Nombre del curso: Nombre del profesor: Gestión del talento humano Lic. Natal Guerrero Monjaraz Módulo: Actividad: Segundo Rescisión laboral Fecha: 11 de noviembre 2020 Equipo: No aplica Referencias: Autoría Propia
Rescisión de relación laboral sin responsabilidad del trabajador
Como caso práctico tomo un ejemplo real y personal por el que tuve que pasar hace unos años.
Trabajaba en una clínica dental donde un dentista de aproximadamente 60
años de edad era el dueño. En la clínica trabajaban un 99% mujeres jóvenes de entre 18 y 30 años y para trabajos de mantenimiento se encontraban máximo 2 varones. Esta política la adoptó el patrón por su cultura y visión que tenía de el maravilloso trabajo que logra un grupo de mujeres, sin embargo, esta misma situación tenía otro fin bastante indignante y causante de que un 80% de las trabajadoras rescindiéramos del trabajo por acoso y difamación.
El patrón mediante mensajes con algunos pacientes, familiares e incluso
amigos ajenos difamaba y exponía a varias trabajadoras referente a temas privados y delicados. Al enterarnos y conseguir pruebas de esta situación, las que llegamos a ser afectadas o incomodadas por la situación tomamos la decisión de rescindir y hacerle frente al patrón con sus obligaciones generadas por su falta.
Se procedió a levantar una demanda por acoso y difamación, las
trabajadoras no exigieron indemnización ya que no existía un contrato formal, sin embargo, se exigió el pago pendiente de los días trabajados hasta el momento del enfrentamiento y el tuvo que sobrellevar las consecuencias económicas, personales y profesionales al respecto. Rescisión de relación laboral sin responsabilidad del patrón Para este caso retomaré una historia igualmente personal que se suscitó en el negocio de mis padres.
Un trabajador que ocupaba el puesto de Auxiliar general llegó como
recomendado al negocio, se le dio un periodo de prueba y parecía ir todo bien hasta que él mismo se dio a conocer de una manera desagradable.
El trabajador robó dinero en efectivo que su compañera de trabajo llevaba
ese día para realizar un depósito. Al ser esta una cantidad grande, en cuanto se alertó de la pérdida, se realizó una inspección y se tomaron las medidas necesarias. Se descubrió que este trabajador fue el que cometió la falta y poco después lo admitió y confesó.
Por obvias razones no se le permitió seguir en el puesto bajo ningún motivo
y se fue sin poder exigir una liquidación.
En este caso no se levantó ninguna demanda por decisión de la trabajadora
afectada. Las sanciones o consecuencias que este trabajador tuvo evidentemente se vieron limitadas, pero no nulas.
El trabajador se quedó sin trabajo, no tuvo carta de recomendación,
personalmente, la familia de esta persona se enteró, entre otras.