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CENTRO DE CAPACITACIÓN, CERTIFICACION EN

COMUNICACIÓN YOLANDA TRUJILLO

PALABRAS MAL DICHAS EN MEXICO

 1. Fotocopean- Fotocopian

2. veniste – Viniste

3. transtorno -Trastorno

4. perjuicios -Prejuicios

5. idiosincracia -Idiosincrasia

6. inaptitud -Ineptitud

7. Madri - Madrid

8. esparatrapo - Esparadrapo

9. helicotero - Helicóptero

10. mas mejor- mejor

11. restrincción – Restricción

12. Haiga- en vez de haya

13. La calor - El calor

14. Campión- Campeón

15. Dentrar- Entrar

16. Fuistes – Fuiste

a) Las locuciones «al fin y al cabo», «al drede», «de en balde» y «a fuerzas» no son correctas.

Al fin y al cabo. La palabra cabo proviene de la raíz latina caput, «cabeza», de ahí que signifique
«extremidad», «cada uno de los extremos de las cosas» o una parte pequeña que queda de algo:
«el cabo de un hilo o de una cuerda».

Por extensión, «cabo» significa también «fin, límite o confín», así que decir: «he llevado a cabo / al
cabo / hasta el cabo [locución adverbial] mis tareas» significa haberlas completado o realizado.
También podemos utilizar «de cabo a cabo» o «de cabo a rabo» para decir que hemos hecho algo
«de principio a fin»: «Leí la novela de cabo a rabo»; o bien la locución preposicional «al cabo de»,
para decir «después / al fin de»; «al cabo de una hora empezó a llover». Bastaría decir «al fin» o
«al cabo», pues mencionar ambas es repetitivo; pero al fin y al cabo, cada quien habla como
quiere.

La expresión «al fin y al cabo» es un pleonasmo, pues «al cabo» significa «al final, en el límite».

Al drede. Refiere al adverbio adrede. Se cree que este vocablo proviene del catalán adret, y éste
de la locución ad directum; a pesar de su origen latino y de que es sinónimo de la locución
adverbial «a propósito», adrede no es una unidad léxica compuesta por más de una palabra. Así, lo
correcto es decir: «el niño me puso el pie adrede»; esto es a propósito, deliberadamente.

La palabra correcta es «adrede» y no «al drede».

De en balde. Esta expresión encierra dos posibles combinaciones: «de balde» y «en balde». Ambas
son locuciones adverbiales compuestas únicamente por dos palabras: una preposición —de o en—
y «balde»; no obstante, ambas expresan significados distintos. De acuerdo con el Diccionario del
uso del español de María Moliner, balde proviene del árabe bátil, ‘inútil’, así que «en balde»
quiere decir «inútilmente, sin sacar provecho de algo». Pero la locución «de balde» guarda un
sentido un tanto diferente: «gratis, sin tener que pagar ni dar nada por la cosa de que se trata».

Así, podemos decir «fuimos al cine en balde» cuando no conseguimos boletos para la función,
pero decimos «fuimos al cine de balde» cuando no tuvimos que pagar por entrar.

«En balde» significa inútilmente. «De balde» significa gratis.

A fuerzas. En el Diccionario del Español de México encontramos que la mayor parte de las


locuciones con la palabra «fuerza» —como «por fuerza»—, la emplean en singular; en plural,
aparece en expresiones como «cobró fuerzas» o que refieren a las «fuerzas armadas».

No obstante, «a fuerzas» es una locución muy recurrente en nuestras conversaciones. Por otro
lado, si bien existe la expresión «a fuerza de», su significado es diferente al de la expresión «a
fuerzas». «A fuerza de» es una locución preposicional que —seguida de un sustantivo o de un
verbo— indica la intensidad o abundancia del objeto designado por el sustantivo: «a fuerza de
golpes», «a fuerza de su esfuerzo».

Usamos la expresión «a fuerzas» para indicar que algo es forzoso o necesario, como: «a fuerzas
deben entregarse los documentos», «a fuerzas hay que pagar antes de entrar».

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