Hoy os quiero hablar de dos partes diferentes de la
Torah, las cuales hacen referencia a una misma
historia; ésta es: la muerte del rey Shaul Toda esta historia la podéis encontrar en 1 Samuel 31 y en 2 Samuel 1:1-16 para que veáis el contexto de esa situación, pero centrémonos en lo que nos interesa: la muerte del rey Shaul
1 Samuel 31: 2-6 Apretaron de cerca los filisteos
a Shaul y a sus hijos y mataron los filisteos a Yonatan, Abinadab y a Malquishua, hijos de Shaul. El peso de la batalla cargó sobre Shaul. Lo descubrieron los tiradores, los hombres del arco y se llenó de miedo ante los tiradores. Dijo Shaul a su escudero: "Saca tu espada y traspásame, no sea que lleguen esos incircuncisos y se burlen de mi", pero el escudero no quiso, pues estaba lleno de temor. Entonces Shaul tomó la espada y se arrojó sobre ella. Viendo el escudero que Shaul había muerto, se arrojó también sobre su espada y murió con él. Así murieron aquel día juntamente Shaul y sus tres hijos y su escudero, así como todos sus hombres. Luego sigue la historia:
2 Samuel 1: 2-10 Al tercer día llegó del
campamento uno de los hombres de shaul, con los vestidos rotos y cubierta de polvo su cabeza; al llegar donde Dawid cayó en tierra y se postró. Dawid le dijo: "¿De dónde vienes? Le respondió: "Vengo huyendo del campamento de Yisrael. Le preguntó Dawid: "¿Qué ha pasado? Cuéntamelo". Respondió: "Que el pueblo ha huido de la batalla; han caído y han muerto muchos del pueblo, y también han muerto Shaul y su hijo Yonatan. Dijo Dawid al joven que le daba la noticia: ¿Cómo sabes que han muerto Shaul y su hijo? Respondió el joven que daba la noticia: "Yo estaba casualmente en el monte Gelboé; Shaul se apoyaba en su lanza, mientras los carros y los jinetes lo acosaban. Se volvió y, al verme me llamó y contesté: "Aquí estoy". Me dijo:"¿Quién eres tú?" Le respondí: Soy un amalekita (de la tribu de Amalek). Me dijo: “Acércate a mí y mátame, porque me ha acometido una angustia, aunque tengo aun toda la vida en mí. Me acerqué a él y lo maté, pues sabía que no podría vivir después de su caída; luego tomé la diadema que tenía en su cabeza y el brazalete que tenía en el brazo y se los he traído aquí a mi amo".
En la primera parte de esta historia dice que el rey
Shaul se suicidó, entonces ¿cómo dice en la segunda parte de la historia que fue un amalekita el que mató al rey Shaul? Esta aparente contradicción la podemos solucionar escudriñando la Torah paso a paso:
- Primero debemos de meternos en el contexto de
la situación. El pueblo de Yisrael pierde la guerra contra los filisteos. Los filisteos matan a los hijos de Shaul (Yonatan, Abinadab y Malkishua). Los arqueros y los carros descubren a Shaul y a su escudero.
-Teniendo esta parte clara empieza el dialogo de
Shaul con su escudero. Al ver lo que se le venía encima a Shaul; éste le pide a su escudero que lo mate, no sea que los incircuncisos lo apresen y se burlen de él. El escudero se niega por lo atemorizado que esta. Por lo tanto, Shaul se arroja sobre su espada. ¿Qué quiere decir que se arrojó sobre su espada? Significa que el mismo cogió su espada y se atravesó su propio vientre. Al ver esto su escudero, él también hace lo mismo.
-Al comprender la primera parte, vamos a ver el
contexto de la segunda historia Viene un muchacho de los hombres de Shaul con sus ropas rotas adonde está el rey Dawid. Este joven le dice todo lo que ha sucedido: la guerra perdida contra los filisteos, la muerte de Shaul y de sus hijos...
- Ahora el rey Dawid le pregunta al joven que cómo
sabe él que ha muerto Shaul y sus hijos ¿Ha peleado a su lado y lo ha visto morir o qué ha sucedido? El joven, el cual es de la tribu de Amalek, dice esto textualmente: “Yo estaba casualmente en el monte Gelboé; Shaul se apoyaba en su lanza, mientras los carros y los jinetes lo acosaban. Se volvió y, al verme me llamó y contesté: "Aquí estoy". Me dijo:"¿Quién eres tú?" Le respondí: Soy un amalekita (de la tribu de Amalek). Me dijo: “Acércate a mí y mátame, porque me ha acometido una angustia aunque tengo aun toda la vida en mí. Me acerqué a él y lo maté, pues sabía que no podría vivir después de su caída; luego tomé la diadema que tenía en su cabeza y el brazalete que tenía en el brazo y se los he traído aquí a mi amo". Ahora solo quedémonos con esta parte para escudriñarla más de cerca:
Me dijo: “Acércate a mí y mátame, porque me ha
acometido una angustia aunque tengo aun toda la vida en mí. Me acerqué a él y lo maté, pues sabía que no podría vivir después de su caída.
A veces las malas traducciones nos hacen que nos
sintamos confusos ante estas historias. Lo que quería decir Shaul al amalekita es que lo "REMATASE" porque estaba en el suelo y se había atravesado su vientre con su espada, pero todavía no había muerto, sino que se estaba desangrando lentamente; al ver esto, el amalekita tuvo que decir: Me acerqué a él y lo maté, pues sabía que no podría vivir después de su caída.
Además, en la segunda historia se dice que Shaul
estaba apoyado en su lanza, cuando no tiene nada que ver una lanza aquí, sino, más bien, una espada. Si cambiamos unas palabras y lo traducimos bien; no hay ningún espacio para la duda.
2 Samuel 1: 2-10 Al tercer día llegó del
campamento uno de los hombres de shaul, con los vestidos rotos y cubierta de polvo su cabeza; al llegar donde Dawid cayó en tierra y se postró. Dawid le dijo: "¿De dónde vienes? Le respondió: "Vengo huyendo del campamento de Yisrael. Le preguntó Dawid: "¿Qué ha pasado? Cuéntamelo". Respondió: "Que el pueblo ha huido de la batalla; han caído y han muerto muchos del pueblo, y también han muerto Shaul y su hijo Yonatan. Dijo Dawid al joven que le daba la noticia: ¿Cómo sabes que han muerto Shaul y su hijo? Respondió el joven que daba la noticia: "Yo estaba casualmente en el monte Gelboé; Shaul se apoyaba en su espada, mientras los carros y los jinetes lo acosaban. Se volvió y, al verme me llamó y contesté: "Aquí estoy". Me dijo:"¿Quién eres tú?" Le respondí: Soy un amalekita (de la tribu de Amalek). Me dijo: “Acércate a mí y remátame, porque me ha acometido una angustia, aunque tengo aun toda la vida en mí. Me acerqué a él y lo rematé, pues sabía que no podría vivir después de su caída; luego tomé la diadema que tenía en su cabeza y el brazalete que tenía en el brazo y se los he traído aquí a mi amo".