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Antes del Euro, durante la década de los 80s las economías de los países europeos no
atravesaban por sus mejores tiempos. El desempleo se había duplicado, el crecimiento
potencial se redujo hasta en 3 puntos porcentuales y las restricciones para las importaciones
por parte del mayor cliente de los países europeos (USA) aumentaron considerablemente. En
este contexto fue donde creció la idea de la creación de un mercado sin barreras, un mercado
común que permitiera impulsar el comercio y por tanto el crecimiento económico de la región.
En aquellos tiempos, las devaluaciones de moneda para fomentar la competencia entre países
eran muy comunes por lo que para funcionar como un auténtico mercado común este tenía
que funcionar con la misma moneda y las mismas políticas económicas y monetarias para
todos. El hecho de tener varios países con diferentes monedas en un mismo mercado suponía
una gran barrera para la integración económica, por lo que la idea de una sola moneda y la
eliminación de los tipos de cambio fue revolucionaria e innovadora. El fijar una moneda común
haría que el comercio entre los países europeos fuese mucho más fácil; de esta forma las
empresas ya no tendrían que estar pendientes de los tipos de cambio o las políticas
económicas de los países vecinos.
Con un tipo de cambio inicial de 1.1789 US$ el día 1 de enero 1999 pasó a la historia como el
día en que nació el euro. En este día 11 países miembros de la unión europea integraron sus
monedas locales como la lira, el franco o las pesetas, bajo la supervisión del ente rector
conocido como banco central europeo, la segunda entidad financiera más grande del planeta.
Comenzó a operar como una moneda electrónica utilizada en los mercados financieros y para
los pagos en los que no era necesario el efectivo. Posteriormente. Fue hasta el año 2002
cuando las monedas y los billetes de euro comenzaron a circular. En aquel momento fue el
político francés Yves Thibault que expresó de manera contundente la enorme confianza que se
tenía en la adopción del euro y lo que traería traería para las economías los países europeos:
“El euro suprimirá la inestabilidad monetaria, reducirá los costos de las empresas y garantizará
bajas tasas de interés. Hoy en día nadie imaginaria a los Estados unidos de américa siendo una
nación con 50 monedas diferentes. El dólar ha hecho a ese país fuerte y el euro hará lo mismo
con Europa”.
Ambas interrogantes pueden ser respondidas de la misma forma; enumerar los beneficios que
el euro ha permitido para los países que lo usan supondrían la falta de los mismos para los
países que debido a que sus economías no están lo suficientemente desarrolladas aún no han
podido implementar el euro como la moneda local. Entre estos beneficios podemos citar los
siguientes: