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República Bolivariana de Venezuela.

Ministerio Del Poder Popular Para El Transporte.


Instituto Universitario De Aeronáutica Civil “May. Miguel Rodríguez”.
Dirección De Extensión Universitaria.
Diplomado De Medicina y Psicología Aeronáutica.
Cátedra Psicología De La Emergencia.

ABORDAJE COMO PSICÓLOGO EMERGENCISTA ANTE ACCIDENTE AÉREO

Instructor: Cnela. Rosana Guzmán


Estudiante: Lic. Laura González
Caso: El vuelo 763 despegó del Aeropuerto Internacional Indira Gandhi de Nueva
Delhi a las 18:32, hora local. El vuelo 1907 se encontraba, al mismo tiempo,
descendiendo en su aproximación a Nueva Delhi. El vuelo 1907 fue autorizado a
descender a 15 000 pies (4572 metros) a 119 km del aeropuerto mientras que el vuelo
763, volando en la misma ruta que el Ilyushin, pero en dirección contraria, fue
autorizado para ascender a 14 000 pies (4267 metros). Cerca de ocho minutos después,
cerca de las 18:40, la tripulación del vuelo 1907 reportó haber alcanzado los 15 000
pies. En dicho momento, el controlador aéreo le reportó al vuelo "Tráfico a las 12,
Boeing 747 de Saudí, 14 millas (23 km). Informe cuando lo vea."

Cuando el controlador llamó de nuevo al vuelo 1907, no recibió respuesta. Advirtió


sobre la distancia del otro avión, pero ya era muy tarde. Durante el choque, el ala
izquierda del Ilyushin cortó la sección trasera del vuelo 763. El Boeing se desintegró
casi de inmediato, mientras que el Ilyushin permaneció estructuralmente intacto hasta
que chocó contra el suelo. Los rescatistas encontraron entre los restos del Ilyushin a
cuatro sobrevivientes gravemente heridos, los cuales murieron poco después dada la
gravedad de sus heridas. Al final, 349 personas murieron. Un avión militar
estadounidense pasó cerca del lugar del choque al momento del mismo. El capitán
Timothy J. Place, que pilotaba dicha aeronave fue testigo de la explosión producto de
la colisión.

La investigación e informe del accidente determinó que la tripulación del vuelo 1907
falló al seguir las órdenes del controlador aéreo, ya que descendió de los 15 000 pies
asignados a 14 000 pies, e incluso más.

El informe dio como causa de esta falla en el procedimiento operativo los


conocimientos insuficientes en inglés de la tripulación del Ilyushin, quienes pudieron
no entender con claridad las órdenes del controlador.2 También, dice el informe, los
pilotos kazajos trataron de subir el avión a 15 000 pies, justo antes de chocar; de no
haber tratado de ascender, el choque no hubiese ocurrido.

También se determinó que la infraestructura aérea de Nueva Delhi jugó una parte
fundamental en la tragedia, puesto que los radares de control de Nueva Delhi eran
obsoletos y no medían la altitud de las aeronaves, solo su posición aproximada.
Además de esto, el espacio aéreo civil de Nueva Delhi solo tenía un corredor para
despegues y aproximaciones, ya que la mayor parte del espacio aéreo estaba
controlado por la Fuerza Aérea India. Dado esto, el informe recomendó cambios en
los procedimientos e infraestructura del espació aéreo de Nueva Delhi, tales como la
instalación de un radar con capacidad de medir la altitud de las aeronaves, creación
de nuevos corredores aéreos que estén separados para vuelos que salen y que entran, y
reducción del espacio aéreo bajo control de la Fuerza Aérea India.

Tras el choque, las autoridades de la aviación civil en India hicieron obligatorio el uso
en todos los aviones, que usaran el espacio aéreo hindú, el TCAS (Traffic Collision
Avoidance System, en español Sistema de Advertencia de Colisión Aérea). Fue la
primera vez en el mundo que el TCAS fue implantado de manera obligatoria.

¿Cómo psicólogo emergencista explique el proceso adecuado para abordar esta


situación?

Aunque son poco probables, los accidentes de aviación están presentes en nuestras
vidas. Un accidente de estas magnitudes produce una gran interferencia en la vida de
familiares y muy especialmente en este caso donde no hubo sobrevivientes. Se hace
necesario, prestar toda la ayuda necesaria para mitigar las consecuencias psicológicas que
pudieran derivarse. No solamente la ayuda psicológica en sí, sino un trato respetuoso y
sensible por parte de todo aquel que participe o intervenga en esta situación.

La psicología en emergencias tiene cada vez más relevancia en sucesos de múltiples


víctimas. Por una parte, interviniendo a nivel psicosocial con víctimas o familiares o en la
planificación, gestión y coordinación de espacios dónde atender a estos. Por otra parte con
los profesionales que intervienen en emergencias. Ya que, de una manera u otra, lo que se
intenta conseguir es mitigar las consecuencias psicológicas que puedan derivarse de éstas
situaciones.
Como psicólogo emergencista, es importante no sólo conocer los aspectos técnicos
de interención en crisis sino conocer el marco legal que encierra el tema. En el caso en
estudio estamos hablando de dos países pertenecientes a Asia y miembros de la OACI, es
por ello que a continuación mencionaremos los aspectos a considerar según El Documento
99.73 Manual de asistencia a las víctimas de accidentes de aviación y a sus familiares de la
Organización de Aviación Civil Internacional (OACI).

La prestación de asistencia a los familiares obliga a comprometer importantes


recursos de diversa índole, con el fin de proporcionar lo siguiente (OACI):
a) información sobre el suceso del accidente, esto es, la notificación inicial del mismo;

b) información sobre la respuesta de emergencia al accidente;

c) información sobre la localización y la situación de las víctimas, así como la


recuperación, la identificación y la disposición de los restos, tanto los identificados como
los no identificados;

d) información sobre la recuperación, el tratamiento y la devolución de los efectos


personales;

e) información sobre el proceso de investigación y su objetivo, su marcha y la presentación


pública de sus resultados;

f) información sobre la coordinación del desplazamiento a un centro de asistencia a los


familiares y el alojamiento en el mismo, así como la asistencia a quienes no viajen hasta
allí;

g) coordinación de una visita al lugar del accidente, cuando sea posible acceder, teniendo
presente las inquietudes acerca de la protección y la seguridad operacional;

h) apoyo a las necesidades financieras inmediatas (al margen de posibles litigios, acuerdos
de compensación o sentencias en el futuro); y

i) apoyo social, emocional y psicológico (negritas nuestras).

¿Cuál de los familiares debe recibir apoyo?

En el accidente en estudio, donde el número de víctimas es significativo, para el


psicólogo emergencista determinar la extensión de la familia y quiénes tienen derecho a la
asistencia es probablemente el aspecto más difícil e importante del proceso de
planificación. Se consideran normalmente aptos los cónyuges, las parejas de hecho, los
hermanos, los descendientes y los padres de las víctimas, así como las personas reconocidas
como familiares de acuerdo con la legislación nacional pertinente. Puede ser necesario
hacer excepciones, para asegurar la equidad. Al tener en cuenta las diferencias culturales, es
importante asegurarse de que se trate equitativamente a todas las víctimas (OACI)

Aspectos a considerar en el abordaje de la emergencia:

El profesional que provea asistencia a los familiares debe reconocer que los familiares de
las víctimas tienen diversas tradiciones y valores culturales, recordemos que las víctimas
son al menos de dos países de culturas disímiles (India y Arabia Saudita), lo que requiere
especial comprensión y consideración. Entre estas consideraciones, cabe señalar la
elaboración del duelo, la formalidad de los servicios religiosos y la concurrencia a los
mismos, el trato que se dé a los restos mortales y el estilo de los monumentos
conmemorativos.

Por otra parte está el desafío de trabajar con otros equipo de intervención
psicosocial, por la magnitud del desastre y la intervención de dos Estados y dos prestadores
de servicios, se hace presente la participación de colegas que también estarán inmersos en
una cultura propia del país de formación. Por ello, es fundamentalmente el de lograr
unificar los criterios y no perjudicar a los familiares y ocasionarles más confusión y dolor.

A la hora de notificar a los familiares sobre la afectación del pariente en el accidente


aéreo, es deseable hacer el contacto con el familiar más cercano, pero ante todo, se debe
tener certeza que el manifiesto de pasajeros es exacto. Para contactar al familiar, se puede
usar la información que puede otorgar el sistema sobre el pasajero (si es un pasajero
frecuente, datos de tarjeta de crédito…) En el caso que se estudia, donde fallecieron 349
pasajeros, podría resultar más expedito que la línea aérea o la autoridad aeronáutica
establezcan un número de contacto para atención de familiares. En este caso, el psicólogo
debe saber realizar las preguntas necesarias para descartar a aquellos que no sean familiares
directos.
Primeros Auxilios Psicológicos.

Hay una premisa para trabajar en Salud Mental en las situaciones de los desastres: e
stamos ante personas normales, absolutamente normales, que reaccionan psicológicamente
ante una situación anormal.

El accidente aéreo requiere de disponer múltiples recursos, financieros, legales,


humanos, físicos, etc. y la coordinación entre éstos es fundamental para el desarrollo
favorable de la crisis. La información a familiares ha de ser clara y permanente. Evitar
hablar de las causas del accidente. Evitar hablar de compensaciones económicas .Evitar dar
interpretaciones personales a las pérdidas. Evitar hablar de más y escuchar mejor.

Nuestra intervención de apoyo psicológico se basará en los siguientes aspectos:

Tener claro nuestra capacidad y limitaciones como psicólogos de emergencia.


Recordando que también somos humanos y podemos vernos afectados por el suceso o estar
en una situación personal que nos impide dar ayuda.

Manifestación de seguridad a través de las acciones (no precipitarse, ni transmitir


urgencia) y de la comunicación verbal y no verbal.

Reducción de la estimulación estresante. Apartar a la persona de la visión, ruido,


etc, relacionados con el accidente; aunque estemos trabajando con familiares, debemos
evitar exponerlos a situaciones que los invite a imaginar lo que pudo vivir su doliente.

Aceptación de la crisis. Escuchar las necesidades y molestias de la persona


afectada. Hay que facilitar que la persona hable del incidente, de cómo lo ha vivido
y las sensaciones que sobre él pueda estar teniendo. Enfatizar su comportamiento
como reacciones normales ante un hecho anormal.

Afrontamiento de su reacción y las necesidades inmediatas. Facilitar e incitar a la


persona al afrontamiento del estrés que pueda estar sufriendo, así como a la cobertura y
abordaje de situaciones más básicas e inmediatas.

Restauración de capacidades básicas. Si el psicólogo percibe que el descontrol


de la persona es tal, que no se puede desenvolver por sí misma, debe asegurarse de
establecer un enlace entre la persona y algún medio (familia, amigos, centro sanitario
o social,…) que se ocupe de ella.

Actitudes para prestar primeros auxilios psicológicos:

Comunicación verbal, se debe tener cuidado con qué decir, a quién y para qué. En el
contexto del accidente, nos encontraremos que todos los familiares no hablan el mismo
idioma, si se requiere de un traductor, sería deseable que tenga formación en aeronáutica.

Comunicación no verbal y paralingüística, es importante que exista congruencia


entre lo que se dice y cómo se dice, por ello que se debe tener cuidado con el contacto
visual, la expresión facial, la postura, la gesticulación corporal y la proximidad corporal.
Con respecto a la comunicación paralingüística, el tono de voz, el volumen y la velocidad
del habla, bien manejada, serán un agregado favorable durante los primeros auxilios
psicológicos.

El Psicólogo emergencista, puede también proporcionar el siguiente apoyo:

a) Reunirse con los familiares que hayan viajado al lugar del accidente y prestar atención a
los niños, cuando sea necesario;

b) Suministrar y coordinar servicios de ayuda psicológica adicional, para situaciones de


crisis y de atención espiritual o religiosa, de ser necesaria y consentida por los familiares;

c) Comunicarse con los familiares que no puedan viajar al lugar del accidente y brindarles
ayuda psicológica en situaciones de crisis; y

d) Asesorar a los familiares sobre las funciones del explotador de aeronaves y de los
diversos organismos implicados, y actuar como enlace con esos organismos.

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