En nuestro país se han implementado estrategias que buscan minimizar las
pérdidas de aprendizaje usando el aprendizaje a distancia. Sin embargo, No existen estudios confiables para que permitan estimar la efectividad del aprendizaje a distancia comparado al aprendizaje presencial. Sin embargo, dada la velocidad (y, por ende, la falta de preparación) con la que se tuvieron que implementar estas medidas, no hay duda de que implican menores niveles de aprendizaje para el estudiante promedio. Además, la educación a distancia aumentará la desigualdad en el aprendizaje porque los hogares de mejor condición socioeconómica tienen una mayor probabilidad de tener acceso a internet de calidad, así como a otros insumos necesarios para que la educación a distancia funcione bien.
2. En general, y en particular en comunidades pobres, los maestros ejercen
labores que van más allá de sus funciones estrictamente educativas. Los maestros ayudan a identificar niños con problemas de salud, nutrición o abuso, y alertar a las autoridades correspondientes. Diferentes fuentes indican que la pandemia ha llevado a aumentos en la violencia intrafamiliar. En este contexto, los cierres de las escuelas son particularmente preocupantes.
3. La pandemia tiene serias implicaciones para la educación en el pais,
incluyendo posibles aumentos en la deserción, menores niveles de aprendizaje, una mayor desigualdad en los resultados, y el quiebre de muchas instituciones privadas. Ante esta situación, las alternativas de política podrían incluir:
Para minimizar la pérdida en el aprendizaje: Se podría extender el año
escolar cuando vuelvan a abrir las escuelas, o temporalmente extender la jornada. Asimismo, como los efectos negativos de la crisis sobre el aprendizaje serán con seguridad mayores para los niños pobres, se podrían considerar programas de tutorías focalizadas en escuelas o niños de bajos ingresos.
Para prevenir la deserción escolar: En el corto plazo, se podrían
desarrollar intervenciones que permitan a docentes estar en contacto con sus alumnos, por ejemplo, a través de WhatsApp, de tal manera que los niños y jóvenes sientan que no se ha roto el vínculo con la escuela. En el mediano plazo, se deberían de reforzar los programas de transferencias monetarias condicionadas, expandiendo su cobertura, recalibrando los montos si fuera necesario, y, dado que el mayor riesgo de deserción es para estudiantes de educación media o media superior, focalizando las transferencias en hogares con niños de estos grupos etarios.
4. La crisis podría ser una oportunidad para reformar los sistemas de
asignación de recursos para la educación para hacer que estos sean más eficientes y equitativos. Asimismo, las limitaciones que se han visto en la educación a distancia deberían de invitar a una reflexión sobre la mejor manera de usar la tecnología para fines educativos dentro y fuera del salón.