impuesta.

Además, El análisis de los datos ha permitido establecer que el ejercicio limitado de la

administración y representación del menor, incide en la punibilidad de la norma frente al delito

cometido.

Los datos permitieron demostrar que el atentado contra la integridad física y moral del menor,

incide en la sanción con la rigurosidad que la ley impone a los implicados.

En conclusión, se ha determinado que el atentado contra la patria potestad, incide directamente en

la sanción impuesta en la Legislación Penal Peruana.

Por otra parte, a manera de conclusión podemos decir que los niños y adolescentes son el presente

y el futuro del país por lo que su educación debe ser significativa y completa. Es así que los padres

deben dialogar y ver lo mejor para su formación y no generar inestabilidad con problemas de esta

índole que altera su vida normal.

Finalmente, podemos afirmar que, si bien conocemos que la sanción penal se aplica con el fin de

restablecer la justicia social, también se debe tener en cuenta que no es menos cierto que en la

actualidad, es la última ratio, cuando los otros mecanismos de control social han fracasado.
También queremos precisar que la causa fundamental de incremento del pandillaje pernicioso es la

falta de comunicación entre padres e hijos.

El pandillaje pernicioso por lo general va acompañado de problemas económicos y educativos que no

son solucionados por el estado.

La localización de las pandillas juveniles en los pueblos jóvenes se caracteriza por la ubicación de

hogares de mal vivir.

El grado de violencia de las pandillas juveniles alcanza tal proporción que inclusive se les ha

llegado a comparar con delincuentes de gran experiencia.

Finalmente Concluimos con la recomendación de que el gobierno debe crear organismos

encargados de velar por los derechos de los jóvenes y que se dé, facilidades para la educación , la

cultura el trabajo y el deporte que son los principales encaminadores de jóvenes honestos y dignos de

crear un Perú distinto.

Referencias bibliográficas

Alcalá, N. (2016). Atentado contra la patria potestad y la sanción en la legislación

penal peruana. Lima, Perú.

Pilco, R. (S.F). Las barras bravas, pandillaje pernicioso y el adolescente infractor de

la ley penal. Recuperado de https://www.monografias.com/trabajos61/pandillaje-

adolescente-infractor/pandillaje-adolescente-infractor2.shtml
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Vlex (2020). Sentencia de Corte Suprema de Justicia - Sala Penal Permanente de 28 de

marzo de 2003 (Expediente: 003756-2002). Recuperado de: https://vlex.com.pe/vid/-

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PEÑA C, RAUL A, (2007). Derecho Penal Peruano. Primera Parte. Teoría de la

Imputación del delito. Editorial Rodhas, Lima, Perú.

https://es.scribd.com/doc/232837804/Induccion-a-La-Fuga-de-Menor

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