Ten en cuenta cinco reglas para confiar en los demás. Así evitarás penosos desengaños.

Recuerda
también poner en práctica los grandes valores a experimentar día a día con todos los seres
humanos a los que trataremos.

Buen Conocimiento:
Así sabes si alguien es buen confidente por su rectitud, honorabilidad y lealtad. No es bueno
confiar muchas de nuestras intimidades de buenas a primeras.

Reciprocidad:
Que la confianza sea mutua. No conviene que alguien sepa todo de ti y tú no conozcas nada de
esa otra persona a la que le confías muchas intimidades tuyas.

Proceso Gradual:
Hay que ir poco a poco para ganar seguridad. Las decepciones nacen de confiar
intempestivamente o con prisas. Evitemos las sorpresas desagradables, los malos entendidos y
las decepciones.

Exigencia:
Es necesario escoger muy bien un confidente ya que pocas personas son dignas de una total
confianza. Con el transcurso de los días nos damos cuenta en quienes podemos confiar.

Oración:
Cuenta con la Luz Divina para saber en quién puedes fiar. La sabiduría de tu Ser Superior te
librará de serios desencantos.

Ante un chasco no te vuelvas desconfiado sino prudente y saca lecciones positivas. Recuerda que
la sinceridad es la base de la confianza. Aprende a confiar en ti mismo, en tu Ser Superior y en
los demás.