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Antes que nada: todo juego sexual debe ser consentido por todos los
participantes. En este caso, por ambos miembros de la pareja. Hoy
ponemos en el escaparate 10 juegos a los que quizás ya jugáis. Pero,
en consulta, nos encontramos muchas veces con la incapacidad para
ampliar el abanico de juegos eróticos, por eso empezamos por cosas
aparentemente sencillas. A partir de aquí, cada cual marca su grado
de implicación y cómo sigue el juego...
1. Atar a tu novio (o novia)
Tampoco son necesarias unas esposas, se puede atar a la pareja con cada
pernera de un pantalón, de unas medias, etcétera. En esta ocasión,
inmovilizamos a la pareja y quien es atado debe dejarse tocar y gozar y quien
toca también es quien domina la situación. Es un juego para que uno se
dedique completamente al otro. Sin que el otro pueda hacer nada. (Si quien
domina la situación siente cierta vergüenza también puede mezclar el juego
sexual anterior y vendar los ojos del otro).
2. Jugar a no ver
Venda los ojos a tu pareja y juega con su cuerpo. No hace falta que tengas
ningún kit profesional para ello. Quítale la blusa y utilízala para taparle los
ojos. Cuando tenemos un sentido inhabilitado, potenciamos el resto. Y si
privamos la visión de nuestra pareja pueden pasar varias cosas: quien tiene
los ojos vendados potenciará los otros sentidos, en especial el tacto, sentirá
curiosidad y cierto misterio por no ver qué va a suceder, no tendrá que hacer
nada, sólo disfrutar, debe tener confianza con la pareja para gozar del
momento y no sufrir por lo que pueda suceder... y quien puede ver domina la
situación y puede hacer lo que desee (dentro de los parámetros de confianza
y de consenso acordados con la pareja).
3. Aceite de masaje
Solamente tocar el cuerpo, no vale hacer nada más. Por un día (o más) jugad
a tocaros, a acercaros a aquellas zonas erógenas que producen más placer
pero no hagáis nada más. Solamente tocaros. Sin masturbación, sin sexo oral,
sin penetración. Solamente tocar el uno al otro (por turnos) y con el aceite de
masaje que facilite ese tacto. Luego tocará cambiar las sábanas si estáis en la
cama...
4. Sexo sin luz o a plena luz
Sin luz, solamente velas o totalmente lo contrario: una sala completamente
iluminada. Jugar con la luz puede cambiar mucho la perspectiva de la r elación
sexual. Normalmente tendemos a quitar luz a nuestras relaciones sexuales...
pero también podemos iluminar bien la sala y contemplar a nuestro
compañero o compañera de juegos... (y también nos exponemos a ser
admirados, claro...).
5. Ir directo al grano
Quizás este juego sea más sencillo para los hombres. Pero... ¿por qué no?
Dejar que un día la pareja vaya directa a, por ejemplo, hacernos sexo oral. O
ser tú quien va a buscar directamente a tu pareja y le desabrocha el pantalón...
6. Susurrar una fantasía íntima al oído
Mejor con todo lujo de detalles. Dicen que uno de los mejores puntos
erógenos de la mujer es la oreja (y no solamente para que la muerdan), sino
para que le cuenten historias tórridas al oído... ¿A un hombre también le
pueden gustar estos juegos sexuales? Yo creo que sí...
7. Ver una película porno o erótica con tu pareja
Incluso propongo ver hasta cuándo podéis mirarla sin tocaros... ¿llegaréis al
final de la película? Es posible que no. Ver contenido sexual estimula
las ganas. Independientemente de la calidad de la película que estéis mirando.
Ante un estímulo sexual, nuestro cuerpo suele dar una respuesta sexual.
8. Mirar a los ojos mientras se hace sexo oral
Para ello necesitamos la luz encendida. Que tu pareja vea que mientras le
estás haciendo una felación o un cunnilingus, de vez en cuando, le miras a los
ojos... puede ser algo muy picarón que suba la tensión y también una muestra
de cariño, de amor.
9. Usar un complemento (o disfraz) para adoptar un rol
https://www.youtube.com/watch?v=MR6MihipFcU