Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Escenario
Estamos en una época de cambio. La aparición de internet a la que antes aludíamos nos traslada a
un contexto de un mundo conectado, en el que, cada vez más, nos informamos a través de las
redes sociales en detrimento de los medios de comunicación, lo que también despierta la
capacidad de crítica y exigencia, así como la capacidad de acción de los ciudadanos.
La desafección y la falta de confianza en la política y los políticos han aumentado al tiempo que
aumentaba el sentimiento anti-establishment. También aumenta la volatilidad del voto y la
indecisión, sobre todo entre el sector joven de la población, millenials.
A este respecto, debe señalarse que la política es, más que nunca, política mundial, y la correlación
local-global, es una dimensión imprescindible para la comprensión de cualquier fenómeno
político.
Estamos ante un desgaste de la política, en el que los ciudadanos se muestran cansados ―ya sea
por la crisis, los intentos fallidos de formar gobierno, etc.― y con una cierta desafección hacia la
política, mostrando una tendencia general a dejarse guiar más por lo emocional que por lo
racional.
Ya no parecen ser creíbles las palabras, hay gestos, aptitudes, que convencen más.
Actores
para Toni Aira la comunicación política «consiste en el estudio de la relación entre los tres vértices
del triángulo formado por los medios de comunicación, la democracia y la ciudadanía»
Para Canel, las técnicas de comunicación institucional se diferencian de otras técnicas en:
1. Sus sujetos: son personas u organizaciones con poder, ya puede ser sea la Presidencia del
Gobierno; nacional, autonómico o local, un parlamento, una concejalía, etc.
¿puede utilizarse la comunicación política para influir en los políticos o los poderes públicos? Sin
duda, sí.
Los lobbies, o los grupos de presión, utilizan la comunicación política para acceder a los decisores
públicos, bien sea para informarles de su postura en relación con un determinado asunto público,
o para participar en un proceso legislativo o administrativo.
No tenemos por qué estar hablando de las empresas del IBEX, ni otros grandes grupos de presión.
Cada vez son más las organizaciones sociales o de la sociedad civil que realizan funciones de lobby,
los procesos de lobbying son actos comunicativos que abren una gran oportunidad para los
especialistas en comunicación política.
En España ya empieza a reconocerse y valorarse esta labor, aunque todavía queda mucho camino
por recorrer para asemejarnos, por ejemplo, a Estados Unidos o a Reino Unido, donde estos
profesionales gozan desde hace tiempo de gran reconocimiento público y académico. Algunos de
los más destables son Ted Sorensen, quien asesoró a Kennedy, William Safire (Nixon), Ann Lewis
(Bill Clinton), Charlie Fern (George W. Bush) o Jon Favreau, escritor de discursos de Obama.