Está en la página 1de 10

Revista de lãs Españas, año VII, nº 65-66, enero-febrero/1932, pp.

3-12

De su potencia económica unificada, depende la vida


y porvenir de las Naciones iberoamericanas
por C a r lo s F. M o n ta ñ é s

En el acto con que el día 18 alimentan los que la cuidaron. Todo fué fruto de
de enero $e inauguró el nuevo amor, de paz y de trabajo. El amor surge de la unión,
domicilio social de la Unión
IberO'Americana de Madrid (ca­ de la cooperación, del conocimiento y trato mutuo en­
lle de Medinaceli, núm. 8), el tre los hombres, de su común esfuerzo en la realización
Excrao. Sr. D. Carlos. E. Mon­ de obra constructiva, y así, insensiblemente, por sí mis­
tañés, ingeniero, pronunció la mo surge y se define por la fuerza de la realidad el lema
siguiente conferencia.
que debiera ser lema de la Humanidad, norma para su
felicidad; Unión, Paz y Trabajo.
n t e todo, del» expresar mi más sincero Con él, con este lema que encierra la idea básica de

A
agradecimiento a la Unión Ibero-Ame­ amor al prójimo, de cooperación, de esfuerzo unificado,
ricana por haberme dispensado el ho­ de máximo rendimiento en labor eficaz y positiva, lo­
nor de ser el designado para disertar gramos indefectible y automáticamente la paz entre los
en este acto inaugural, brindándome la hombres, y con ella el trabajo, único medio de progre­
ocasión de ampliar el tema que esbocé so, de libertad sana y permanente, sin ficciones ni des­
^ grandes rasgos en el Paraninfo de la gastes, que asegura la vida a cuantas generaciones man­
Universidad Central el 12 de octubre de 1931, día de tengan esos principios como esencia de su organización
la Fiesta de la Raza. social.
Vais a perdonarme si en el curso de mí charla dejo Pero la Humanidad abandona este camino, definido,
vagar un tanto el pensamiento, descansando en los “re­ cierto, para desviarse por los senderos del odio, de las
llanos" de esa “cuesta", a que voy a invitaros a remon­ guerras, de la destrucción, que son su secuela; de la hol­
tar conmigo, a fin de poder admirar, desde el esplén­ ganza, que lleva consigo el vicio, la delincuencia, el
dido mirador en que culmina, el hermoso espectáculo hambre. Son las características de una organización, en­
que con nuestro esfuerzo colectivo, con nuestro trabajo teramente opuestas a las que enumeré anteriormente,
unificado, con nuestro patriotismo, lograremos descubrir pero que dominan en épocas periódicas a la Humani­
y dominar. Vale la pena llegar a ese punto de vista, y dad, que sucumbe a la tentación de su viciosa tenden­
voy a procurar hacer lo menos pesado posible el cami­ cia; como obedeciendo a un sino fatal, pierde su volun­
no, para que no tengáis el deseo de retroceder antes de tad, confunde la orientación marcada por su brújula y
terminarlo. Os pido, pues, indulgencia para quien pre­ se hunde en el caos, que es el fruto a donde la condu­
tende ser por corto tiempo modesto guía, que desea ce su desorientado proceder.
compartir tan gratos instantes en el deleite de vuestra Nos hallamos, señores, actualmente en el torbellino
compañía. de una de esas situaciones caóticas, creadas por los odios
Señores: Es gratísimo observar la exquisita sensibili­ que estallaron en la guerra de 1914, y las convulsiones
dad de las inteligencias selectas, en las que halla terre­ que produjo ese desequilibrio en la organización social
no abonado toda idea que en sí constituya semilla ger- del mundo ha podido llegar incluso a España, que fué
minable. Esas inteligencias ofrecen a las ideas campo ima de las pocas naciones europeas que no actuó direc­
acogedor, calor vivificante, y la semilla rasga su débil tamente en el conflicto; pero no podía menos que al­
envoltura, se abre a la vida y, en corto espacio de tiem­ canzar a España el violento vibrar de una era nueva,
po, lo que fué idea lanzada al viento, al ser recogida y vibración justificada por el necesario reajuste de valo­
alentada, se convierte en árbol frondoso, bajo cuya som­ res, de acoplamiento de ideas, a situaciones nuevas y a
bra se cobijan los que la ampararon y de cuyo fruto se problemas en aguda y urgente demanda de solución.

© Biblioteca Nacional de España


REVISTA DE L A S ESPAÑAS

La inquietud, lógica, propia del temperamento meri­ do, buscando el justo medio de esa evolución dentro de
dional, y especialmente en las zonas más activas de Es­ un marco de sereno estudio y de contrastación de teo­
paña, como son Norte y Levante, mostró sus efectos rías. Para lograrlo, necesitamos un período previo, de
en nuestra patria, estableciendo una gradación su inten­ reajuste, dentro de una al parecer excesiva libertad.
sidad y calidad dentro de nuestro territorio nacional, Humanidad... Al hablar de ella surge en nuestra in­
marcada por la sensibilidad de sus pueblos, y el efecto nata curiosidad el deseo de examinarla, situándonos,
“reflexo" de esa inquietud se transformó en acción, ya para que la visión sea lo más global posible, en un
intelectual, ya materialista, según la gradación misma punto muy lejano, apartado de las pasiones del mundo,
de esa sensibilidad innata de nuestra raza. para podernos preguntar; ¿Qué es la Humanidad? ¿A
Esa vibración, eco del retumbar de los cañones del qué obedecen sus destinos? ¿Por qué existen distintas
frente, que perdura debido a la tensión mantenida du­ razas? ¿Por qué no existe la uniformidad?... H e aquí
rante años consecutivos por una juventud sometida a unas preguntas que en nuestra época actual deben ha­
los rigores de la campaña; donde la mente trabaja en llar una contestación “excusable", que guíe u oriente a
tensión máxima nerviosa; donde las pasiones se desarro­ la imaginación en sentido tal que permita deducciones
llan en un marco excepcional ante la muerte probable, aplicables a la realidad.
ante el desespero cierto; donde el hábito del trabajo ma­ Esa contestación la utilizaremos para poder seguir
nual, ordenado y constructivo, se pierde para ser susti­ nuestro camino de investigación, considerándola como
tuido p»r la pasión de la labor destructiva; donde se “incógnita a despejar" en fórmula matemática, tratan­
fraguan, en fin, las teorías más sublimes o las más abyec­ do de hallar en nuestro razonamiento el valor de ese
tas..., unid ese estado de cosas, esa presión constante del factor, que nos interesa conocer.
frente, a aquel vado de las naciones en guerra, a la Claro es que hemos de eludir el profundizar en la
presión negativa, la del esfuerzo llevado al paroxismo, materia, so pena de enfrascamos en exposición de d u ­
la labor intensificada de producción del herramental des­ ración tal que resultará eterna, difusa para nuestra in­
tructivo, preparador de la miseria futura, del hambre, teligencia limitada e insoluble a! fin para nosotros, por
del agotamiento, que va desarrollándose simultáneamen­ lo cual vamos a limitamos a recoger la idea, el cauce
te en el mundo detrás de las líneas de combate, donde por el cual nos sea permitido conducir nuestro pensa­
el duelo, el dolor, el desquiciamiento de familias, la in­ miento hasta llegar a la explicación buscada, al puerto,
utilidad de prolongados sacrificios, que habían creado al simple refugio, en el que pódame» darnos cuenta,
justificadas esperanzas, todo, todo se hunde, todo cae comprender la existencia de una afinidad entre los hom­
en esa hoguera sin fin..., y esas condiciones, que du­ bres de una misma raza y el entrelazamiento que exis­
ran, año tras año, desde agosto 1914 hasta noviem­ te por razón de esta afinidad con sus problemas eco­
bre 1919, mantienen vivos los dos factores que han de nómicos.
influir en el porvenir próximo de la Humanidad: odio M i admirado amigo Sr. Novo, en reciente discumo,
y muerte en el frente, y tras él la miseria y la muerte admirable por todos conceptos, pronunciado en la sesión
lenta dentro de una atmósfera de odios más concentra­ de apertura de la Academia de Ciencias, nos hablaba,
dos... ¿Qué queréis que surja de ese estado de cosas presentándonos una clarísima visión de su idea, de la
cuando llega una paz que no es paz, que es agotamien­ semejanza de presiones, resistencias y movimientos geo­
to, cansancio de matar y morir, cansancio hasta de vi­ lógicos de nuestro planeta, comparándolos con los avan­
vir?... De ahí, de ese estado de ánimo colectivo, surgen ces, invasiones {presión política) y resistencia de los
teorías que reflejan ansias de amor, de bondad, de jus­ habitantes de diversas zonas de la tierra (defensa de sus
ticia, de igualdad, de fraternidad... Otros sectores bus­ territorios), y de la coincidencia de esos movimientos
can en organizaciones sociales nuevas, en sus moldes, la geológicos con los humanos en sus puntos de avance y
ordenación de sus países, destrozados; otros, vacilan, os­ los de la resistencia que se opuso a continuación de aquél.
cilando, y la balanza del equilibrio, ley inmutable a la N o lo dudéis; así como el problema de la vida, el se­
que todo el Universo obedece, la balanza del equilibrio creto de la vida, de ese fenómeno sublime por el cual
social, sacudida violentamente, oscila, y su fiel, indica­ en los seres todos de la Naturaleza se rompe el estado
dor de ¡a verdad, continúa oscilando aún, y esas oscila­ de equilibrio fundamental de vida latente para germi­
ciones son las que producen en nuestro sistema meri­ nar, para empezar una vida, para recorrer el ciclo que
dional, refinado y sensible, la percepción de ese dolor, le corresponde, que fija la duración media de cada una
y no podemos dejar de recoger en nuestra patria esa de esas vidas, ya sea de segundos (en seres de catego­
vibración, esa onda universal, y poniéndonos en sinto­ ría inferior), de minutos, de horas, de años o de siglos,
nía con ella, hemos producido, estamos produciendo, una así la coordinación de esos ciclos debe obedecer tam­
pausada, inteligente asimilación a las enormes cambian­ bién a una ley suprema que a todos ordena, domina y
tes de la orientación general de la masa social del mun­ conduce; y al decir a todos, me refiero a los elementos

© Biblioteca Nacional de España


REVISTA DE LA S ESTAÑAS

tanto del reino animal como al vegetal y mineral. Esa fluido magnético varían según la zona del mundo que
ley suprema, esa conexión de nuestro sér, de nuestra se estudie, pero esas variaciones, consideradas en blo­
vida con el Universo, ese cordón umbilical de la Madre ques inmensos en relación con el hombre, seguramente
Naturaleza para con la Humanidad, puede ofrecernos influyen, en forma todavía desconocida por la ciencia,
una pista, una orientación sobre el motivo de la “di­ sobre las características especiales de los pobladores de
versidad de razas” . Nuestro sistema planetario (ínfima esas zonas. Tal vez la ciencia logrará algún día descu­
partícula del sistema sideral, cuya magnitud escapa a la brir que ese flùido magnético se compone de elemen­
percepción y comprensión humanas) tiene como centro tos variados, de función definida cada uno de ellos, que
el sol, causante, al parecer, de la existencia de la co­ nos explique lo que hoy constituye un misterio para
rriente magnética terrestre. Ese fluido magnético, que nosotros. Tal vez algún día sepamos si el obtener el
escapa, en cuanto a su origen, a la investigación, pero confort que nos prestan las aplicaciones de la energía
que nos proporciona el medio de orientamos en la tie­ eléctrica no es a costa de sacrificar ondas o ciertos com­
rra; que nos permite producir la corriente eléctrica, y ponentes del flùido magnético de facultades más valio­
ésta, a su vez (desconocida en su esencia), abre ancho sas a la Humanidad en su actuación normal sobre el
campo a nuestra investigación científica de la materia organismo.
(aunque mantiene incógnita la causa originaria de ese Así como el “edelwis" crece en las alturas suizas y el
magnetismo terrestre); y esa corriente magnética, cir­ “clavel reventón” tiene su patria en Andalucía, así los
culando por doquier más o menos intensamente, más hombres, según las características del clima que les ro­
o menos densamente, con ritmo y continuidad unifor­ dea, dependiente éste, tal vez, de los fenómenos magné­
me en su conjunto, puede ser, es, seguramente, recogi­ ticos que lo originan, presentan distinto carácter, dis­
da a su paso por nuestras células cerebrales por elemen­ tintas características intelectuales; y así como el hom­
tos esenciales de nuestro organismo, que actúan cual an­ bre de viveza natural, alerta, vivaz, de recepción y asi­
tena y, al parecer, transforman el fluido en energía milación rápida de las ideas, de sensibilidad extrema y
eléctrica, que es transportada con perfecta continuidad corazón abierto, es propio de países latinos, en cambio,
por el organismo sano mediante una red distribuidora, el carácter frío, metódico, calculador, paciente y disci­
constituida por el sistema nervioso del individuo, a las plinado es propio de los países de clima gris y frío del
glándulas secretorias, a las cuales anima, y obliga a fa­ Norte. En síntesis, podemos decir que la diferencia de
bricar los elementos necesarios al organismo, a nuestros capacidad de “captación” produce los distintos coefi­
músculos, para que cumplan su función, que en con­ cientes intelectuales. N o; nosotros no somos flores de
junto armónico, admirable, como todo lo que la N atu­ invernadero; derrochamos rápidamente lo que la vida
raleza ofrece, mantiene latente la que llamamos vida del nos brinda, sin más guía que un alma muy grande, un
hombre. sentir de poetas, una naturaleza de artistas, amantes de
Ahí tenéis, a grandes rasgos, recientes teorías c in­ lo bello, una inspiración propicia al optimismo, capaces
vestigaciones en curso de estudio que llegan hoy a pre­ de esfuerzos, de arranques sublimes, pero no persisten­
cisar la disposición especial en invertebrados, en insec­ tes, que hacen que tras de nosotros quede un recuerdo
tos, en las palomas mensajeras, de órganos-antenas que agradable, un perfume de nobleza, una luz de espíritu,
les orientan en su marcha hacía sus alimentos o hacia de duración eterna... Pero todo esto no es práctico, por­
su palomar. que en ello no juega jamás como base la disciplina y
Así, pues, el ser viviente, el hombre, se halla ligado la idea de lucro, y estas características, propias de nues­
a la Nflturalesa; y ese hombre, que crece, vive, piensa tra raza, nos conducen al individualismo en nuestra ac­
y actúa, está sometido a esas leyes y fuerzas descono­ ción, a la pobreza en nuestra reacción.
cidas por nosotros, pero que nos mandan, sin derecho a Eso es lo que debemos corregir. Eso es lo que debe­
protesta; que nos guían, que regulan, que fecundan o mos evitar, Pongamos rumbo hacia el derrotero que nos
aniquilan, sin que hombres, animales, plantas o elemen­ conviene y empuñemos con mano firme el timón, dejan­
to alguno de nuestro planeta sea otra cosa que instru­ do que en c! día la brújula nos señale el Norte, sirvién­
mento inconsciente de ese fluido, de origen desconoci­ donos de guía, y en la noche sea la estrella polar la que
do, que determina, según su intensidad, su calidad, tal nos oriente; pero con el timón en la mano llevaremos
vez o sus alteraciones, producidas por causas ajenas a el buque donde nuestra economía demande, y el buque
nuestro conocimiento, por paso más o menos lejano de es nuestra patria, el rumbo el del resurgimiento y el
otros astros, por influencia de zonas afectadas por las timón tiene un nombre: Voluntad... Orientemos, pues,
manchas solares de mayor o menor combustión, dife­ nuestra raza, nuestras “antenas cerebrales", nuestra “ca­
rencias en su influencia sobre seres que presentan dis­ pacidad de captación", para que podamos corregir los
tinta /acuitad de capitación en las diversas zonas de defectos que hasta hoy nos dominaron, y el mundo será
nuestro mundo. Es indudable que las características del nuestro.

© Biblioteca Nacional de España


REV ISTA DE L A S ESPAÑAS

En 12 de octubre, hice mención en mi discurso de la ies, comerciales y financieras, averiadas por el pánico,
actual crisis de trabajo que, con caracteres verdadera­ como surgieron las ciudades reconstruidas de los cam­
mente alarmantes, existe en el mundo entero. Esa cri­ pos devastados por la guerra.
sis vino a crearse por la iniciación de una desconfianza, En cambio, nuestra raza tiene el indómito carácter
un temor, una voz de alarma, que debió producirse en de todo sér independiente y de gran imaginación. Eso
la conciencia pública como reflejo de una época de ex­ nos lleva a ser socialmente indisciplinados y con un es­
cesivo optimismo, de desbordante despilfarro, en la cual píritu individualista muy marcado, limitando así el es­
la Humanidad, alocada por una ola de prosperidad fic­ fuerzo de nuestros hombres al esfuerzo individual; de
ticia, gastaba lo que creía tener, y que sólo poseía en ahí que en nuestros países las grandes Empresas, que re­
cifras de cotizaciones inadecuadas a la prosperidad real quieren el esfuerzo colectivo, fueron a manos de otras
de los negocios; pero ávida de aturdimiento, de goce, razas, y quedaron en nuestras manos, salvo raras excep­
de alegría, como remedio a ios pasados males, se baña­ ciones, pequeñas Empresas de detalle y escaso rendi­
ba en ese río de oro, rebosaba e iba socavando (sobre miento global.
todo en la clase obrera) los hábitos de trabajo, de me­ El espíritu de asociación permite el establecimiento y
sura en los gastos, de economía y previsión, tan necesa­ desarrollo de grandes centros industriales, que atraen
rios a toda existencia ordenada y seriamente basada. hacia sí núcleos de personal que aumentan las poblacio­
Así, en comercios, en industrias, en construcciones de nes de esos centros industriales o crean nuevos pueblos,
todas clases, en la agricultura misma, hallaban todos la elevando la densidad nacional de población rápidamente.
abundancia derivada de esa alegre inconsciencia finan­ Hace unos años, en la Academia de Jurisprudencia,
ciera. pronunciaba yo las siguientes palabras: “Las ccmdido-
Nadie quería despertar, hasta que una ligera chispa, nes económicas de un pueblo influyen de tal manera en
una actitud previsora, un negocio equivocado, que pro­ la densidad de su población, que de ser estas condicio­
duce una pérdida insospechada, levanta súbitamente el nes adversas pueden llegar a despoblarlo."
velo de la falsedad de la situación, y rápidamente se En aquel discurso, pronunciado en 1921, pedía yo la
extiende entonces el pánico, que, cual el que se produce organización rápida de nuestra energía latente como
a la voz de “fuego", ocasiona en las masas movimientos productores y el apoyo “brutal”, si así se consideraba
iguales que los de una manada de búfalos al iniciarse el necesario, a nuestra industria, agricultura y comercio,
“stampede” , que todo lo arrolla, sin reparar en los preveyendo las consecuencias de la guerra y el proble­
desastres que causa a su paso... U n ligero rumor, por ma del paro forzoso.
ejemplo, de que los dividendos de las fábricas de auto­ España, como todas las naciones iberoamericanas, tie­
móviles no iban a ser mantenidos produce una venta ne en su activo la providencial condición de sus climas,
forzada de acciones; ese rumor se extiende y afecta i de la riqueza de su suelo, de la inteligencia de su raza
las fábricas de aceros, de cristales, de accesorio?, y así y de la sobriedad de sus obreros; pero, en cambio, figu­
van echándose al mercado millones y millones de títu­ ra en su pasivo la falta de organización, de disciplina
los, encadenados por engarce industrial, que obligan a social y de espíritu de asociación, todo ello muy difícil
transformar posiciones financieras de otros negocios; al­ de corregir rápidamente. Por ello, vamos a examinar el
gunos de ellos se ven forzados a cerrar, a morir, sin más problema, para tratar de aplicar a él remedio, contan­
causa que aquel rumor, que de ncf haber sido atend'do, do con los factores que pueden llevamos a la solución.
tal vez ni siquiera hubiera sido confir.mado... Hasta hoy, las razas anglosajonas, pujantes y ricas
Así como queda un pueblo después del paso de un por su organización social y éxitc« financieros, lograron
ciclón que devasta en unos minutos la labor de años de la supremacía, manteniendo una superioridad financiera
paciente esfuerzo y sacrificio, asi queda el mundo des­ efectiva sobre las naciones iberoamericanas, sin posibi­
pués de una época de pánico persistente y de enorme lidad para éstas de dar el “salto” que las permitiera
alcance como el actual, y que requiere para el restable­ equipararse a las del Norte.
cimiento de la normalidad anterior todo el esfuerzo, todo Hoy, por única vez en la historia de los pueblos, y
el patriotismo, toda la voluntad del pueblo que fué debido a la actual perturbación mundial, la raza anglo­
arrasado. sajona se halla en su totalidad envuelta en serios y trans­
Las naciones de raza anglosajona son de espíritu dis­ cendentales problemas que requieren, no sólo toda su
ciplinado, con un gran sentido del valor de la asocia­ atención, sino todas sus disponibilidades. Es ocasión,
ción para multiplicar su esfuerzo y lograr el fin pro­ pues, para que las naciones de nuestra raza vuelvan por
puesto; por ello, sólo falta que se lance en ellos la or­ su prestigio y su pasado esplendor antes de que aquella
den de “reconstrucción” y reúnan los medios necesarios, raza, que se asociaba para el desarrollo de su economía
cosa factible, con relativa facilidad en aquellos países, interior, se asocie hoy para la exterior, buscando por
para que surjan de nuevo las organizaciones industria- esc medio el refuerzo que necesita hoy su finanza.

© Biblioteca Nacional de España


R E V I S T A DE L A S E S T A Ñ A S

T ratar de evolucionar rápidamente cada uno de los Para que este proyecto halle las condiciones apropia­
países de nuestra raza, sometida a ese defecto indivi' das para recoger de él las máximas ventajas y rendi­
dualista, propio de ella por sí solo, sería absurdo el pre­ miento, es necesario realizar una labor previa de pre­
tenderlo e ineficaz el empeño, porque la posibilidad de paratoria ordenación en la revisión de las característi­
defensa de cada país aislado se vería anulada por la cas de la población actual de cada país y de su capa­
presión de los de otras razas que, aunque debilitadas cidad productiva, fijada por una estadística-inventario
hoy, son aun fuertes por su disciplina y organización. bien establecido, dentro del cual también debe estudiar­
Se impone, pues, una labor de conjunto, una labor de se la futura expansión de la producción, estableciendo
unificación de todos los esfuerzos económicos que or­ las líneas o trazos básicos que determínen y encaucen
dene, guíe, oriente, desarrolle la producción y el con­ la citada expansión a medida que vaya incrementándo­
sumo en todos y cada uno de los países que se unan a se la demanda.
este efecto, creando un Consejo Supremo Financiero Los elementos esenciales necesarios para la perfecta
que vaya dictando las normas, deducidas del estudio de administración de un país, una vez conocido su inven­
las características que presente la producción de cada tario y analizando esto con escrupuloso cuidado para
material, en cada país y comparándolo con la produc­ seleccionar lo útil y separar lo inútil y perjudicial, son
ción de esa misma materia en todos los países asociados, los problemas referentes a mano de obra, transportes y
a fin de que pueda intensificarse la producción conjun- finanzas.
u en escala debida, en gradación, determinada por la P o bla ció n .—^La densidad de población de nuestras
producción de los países donde las características sean respectivas naciones es muy inferior a la que presen­
más favorables, atendida la economía en el coste de esa tan las naciones europeas del Norte. Citemos algunas
producción y la distancia a los mercados consumidores. cifras para que nos sirvan de ligera orientación, dando a
Así, asociados todos nuestros países, dispondrían, al continuación el número de habitantes por kilómetro cua­
ser establecido el Consejo Supremo, de todos los técni­ drado de varias naciones: Alemania, 134; Danzig, 202;
cos especializados de más de 20 naciones, todos los finan­ Checoeslovaquia, 97; Inglaterra, 192; Holanda, 200;
cieros correspondientes a más de 20 naciones, todos los Bélgica, 245; Dinamarca, 80; Luxemburgo, 110; y con
consumidores, ordenados y preferidos, de más de 20 na­ respecto a las de raza latina, figura a la cabeza Italia,
ciones; y si añadimos a ello la posible coordinación de con 125; España, 42; Portugal, 65; Méjico, 7,28; Co­
los servictos marítimos y terrestres de más de 20 nacio­ lombia, 4,56; Venezuela, 3; Brasil, 3,61; Argentina,
nes con puertos en los mares Pacífico, Atlántico y Me­ 3,81; Bolivia, 5, etc.
diterráneo, se comprenderá fácilmente las condiciones La distribución de estos habitantes en los territorios
excepcionalmente favorables en que estará colocada la respectivos, por lo que se refiere a nuestra raza, es pun­
Unión Económica Iberoamericana para surtir a todo el to esencialmente importante a observar, pues puede con­
mercado mundial con nuestros productos. siderarse como muy aproximada la afirmación de que
Siendo nuestra producción, en su mayor volumen, la un 70 por 100 de sus habitantes se hallan concentrados
de primeras materias (agrícola y minera), podríamos en las capitales y el 30 por 100 en el resto de la na­
—en plan de igualdad — establecer tratados favorables ción. Basta con estos datos para demostrar la necesi­
para las transacciones con los países de raza anglosajona, dad de “rellenar” nuestra campiña, y basta también
que son, principalmente, productores de materias manu­ para demostrar el enorme campo abierto al desarrollo
facturadas. de las riquezas que atesoran, y que es tan grande, que
Habréis comprendido con esa breve descripción glo­ podría satisfacer las necesidades de los obreros parados
bal la importancia de este proyecto, que tal vez, como actualmente en el mundo.
dejo dicho, sea la única ocasión propicia para que nues­ La superficie de las naciones primeramente citadas es
tra raza pueda llegar en breve tiempo a colocarse en el sólo de 951.295 kilómetros cuadrados, y en cambio las
piano que por derecho le corresponde. Así, con clara que hemos citado en segundo término tienen 18.562.000
visión del proyecto, lo entendió y le ofreció su amparo kilómetros cuadrados, o sea casi veinte veces mayor en
el Gobierno de la República española en la citada se­ extensión, para albergar casi igual número de habitan­
sión del 12 de octubre en la Fiesta de la Raza y por tes, pues en las primeras existen 141.841.000 habitantes
elocuente discurso del hoy ministro de Instrucción, el y en las segundas la cifra es de 137.854.000 habitantes.
Exemo. Sr, D. Femando de los Ríos, bajo la presi­ La observación de esas cifras globales, tomadas como
dencia del hoy presidente de la República española, base de comparación entre las naciones industriales
S. E. D. Niceto Alcalá-Zamora. europeas y las de producción de primeras materias en
Europa y América Latina (salvo Italia, que por circuns­
* * * tancias especiales elevó su nivel de producción indus­
trial), nos indica claramente la necesidad y posibilidad

© Biblioteca Nacional de España


REVISTA DE LAS ESPAj^AS

de ordenar e incrementar nuestra potencia económica bJos con el menudeo de ingresos constante y multipli­
por medio de un paulatino “relleno" de habitantes. cado.
Hemos de hacer notar que no incluimos en estos da­ Esto en España es imposible. Los grandes expresos
tos a los Estados Unidos de America por constituir un pasan por delante de los pueblos colocados en el traza­
país de gran extensión superficial (7.841.422 kilóme­ do de esas grandes vías, y esos pueblos sólo disponen
tros cuadrados) y de una densidad de población con­ de un escaso número de trenes correos y mixtos lentos,
centrada en algunos de sus Estados, mientras que en caros y que ahogan toda idea de establecer un comer­
otros se halla todavía en período de “relleno” de los cio con los mercados de las urbes más próximas. Nues­
mismos. Tiene hoy IOí.7U.OOO habitantes, lo que arro­ tra patria, como todos los países de gran extensión y
ja una densidad de población de 13,48 habitantes por poca densidad de población, requiere un servicio análo­
kilómetro cuadrado. go al de los tranvías suburbanos— coches automotores,
El aludido “relleno" de oyestras zonas, casi exentas frecuentes, rápidos— , que requieren servicio de escaso
de población, debe hacerse atendiendo a prácticas de personal, y, por tanto, permiten económica tarifa, que
buena administración y política. ofrecen al labriego medio de realizar un pequeño benefi­
Es casi un vicio en todas las naciones el copiar la le­ cio diario, sin temor a dejar sus ganancias entre el pre­
gislación de otros países con la excusa de que en ellos cio de transporte y gastos de hospedaje, siendo en su
la aplicación de tales leyes, costumbres o métodos die­ mayoría los coches de clase única, sin trabas de factura­
ron un buen resultado. Nada más lejos de la realidad ción, con servicios de amplio criterio. Ello fomentaría
que adaptar a nuestra idiosincrasia, a nuestra naturale­ el pequeño ahorro y permitiría operaciones de crédito
za meridional, a nuestra contextura social las leyes o pequeñas, pero que, en conjunto, serían atractivas ope­
métodos propios y adoptados por países industriales raciones de gran volumen y gran seguridad para la
fríos, mesurados, lentos y maleables, unido ello a una reinversión del propio ahorro de esos pueblos, creando
actividad persistente, completamente distinta a la acti­ así la bola de nieve, defendida por el común y difundido
vidad de n u estra países... interés.
Enfrentemos un dinamarqués con un sevillano, y aun Hoy veo que el ministro de Obras públicas ha enviado
suponiendo que comprendieran su lenguaje, la diferen­ una Comisión técnica a Francia para estudiar los nuevos
cia en todo es tan patente, que al pretender regir a coches Michelin, que son una de tantas variaciones de
ambos por las mismas leyes y métodos se evidenciaría solución al problema, pues existen en explotación,
de visu lo absurdo de esa pretensión. adoptados ya por el Estado de Hungría, entre otros,
Y voy, aunque sólo sea a título de ligera indicación, automotores perfectos, a motor Diesel, sustituyendo en
a exponer una de esas “adaptaciones" exóticas a nues­ una de sus líneas el servicio de dos trenes diarios de
tro país y que entiendo ha producido en nuestra econo­ 100 toneladas cada uno, por un nuevo servicio de cinco
mía grave daño. Me refiero al servicio de ferrocarriles a ocho trenes diarios en cada dirección, de solamente
en España. Es indudable que poseemos un servicio de siete toneladas de peso muerto.
expresos y de grandes trenes, de innumerables unidades, Es de esperar que esa política de autobuses sobre rail
tal como se utilizan en Alemania, en Inglaterra y en hará modificar la idea actual de la explotación ferro­
Bélgica... Es indudable que ¡os servicios entre Madrid viaria que viene imperando en España y que impide que
y Barcelona, Sevilla, Zaragoza, Bilbao, etc., están do­ nuestro suelo se pueble. Con medidas como la que acabo
tados de servicios magníficos. Pero así como en Ale­ de citar y transformando arcaicos y viejos moldes, in­
mania, Inglaterra y Bélgica, y sobre todo en esta últi­ adaptables a nuestro país, y renovando radicalmente los
ma, el servicio de ferrocarril, análogo al que tenemos procedimientos administrativos, complicados, costosos y
en España, crtá perfectamente justificado, porque en negativos en su rendimiento, sustituyendo por métodos
su territorio, eminentemente industrial y topográfica­ más sencillos, de más clara, más diáfana y definida res­
mente llano, existen a muy cortas distancias grandes ponsabilidad y más franco mecanismo, para que la cola­
núcleos de población que exigen grandes trenes de via­ boración del pueblo con el Estado sea eficaz e intensa,
jeros y larguísimos trenes de mercancías, pues todo ma­ sin resquemores ni persecuciones por sus agentes, reno­
terial es escaso para la afluencia de tráfico-, allí, en Bél­ varemos el ambiente de nuestras respectivas naciones,
gica, por ejemplo, tienen además para los lugares de inyectaremos salud, vida, energía, alegría, y con ello
menor densidad de población un servicio perfecto de aumentaríamos nuestra potencia económica, dentro de
pequeños ferrocarriles “vicinaux” , que son los que cui­ una atmósfera de confianza, de amor y de paz, que nos
dan del “relleno” del país, de permitir a todos ios que porporcionaría el bendito trabajo que asegurara el bri­
viven apartados de los grandes núcleos de población el llante porvenir de nuestra raza.
acudir a los mercados a vender las pequeñas partidas de La E nseñanza .— Vuelvo a insistir, señores, en llamar
materiales agrícolas, que van enriqueciendo a los pue- vuestra atención sobre el prurito de la mayoría de los

© Biblioteca Nacional de España


REVISTA DE L A S ESTAÑAS

gobernantes de todos los países en imitarse mutuamente, se ve que nuestro buen pueblo, la raza mejor del mundo,
adquiriendo la costumbre de aplicar, debidamente reto­ por defecto de proporcionarle la instrucción debida, por
cados, leyes, decretos o disposiciones dictados por una no corregir aquellos defectos esenciales de raza, que son
nación a otra que desea legislar en aquella materia, fácil el individualismo y la disciplina; para el primero, in­
labor, que resulta tentadora por su simplicidad, y que, culcando el espíritu de asociación y mostrándoles los be­
eludiendo, por “su previa aplicación”, el peligro de una neficios de la cooperación, y para el segundo, mante­
responsabilidad, nutre al país de disposiciones en su ma­ niendo la continuidad en los esfuerzos, la persistencia en
yoría inadaptables a la idiosincrasia de la nación a que el logro de los objetivos propuestos, la obediencia a las
se ajustan esas leyes, produciendo con ello un atraso, en organizaciones que, racional, justa y equitativamente es­
lugar de un avance, en el problema que se trató de re­ tablecidas, demuestren la necesidad de esa disciplina de
solver. trabajo, donde la disciplina es debido acatamiento a una
Esa verdadera manía de considerar con admiración organización establecida por verdaderos jefes, impuestos
lo que se realiza en otros países—Francia, Inglaterra, por sus condiciones de tales, que organizan, distribuyen
Alemania, etc.—como si reconociéramos implícitamente el trabajo de la colmena humana, que cooperativamente
en nosotros una inferioridad o incapacidad de iniciativa; produce su labor constructiva. N o es época hoy de jefes
copiar lo que allí se hace, para implantarlo en España, impuestos, sino de jefes que surgen por su propio valer
•lo considero no sólo absurdo, sino verdaderamente la­ y son aclamados como tales por el pueblo.
mentable. La Escuela rural, tal como hoy existe, debo decíroslo
Acabamos de examinar los efectos de “copia” de los con dolor, debido a sus medios, a la escasa dotación que
servicios de ferrocarriles de otras naciones de contex­ se le asigna, es deficiente y no rinde los beneficios que
tura industrial, densidad de población y características debiera, por la consignación glciial de que se dispone.
topográficas distintas a nuestra patria, todas ellas consti­ De la instrucción primaria actual surge una juventud
tuyendo condiciones distintas inadecuadas a nuestro que en ella no amplía sus horizontes, que desconoce el
país, y voy ahora a exponer en líneas generales lo que mundo, que se halla a merced de avisados propagandis­
ocurre en nuestros países respecto a Enseñanza. tas, viciosos en su predicación social y agitación mal­
Debido a nuestra accidentada topografía, a nuestra sana, sin que podamos evitar el que esa masa de jóve­
escasa red de comunicaciones económicas y a la norma nes, de madera aprovechable muchos, de excelsa poten­
de servicios que en las grandes redes de ferrocarriles cialidad intelectual en gran número, se agosten, se in­
impera, las regiones distantes entre sí permanecen tan utilicen los primeros para toda labor positiva, y los se­
alejadas, que en lugar de llegar a fundirse esas diversas gundos, en su inquietud lógica, derivada de su imagina­
castas en una misma raza, formando el hombre de tipo ción frondosa, sean presa de elementos que los arrastran
y lengua nacionales únicos, en beneficio del interés pa­ al campo de ideales destructivos, en lugar de ser utiliza­
trio, mantienen sus tipos locales, de educación, costum­ das esas mentalidades por la sociedad, que debiera ha­
bres, incluso de lenguas distintas e incomprensibles entre berlas descubierto, amparado y pulido, a fin de que lu­
ellos. ¿No es éste un problema anàlogo a lo que ocurre cieran con el fulgor propio de su valer. Eso no es posi­
también, si bien con mayor excusa, por ¡a juventud de ble con la organización actual de Escuelas donde el
su vida, a Méjico, Venezuela, Colombia, Brasil, etc.; en chico se cria aferrado a su terruño y sin más horizonte
todos los países, en suma, donde no pudimos fundir en que el de su villorrio, ni más conocimiento del mundo
un crisol nacional esas diversidades locales, para llegar que el que le proporciona el servicio militar, siempre y
a obtener el hombre tipo medio de las actuales genera­ cuando durante ese servicio aproveche su tiempo, cosa
ciones, capaces de ser gobernados por leyes que fueran difícil para el que no está inclinado por ninguna orien­
comprendidas y adoptadas por ese hombre prácticamen­ tación ni consejo a realizarlo.
te, de cultura uniforme y más nacional? I nterc.'.mbio,—Debe implantarse, debe imperar el
Pues bien: os ruego que sigáis conmigo un momento intercambio de chicos entre las diversas regiones. Deben
la actuación de algunos Gobienios, y supongamos a un conocerse, fundir sus ideales con los de sus hermanos de
ministro aplicando una disposición entresacada de la le­ patria; deben convivir, amarse, y para amarse hay que
gislación aleman,!, para que sea aplicada, con el debido conocerse. Sólo así dejaríamos de oír aberraciones sepa­
retoque previo, a las escuelas de España. Y esa disposi­ ratistas dentro de nuestra propia casa, justificadas tal vez
ción llega a ser impuesta simultáneamCTitc a una escuela . por esa desviación anterior, pero que deben corregirse
de la alta montaña de Cataluña y una escuela del cora­ por una nueva República, joven, vigorosa, y a la cual
zón de Andalucía... Puede ser que en Cataluña llegaran le es permitido variar antiguos moldes; qué digo permi­
a adaptarse a una disposición de tal naturaleza; pero en tido, le es necesario variar de raíz aquello que encontró
Andalucía... anquilosado, por viciosa organización o por mezquina
No, señores, no es ése el camino, y por eso claramente visión de detalle, si es que España, si es que nuestra raza.

© Biblioteca Nacional de España


10 R EV ISTA DE L A S ESPAÑAS

realmente siente la vibración del momento histórico prc- lor inmenso, del esfuerzo cooperativo, unificado, fruto
sente y quiere elevarse a su nivel propio, al que le per­ de educación disciplinada, que se obtiene por la asocia­
tenece, olvidando como un mal sueño los años de dolce ción de esfuerzos, con el débil frente de resistencia que
/am iente en que ha permanecido hasta aquí. ofrece el espíritu individualista, personal, de esfuerzo
Hoy, España necesitaría, para llegar a constituirse en aislado, de disgregación, por decirlo así, de las energías
gran nación, renovada hasta su más íntimo y recóndito potenciales de cada país, y comprenderéis, sin más que
lugar, la implantación de grandes núcleos de concentra­ haberlo expuesto, la razón del porqué España, pudien-
ción de enseñanza, de super-escuelas, que debieran estar do, no ocupa cerca, al lado, junto a vosotros, con vos­
dotadas de todos los medios necesarios para formar en otros, la posición que ocupan hoy otras naciones, dis­
ellos verdaderos ciudadanos de moderna configuración tantes espiritualmente de nuestra mentalidad. Es tan sen­
física y mental. Captadores de energía que produjeran cillo, es tan baladí, pero de tan intenso poder efectivo el
hombres de gran coeficiente intelectual. Edificios, pro­ motivo, que asombra el que no hayamos reaccionado para
fesorado, higiene, organización..., todo ello en su grado corregirle: L/nidtt. Esa palabra encierra el talismán de
máximo de perfección, pero ajustado todo a la función nuestra fuerza, de nuestra independencia, de nuestro
que debe realizar y al material humano que deben re­ prestigio. Pero unión sincera, leal, abierta a todo lo que
cibir. demande en toda época, desde la difícil de la iniciación
Estas super-escuelas se construirían en diversas regio­ en nuestra marcha hasta el logro total de nuestra ambi­
nes de España, en número de diez o más. Cada una de ción, el" restablecimiento de nuestro nivel de raza, de
ellas recibiría los alumnos que por tum o le correspon­ nuestra independencia económica, de nuestra organiza­
dieran. Así, la número 1, preparada debida y única- ción social perfecta, de la corrección de nuestros defectos
mente para niños y niñas de ocho años, los mantendría para que en sucesivas generaciones vayan desapareciendo
en su seno durante todo el curso. Todo en esta escuela automática y normalmente, por medio de la adaptación
estaría adaptado a los niños de esta edad. De la núm. 1 de una educación y organización que nos lleve a ese re­
pasarían a la núm. 2, donde seguiría en un grado más sultado, de acuerdo con lo que la idiosincrasia de nues­
elevado la instrucción física y mental de esos mismos ni­ tra raza reclama.
ños, que verían durante ese segundo curso otro paisaje, La inversión del ahorro, la recomendación incluso de
convivirían en otra región hermana, y así, de escuela en la inversión por parte de los banqueros a su clientela,
escuela, llegarían a la núm. 10 , desde donde, a los diez se halla frenada por la falta de una confianza completa
y ocho años, hombres ya y mujeres conscientes, edu­ sobre la realidad de las afirmaciones (generalmente de
cados, instruidos, incluso selecrionados en cuanto a dis­ iniciativa individual) de nuestros hombres de negocios,
posiciones o aptitudes, se verterían anualmente 10.000 de nuestros técnicos, y por instinto, por esa exquisita
ciudadanos fuertes, sanos, tnens sana m corpore sano, sensibilidad del dinero, los banqueros se apartan de la
disciplinados, en el corazón de España, y estos hombres realización de negocios propuestos por nacionales y acu­
realizarían verdaderos milagros en la actividad, en la de confiado a emisiones extranjeras. Eso, que va gradual­
economía, en el desarrollo de la potencia material y moral mente siendo remediado en nuestros días, ha sido y es
de nuestra patria, y a la vuelta de pocos años es seguro aún triste verdad.
que aquellas niñas, convertidas en perfectas madres, Ved las grandes Empresas de ferrocarriles, de energía
educadoras de sus hijos, mandarían a las super-escuelas eléctrica, de grandes industrias, y observaréis que, abierta
otra dase de material que el que llegó al principio a las o solapadamente, son propiedad de agrupaciones finan­
escuelas núm. 1. Es decir, material semipulido, más ele­ cieras de entidades extranjeras a nuestra raza..., y esto
vado, más próximo al desiderátum que ambiciono para el no debe ser. Bien está que cooperen; bien está que nos
hombre tipo de la raza iberoamericana, y para España, asociemos a ellos, si así conviene a nuestros intereses; bien
al verdadero español, ni andaluz, ni vasco, ni gallego, está que establezcamos amistoso y provechoso intercam­
ni catalán; al hombre español, noblemente español, sin bio; pero lo que no debe ser, lo que debe cesar, es la
más motes ni remoquetes. invasión y acaparamiento de nuestra riqueza, por una
F inanzas .— En este capítulo es principalmente difícil aparente incompetencia de nuestra raza a llevar a cabo
y complicado lo que se refiere a rehacer, a ordenar, a iniciativas dentro de nuestras respectivas patrias.
rehabilitar las finanzas de los países de nuestra raza, in­ Pero unidos, cooperativamente unidos, contando con
vadidos por la finanza de otros países, que buscaron en un Consejo Supremo que puede investigar, asesorarse,
los nuestros el desarrollo de sus lícitos y magnos nego­ asegurar incluso el éxito de las Empresas que patrocine
cios, la colocación de sus ahorros, de su personal direc­ o que recomiende, ¿cómo van a dejar nuestros banqueros
tor, de sus productos industriales y disciplina comer­ de otorgarles la plena confianza que merecerán? ¿Cómo
cial. va el ahorro grande y pequeño a negar su coopera­
Observad en ese punto la importancia capital, de va­ ción?.... ¡Todos para uno; uno para todos!... Podéis, se-

© Biblioteca Nacional de España


REVISTA DE LA S ESTAÑAS 11

ñores, imaginar alguna obra que, considerada beneficiosa país debe establecer en su respectiva administración las
por veinte países y apoyada por ellos, pueda quedar reglas, normas, métodos políticos que más le convengan,
"en proyecto" por falta de medios con que realizarla? y solamente mantendrá su organización económica, dis­
En cambio, hoy tenemos que mendigar la cooperación puesta a recibir y a ofrecer la cooperación de la Unión,
del capital extranjero, con la conciencia y la dignidad que a estos efectos será o constituirá una clearing fíouse,
heridas en nuestro fuero interno, pero aceptada la solu­ una camara de compensación, para ordenar la produc­
ción como mal menor. ción y consumo interior y exterior de la riqueza de los
Y ya que llegamos al último “rellano" de esa cuesta,- países afectos a la Unión, la coordinación de sus trans­
ya que habéis tenido ocasión de ir descubriendo mayor portes terrestres y marítimos, la distribución de sus ma­
extensión en vuestro campo de visualidad sobre posibili­ sas obreras que su labor requiera, entendiéndose por
dades, ya que estamos próximos a la cima, vamos a ha­ ellas desde las de elevada categoría técnica, comercial,
cer el último esfuerzo de atención, y examinemos al lle­ administrativa, financiera, hasta el peón.
gar a ella c! conjunto del panorama y cuidemos de distri­ Es evidente, axiomático, el beneficio que ha de repor­
buir las funciones, para poder cultivar ese maravilloso tar el convertir un territorio inmenso, con posibilidades
campo, pletòrico de riqueza natural, abierto con acogedor incalculables, y que está hoy individualizado en su ac­
y amoroso sentir y a los que en él trabajen prometedor tuación económica, en un solo país, con millones de ha­
de paz y ventura. bitantes, con solvencia conjunta, con contrastadón de
Debo advertir a aquellos a quienes la "altura" pro­ consejos y con unificación de actuadón.
duzca vértigo, que no teman ni se aparten. Parece que Así, pues, propongo, sea comunicada oficialmente a
hemos subido a alturas de ensueño, desde las cuales todo todos los Gobiernos de las naciones iberoamericanas, en
movimiento es peligroso, y yo he de deciros, para vues­ nota sucinta, una clara exposición del proyecto de cons­
tra tranquilidad, que no hay tal, que para llegar a ese titución de la Unión Económica Iberoamericana, para
campo grande y acogedor se sigue un declive suave len­ que puedan capacitarse del patriótico y beneficioso fin
tamente, y la llegada a ese campo de promisión, pnr la que con ello se persigue.
previsión de nuestros ingenieros, por amor a vuestra Es necesario proceder seguidamente a la formadón
existenda, lo hemos allanado, lo hemos quitado el peligro del primer Comité organizador, en el cual deben hallarse
de todo salto brusco, de pedruscos que pudieran ocasio­ presentes las representaciones de todos los países adhe­
nar simples tropiezos, procurando que al deddir estable­ ridos.
cer en él la vida práctica, la realizadón de ese proyec­ La iniciación de la marcha hada la realización del pro­
to, vayáis andando hacia su realización con paso repo­ yecto comprenderá, ante todo, el estudio y ordenación
sado y seguro, con eficada en vuestro avance, sintiendo de uno o dos productos que sean los de mayor importan­
la seguridad debida bajo vuestra planta. cia para cada país de los inscritos.
A nte todo, precisa saber cuuntos somos los que de­ Todo detalle sobre produedón, transporte, mercados,
seamos marchar adelante. El Gobierno de la República actual producción, futuro desarrollo, tanto en produc­
española, por manifestación espontánea y categórica, el ción como en mercados, competenda a este producto o
día 12 de octubre de 1931 recogió mi propuesta y de­ productos por otros países, medios de superarla en los
claró que la patrocinaba, encargando a la Unión de mercados, etc., etc., todo ello ha de ser objeto de estu­
Ingeniería Iberoamericana su organizadón, dio y finalmente de las medidas conducentes a la perfec­
Hay que empezar a marchar. Esta es la Casa de Unión ta unificación de medios entre los países asociados, para
Ibero-Americana, que hoy abre las puertas de este nuevo el éxito de la producción y colocadón de esos productos.
local social. Sea ésta ocasión para abrir también las puer­ Y así, en gradación de mayor a menor importancia, por
tas a una nueva ordenación de las relaciones iberoame­ lista-inventario, redactada por servidos de Estadística
ricanas, establedendo no sólo el contacto, jamás debili­ afectos en cada país a la Unión Económica Iberoameri­
tado y siempre hondamente sentido, de España para con cana, llegaremos, por aquella suave pendiente de que os
todas las Repúblicas ibeoamericanas, pero mantenido hablaba antes, a intercalar, al estudiar cada producto,
hasta hoy en el terreno teóríco-espiritual, sino estable­ los proyectos de vías de comunicación necesarias, a base
ciendo aquellos lazos que nos unan en las actividades de transportes determinados de antemano y asegurados
económicas de nuestras respectivas patrias, que nos ha­ por pedidos en firme, del incremento de industrias en
gan convivir intensamente los mismos problemas y uni­ el lugar y forma y con la capacidad y medios que acon­
dos nos preste esa potencia, derivada de la Unión, y con seje la producción demandada en un mercado asegu­
ellos la solución adecuada y rápida de todos los proble­ rado... ¿Cómo pensar siquiera que la finanza ha de rega­
mas económicos, vitales, que debamos resolver. tear su concurso y el ahorro ha de dejar de acudir a
Apartemos de esa Unión, de esa Cooperativa de inte-, lo que con seguridad constituya una inversión retribui-
reses económicos, toda cuestión de credo político. Cada dora y de familia?

© Biblioteca Nacional de España


12 REVISTA DE LA S ESTAÑAS

Para que ese Comité organizador inicial vaya convir­ revolución propia de nuestros tiempos, sin sangre, por
tiéndose en el Consejo Supremo o Asamblea de Nacio­ convicción, por estudio, por trabajo, por unión de es­
nes adheridas es necesario prever la constitución de Sec­ fuerzos; en una palabra: por evolución dentro de Ja paz.
ciones que en la subdivisión de servicios cuiden de! deta­ Cuando todos los esfuerzos son ejercidos en una misma
lle de las funciones inherentes a las distintas actividades dirección y aplicados sobre un mismo punto, es indis­
que la Unión debe atender. cutible que Ja resultante es una fuerza, suma de esfuer­
Así, tendremos las secciones de Prensa, de Ingeniería zos, que pone en marcha ese punto en la dirección de­
(Agrónomos, Montes, Minas, Industriales, de Caminos). seada, es decir, la acción es positiva, eficaz, y su acción
La sección Financiera, la Legal, la de Planos y Gráficos, beneficiosa, fecunda, y si además esos esfuerzos son de­
en íntimo contacto con la de Estadística general, la sec­ bidos a naciones de igual raza, poseyendo igualdad de
ción Comercial, la de Transportes marítimos y terres­ sentimientos, comprensión mutua que otorga la fraterni­
tres. la Diplomática, todas ellas a su vez distribuyendo dad de sangre, entonces estad seguros de que el fruto
fundones en cada nación, que se recogerán en la sede de ha de ser de bendición para los que asi mueven, pro­
la Unión, y cuya sede residirá donde el Consejo Supre­ pulsan, incrementan, elevan y atienden a la marcha hon­
mo designe. N o es ^ ic e el que la Administración o rada y serena de un grupo de naciones que avanzan
Archivo general resida en un punto, para que el Con­ hacia la Luz, la Verdad y el Progreso con el lema:
sejo Supremo ccldire sus sesiones periódicamente en los “Unión, Paz y Trabajo”.
respectivos países, dando preferencia a aquellos en que Y para terminar, para no dejar flotando una idea
los problemas más importantes se destaquen en el mo­ sin que aprovechemos esos instantes históricos que pres­
mento de la reunión. El Comité ejecutivo de ese Consejo tan ocasión única para que los pueblos iberoamericanos
Supremo será el que atenderá a la labor de unificación resurjan y conquisten su puesto en el mundo, someto a
de funciones y cumplimiento de los acuerdos del Con­ vuestra alta consideración, señores, la conveniencia de
sejo Supremo. que, habida cuenta de las manifestaciones del Gobierno
Señores: si en estos momentos la Unión e.stuviera en amparando este proyecto, sea boy mismo adoptado el
plenas funciones, actuando con su organización pode­ acuerdo por la Directiva de la Unión Ibero Americana
rosa, ¿creéis que habría posibilidad de que existieran en este día inaugural, para empezar nuestra actuación,
obreros sin trabajo? ¿Creéis que el Consejo Supremo no y sea comunicada a los Gobiernos de las naciones ibero­
habría podido distribuir en veinte naciones a los hombres americanas la esencia de nuestro proyecto, a fin de que
sin trabajo que hoy existen, por debilidad individaal y podamos recibir las adhesiones que permitan la rápida
fraccionaria de industrias, de explotaciones agrícolas y formación del Comité organizador a que aludía hace
mineras, abandonadas ai esfuerzo particular, extraviado, acuerdo por la Directiva de la Unión Ibero-Americana
impotente, y esos hombres dejarían de ser vergonzosos de Ingeniería, a quien el Gobierno encargó el Día de la
emigrantes, convirtiéndose, en cambio, en especialistas Raza el desarrollo del plan propuesto.
u obreros solicitados en determinado sector de actividad, Con ello habremos dado el primer paso, y puestos ya
ordenada, de una organización propia, de un inmenso en marcha, ha de ser breve el plazo en que el éxito y los
país. Heno de posibilidades, de campo de acción, de ener­ beneficios de él derivados se dejen sentir. Demos la sen­
gías latentes, que sólo esperan el impulso inicial bien di­ sación de que los pueblos iberoamericanos sabemos,
rigido para ofrecer a la Humanidad actual y futura la queremos gobernamos, sabemos y queremos organizar-
abundancia de su poderío, pues nada recompensa los nos, y nuestra raza, poseedora de inteligencia, arrestos
sudores del trabajo como la fecunda tierra, cuando a y medios necesarios, impondrá, en esta época histórica
ella se dedican los afanes. de trascendental evolución de la Humanidad, los prin­
Seamos, pues, un ejemplo para la humanidad doliente cipios de amor y progreso representados por la Unión:
y enferma. Con nuestro corazón henchido de amor fra­ Paz y Trabajo, antítesis de aquellos principios de des­
terno y verdadero entusiasmo sea nuestro abrazo, que trucción y odios, predicados por error y desgracia, que
funda en una sola nación económica a todos los de nues­ culminaron en la guerra europea, y al imponer con el
tra raza, ejemplo de lo que puede, del ubérrimo fruto ejemplo esos principios, legaremos a nuestros hijos el
que produce ese amor, comparado con las desdichas que fruto logrado y la memoria venerada de unos padres
causa el odio. que, conscientes de su deber como hombres y como ciu­
Seamos la Paz con la Justicia. Seamos portadores de dadanos, supieron superarse, venciendo fáciles tentacio­
un estandarte que, anulando entre nosotros las fronteras nes innatas de su raza y laboraron intensamente por la
económicas, eleve el nivel de nuestra raza, realizando una felicidad e independencia futura de sus pueblos.

© Biblioteca Nacional de España

También podría gustarte