Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
ensamos que ha llegado el momento de un han sido atacados por sociólogos, planificado-
P nuevo manifiesto por el diseño urbano. Han
pasado casi cincuenta años desde que Le
res, Jane Jacobs y, más recientemente, incluso
por los propios arquitectos. Mas, todavía tienen
Corbusier y el Congreso Internacional de Arquitec- una fuerte influencia y los tomaremos como punto
tura Moderna (CIAM) hicieran la carta de Atenas, de partida.
y más de veinte años desde que la Primera Confe- Sin duda alguna la Carta de Atenas fue, simple-
rencia sobre Diseño Urbano, todavía en la tradi- mente, un manifiesto: una declaración pública que
ción del CIAM, fuera celebrada en Harvard, en reflexionaba sobre los males de las ciudades indus-
1957. Desde entonces los principios del CIAM triales existentes en los años 30 y trazaba los reque-
rimientos físicos necesarios para establecer un
medioambiente urbano 'saneado, humano y bello
Este trabajo surgió, en parte, de un seminario en la para la gente. No servía ni trataba de los fenómenos
Universidad de California, Berkeley, durante la primavera de
1979. Los participantes en el seminario, todos estudiantes, sociales, económicos y políticos, sino que su obje-
fueron: Susanne Allen, Hilda Blanco, Karen Burks, Patricia tivo básico era el diseño físico de las ciudades.
Colombe, Leslie Gould, Moisés Kajomovitz, Stanley Kebathi, Sus autores eran, en su mayor parte; arquitec-
Vernen Liebmann, Jeffery Luxemberg, Daniel Marks, Diana tos socialmente comprorr)%tidosdecididos a que su
Martínez, Cibele Rumel, Ignacin San Martin, Georgia Schimen-
ti y Cherles Setchell. (Working Paper, n.' 384, junio 1982, arte y oficio fuera una respuesta a las realidades
lnstitute of Urban and Regional Development, Universidad de sociales, así como una mejora del hombre en gene-
Califomia, Berkeley, USA). ral. Sería un error describirles como simplemente
(n.e.): Agradecemos a Manuel Castells el que nos haya hecho
llegar este trabajo-manifiesto. La traducción es de Paloma diseñadores elitistas y deterministas físicos.
Rodriguez Ausín, reelaborada por Javier-García Bellido. La Carta censuraba los edificios de alta densidad
CIUDAD Y TERRITORIO/Enero-Junio 1984
69
de tamaño medio hasta de seis plantas y con una al- edificios con la gente, inevitablemente, viviendo
ta ocupación de suelo, que se asociaban a los en pisos y con bastante mayor densidad.
"slums': Análogamente, los edificios con fachadas Estamos poco entusiasmados con lo que tanto la
a las calles se consideraban definitivamente perjudi- Carta de Atenas como la Ciudad Jardín hayan pro-
ciales para una vida sana. La expansión horizontal ducido en el medioambiente urbano.
ilimitada de las áreas urbanas, devoradora del cam- Los CIAM ponían el énfasis en los edificios y en
po y del entorno de las ciudades, era contemplada lo que ocurría dentro de los edificios -en tanto que
como símbolo de un terrible desperdicio. Las solu- objetos que estaban en el espacio- y no en la vida
ciones podrían encontrarse en la demolición de que transcurría continuamente en los espacios pú-
viviendas insanas, en la dotación de áreas verdes en blicos. Los edificios tienden a ser islas, grandes o
cada ámbito residencial y en elevar nuevos y altos pequeñas. Podían estar en cualquier parte. Su
edificios de alta densidad entre espacios abiertos. orientáción es interiorista. Desde fuera, el edificio
Las viviendas debían ser desplazadas de su tradi- -como la obra arte que pretende ser- se sitúa
cional relación de fachada con la calle y la totali- donde pueda ser visto y admirado en su conjunto.
dad del sistema de circulación debía revisarse para Y por esto, cuanto más grande mejor se contempla
hacer frente a las necesidades de la naciente motori- desde una cierta distancia, a una escala relacionada
zación. Las áreas de trabajo debían estar cerca de, con un auto en movimiento. Diversidad, esponta-
pero separadas, las áreas residenciales. Para lo- neidad y sorpresa están ausentes, al menos para
grar la nueva ciudad, grandes promociones del los peatones. Encontramos escasa diversión, magia
suelo, preferiblemente la propiedad pública, debe- o encanto en las ciudades de la Carta. No son ciu-
rían reemplazar a las múltiples y pequeñas parcelas, dades urbanas para nosotros, excepto por algunos
de tal forma que los proyectos pudieran ser adecua- requisitos de su definición estadística que puedan
damente diseñados y urbanizados. hallarse en un censo. La mayoría de las Carden
Cities, sanas y salvas e, incluso, tan graciosas
Miles de urbanizaciones y de proyectos de remo- como son, siempre nos recuerdan más a las urbani-
delación por todo el mundo, tanto en países socia- zaciones residenciales de la periferia que a las ciu-
listas como capitalistas y tanto en suelo no urba-
dades. Pero en aquel momento no trataban de ser
nizado como renovando viejas áreas urbanas, ates- ciudades. Su énfasis lo han tenido más en el "gar-
tiguan la aceptación de los dictados de la Carta de
den" que en la "city".
Atenas. Las lecciones de diseño que ello implicaba Ambos movimientos representan sobre todo una
han llegado a ser parte de un lenguaje universal del fuerte reacción del diseño ante la degradación física
diseño urbano, no solamente de la propiedad inte-
y ante las desigualdades sociales de las ciudades in-
lectual de unos pocos iluminados, incluso aunque dustriales. Al responder tan radicalmente, aunque
los principios se hayan devaluado en tantas urbani- comprensiblemente, a los edificios y ciudades po-
zaciones. pulosas, oscuras, sin aire, sin "utilidad" y con-
La Carta de Atenas, evidentemente, no ha sido la flictivas, que tanta gente albergaban, los utopistas
única filosofía urbana de este siglo que haya influí- no se cuestionaron lo que era bueno ni social ni físi-
do en el desarrollo de las áreas urbanas. Ebenezer camente de aquellas ciudades. Aquellos ambientes
Howard también respondía a los males de las ciu- urbanos jno reflejaban (y puede ser, incluso, que
dades industriales del XIX, y el movimiento Gar- alimentaran) más valores sociales de los que pudie-
den City ha sido al menos tan poderoso como el de ran tener significado para sus propios habitantes
la Carta de Atenas. La política de las nuevas ciu- -individual y colectivamente-, tales como los de
dades, donde existan, ha enraizado con Howard; comunidad y colectividad? Sin saberlo, jno sería
pero no se deben mirar las nuevas ciudades sola- que estas reacciones vigorosas contra los males Ür-
mente para ver la influencia de Howard, Olmstead, banos terminaran "como el que arrojó el agua del
Wright y Stein. La sola noción de la superman- baño con el niño dentro'?
zana se ha esparcido en grandes proyectos de vi- Mientras tanto hemos ido adquiriendo una gran
viendas por todo el mundo, tanto en el centro de la experiencia con la edificación y la reedificación de
ciudad como en las áreas suburbanas. La noción de la ciudad. Han surgido nuevos portavoces con nue-
los edificios en medio de un parque es común tan- vas visiones. Cuantos más edificios estilo CIAM se
to a las urbanizaciones inspiradas en la Carta como construían, más gente se desencantaba. Muchos co-
a los diseños de la Ciudad Jardín. Ambos movi- menzaron a volver la vista hacia las viejas ciu-
mientos tienen mucho en común: supermanzanas, dades preindustriales mirándolas a través de una
vías separadas para peatones y coches, espacios co- óptica de lo pintoresco. Desde una contemplación
munes interiores, viviendas claramente separadas de la ciudad, a manera de escultura de jardín, el
de las calles y la propiedad central del suelo. La movimiento del "town scape" (paisaje urbano), di-
Ciudad Jardín inspiró comunidades donde se daba rigido por la Architectural Review, ponía el acento
mayor importancia al espacio libre privado. La di- en la "experiencia urbana". Esta visión fenomeno-
ferencia más significativa -al menos por cómo ha lógica de la ciudad fue compartida por Rasmussen,
evolucionado- reside en la densidad y en la tipo- Kepes y, finalmente, por Kevin Lynch y Jane
logía de edificación: los partidarios de la Ciudad Jacobs. Esta visión identificó un completo y nuevo
Jardín prefieren colocar a la gente en casas en hi- vocabulario de formas urbanas que dependía de la
lera, con jardín; mientras que Le Corbusier y los vista, de los sonidos, tactos y olores de la ciudad; de
diseñadores del CIAM fueron hacia los grandes sus materiales y texturas, de los relieves, fachadas,
- - - -
CIUDAD Y TERRITORIO/Enero-Junio 1984
estilos, signos, luces, bancos, árboles y contraluces; MEDIOAMBIENTE INHABITABLE
y de todos los potenciales entretenimientos para un
atento observador y usuario. Esto ha humanizado Mientras las condiciones de las viviendas en la
continuamente el vocabulario del diseño urbano. mayor parte de los países avanzados han mejorado
Suscribimos de forma entusiasta la mayor parte de en aspectos fundamentales, como los de la ilumina-
sus asertos; aunque en el movimiento del town ción, ventilación y espacio, los alrededores de las
scape algunos ignoraban la significación social y las viviendas son todavía peligrosos, contaminados,
implicaciones de lo que estaban haciendo. ruidosos y con terrenos abandonados, al tiempo
Los años 60 presenciaron el nacimiento del dise- que la movilidad por esas ciudades esta llegando a
ño comunitario y de un activo interés de los grupos ser cada vez más fatigante y crispante.
sociales afectados, con frecuencia negativamente, en Pero la habitabilidad no es el único problema.
el diseño urbano. Los diseñadores fueron como los
"polis blandos" (*) y muchos profesionales compro-
metidos abandonaron el campo del diseño inme- GIGANTISMO Y PERDIDA D E CONTROL
diatamente, debido a vocaciones sociales o de pla-
nificadores, descubriendo que el medioambiente fí- El medioambiente urbano está, cada vez más, en
sico carecía de valor social redentor. Más, al co- manos de grandes promotores y organismos públi-
mienzo de los 80 la moda de los profesionales del cos. Los elementos de la ciudad crecen inexorable-
diseño es conservadora. Hay ahora una retirada del mente. Los sistemas de transporte colectivo se se-
compromiso social, de vuelta al formalismo, apo- gregan en modos de transporte individuales; se
yada en los pseudosignificados de la semiología y están creando enormes barrios y conjuntos urbanos
otros temas abstractos. La mayoría de la arquitec- que hacen que la gente se sienta fuera de su am-
tura ha devenido a una búsqueda "dilettanti" y nar- biente.
cisista, una componente "chic" de la cultura de con- Por esta razón, los ciudadanos tienen menos sen-
sumo del arte "elevado", cada vez más remota de la sación de control sobre sus hogares, barrios y ciu-
vida diaria de la mayoría de la gente, hallando su dades de la que tenían cuando vivían en comunida-
manifestación última en las galerías de exposicio- des situadas en localidades con un crecimiento más
nes y en los libros de arte. El planeamiento urbano lento. Tal gigantismo se puede encontrar tanto en
está demasiado inmerso en la Administración y en los proyectos de vivienda de las ciudades socialistas
la supervivencia de los programas de vivienda, del como en las zonas comerciales y de oficinas de las
medioambiente y la energía -respondiendo a los ciudades capitalistas.
cortes presupuestarios y a las demandas de la co-
munidad- para tener un sentido claro de su direc-
ción con respecto a la forma de la ciudad. PRIVATIZACION A GRAN ESCALA Y
Mientras todas esas ideologías de los profesio- PERDIDA D E LA VIDA COLECTIVA
nales han estado planteándose, cambios econó-
micos, tecnológicos y sociales de carácter masivo Las ciudades, y especialmente las americanas, se
han tenido lugar en nuestras ciudades. La escala del han privatizado, en parte debido a la importancia
capitalismo ha continuado aumentando, tanto que la sociedad de consumo da al sector individual
como la escala de la burocracia, y el automóvil ha y privado, creando lo que Galbraith llama la
destruído virtualmente lo que eran las ciudades. "abundancia privada y la miseria públican, que se
Ahora la crisis económica está creando un contexto han visto espoleadas debido a la proliferación del
totalmente nuevo para el futuro del diseño urbano. automóvil. La delincuencia callejera es una causa y,
Formulando un nuevo manifiesto, reaccionamos al mismo tiempo, una consecuencia de esta tenden-
contra diferentes fenómenos, como hicieron los lí- cia; lo que ha desembocado en una nueva forma de
deres del CIAM hace cincuenta años. Las ciudades ciudad, a modo de fortalezas aisladas con fachadas
del automóvil en California y en el Suroeste (de Es- ciegas, sin ventanas, rodeadas de solares abandona-
tados Unidos) presentan problemas enteramente dos usados como aparcamiento, y de vías de tráfico
distintos que los de las ciudades europeas del si- rápido. Como los sistemas de transporte público
glo XIX, como ocurrió con las urbanizaciones in- han decaído, han ido quedando menos lugares en
fluidas por el CIAM respecto a las ciudadeseuropeas, las ciudades americanas donde la gente de los dife-
latinoamericanas o soviéticas, y respecto a la erup- rentes grupos sociales pudiera reunirse. Los espa-
ción de asentamientos de chabolas alrededor de las cios públicos, de muchas ciudades americanas se
ciudades de rápido crecimiento del Tercer Mundo. han convertido en un desierto vacío, dejando la su-
iCuáles son esos problemas? pervivencia de la vida publica exclusivamente de-
pendiente de acontecimientos formalmente plan-
teados, la mayor parte de las veces en lugares pro-
tegidos y cerrados.
(*) "Soft cops" es una expresión americana usada en los
círculos críticos radicales del "advocacy planning" de los años
setenta (Robert Goodman) para denotar a los técnicos que,
ayudando a los grupos urbanos de base, jugaban, no obstante, el FRAGMENTACION CENTRIFUGA
papel de "agentes del orden" tecnocrático, "infiltrados" en su
seno para suavizar y reconducir los conflictos con soluciones y
mttodos alternativos de carácter técnico y persuasivo; de ahí el En las sociedades industriales avanzadas se sacó
llamarles "polis blandos" o "suaves" (n.t.). el trabajo fuera del hogar y, después, fuera del
CIUDAD Y TERRITORIO/Enero-Junio 1984
barrio, mientras que el uso del automóvil y la cre- En demasiados casos diseñamos proyectos para
ciente escala del comercio han llevado a hacer las lugares y personas que desconocemos y a los que
compras fuera de la comunidad local. El miedo ha concedemos muy poca capacidad de entendimien-
conducido a los grupos sociales a huir unos de to. Hay demasiados profesionales que estamos más
otros aislándose en enclaves sociales homogéneos. integrados en una cultura profesional universal que
Las mismas comunidades han disminuído en den- en las culturas locales para las que realizamos sus
sidad y aumentado en homogeneidad. De este planes y productos. Llevamos nuestra "maleta de
modo, la ciudad se ha extendido y disgregado en el trucos" alrededor del mundo y la desplegamos don-
espacio formando monoculturas extensivas y zonas de quiera que aterricemos. Esta cultura profesional
especializadas alcanzables, tan sólo, tras largos via- flotante tiene la concepción más superficial de cada
jes; un sistema urbano frágil y despilfarrador, de- lugar concreto. El desarraigo es más sensible a los
pendiente de la gasolina barata disponible, ha con- cambios de las modas y teorías profesionales que
tribuído al mutuo aislamiento de los grupos so- los "ecos de sociedad" locales. Hay poca investi-
ciales. gación y demasiadas propuestas. Muchas informa-
ciones rápidas, con soluciones instantáneas, y el
resto del tiempo se pasa convenciendo a los clien-
DESTRUCCION D E LUGARES VALIOSOS tes. Las limitaciones de tiempo y presupuesto nos
conducen a ello,. pero así se produce una falta de
La búsqueda de ganancias y prestigio, y la impla- entendimiento y una cultura sin lugar. Además, los
cable explotación de los lugares que atraen al pú- diseñadores somos, a menudo, ignorantes de nues-
blico, ha llevado a la destrucción de gran parte de tras propias raíces originales, lo que influye, por
los lugares históricos heredados, que ya no van a medios ocultos, en nuestras preferencias.
poder dejar ganancias, así como de espacios natu- Al mismo tiempo, la retirada de los planifi-
rales que están sobreexplotados. En muchos casos, cadores hacia el "tendencismo", bajo la influencia
como el de San Francisco, el mismo valor del lugar positivista de las ciencias sociales, les ha dejado
está amenazado con su destrucción, debido a las virtualmente incapaces de resistir las presiones socia-
insaciables bandadas de turistas y empresarios que les de la economía capitalista y de la soberanía del
quieren visitarlo o explotarlo. consumidor. Los planificadores han perdido sus
creencias. Aunque creemos que la participación
ciudadana es esencial en el planeamiento urbano,
PERDIDA DEL LUGAR
los profesionales debemos tener también un sentido
Las ciudades se están volviendo lugares sin sen- de lo que creemos que es correcto, incluso aunque
corramos el riesgo de que se nos censure.
tido, fuera de la comprensión de sus ciudadanos.
Ya no sabemos nada de los orígenes del mundo que
nos rodea. Raramente conocemos la procedencia
de los materiales y productos, quién los posee, OBJETIVOS PARA LA VIDA URBANA
quién está detrás de ellos, qué se pretende. Vivimos
en ciudades donde-las cosas suceden inesperada- Proponemos unos objetivos que juzgamos esen-
mente y sin nuestra participación. Es éste un mun- ciales para el futuro de un adecuado medioam-
do extraño para la mayoría de sus habitantes. Ya biente urbano, y que son: habitabilidad; identidad y
no nos sorprende que muchos se retiren de la vida control; aumento de oportunidades, imaginación y
en sociedad para gozar de su propio mundo limi- diversiones; comunidades abiertas y vida colectiva;
autosuficiencia y justicia.
tado y privado.
1. Habitabilidad
INJUSTICIA
Una ciudad debería ser un lugar donde todo el
Las ciudades son símbolos de desigualdad. En la mundo pudiera vivir con relativo confort.
mayoría de las ciudades la diferencia entre el en- La mayoría de la gente quiere una especie de san-
torno del rico y el del pobre es sorprendente. En tuario para hacer su vida, un lugar donde puedan
muchos niveles, el entorno del rico, que ocupa y educar a sus hijos, tener intimidad, dormir, comer,
domina las tramas determinantes del transporte descansar y reponer fuerzas. Esto implica un me-
y la accesibilidad, hace que el entorno del pobre dioambiente bien organizado, relativamente despro-
sea relativamente peor. Esta diferencia, quizá, sea visto de incomodidad, de aglomeraciones, de ruido,
menos visible en la ciudad moderna de poca densi- peligro, polución ambiental, suciedad, desechos y
dad -donde las exhibiciones de abundancia se otras intrusiones desagradables.
ocultan- que en la ciudad vieja; aunque la diferen-
cia permanece. 2. Identidad y control
EN PRENSA
HISTORIA
DEL
URBANISMO
Siglos XIV, XV y XVI