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La lluvia está allí, no hay que inventarla.

El miedo a perecer o a nacer queda fuera, incluso la nada. La lluvia está allí, en un día
sin tiempo. No hay nada que esperar porque está allí, aun habiendo días de sol, está allí,
sin día, sin sol. El cerrar los ojos por un instante, es pensarte, ver por la ventana es
llamarte, ver llover es soñarte, la lluvia sobre mí, la vida que piso, el piso mojado es
amarte. No hay que inventar nada, aunque te vayas y llore por ti, no hay que llorar nada,
la lluvia esta allí.

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