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El grupo está integrado por nueve niños, entre los 7 y 8 años de edad, los cuales
se conforman de 4 niñas (44 %) y 5 niños (55%). De los nueve alumnos que
integran el grupo, 5 leen bien y pueden llegar a comprender la idea principal,
contestan de qué se trató el texto, identifican el tema principal, pero a pesar de
que el grupo tiene la curiosidad por aprender a comprender los textos, y poder
identificar las ideas principales de cada uno de ellos, los problemas personales de
los niños repercuten en su trabajo diario, uno de ellos es que se distraen
fácilmente cuando están en clase, las lecturas se les hace tediosa, aburridas,
largas, alejados de su contexto, y que muchas veces contienen temas que no son
de su interés. Algunos alumnos por su distracción, preguntan qué actividad
realizaron por que no entendieron. Esto he notado cuando paso por los lugares y
observo que hacen otra cosa.
De acuerdo a las características del grupo, me di cuenta que a los alumnos les
gusta hacer juegos o dinámicas que incluyan un tema o contenido en común. A
veces le he leído un cuento en el cual no conocen los personajes y les gusta
dibujar como se imaginan que es ese personaje.
Puedo constar que los alumnos al leer no comprenden los textos, por el hecho de
que al pedirles que comenten o argumenten su contenido, no lo hacen y lejos de
que lo hagan se manifiestan en los alumnos una serie de síntomas: cuando se les
pregunta en relación al texto, se quedan callados, se ponen nerviosos, en
ocasiones su rostro cambia de color, vuelve su mirada a sus compañeros y al
maestro como si se sintieran enjuiciados o amenazados, tartamudean, también al
pedirles que realicen resúmenes ya sean escritos o verbales, utilizan expresiones
lingüísticas cortas como: si, no, no sé. Muchas de las veces cuando llegan a
comentar, se nota la incoherencia en sus palabras y esta acción se toma como
motivo de burla para sus compañeros.
Cabe señalar que la mayoría de los alumnos en cierta medida si pueden leer, pero
su lectura es mecánica; es decir, leen con claridad, legibilidad, volumen adecuado,
pero realmente no comprenden el contenido del texto que han leído.
Por otro lado, es importante mencionar que la institución donde laboro, aún
prevalece una concepción tradicional de la lectura, esto quiere decir que, se
concibe a la lectura como un acto mecánico de decodificación de unidades
gráficas, en unidades sonoras y su aprendizaje como el desarrollo de habilidades
perceptivo-motrices que consisten en el reconocimiento de las grafías que
componen una palabra, oración o párrafo y para algunos compañeros de trabajo
las habilidades de lectura deben ser observables de tal manera que durante las
evaluaciones escritas cada trimestre se determinen si han sido aprendidas o no
aprendidas.
JUSTIFICACIÓN.
Desde que se nace hasta que se tiene uso de razón, el juego ha sido y es el eje
que mueve sus expectativas para buscar un rato de descanso y esparcimiento. De
ahí que a los niños no debe privárseles del juego porque con él desarrollan y
fortalecen sus experiencias y mantienen sus intereses en el aprendizaje
significativo, el juego:
Así como utilizamos el juego para romper el hielo, podremos utilizarlo para brindar
a los estudiantes un tema específico de literatura, de ciencias, de matemáticas. De
igual forma, se puede evaluar una actividad desde una propuesta lúdica,
permitiéndole al grupo una forma menos tediosa de entregar los conocimientos
adquiridos.
Por lo tanto, la problemática que estoy investigando la he definido “El juego como
estrategia didáctica para el desarrollo de la comprensión lectora” porque considero
que es una necesidad en el proceso de enseñanza aprendizaje de los alumnos de
tercer grado. Tal definición ha sido porque he analizado que leen de manera
mecánica y no comprenden el contenido de los textos.