Resumen el profesor suplente:

Mientras Matías y su mujer tomaban una taza de té se quejaban de las

miserias de estar en clase media, de repente escuchan golpear la puerta, era
el profesor Valencia con la noticia de que Matías será su reemplazo en las
clases de historia del colegio ya que el profesor Valencia tenía que ir de viaje.
Después de la cena Matías se encierra en el comedor y desempolva sus libros
de estudio y pidió a su mujer que nadie lo interrumpiera.
Al llegar a la fachada del colegio una duda lo asalto, decidió abrir su maletín
para buscar entre sus apuntes, pero al ver que el portero se le quedo viendo
siguió de largo hacia la otra esquina, esta duda hizo que le surgieran más
dudas aun, durante un cuarto de hora camina por las calles adyacentes hasta
toparse con una tienda de discos y donde se vio reflejado viendo como
estaba en un círculo de terror. Matías se quedó contemplando el panorama
de un parque, el corazón le cabeceaba como pájaro enjaulado y un
campanazo lo hizo volver en si, se dio cuenta que aún estaba a tiempo y fue
al colegio, pero al llegar se dio cuenta que en la entrada habían hombres
canosos y ensotanados lo espiaban, esto le recordó a los jurados de su
infancia y escapo hacia la avenida, se dio cuenta que alguien lo seguía y era el
portero que le decía no es usted el señor Palomino de historia? ¡Y el contesto
yo soy cobrador! Matías siguió su camino abochornado y entorpecido llego a
una banca. Al ver que los niños salían del colegio despertó de su letargo y fue
hacia su casa, su mujer lo esperaba y le pregunto cómo le fue y el respondió
magnifico, todo ha sido magnifico, su mujer lo abrazo y al ver en sus ojos una
llama de orgullo, Matías se hecho desconsoladamente a llorar.
Resumen espumante en el sótano:
Aníbal llega a la fachada del Ministerio de Educación y pasa entre el tumulto
y en lugar de tomar las escaleras desapareció por una especie de escotilla
hacia el sótano. Ya llego el hombre! Entro exclamando a la habitación donde
estaban 3 empleados, Rojas, Pinilla y Calmet. Después de charlar la puerta de
las escaleras se abrió y descendió un hombre canoso con anteojos, y
pregunto por las copias, sus compañeros señalaron que faltaba emparejar
por Hernández y este le iba a mencionar sobre los 25 años que cumplía en el
ministerio cuando es interrumpido y le pide las copias, sus compañeros de
Aníbal se echan a reír y le dicen porque no hace el trabajo a lo que Anibal
responde cuando le he corrido al trabajo, si me demore fue porque fui a
comprar empanadas y el champán. Todos se reúnen en el lugar donde
trabaja Anibal y celebran recordando anécdotas junto a los superiores Gómez
y Escobedo, Aníbal dedica unas palabras a sus compañeros de lo agradecido
que esta por trabajar en el ministerio por 25 años y al final los superiores se
van y los demás compañeros estrechan su mano y se despiden, luego Anibal
decide ir a casa con su mujer, se encuentra al señor Gómez y este le ordena
que limpie el lugar que parece un chiquero con todas las colillas de cigarro y
restos de empanada, Anibal comenzó a limpiar diciéndose que si no fuera un
caballero les pondría a todos la pata de la chalina.

Resumen los merengues:

Perico hurto 20 soles del monedero escondido de su madre, salió por las
calles hacia la pastelería de la esquina, el recordaba que siempre había
hombres gordos o mujeres viejas con bolsas, recordaba que unos eran
amables y otros no.
En la pastelería había de todo tipo de manjares, pero en su mente solo
estaba probar un merengue ya que siempre miraba a los niños comerlo y el
anhelaba comerlo un día, se obsesiono con eso.
Perico entre toda la gente se avanzó hacia el mostrador y pidió con orgullo
deme 20 soles de negregues, el pastelero lo ignoro y Perico volvió a pedir su
merengues, el pastelero lo saca de la oreja y le dice quién te ha ordenado
eso, Perico siguió insistiendo pero el pastelero lo corrió porque eran
demasiados merengues para un niño, Perico sale sollozando a vagabundear
por los alrededores hasta llegar a un barranco y viendo el dinero que no valía
para los merengues comenzó a lanzar las monedas.