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   INTRODUCCION

Las actividades físicas y el deporte son manifestaciones culturales presentes


en todos los grupos y sociedades, suponiendo una parte importante del
bagaje socio-cultural del individuo. Durante siglos, la evolución del ejercicio
físico y del deporte ha sido lenta, al igual que los progresos tecnológicos. Sin
embargo, en el siglo XX, este avance fue de tal magnitud que los hábitos y
costumbres sociales variaron en muy poco tiempo. Podemos decir que la
práctica de la actividad física y deportiva se ha popularizado mucho, sobre
todo en las sociedades desarrolladas, y más en concreto en el siglo actual. Si
echamos un vistazo a periódicos, revistas o programas de televisión,
veremos que el ejercicio físico y la salud son temas de moda.

 Pero la relación que se atribuye entre actividad física y salud suele ser
simple y parcial, centrándose en aspectos muy concretos, no relacionando
dicha actividad física con una noción completa de bienestar, tanto a nivel
físico, como psicológico y social

EL IMPACTO DE LA ACTIVIDAS FISICA A LA SALUD

Hoy en día, en los países desarrollados o en vías de desarrollo, alrededor del


60% de la población mundial permanece en el mínimo esfuerzo físico posible,
debido a la casi nula actividad física dentro del área laboral que se ha vuelto
potencialmente sedentaria. Este fenómeno impacta de igual manera en las
actividades domésticas y en la inacción en tiempos de ocio.
 
Existen diversos factores de riesgo que poco promueven la realización de
actividades físicas, como: la sobrepoblación, aumento de la pobreza,
incremento de los niveles de inseguridad, el constante crecimiento de la
densidad de tránsito vehicular, la mala calidad del aire y la inexistencia de
instalaciones deportivas recreativas públicas. El resultado favorece el
aumento de las enfermedades no transmisibles. Hoy en día, la inactividad
física representa uno de los diez principales factores de riesgo de mortalidad
a nivel mundial, y como grupos más vulnerables encontramos a los niños, las
mujeres y los adultos mayores.
 
Ante esta problemática se generan varios argumentos, todos ellos mitos que
provocan la propagación de una cultura sedentaria. Es común escuchar que
realizar ejercicio resulta caro, que es necesario el uso de ropa y equipos
especiales o que se debe pagar por instalaciones deportivas; aunado a esto,
las multitareas que conforman nuestro día a día nos impiden hacer un
espacio para la actividad física y, en el caso de los extremos de la vida:
suponemos que los niños son lo suficientemente activos para no destinar un
tiempo a ejercitarlos y los adultos mayores argumentan que la actividad física
sólo es para los jóvenes.
 
Dentro de los beneficios que aporta la actividad física constante se
encuentran el mejoramiento del estado muscular y óseo, una mejor función
cardiorrespiratoria, la reducción de riesgos de hipertensión, cardiopatías y
trastornos metabólicos como la diabetes, el cáncer de mama y de colon; se
observa también una disminución de episodios de depresión y finalmente es
base para el equilibrio energético que favorece al control de peso corporal,
sobretodo en la disminución del porcentaje de grasa corporal que redunda en
la reducción del riesgo de padecer enfermedades no transmisibles. El
ejercicio o la actividad física aporta beneficios psicosociales, mejora el estado
de ánimo, la capacidad de concentración y favorece la integración de las
comunidades.
 
Por tales motivos, es conveniente realizar modificaciones al estilo de vida y
establecer como prioridad la actividad física, la cual se define como cualquier
movimiento corporal producido por el aparato músculo — esquelético, que
permite el consumo de energía dentro de cualquier tarea diaria: el trabajo, las
tareas domésticas o las actividades de recreación.
 
Las recomendaciones por parte de la Organización Mundial de la Salud
(OMS), indican que los niños y adolescentes deben realizar 60 minutos
diarios de actividad física de moderada a intensa, dedicar más tiempo
beneficia en mayor medida a la salud. En el caso de los adultos de 18 a 64
años de edad y de los adultos mayores, los requerimientos oscilan entre los
150 y los 300 minutos semanales de actividad física moderada y al menos 75
minutos semanales de actividad física intensa. Las personas con problemas
de movilidad deben practicar actividad física de resistencia por lo menos tres
veces por semana para prevenir caídas y fortalecer la masa muscular.
 
Podemos y debemos hacer que las actividades física formen parte de nuestra
vida cotidiana, las opciones pueden incluir formas activas de transporte;
como ciudadanos debemos exigir políticas e instalaciones que fomenten el
ejercicio seguro; en cada uno de los hogares debemos fomentar hábitos
deportivos; en las instituciones es necesario contar con educación física de
calidad que favorezca el desarrollo de hábitos saludables que nos mantengan
físicamente activos a lo largo de todas las etapas de la vida.

BENEFICIOS DE LA ACTIVIDAD FISICA


La actividad física es esencial para el mantenimiento y mejora de la salud y
la prevención de las enfermedades, para todas las personas y a cualquier
edad. La actividad física contribuye a la prolongación de la vida y a mejorar
su calidad, a través de beneficios fisiológicos, psicológicos y sociales, que
han sido avalados por investigaciones científicas.

BENEFICIOS FISIOLÓGICOS
 La actividad física reduce el riesgo de padecer: Enfermedades
cardiovasculares, tensión arterial alta, cáncer de colon y diabetes.

 Ayuda a controlar el sobrepeso, la obesidad y el porcentaje de grasa


corporal.

 Fortalece los huesos, aumentando la densidad ósea.

 Fortalece los músculos y mejora la capacidad para hacer esfuerzos sin


fatiga (forma física).

BENEFICIOS PSICOLÓGICOS

 La actividad física mejora el estado de ánimo y disminuye el riesgo de


padecer estrés, ansiedad y depresión; aumenta la autoestima y
proporciona bienestar psicológico.

BENEFICIOS SOCIALES

 Fomenta la sociabilidad.

 Aumenta la autonomía y la integración social, estos beneficios son


especialmente importantes en el caso de discapacitación física o
psíquica.

BENEFICIOS ADICIONALES EN LA INFANCIA Y ADOLESCENCIA

 Los beneficios comprobados en estas etapas son:

 La contribución al desarrollo integral de la persona.

 El control del sobrepeso y la obesidad. En esta etapa, el control de la


obesidad es muy importante para prevenir la obesidad adulta.

 Mayor mineralización de los huesos y disminución del riesgo de padecer


osteoporosis en la vida adulta.

 Mejor maduración del sistema nervioso motor y aumento de las destrezas


motrices.
 Mejor rendimiento escolar y sociabilidad.

LA IMPORTANCIA DEL EJERCICIO FÍSICO EN EL MANTENIMIENTO DE


LA SALUD

Para tener una vida activa puede ser suficiente incorporar a la vida cotidiana
de cada uno algunas actividades sencillas como caminar, subir escaleras,
limpiar la casa, bailar, montar en bicicleta, nadar, correr, jugar… etc. Estas
actividades queman calorías y mejoran nuestra salud. Datos sobre el ejercicio
Se ha demostrado que el ejercicio regular: - Mantiene el tono y la masa
muscular, evitando problemas posturales y dolores de espalda. - Aumenta los
niveles relativos de colesterol HDL (el bueno). - Disminuye la presión arterial
elevada. - Ayuda a mejorar la composición corporal al quemar grasas. -
Favorece un nivel adecuado de azúcar en la sangre. - Mejora la densidad
ósea. - Refuerza el sistema inmunitario. - Mejora el estado de ánimo y reduce
las posibilidades de depresión. - Ayuda a regular el apetito. - A pesar de las
razones de peso a favor de mantenerse activo, a muchas personas les
resulta difícil incorporar la actividad física a su vida cotidiana. El sedentarismo
eleva el riesgo de padecer un infarto o una apoplejía en la misma medida que
el tabaco.

El sedentarismo es el factor de riesgo de mortalidad y morbilidad más


importante. Si además de tener una baja condición física se le añade el
tabaquismo, la hipertensión o la obesidad, estamos creando un cóctel
molotov para nuestra salud, y nos hace ser una bomba de relojería andante
esperando la gota que colme el vaso.

Está claro que el ejercicio es un gran promotor de la salud a muchos niveles,


tanto cardiovascular como incluso cerebral. Pero también tiene un importante
papel como factor de prevención de enfermedades. Hay estudios que afirman
que el ejercicio aeróbico suave puede prevenir o retrasar el desarrollo de la
enfermedad de Alzheimer, así como de la enfermedad de Parkinson. No es
fácil pensar que el ejercicio es beneficioso para contrarrestar ciertas
enfermedades, como es el caso de la enfermedad de Crohn. Un estudio puso
de manifiesto que a mayor cantidad de ejercicio menor probabilidad de
desarrollar la enfermedad de Crohn.

El ejercicio físico adecuadamente planteado regula la tensión arterial,


disminuye el porcentaje de grasa corporal, aumenta la perfusión sanguínea
en los músculos, aumenta el número de glóbulos rojos a medio y largo plazo,
aumenta la irrigación miocárdica, favoreciendo el desarrollo de nuevas
arteriolas, venas y capilares, con lo que se reduce el riesgo de padecer
enfermedades coronarias y aumenta la esperanza de vida: añade años a la
vida y vida a los años.
Cada vez nos sorprende menos ver personas de cualquier edad y
condición practicar deporte en los parques. Lo que hace años era una
minoría se está convirtiendo en un fenómeno de masas. Parece que el
ejercicio físico va calando en la sociedad actual como hábito saludable,
y es que cada vez hay más personas concienciadas con su salud y que,
además, disfrutan ejercitándose al aire libre o en el gimnasio.

LA IMPORTANCIA DE LA NUTRICION

La alimentación es la manera de proporcionar al organismo las sustancias


esenciales para el mantenimiento de la vida. Hay muchas formas de
alimentarse y es responsabilidad del deportista el saber elegir de forma
correcta los alimentos que sean más convenientes para su salud y que
influyan de forma positiva en su rendimiento físico. Y no solo a eso, sino que
también debe estar atento a la calidad de estos alimentos y a la cantidad que
consume, así como, al momento del día en los que los come. Sencillamente,
porque no es el mismo grupo de alimentos el que se incorpora antes, durante
o después de una práctica deportiva o entrenamiento. Y esto tiene una gran
importancia puesto que  el rendimiento deportivo de una persona puede
verse afectado por la mala calidad de su plan nutricional, el exceso o déficit
en la ingestión y el consumo desordenado alimentos, por supuesto, también
deberá prestar especial atención a la hidratación.
Debemos consumir una dieta equilibrada y esto como se suele decir se
consigue con una alimentación variada, de ella dependerán los resultados del
deportista y la posibilidad de que éste alcance su máximo rendimiento.
Si eres deportista, debes asegurarte dosis proporcionadas de distintos tipos
de alimentos, para que, en tu dieta, no falte de nada:

 Alimentos formadores de tejidos (predominan las proteínas). Ejemplos:


leche y sus derivados (productos lácteos), pescados, carnes y huevos.

 Alimentos mixtos (energéticos). Aportan calorías y regulan el


metabolismo. Ejemplos: hidratos de carbono (patata, frutas, panes…) y
fibras (legumbres, semillas y frutos secos).

 Alimentos reguladores, con predominio de vitaminas y minerales.


Ejemplos: verduras, hortalizas y frutas.

 Alimentos energéticos. Predominan los lípidos y grasas. Ejemplos:


cereales (pasta, pan, maíz…), azúcares, aceites y mantecas.

Recuerda: si consumes poca variedad de alimentos o solo pertenecientes a


uno de los grupos, podrías padecer las consecuencias de un déficit
nutricional y llegar a poner en serio riesgo tu salud.

La dieta diaria de un deportista suele oscilar entre las 2.000 y 2.500 calorías


diarias, lo que propicia un peso corporal saludable. Las comidas consumidas
antes y después del ejercicio son las más importantes en la nutrición
deportiva. Como regla general, los atletas deben comer alrededor de dos
horas antes de hacer ejercicio. Esta comida debe ser rica en carbohidratos,
baja en grasas y moderada en proteínas. Los carbohidratos son la
principal fuente de energía que requiere el ejercicio, y las proteínas ayudan
en el crecimiento muscular y la reparación. Después de hacer ejercicio es
necesario sustituir los hidratos de carbono que se han perdido y asegurar la
recuperación muscular adecuada mediante la inclusión de proteínas. Las
proporciones de proteínas y carbohidratos que se requieran variarán
dependiendo de la intensidad y del tipo de deporte que se practique.

Una buena hidratación es indispensable para el mantenimiento del


equilibrio y buen funcionamiento del organismo. Al entrenar en un gimnasio,
jugando al fútbol, practicando boxeo o nadando, el cuerpo pierde agua (no
solamente en forma de transpiración). Por ello, has de prestar mucha
atención a la cantidad de líquido que consumes, antes, durante y después de
un ejercicio físico de consideración. Te conviene beber bastante agua, al
menos, dos horas antes de realizar un gran esfuerzo. Durante la práctica de
un deporte, te aconsejamos tomar agua en pequeños sorbos, cada diez o
quince minutos. También es importante hidratarse adecuadamente después
del ejercicio.

PARA FINALIZAR
Cuadro de importancia de la actividad fisica, salud y alimentacion saludable y
su desarrollo de la beneficiencia en las personas

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