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Hoja de ruta del MÓDULO 2:

Fundamentos Teóricos y Normativos

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Recuperado de: http://escueladron.com/marco-regulatorio
¡Damos inicio al Módulo 2!
Una vez más…Bienvenidos y a
seguir aprendiendo juntos.
En esta hoja de Ruta podrán encontrar:
- Orientaciones para el estudio del Módulo
- Objetivos del Módulo
- Contenidos Orientadores
- Breve Introducción al Desarrollo Teórico
- Actividades Evaluables:
- Criterios de Evaluación
- Bibliografía

Orientaciones para el estudio del Modulo


Como primer paso es importante leer la Unidad Didáctica de cada unidad, así
como la Hoja de Ruta correspondiente. La lectura comprensiva de los
documentos básicos de cada unidad es indispensable para la realización de las
actividades evaluables, por lo que se recomienda darle el tiempo necesario.
Una vez realizadas las actividades anteriores está preparado para participar
en el foro que en esta oportunidad será una continuación del que ya se inició
en el módulo 1.
Será necesaria la lectura, análisis, comprensión y puesta en relación de los
textos para el desarrollo de los trabajos prácticos u otras actividades
evaluables que sean solicitadas.
Objetivos del Módulo
Que los estudiantes logren:
-Analizar la normativa que regula el funcionamiento de las instituciones en los
diferentes niveles del Sistema Educativo.
-Reconocer la importancia del PEI como instrumento que explicita y viabiliza la
propuesta institucional y las oportunidades de cambio, mejora e innovación que
se puedan generar en cada escuela.
-Comprender la importancia de la participación de los actores institucionales en
la construcción de una institución entendida como unidad de cambio social.
Contenidos Orientadores
- Fundamentos Teóricos y Normativos.
- La Institución Educativa como unidad de cambio: Procesos y Prácticas
Innovadoras.
- Estructura Organizativa de una escuela innovadora.
- ¿Qué es una “buena escuela”?
- El papel de la mejora en la construcción de la buena escuela.
- El marco normativo desde la Ley de Educación Nacional 26.206 y las
adecuaciones jurisdiccionales.
- Plan Nacional de Educación Obligatoria y Formación Docente ( Res
.CFE 188/12)
- Programa Nacional de Formación Permanente (Res. CFE 201/13)
- Procesos de implementación, normas por Niveles.

Breve Introducción al Desarrollo Teórico


El Proyecto Educativo Institucional es un instrumento de planificación técnico-
político que orienta el quehacer de un establecimiento educacional, explicita su
propuesta educativa y los medios para lograrlo, esto se enmarca en lineamientos
políticos nacionales y jurisdiccionales que las instituciones deben conocer y
evaluar al desarrollar su Proyecto Educativo Institucional, el cual tendrá una
jerarquía de normativa interna institucional sobre la cual se regirán todos los
integrantes de una comunidad educativa. El manejo del marco normativo
nacional y jurisdiccional son indispensables en la construcción del PEI y es el
docente como constructor de este el que debe conocerlas e interpretarlas.

Toda nuestra vida transcurre en instituciones: algunas constituyen un pasaje


obligado para nosotros (la familia, la escuela, etc); otras son de pertenencia
voluntaria (sindicatos, clubes, partidos políticos). Precisamente una
característica de las sociedades modernas es que las redes institucionales se
multiplican, diversifican y complejizan. Podemos decir que individuo e institución
se requieren y construyen mutuamente en un vínculo de permanente
intercambio. El término institución remite a todo lo que está establecido,
reglamentado, es decir que nos reenvía a norma, regla y ley.
En las instituciones son necesarias las reglas que abren el espacio para que se
pueda cumplir la función específica. Las reglas favorecen, facilitan y hacen
posible la realización de una actividad significativa. En la base de la relación de
los actores con la institución se encuentra presente, siempre, la ambivalencia.
En el corazón de la relación de los actores con la institución se encuentran
movimientos simultáneos y contradictores de atracción‐repulsión. Como actores
institucionales ya sea que cumplamos funciones como equipos de conducción o
como parte del claustro de enseñantes, debemos interrogarnos acerca de las
zonas de incertidumbre que generamos. Para cada actividad es necesario el
mínimo de certezas que nos aseguren el encuentro con otros y la realización de
la tarea.

Si bien cuando pensamos en normas y leyes puede aparecer una connotación


negativa, las reglas son necesarias en las instituciones en la medida en que
abren el espacio para que se pueda cumplir con una función específica. Pero
también se justifican si favorecen y facilitan la realización de una actividad
significativa. Otro punto importante para señalar es que en la relación que
establecemos con la ley se entretejen aspectos objetivos y subjetivos. Los
primeros se encarnan en la norma tal como está formulada; mientras que los
segundos se vinculan al campo de las representaciones que interiorizamos
acerca de esas normas, cómo las valoramos y entendemos. Objetiva y
subjetivamente la ley tiene un doble carácter. Por un lado, delimita las
prohibiciones (es decir impone, constriñe, reprime). Por el otro, ofrece seguridad
y protección. Este interjuego entre la prohibición y la protección da cuenta del
carácter ambivalente que poseen las instituciones en su dinámica y que se
traduce en relaciones entre los actores y la institución, sesgadas por un doble
movimiento (simultáneo y contradictorio) de atracción y repulsión.

Las leyes y las normas tienen el propósito de volver previsibles los


comportamientos de los actores, es decir, de establecer zonas de certidumbre.
Pero como no es posible prever el conjunto de conductas requeridas para el
desempeño de cualquier rol, las normas siempre dejen zonas de incertidumbre.
Para cada actividad es necesario el mínimo de certezas que nos aseguren el
encuentro con otros y la realización de las tareas, pero al interior de ese marco
se hace necesario que aparezcan intersticios para la libertad de los actores.
La Ley de Educación Nacional 26.206ii ya en su artículo 8 y 11 explicita los fines
para los que nos preparará la escuela y detalla los objetivos de la política
educativa nacional; pero será en los artículos 122 y 123 donde encontraremos la
explicación detallada de la concepción de institución educativa y las
disposiciones necesarias elaboradas por el Consejo Federal para que las
distintas jurisdicciones dispongan la organización de las instituciones educativas
de acuerdo con los siguientes criterios generales:

Mencionaremos aquí sólo algunos:

a) Definir, como comunidad de trabajo, su proyecto educativo con la


participación de todos sus integrantes, respetando los principios y
objetivos enunciados en esta ley y en la legislación jurisdiccional vigente.
b) Promover modos de organización institucional que garanticen dinámicas
democráticas de convocatoria y participación de los/as alumnos/as en la
experiencia escolar
c) Brindar a los equipos docentes la posibilidad de contar con espacios
institucionales destinados a elaborar sus proyectos educativos comunes.
d) Desarrollar procesos de autoevaluación institucional con el propósito de
revisar las prácticas pedagógicas y de gestión. h) Realizar adecuaciones
curriculares, en el marco de los lineamientos curriculares jurisdiccionales
y federales, para responder a las particularidades y necesidades de su
alumnado y su entorno.
e) Promover iniciativas en el ámbito de la experimentación y de la
investigación pedagógica.
f) Promover la participación de la comunidad a través de la cooperación
escolar en todos los establecimientos educativos de gestión estatal.
g) Promover experiencias educativas fuera del ámbito escolar, con el fin de
permitir a los/as estudiantes conocer la cultura nacional, experimentar
actividades físicas y deportivas en ambientes urbanos y naturales y tener
acceso a las actividades culturales de su localidad y otras.
Pero… ¿dónde está el poder dentro de las instituciones? ¿Quién o quiénes
lo encarnan?

Frigerio y Poggi afirman que el poder a veces está relacionado con los lugares
formales y en particular, con las cúpulas que dirigen las instituciones, organizadas
piramidalmente. Sin embargo, nos advierten no siempre el poder está allí pues
también existen las redes informales que en cualquier institución dan cuenta de cómo
se ha distribuido y concentrado el poder en sus prácticas cotidianas. Desde esta
perspectiva nos dicen las autoras que, el poder remite a las relaciones de intercambio
entre los actores institucionales y no tiene existencia por sí mismo sino en una red
de relaciones.

Las relaciones de intercambio asimétricas implican reflexionar acerca de las diferentes


zonas de clivaje, es decir, zonas de ruptura, presentes en las instituciones. Un primer
clivaje es el que separa a los agentes de los usuarios. Los agentes son aquellos que
se dicen representantes de la institución (los que hablan en su nombre); los usuarios,
por su parte, están constituidos por el grupo de actores a quienes se intenta imponer
la disciplina (norma, ley) institucional. Los modos particulares en que en cada
institución aparecen los clivajes y como se posicionan los actores frente a los mismos,
configurará distintas redes de poder. Conocer las zonas de clivaje es sumamente
importante porque permite que los actores institucionales puedan reconocer lugares
desde los cuales trabajar para desarrollar acciones que tiendan lazos para articular
lugares de posible fractura.

Los clivajes institucionales están relacionados con el hecho de que en cada


institución, cada actor y grupo de actores, hace uso de una fuente de poder. Estas
pueden estar provenir de diferentes lugares, entre ellos: conocer la normativa, poseer
medios de sanción, manejar los medios de control de los recursos, acceder a la
información, controlar la circulación de las informaciones, la legitimidad que emana de
la autoridad formal, la competencia técnicaiii.

En síntesis, todas las instituciones están regidas por reglas, normas que
estructuran, guían y direccionan de modo más o menos rígido la vida institucional
estas leyes y las normas tienen el propósito de volver previsibles los
comportamientos de los actores institucionales, es decir establecer zonas de
certidumbre. Pero como no todo se puede prever ni reglamentar el conjunto las
normas siempre dejan zonas de incertidumbre.
Debemos en nuestras instituciones trabajar sobre las certezas y tener claras las
incertidumbres para dar lugar a cambios, propuestas e innovaciones que
mejoren el accionar de nuestra escuela.

Ese es justamente el desafío: tomar distancia de aquello que creemos que


siempre fue así y que no podrá cambiarse, y revisar las posibilidades reales de
encarar la mejora, focalizando en lo que corresponde a nuestro ámbito de acción
y articulando acciones con otros organismos.

Como bien se explica en el Cuadernillo N° 1: Innovación y Gestión del Curso


para Supervisores y Directores de Instituciones Educativas,iv pensar la
innovación requiere desandar ciertos saberes instalados como verdades y
construir, elaborar otros nuevos. Por ejemplo, innovar no es

-desechar las prácticas que se están desarrollando,

- Desvalorizar la cultura institucional o

- Dotar indefectiblemente a las escuelas de los últimos adelantos tecnológicos.

Así las cosas, si queremos pensar en poner en marcha Prácticas realmente


innovadoras debemos pensar en principios orientadores. Aunque son muchos
aquí mencionaremos algunos:

- Considerar y tomar en cuenta los múltiples aspectos que de una manera u otra
se encuentran interrelacionados en el campo institucional.

-Interrogarse acerca de cuáles son las formas más adecuadas de involucrar a la


mayor cantidad posible de actores institucionales en la generación y puesta en
marcha de proyectos innovadores.

-Entender que la innovación en la escuela es parte de los procesos de innovación


que se instalan o no en un sistema más amplio: el sistema educativo.

Y por último tal vez lo que supone el mayor de los desafíos: - Luchar contra lo
mecánico, rutinario e inercial para generar una imaginación creadora que facilite
nuevas formas de hacer y vivir en las escuelas.
Si de innovar, mejorar, deconstruir y volver a levantar se trata, Silvina Gvirtz,
Ivana Zacarias y Victoria Abregú en su libro: Construir una buena escuela:
herramientas para el directorv nos alertan sobre los nuevos sentidos, los desafíos
y las deudas que aún tenemos pero también invitan a reflexionar cuando dicen:
en definitiva, ni la escuela lo puede todo, ni puede depositar todas las
responsabilidades en el afuera como excusa del no enseñar. Mencionamos aquí
algunas ideas que trabajan las autoras y que sirven para orientar nuestro estudio:

- Las auténticas mejoras llevan tiempo, los verdaderos procesos son lentos y
graduales. Es esa gradualidad la garantía de la sustentabilidad en el tiempo, porque
indica que son mejoras pensadas, “digeridas”, procesadas, consensuadas.
- Cuando los cambios son automáticos, suelen abordar la superficie sin tocar las
estructuras.
- Una buena gestión trasciende a las personas y perdura en el tiempo.
- Las causas por las cuales el tiempo pasa a ser una variable importante son
muchas: algunas se relacionan con el crecimiento que, como todo proceso, no
ocurre en general de un día para el otro.
- También hay etapas de meseta, donde las cosas parecen estancarse, pero si la
mejora es profunda, eso solo un ciclo de decantación del proceso.
- ¿De dónde tienen que surgir los procesos de mejora para lograr los resultados
buscados? Obviamente, aquellas mejoras que son resultado de procesos de
revisión interna de las instituciones tienen más probabilidades de instalarse en las
escuelas.
- El primer paso para resolver un problema es el registro de éste, el segundo, es
poder pasar del registro de la falla a la acción. Si este proceso se da internamente,
estamos frete a lo que llamamos un proceso endógeno, quizás el más valioso
porque surge desde adentro.

Las propuestas de mejora, sin embargo, pueden provenir desde otros lugares y
también obtener buenos resultados. En el extremo opuesto a los procesos
endógenos se encuentran los procesos exógenos, aquellos detectados y
propuestos desde afuera. A veces desde niveles más macro que tienen escasas
posibilidades de sobrevivir, a menos que se logre que las escuelas se apropien
de estas miradas.
Existen otras condiciones situadas en el medio de ambos tipos de procesos, es
lo que llamamos procesos inducidos, aquellos que son provocados o detectados
por agentes externos que encuentran las estrategias para atravesar las escuelas
de modo que ellas los hagan propios.
Retomamos a Margarita Poggi y afirmamos con ella que no creemos que puedan
existir modelos de validez universal sin anclajes en la singularidad de cada
realidad escolar. Las posibilidades de desarrollo institucional, diferente para cada
centro, está en relación con su propia historia institucional. No hay, en general,
estrategias únicas que conduzcan a la mejora, validad para cualquier situación.
Es fundamental que cada centro ajuste, adapte y adecue los modelos a sus
propias realidades en un ejercicio crítico permanente.
No le tememos al uso de casos, a “tomar prestadas” experiencias realizadas en
otros entornos, tampoco resistimos a dar respuestas, ejemplos, herramientas. Es
necesaria siempre una transposición de todos esos elementos y eso es exclusiva
responsabilidad de cada profesional. Para ello nos estamos formando…
Criterios de Evaluación
- Realización en tiempo y forma de trabajos de campo programados.
- Buena expresión escrita (claridad en la redacción de lo que se quiere expresar,
coherencia en la estructura de textos producidos, buena ortografía y sintaxis, etc.),
- Utilización de conceptos pertinentes considerando las especificaciones dadas por
los autores leídos,
- Fundamentaciones suficientes de las afirmaciones y/o conclusiones,
- Análisis crítico de los marcos conceptuales abordados,

Actividad Obligatoria N°1


Resignificamos el uso de las normas en nuestras Instituciones.

1. Resignificamos el uso de las normas en nuestras Instituciones.

- ¿Cuáles son las leyes y normas que rigen el quehacer institucional? ¿son
conocidas por la comunidad educativa?

- ¿De qué manera el marco normativo se relaciona con la realidad de la institución?


¿contribuyen a resolver los problemas o no son pertinentes?

- ¿Hay aspectos de la realidad que no están contempladas en al marco normativo


de su institución?

- ¿Es necesario que las instituciones diseñen sus propias normativas, sin perder de
vista aquellas que ya vienen dadas oficialmente? ¿Cómo lo harían?
2. Análisis de las Resoluciones del Consejo Federal

- Seleccionen una de las RCFE Nº188/12 o Nº285/16 y mencionen si algunos de


los objetivos, o líneas de acción de esta resolución se concretó en la
institución mediante algún programa o proyecto, y describa como se implementó,
quienes eran los responsables, que acciones involucraban, etc.

La actividad permanecerá abierta hasta el próximo módulo 18:00 hs

ii
: Ley de Educación Nacional, Nº 26.206, 2006, Art: 8, 11, 122 y 123
iii
Frigerio, G. Poggi, M. Tiramonti, G (1992) Las instituciones educativas, Cara y Ceca: elementos para su
gestión; Las instituciones educativas, cara y ceca: elementos para su comprensión /. 1ª ed Buenos
Aires: Troquel,
iv
Ministerio de Cultura y Educación. República Argentina 1998 Curso para Supervisores y Directores de
Instituciones Educativas". Cuadernillo N° 1: Innovación y Gestión"
Capítulo 2. "La institución educativa como unidad de cambio". Páginas 36-47...
v
Gvirtz S., Zacarias I. y Abregú V. (2009) Construir una buena escuela. Herramientas para el director
Editorial: Aique Educación
Bibliografía

Gvirtz S., Zacarias I. y Abregú V. (2009) Construir una buena escuela.


Herramientas para el director Editorial: Aique Educación
Frigerio, G. Poggi, M. Tiramonti, G (1992) Las instituciones educativas, Cara y
Ceca: elementos para su gestión; Las instituciones educativas, cara y ceca:
elementos para su comprensión /. 1ª edic, Buenos Aires: Troquel,
Ley de Educación Nacional, N.º 26.206, 2006, Art: 8, 11, 122 y 123
Ministerio de Cultura y Educación. República Argentina 1998 Curso para
Supervisores y Directores de Instituciones Educativas". Cuadernillo N° 1:
Innovación y Gestión" Capítulo 2. "La institución educativa como unidad de
cambio". Páginas 36-47
Ministerio de Cultura y Educación. República Argentina El trabajo del director y
el proyecto de la escuela / Margarita Marturet; Patricia Bavaresco ; Rita Torchio
; Cristina Íbalo ; José Calarco con colaboración de Ana Laura Herrera;
coordinado por Teresa Socolovsky. - 1a ed. - Buenos Aires, 2010.

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