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1160 MARCAS DE UN VERDADERO HIJO DE DIOS

1 guarda sus mandamientos 1 Jn 2.3


3 Y en esto sabemos que nosotros le conocemos, si guardamos sus mandamientos.
3. (1 Juan 2:3-6) El fruto de la comunión.

Y en esto sabemos que nosotros le conocemos, si guardamos sus mandamientos. El que dice: Yo le
conozco, y no guarda sus mandamientos, el tal es mentiroso, y la verdad no está en él; pero el que
guarda su palabra, en éste verdaderamente el amor de Dios se ha perfeccionado; por esto sabemos
que estamos en él. El que dice que permanece en él, debe andar como él anduvo.
a. Y en esto sabemos que nosotros le conocemos: La evidencia de que alguien conoce a Dios, y de
que tienen comunión con Él, es que guardan susmandamientos. Una sencilla y amorosa obediencia
es un resultado natural de una comunión con Dios.
i. Tenemos un clemente Abogado en el cielo. Tenemos una invitación abierta a la restauración a
través de la confesión. Sin embargo, estas cosas no hacen que un hombre convertido descuide los
mandamientos. Dios cambia el corazón al momento de la conversión y escribe Su ley en nuestro
corazón.
ii. “Aquellos hombres que piensan que la gracia de Dios, cuando es predicada completamente,
rectamente y francamente, llevará al hombre al pecado, no saben lo que dicen ni lo que
afirman…“¿Odiaré a Dios porque es bueno conmigo? ¿Debo maldecirlo porque me bendice? Me
aventuro a pensar que muy pocos hombres razonan así.” (Spurgeon)

b. Mentiroso, y la verdad no está en él: La verdad sobre esto es tan cierta que si uno no vive una
vida marcada por la obediencia, si dicen que tienen comunión (el conocimiento por experiencia)
con Dios, puede dar lugar a duda.
i. “Yo le conozco:” “Distingamos, sin embargo el conocer de Cristo y el conocer a Cristo. Podemos
conocer mucho acerca de nuestros grandes hombres, aunque a ellos no los conozcamos. Ahora,
nunca un alma será salva por conocer de Cristo. El único conocimiento que tenemos que salva es
conocerle, a Él mismo y confiar en Él, el Salvador que vive, quien está ahora a la diestra de Dios.”
(Spurgeon)
c. Pero el que guarda su palabra, en éste verdaderamente el amor de Dios se haperfeccionado: Juan
también hace la conexión entre nuestra obediencia y nuestro amor por Dios. Un amor perfeccionado
(la idea es maduro) por Dios mostrará obediencia y la presencia de esta obediencia y amor nos da
seguridad de que estamos en Jesús (Por esto sabemos que estamos en Él.)
i. Anotemos, cuando alguien se hace Cristiano, hay un cambio en su relación con el pecado. El
pecado no es eliminado del creyente hasta que llegue a gloria, pero su relación con el pecado es
cambiada cuando realmente se convierte.
· Un Cristiano ya no más ama el pecado como antes lo hizo.
· Un Cristiano ya no más alardea de su pecado como antes lo hizo.
· Un Cristiano ya no más planea el pecado como antes lo hizo.
· Un Cristiano ya no más recuerda su pecado con afecto como antes lo hizo.
· Un Cristiano nunca más disfruta su pecado como antes lo hizo.
· Un Cristiano nunca más se siente cómodo con su pecado habitual como antes lo hizo.

ii. “El Cristiano ya no ama el pecado; es el objeto de un terror severo: ya no más lo considera como
una trivialidad, ni juega con él, ni habla de él con despreocupación…. El pecado es abatido en el
corazón del Cristiano, aunque no es expulsado. El pecado puede entrar el corazón y pelear por
dominio, pero no se puede sentar en el trono.” (Spurgeon)
d. El que dice que permanece en él, debe andar como él anduvo: El pensamiento es traído a un
círculo completo: cuando permanecemos en Jesús, andaremos como él anduvo – viviremos vidas de
amor y obediencia. Cuando queremos andar como él anduvo, tenemos que empezar por permanecer
en Él.

i. Andar como él anduvo: No somos llamados a imitar la manera en que Jesús caminó sobre el agua
sino a su diario caminar con Dios el Padre. El poder espiritual evidente en la vida de Jesús fluía de
una vida fiel, regular y disciplinada de comunión y obediencia.
ii. “El punto aquí es que aquel que conoce a Dios llevará más y más una vida justa, porque Dios es
justo. No quiere decir que será sin pecado; Juan ya ha mostrado que cualquiera que diga esto,
miente. Simplemente significa que irá moviéndose en la dirección marcada por la justicia de Dios.
Si no hace esto, si no está cada vez más insatisfecho con el pecado y angustiado por el pecado, no es
un hijo de Dios.” (Boice)

2 hace justicia 1 Jn 2.29


29 Si sabéis que él es justo, sabed también que todo el que hace justicia es nacido de él.

presentando las "evidencias" para que podamos saber, con toda certeza, que somos hijos de Dios.
Recordemos estos puntos:
1ª Evidencia: Juan nos dijo en el capítulo 2 de esta misma epístola, versículo 29: Si sabéis que Él es
justo, sabed también que todo el que hace justicia es nacido de Él.
Un verdadero hijo de Dios es el que practica la justicia en su vida. Esto no quiere decir que sea algo
fuera de lo común, o algo anormal, o que se practique la justicia de vez en cuando. Practicar la
justicia será un estilo de vida, una práctica habitual, que fluye con toda normalidad en su vida.
Usted se puede equivocar, fallar, resbalar y caer en alguna ocasión, pero la práctica de su vida diaria
será ejercer la justicia, porque usted es un hijo de Dios.

4. (1 Juan 2:28-29) Lo que significa vivir en Jesús.


Y ahora, hijitos, permaneced en él, para que cuando se manifieste, tengamos confianza, para que en
su venida no nos alejemos de él avergonzados. Si sabéis que él es justo, sabed también que todo el
que hace justicia es nacido de él.

a. Permaneced en él, para que cuando se manifieste, tengamos confianza, paraque en su venida no
nos alejemos de él avergonzados: Permanecer en Jesús significa que no debemos estar temerosos o
avergonzados cuando Jesús regrese. Esto es porque le hemos conocido íntimamente y por eso
podemos sentirnos seguros confiados por Su venida.

i. Juan presenta una idea que ofrece un reto. Cuando Jesús regrese, algunas personas tendrán miedo
porque nunca conocieron a Jesús. Pero entre los que le conocieron, algunos no tendrán miedo,
estarán avergonzados delante de Él. Se darán cuenta que estuvieron viviendo una vida mundana, sin
fruto. En un momento les agobiará el comprender que aunque lograron algo en la vida, no
permanecieron en Él como podían haberlo hecho.

ii. El apóstol Pablo habla de aquellos que fueron “apenas salvos”: él sufrirá pérdida, si bien él
mismo será salvo, aunque así como por fuego. (1 Corintios 3:15) Hay aquellos para quienes, aunque
sea por un momento, la venida de Jesús será una desilusión en lugar de gloria.

iii. Es importante para nosotros considerar estas cosas cuidadosamente, porque es difícil medir la
distancia entre “apenas salvo” y “casi salvo.” Es peligroso contemplar preguntas como, “¿qué es lo
menos que puedo hacer y aun así ir al cielo?” o “¿Qué tanto me puedo alejar del Pastor pero seguir
siendo parte del redil?” En lugar de eso debemos ser cuidadosos de no avergonzarnos delante deSu
venida.

iv. ¿Cómo prepararse para la venida de Cristo? ¿Estudiando las profecías? Sí, si estás
suficientemente instruido para entenderlas. ‘Para estar preparado para la venida del Señor,’ dirían
algunos entusiastas, ‘¿no sería mejor pasar un mes en retiro y alejarme de este mundo malvado?’
Puedes, si quieres, y seguramente lo harás si eres flojo, pero la única receta en las Escrituras para
prepararse para Su venida, es ésta, ‘Permaneced en Él.” Si tu permaneces en Su fe, tomándote de Su
verdad, siguiendo Su ejemplo y haciéndolo tu morada, tu Señor puede venir en cualquier momento
y tu le darás la bienvenida.” (Spurgeon)

b. Para que cuando se manifieste, tengamos confianza, para que en su venida nonos alejemos de él
avergonzados: Nunca seremos más grandes que nuestra necesidad de permanecer y encontrar
nuestra confianza en permanecer en Jesús. El que Juan haya usado “tengamos” en lugar de
“tengan,” nos indica que él también necesitaba esta confianza.

c. Permaneced en él: Esta es la manera de estar seguros cuando Él venga. Cuando tú permaneces en
Él, estás listo para que Jesús venga en cualquier momento.

i. La idea de vivir en Jesús es muy importante en la Biblia. Jesús prometió en Juan 14:23: El que me
ama, mi palabra guardará; y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada con él.

ii. Pablo expresó esta idea en su oración por los Efesios en Efesios 3:17 Para que habite Cristo por
la fe en vuestros corazones. Existen dos palabras griegas que conllevan la idea de “vivir en.” Una es
la idea de vivir en un lugar como extraño, y la otra es la idea de establecerse en un lugar y hacerlo
tu hogar permanente. Habitar en Efesios 3:17 utiliza la palabra griega para un hogar permanente.
Jesús quiere establecerse en tu corazón, no solamente visitarlo como un extraño.

iii. Tú, ¿permaneces en él? O ¿sólo visitas a Jesús de vez en cuando? Permanecer en Jesús nos da
confianza, porque sabemos que no cambiaríamos nuestras vidas sustancialmente si de alguna
manera supiéramos que Jesús viene la próxima semana. Estaríamos ya morando en Él.

d. Todo el que hace justicia es nacido de él: Permanecer en Él significa que practicaremos la justicia
en nuestras vidas porque somos nacidos de Él. El haber nacido de nuevo ha cambiado nuestras
vidas de una disposición hacia el pecado a una disposición hacia la justicia.

i. Esta es una prueba de nuestro permanecer en Él, el mismo tipo de prueba que Juan mencionó en 1
Juan 1:6, 2:4 y 2:9. Hay algo malo si alguien declara que es nacido de él pero no practica la justicia.

ii. Cuando alguien nace de alguien más, casi siempre hay un parecido familiar. Dices, “Mira, tiene
los ojos de su mamá,” o “tiene la nariz de su papá.” Bueno, los hijos de Dios tienen un parecido con
su Padre en el cielo. Él es justo, así que aquellos que nacen de él también practican la justicia. “Dios
no tiene hijos que no se le parecen o que no tienen su imagen.” (Poole)

iii. Él no perfeccionará la justicia hasta que seamos glorificados con Jesús; pero podemos practicar
la justicia ahora mismo ya que somos nacidos de él.

iv. En este capítulo hay tres preciosas declaraciones para cada Cristiano. Le conozco (1 Juan 2:4,)
permanezco en él (1 Juan 2:6) y estoy en la luz (1 Juan 2:9). Juan quiere que sepamos que si estas
declaraciones son reales, se mostrará en nuestras vidas, especialmente en nuestro amor por
hermanos y hermanas en Jesús.
3 no practica pecado 1 Jn 3.9
9 Todo aquel que es nacido de Dios, no practica el pecado, porque la simiente de Dios
permanece en él; y no puede pecar, porque es nacido de Dios.
2ª Evidencia: Leemos en el capítulo 3 de esta epístola, versículo 9 lo siguiente: . . .todo aquel que es
nacido de Dios, no practica el pecado, porque la simiente de Dios permanece en Él; y no puede
pecar, porque es nacido de Dios.
Un hijo de Dios no practica el pecado. Eso quiere decir que no vivirá en el pecado, no encontrará
placer en vivir en pecado, ni lo hará como forma de vida. El estilo de vida habitual del pecador es
vivir en el pecado cómodamente; vive en esa condición, y no se espera que lo haga de una manera
diferente. Nosotros mismos vivíamos de esa manera, hasta el momento en que acudimos a Cristo
con nuestros pecados.

4. (1 Juan 3:8-9) La raíz del pecado y la raíz de la justicia.


El que practica el pecado es del diablo; porque el diablo peca desde el principio. Para esto apareció
el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo. Todo aquel que es nacido de Dios, no practica el
pecado, porque la simiente de Dios permanece en él; y no puede pecar, porque es nacido de Dios.
a. El que practica el pecado es del diablo: La gente que está establecida en pecado continuo no es
hija de Dios – es del diablo, y Jesús vino a destruir las obras del diablo y librarnos de la esclavitud
del diablo.
i. “Bueno, dicho claramente, señor, ‘El que practica el pecado es del diablo.’ No tiene caso dar
excusas ni disculpas; si tu amas al pecado, irás a donde van los pecadores. Si tú tienes esta
costumbre y dices que has creído en la preciosa sangre de Cristo, no te creo, señor. Si tuvieras una
fe verdadera en esa preciosa sangre, odiarías el pecado. Si te atreves a decir que confías en la
expiación mientras vives en pecado, estas mintiendo, señor; tú no crees en la expiación; porque
donde hay fe verdadera en el sacrificio expiatorio, hay purificación del hombre y lo hace odiar el
pecado por el cual se derramó la sangre del Redentor.” (Spurgeon)

b. Para esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo: Juan nos dio una razón por
la cual vino Jesús en 1 Juan 3:5 (Él apareció para quitar nuestros pecados.) Ahora Juan nos da otra
razón: para deshacer las obrasdel diablo.
i. Podemos ver el corazón de Dios entristecerse por la destrucción que el diablo ha traído sobre esta
tierra, y porque el hombre le ha permitido al diablo hacerlo. Jesús vino a poner un alto a todo eso
venciendo totalmente al diablo con Su vida, Su sufrimiento, Su muerte y Su resurrección.
ii. Nota el propósito de Jesús: para deshacer las obras del diablo. No neutralizarlas, no mitigarlas,
tampoco limitarlas. Jesús quiere deshacer las obras del diablo.
iii. Mucha gente esta innecesariamente temerosa del diablo, temiendo lo que pudiera hacerles. Si tan
solo supiéramos que conforme caminamos con Jesús el diablo tiene temor de nosotros! Al caminar
en Jesús, ayudamos para verle deshacer las obras del diablo!
c. Porque la simiente de Dios permanece en él; y no puede pecar, porque esnacido de Dios: El
cambio de ser del diablo a ser hijos de Dios viene cuando somos nacidos de Dios; cuando esto
sucede, nuestra vieja naturaleza modelada con la rebelión de Adán, muere – nos es dada una nueva
naturaleza, modelada con la obediencia de Jesucristo.
i. Juan aquí simplemente está enfatizando lo que significa nacer de nuevo. Significa que viene un
cambio a nuestras vidas – es un cambio que será desarrollado en cada una de las áreas de nuestras
vidas conforme crecemos en Cristo, pero es un cambio real que se nota.
ii. Es el mismo mensaje que predicó Pablo, diciendo que como creyentes debemos despojaos del
viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos, y vestíos del nuevo hombre,
creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad. (Efesios 4:22,24)
d. No practica el pecado…. No puede pecar: No practica el pecado y nopuede pecar tienen el mismo
tiempo en el verbo que no peca en 1 Juan 3:6, que significa una práctica continua de pecado. Juan
nos dice que cuando somos nacidos de nuevo – nacidos en la familia de Dios – hay un cambio real
en nuestra relación con el pecado.

4 es aborrecido del mundo 1 Jn 3.13


13 hermanos míos, no os extrañéis si el mundo os aborrece.

5 ama a los hermanos 1 Jn 3.14


14 nosotros sabemos que hemos pasado de muerte a vida, en que amamos a los hermanos. El
que no ama a su hermano, permanece en muerte.

4. (1 Juan 3:13-15) El amor como evidencia del nuevo nacimiento.


Hermanos míos, no os extrañéis si el mundo os aborrece.Nosotros sabemos que hemos pasado de
muerte a vida,en que amamos a los hermanos. El que no ama a su hermano, permanece en
muerte.Todo aquel que aborrece a su hermano es homicida; y sabéis que ningún homicida tiene vida
eterna permanente en él.

a. No os extrañéis: No debemos sorprendernos de que el mundo nos odie; lo que nos debe
sorprender es cuando existe odio entre el cuerpo de Cristo.
b. Sabemos: Juan insiste que el creyente puede llegar a un lugar de seguridad genuina. “He
escuchado que se ha dicho por aquellos que se consideran filósofos, que en la religión debemos
creer, pero no saber. No tengo muy clara la distinción que quieren presentar entre conocimiento y
fe, pero tampoco me interesa aclararlo; porque puedo asegurar que en asuntos relacionados con
religión, sabemos; en las cosas de Dios creemos y sabemos.” (Spurgeon)

c. Sabemos que hemos pasado de muerte a vida: Un amor por el pueblo de Dios es una señal básica
de haber nacido de nuevo. Si este amor no es evidente en nuestras vidas, nuestra salvación puede
ser cuestionada. Si está presente, nos da seguridad.
i. Podemos saber que hemos pasado de muerte a vida por nuestro amor por otros Cristianos. El
lugar de odio, de celos de amargura en el que se encuentran algunos es un lugar de muerte.
Necesitan pasar de muerte hacia vida.
ii. Esto significa dos cosas. Primero, sabemos que estábamos muertos. Segundo, sabemos que
hemos pasado a vida de la muerte. Pasar de muerte avida es lo contrario de lo normal. Todos
aguardamos a pasar de vida a muerte; pero en Jesús, podemos invertirlo.
iii. Esto nos habla de nuestra búsqueda de comunión. Si amamos a los hermanos, querremos estar
con ellos – y aun si hemos sido golpeados y lastimados por hermanos faltos de amor, permanecerá
en nosotros algo que nos atraiga a estar en comunión con los hermanos que amamos.
iv. “¿Les amas por amor a Dos? ¿Te dices a ti mismo ‘Ese es uno de los de Jesús, ese es uno que
lleva la cruz de Cristo, ese es uno de los hijos de Dios; por lo tanto le amo y me deleito en su
compañía’? Entonces, esa es una evidencia que tú no eres del mundo.” (Spurgeon)

d. Todo aquel que aborrece a su hermano es homicida: Aborrecer a nuestro hermano es como
matarlo en nuestros corazones. Aunque no realicemos la acción, (por cobardía o temor al castigo)
deseamos la muerte de la persona. También, al ignorar a otra persona es como si los tratáramos
como si estuvieran muertos. El odio puede mostrarse pasiva y activamente.

i. Juan parecía tener en mente la enseñanza de Jesús en el Sermón del Monte con relación al
verdadero cumplimiento de la ley. (Mateo 5:21-22)
ii. “En el corazón no hay diferencia; odiar es despreciar, cortar la relación, y homicidio es
simplemente el cumplimiento de esa actitud.” (Barker)
iii. “Cada hombre que odia a otro tiene el veneno de homicidio en sus venas. Puede ser que nunca
llegue a tomar en sus manos armas homicidas y destruya vidas; pero si deseara que su hermano
estuviera fuera de su camino, si estuviera deseoso que esa persona no existiera, ese sentimiento es
como homicidio en el juicio de Dios.” (Spurgeon)
e. Sabéis que ningún homicida tiene vida eterna permanente en él: Vivir practicando el homicidio –
o tener un hábito de odio hacia los hermanos – es una muestra de que no hay vida eterna
permanente, no hay un nuevo nacimiento.
i. Hay muchas personas para quienes ser Cristiano es “ninguna de estas.” Se consideran Cristianos
porque no son musulmanes ni judíos ni budistas o ateos. Pero ser Cristiano no se debe considerar
como “ninguna de estas.”
ii. Ser Cristiano es más que decir, “Soy Cristiano.” De hecho, hay algunos que dicen ser Cristianos
y que no lo son. ¿Cómo podemos saber si somos así? La respuesta de Juan ha sido sencilla y
constante. Existen tres pruebas para medir la muestra de un Cristiano genuino: la prueba de la
verdad, la prueba del amor y la prueba de la moral. Si creemos que lo que la Biblia enseña es
verdad, si mostramos el amor de Jesús a otros, y si nuestra conducta ha sido cambiada y se parece
más a la de Jesús, entonces nuestra declaración de que somos Cristianos es verdad.

6 cree que Jesús es el Cristo 1 Jn 5.1


Todo aquel que cree que Jesús es el Cristo, es nacido de Dios; y todo aquel que ama al que
engendró, ama también al que ha sido engendrado por él.

El tema del capítulo 5 es que DIOS ES VIDA, y veremos que está dividido en dos secciones. En los
primeros cinco versículos del capítulo 5, Juan nos habla de que tenemos "la victoria sobre el
mundo" Y luego, en los versículos 6 al 21, tenemos "la seguridad de la salvación".

Dios es vida, y la vida es el resultado de haber nacido de Dios. Todo aquel que cree que Jesús es el
Cristo, - dijo aquí Juan - es nacido de Dios. Este es el método: todo aquel que cree que Jesús es el
Cristo.
JUAN 1:11-12
11 A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron.
12 Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos
hijos de Dios;
O sea que, es la fe la que produce el nuevo nacimiento.
Él presentó de una manera muy clara que se nace espiritualmente, y se llega a ser un hijo de Dios,
sencillamente por tener fe en el Señor Jesucristo.
Eso significa que, cuando usted confía en Cristo, usted confía que Jesucristo es quien dice ser y que
cree en sus palabras y obras. esto incluye que va amar a los demás hijos de Dios.
Porque este es el mensaje que habéis oído desde el principio: Que nos amemos unos a otros. J 3:11

JUAN 11:35
35 en esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros.

a. Todo aquel que cree que Jesús es el Cristo, es nacido de Dios: Con frecuencia Juan menciona ser
nacido de Dios (como en 1 Juan 2:29, 3:9 y 4:7). Aquí nos dice cómo se es nacido de Dios: todo
aquel que cree que Jesús es elCristo. Esto significa creer que Jesús es su Mesías, no sólo el Mesías
en sentido genérico.

i. El mayor énfasis de Juan ha sido el amor, pero no quiere que nadie crea que alguien se gana la
salvación amando a otros. Somos nacidos de Dios cuando ponemos nuestra confianza en Jesús y en
su obra redentora en nuestras vidas.
ii. También entendemos que Juan no está hablando de aceptar intelectualmente que Jesús es el
Mesías (tal como los demonios lo hicieron como se describe en Santiago 2:19). Por el contrario,
Juan se refiere a confiar en y depender de Jesús como Mesías.
iii. Adicionalmente, Juan deja claro que debemos creer que Jesús es el Cristo. Existen muchos, que
tienden a pensar al estilo de la nueva era, quienes creen que Jesús tenía el “espíritu de Cristo” –
como según ellos lo tenían también Confucio, Mahoma, Buda y algunos modernos. Pero nosotros
nunca diríamos que Jesús “tiene” el Cristo – Jesús es el Cristo.

b. Todo aquel que ama al que engendró, ama también al que ha sido engendradopor él: Ser nacido
de Dios tiene estos dos efectos. Se asume que amaremos a Dios (el que engendró,) porque somos
nacidos de nuevo en Su familia. También se asume que amaremos a otros quienes han sido
engendrados por él. – nuestros hermanos y hermanas en Cristo.

i. Esto es lo que hay en común en los Cristianos – no la raza, no la clase, o la cultura, no el idioma,
no cualquier otra cosa excepto un nacimiento común en Jesucristo y el Señorío de Jesús.
ii. El amar a todos en la familia de Dios significa que no limitamos el amor a nuestro grupo
denominacional, a nuestro mismo estado social o financiero, a nuestra misma raza, a nuestra misma
perspectiva política, o a nuestra exactamente igual creencia teológica. Si cualquiera de estas cosas
significa más para nosotros que nuestra salvación, y el Señorío de Jesucristo, entonces algo está
muy mal.
iii. Los padres se enojan y hasta se exasperan cuando sus hijos pelean y pareciera como si se
odiaran. ¿Cómo se sentirá Dios cuando ve que sus hijos se pelean unos con otros?

7 vence al mundo 1 Jn 5.4


4 porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y esta es la victoria que ha vencido al
mundo, nuestra fe.

4ª Evidencia.- leemos en el versículo 4, del capítulo 5 que hoy nos ocupa que Juan escribió: Porque
todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y esta es la victoria que ha vencido al mundo,
nuestra fe.
¡Un hijo de Dios es aquel que "vence" al mundo"!

¿qué es lo que ha vencido al mundo? Es nuestra fe. Es la fe la que nos salva, y es la fe la que nos
mantiene. Somos salvos por la fe, y caminamos por fe. Somos hijos nacidos de Dios por nuestra fe
en Jesucristo, y esa fe es la única manera por la que usted y yo podremos vencer el mundo que nos
rodea. Estamos en el mundo, pero no debemos ser parte de él, y solamente sobreviviremos por la fe.

Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y esta es la victoria que ha vencido al
mundo, nuestra fe. ¿Quién es el que vence al mundo, sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios?

a. Lo que es nacido de Dios vence al mundo: Juan inicia con un principio que es muy sencillo, sin
embargo, muy poderoso – si somos nacidos de Dios, venceremos al mundo. La idea de que todo lo
que es nacido de Dios pudiera ser vencido por el mundo era desconocida para Juan e igualmente
debe ser desconocida por nosotros.

b. Esta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe: Así como creer en Él es la clave para ser
nacidos de Dios, (1 Juan 5:1) la clave para la victoria es fe. No solamente una fe de ven-al-altar-y
recibe-salvación, sino una fe consistente que permanece, una continua confianza y dependencia en
Jesucristo.
i. Juan repite el pensamiento con las palabras ¿Quién es el que vence al mundo, sino el que cree que
Jesús es el Hijo de Dios? La vida de permanecer en la fe y confianza en Jesucristo es la vida que
vence las presiones y tentaciones del mundo.
ii. Sabiendo quién es Jesús – no solo como información sino como el alimento para la vida – “llena
el alma con tantas cosas que le envuelven…como para fácilmente convertir a este mundo en una
sombra agobiante y privarlo de todo su poder pasado sobre nosotros.” (Poole)

c. ¿Quién es el que vence al mundo? Esto nos dice que vencemos primeramente por quienes somos
en Cristo, no por lo que hacemos. Vencemos porque somos nacidos de Dios, y somos nacidos de
Dios porque creemos que Jesús es el Hijo de Dios – una vez más, no simplemente en un sentido
intelectual, pero entregamos nuestras vidas en el hecho de que Jesús es el Hijo de Dios.

i. “Veamos cualquier léxico griego, y encontraremos que la palabra fe o creer no significa


solamente creer, sino confiar, comprometer, encomendar; la base del significado de fe es confianza
en, depender de.” (Spurgeon)

ii. ¿Cómo podemos llegar a ser vencedores del mundo en Jesús?


· En el mundo tendréis tribulación, pero confiad, yo he vencido al mundo. (Juan 16:33) Porque
Jesús ha vencido al mundo, al nosotros permanecer en Él, somos vencedores en Jesús.
· Juan dijo de aquellos que estaban creciendo n su caminar con Jesús, habéis vencido al maligno (1
Juan 2:13-14.) Conforme caminamos con Jesús y crecemos en ese caminar, venceremos a nuestros
enemigos espirituales.
· Los vencedores tienen un lugar especial en el mundo venidero. Jesús prometió Al que venciere, le
daré que se siente conmigo en mi trono, así como yo he vencido, y me he sentado con mi Padre en
su trono (Apocalipsis 3:21)
· Los vencedores vencen porque la sangre de Jesús triunfa sobre las acusaciones de Satanás, la
palabra de su testimonio vence sobre el engaño de Satanás, y el no amar sus vidas vence la
violencia de Satanás. (Apocalipsis 12:11)

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3ª Evidencia: En el capítulo 4, versículo 7 de esta misma Primera Epístola del Apóstol Juan, que ya
hemos leído en un programa anterior, dice: Amados, amémonos unos a otros, porque el amor es de
Dios, todo aquel que ama es nacido de Dios, y conoce a Dios. Un hijo de Dios "amará" a los demás
cristianos. Esta es otra prueba que le dará a usted la seguridad que es nacido de Dios, es su
respuesta a esta pregunta: ¿ama usted a los demás cristianos, sus hermanos y hermanas en Cristo?

5ª Evidencia: la encontramos en el versículo 18, de este capítulo 5 de 1ª Juan: Sabemos que todo
aquel que ha nacido de Dios, no practica el pecado, pues Aquel que fue engendrado por Dios le
guarda, y el maligno no le toca.
Un hijo de Dios es aquel que es guardado y protegido del maligno, de Satanás.

Así que, dos de las cinco evidencias, las encontramos en este capítulo 5, como dos marcas de
nacimiento de un hijo de Dios. Más adelante hablaremos más profundamente sobre estas dos
evidencias. Nuevamente, Juan recalcó y enfatizó las características que prueban la relación fraternal
de los verdaderos hijos de Dios, que son: el amor, la obediencia, y la verdad. Nadie puede encontrar
extrañas a estas palabras. El amor, la obediencia y la verdad son una señal o una marca de la familia
de Dios, y son características de un hijo de Dios. El apóstol Juan dijo en el versículo 2, de este
capítulo 5 de su primera epístola:

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