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wh 1. Reconocimiento es un vocablo que significa la accién ‘A's vez, reconocer, del latin recognoscére, alude a tancias”; en las relaciones internacionales se refier CAPITULO IX EL RECONOCIMIENTO EN EL DERECHO INTERNACIONAL PUBLICO guuanio: 1. Concepto de reconocimiento—2. Divers clases de reconoci Svmitgs_-3. Reconocimiento de Estado—4. Teorias declarativas y consti “1 reconocimiento de Estado—5. Formas de reconocimiento de tutiva en Brtado-6, Efectos del reconocimiento de Estado—7. Efectos del no reco- Petimiento de Estado—8. Reconocimiento de gobierno.—9. Formas de recono- 10. Efectos del reconocimiento de gobierno.—1}. to de gobierno—12. Doctrina Stimson —13. Doc- 14, Doetrina Tobar—15. Doctrina Wilson.—16. Doctrina is Reconocimiento de be cimiento de gobierno- Efectos del no reconocimien trina Jefferson. (CONCEPTO DE RECONOCIMIENTO tuna persona © cosa para enterarse de su ident nuevo estado de cosas”.? de un presunto nuevo Estado; lado; la existencia de una Nacién; la sit rancia de grupos armados; la presencia de un gobierno en el exilio; la mem- bresfa de un Estado en un organismo que se haga sera en el sentido de otorgar 0 Antes de emitir nuestro propio concepto de reconocimiento invocaremos En efecto, en el Ambito internacional, se requiere la manifestacién de la voluntad de los Estados para que se pronuncien en un sentido determi- nado sobre ciertos estados nuevos de cosas, como pueden ser: el nacimiento la formacién de un nuevo gobierno de un Es- tuacién de insurgencia o belige- oa conceptos que la doctrina nos ha proporcionado: __Sobre el reconocimiento en general nos dice Max Sorensen: *, 2 Diccionario de la Lengua Espafiola, Real Academia Espafola, 19¢ edici6n, Bditorial Espasa 7" be, 8. A., Madrid, 1970, p. 1114, § Manual de Derecho Internacional Pablieo, traduccion a cargo de la Dotaciéen Car on sie para la Paz Internacional, Fondo de Cultura Econémica, México, 1978, p. 276. 387 y efecto de reconocer.* “examinar con cuidado dad, naturaleza y circuns- ca la “aceptacién de un internacional. El pronunciamiento de rehusar el reconocimiento. Escaneado con CamScanner ON 388 DERECHO INTERNACIONAL, PERLIog “Cuando se ha establecido un nuevo Estado, 0 cuando ios di de los consitucionales ha tomado el poder un muevo gover, un Bases existent, o cuando se ha esablecido cualquier otra situacién fue ajo Tas clones juridicas entre los Estados, surge el problema de a ke consecuencias [pre quo se derivan de Ja nueva situacién de hecho surten elec inmediatamen eu : n gobierno; o un cambio territorial, son frecy Feconocidos por otros Estados; pero puede suceder que el Teconocimiente art Presamente negado.” Mis adelante, nos sefiala el siguiente concepto de Teconocimiento de un nuevo Estado: ¢ “Puede definirse como un acto unilateral por el cual uno 0 més Estados der ftdmiten técitamente, que ellos consderan en Estado con los dereee a beres derivados de esa‘condicién— a una unidad politica que existe ae gery” que se considera a si misma como Estado”. Y Consideramos que, aunque se da sélo el concepto de reconocimiento de Estado, hay elementos para dar un concepto que involucrara los diversos casos de reconocimiento. En forma general, Charles Rousseau * da una no cién de reconocimiento y le da el caracter de institucién al reconocimiento. “El reconocimiento supone la presencia de una bierno nuevos, creados por medios de hecho, y tie orden juridico a esta formacién o gobierno. derecho internacional: a) porque a falta de una teoria andloga a la prescripeon en derecho interno, el reconocimiento viene a ser como el substitutivo de dich insttuciOn, al permitir regularizar las situaciones de hecho, y b) porque los pre cedimientos juridicos de transformacién empleados en el orden internacional son imperfectos, por exigirse el consentimiento de todos los Estados interesados, con el natural riesgo de que dicho cumplimiento tenga que ser obtenido mediante una contrapartida.” formacién politica o de un go- ne por objeto dar entrada en el Es una institucién necesaria en Es muy acertado el concepto de Charles Rousseau si le damos una inter- pretacién amplia a la frase ‘4 ‘formacién politica” de tal manera que no sélo involucrase a un nuevo Esta do, sino también a una nacién, a un grupo de rebeldes en insurgencia o beli cia o a un grupo en el exilio. Aunque podria ser factible examinar muchos conceptos més, juzgamos ue los juicios emitidos por los dos citados tratadistas son suficientes. para emitir un concepto genérico de reconocimiento: . El ‘reconocimiento es la institucién juridica de Derecho Internacional Paiblico por medio de la cual uno 0 varios Estados, después de examinar 4 Op, eit., p. 277. 3 poarecho Internacional Pdblico, traduecién de Fernando Giménex Artigues, Ediciones Ariel, Barcelona, 1966, p, 292, Escaneado con CamScanner RECONOOIMIENTO EN EL DERECHO INTERNACIONAL POBLICO 389 imi de un nucvo Estad ; el nacimiento de u lo, 0 el establecimiento bien, 2 la iaeeea oi grupos rebeldes, o la de un pobierne en ‘a exo, aceptan el nuevo estado de cosas, expresa 0 thcitamente todos los efect tos internacionales correspondientes. * Para los efec-. Por supuesto que el no reconocimiento es el rechazo a c ; eae se est e Por supuessdinido el reconocimicnto come el acto unisteal, por ve rias razones: ae a) Puede tratarse de un reconocimiento concertado entre quien preten- de el reconocimiento y quien lo otorga, ¢ incluso puede ser resultado de amplias negociaciones, como sucedié, por ejemplo, con el reconocimiento Gal? gobierno del general Alvaro Obregén, como Presidente de México, después de las Conferencias de Bucareli. ’ fy). Puede tratarse de un reconocimiento colectivo en el que varias na- ciones deciden conjuntamente otorgar cl reconocimiento. *) ‘Puede tratarse de un reconocimiento discutido y decidido en un or- ganismo internacional. 2) Puede tratarse de un reconocimiento en el que hay una policitacién del Estado, del gobierno, de la Nacién, o de los grupos rebeldes, por lo que fe aceptacién es consecuencia més que de una manifestacién de voluntad aislada, de un verdadero acuerdo de voluntades. 2. DivERSAS CLASES DE RECONOCIMIENTO El reconocimiento puede clasificarse desde diversos ngulos distintos, 2 saber: "A) Desde el punto de vista del ntimero de, paises que hagan cl recono- cimiento, éste puede ser individual 0 colectivo. Es reconocimiento individual el que realiza un solo Estado. Es reccnccimiento colectivo ¢l que practican conjuntamente varios Merenpied ten’, B) Desde el punto de vista de la forma de hacer el reconocimiento, éte puede ser expreso 0 tacito. 7 Es reconocimiento expreso aque! que implica una manifestacién de vo- luntad claramente emitida para externar ‘el criterio del Estado en le sen- tido de que otorga el reconocimiento. El reconocimiento expreso se contiene en un documento que recoge las expresiones de aceptacién del Estado de la situacién que motivé el reconocimiento. Es reconocimiento tAcito aquel que se - aunque no declara literalmente que otorg: lucta que despliega permite deducir que existe ese sim), Desde el punto de vista del tiempo en © Mra miento, éste puede ser oportuno, demorado o prematuro. nds id6- Es reconocimiento oportuno el que se produce © el momento, mis i: ate 7 produeir cesperas injustificadas, no anticiparse ae producidos. a) Teconocimiento demorado aquel que no S° produce cuando ya hay deduce de la conducta del Estado a el reconocimiento, la con- reconociminto. produce el recone: a) Escaneado con CamScanner ~S 390 DERECHO INTERNAGIONAL, Pony 1% elementos objetivos suficientes para que se otorguc y se retarda injys damente para el Estado, gobierno o grupo que protende el recon Stic. segin criterios objetivamente vslidos, miento, Es reconocimiento prematuro aquel que, por implicar una . : or i situac tajosa para el Estado que otorga el reconocimiento, da lugar a arn 32 renultados atin inciertos, cuando afin no se han requstadn todos moe dle. mentos para consolidar el nuevo Estado, el nuevo gobierno, estado de cosas materia del reconocimiento. D) Desde el punto de vista de la exigencia de contra conocimiento puede ser libre o puede ser condicionado, Es reconocimiento libre aquel que el Estado otorgante lo da sin exig determinadas contraprestaciones. ‘Bi Es reconocimiento condicionado aquel en cl que el Estado otorgante de reconacimiento, de manera ventajos,pretende se le den contraprestaciones pactadas. E) Desde el punto de vista de que haya © no solicitud del reconoci. miento, éste puede ser oficioso o puede ser solicitado. Es reconocimiento oficioso aquel que se otorga sin que medie una soli citud para que el reconocimiento se produzca. Es reconocimiento solicitado aque! en el que el Estado, cl Gobierno, 0 el grupo interesado solicita que se emita el reconocimiento. F) Desde el punto de vista del cardcter provisional o definitivo que pue- de tener un reconocimiento, é&te puede ser de facto o de jure. EI reconocimiento de facto es provisional y est& sujeto a que las cond- ciones de quien ha recibido el reconocimiento mejoren pues, de empeorar © de desaparecer las circunstancias que han dado lugar al reconocimiento, éste puede retirarse o desaparecer automdticamente. Es un reconocimiento precario. Requiere un reconocimiento posterior, de jure. EI reconocimiento de jure es definitive y no requiere ya otro ultercir reconocimiento. G) Desde el punto de vista del objeto o materia del reconocimiento &te puede ser de Estado, de Gobierno, de facto, de Gobierno de jure, de Gobierno en el exilio, de insurgencia, de beligerancia, de independencia 0 de nacién. Separadamente nos ocuparemos de estos diversos tipos de reco- nocimiento. » Oe nneve restaciones el re. 3. Reconocnmento vz Estapo El nuevo Estado que pretende ingresar a la comunidad internacional com” un nuevo miembro més, esté interesado profundamente en_que s¢ le exit da el mayor ntimero posible de reconocimientos pero, los Estados a quicnt corresponde otorgar el reconocimiento tiene facultades discrecionales bs vadas de la oportunidad politica, para otorgar, demorar 0 negar nocimiento pretendido. Escaneado con CamScanner —_ ~~ pECONOCIMIENTO BN EL DERECHO INTERNACIONAL PUBLICO 391 sobre este particular expresa Charles Fenwick: * “El procedimiento por ad cual e ingresa a la Comunidad internacional es conocido como “reconoci- ceo’ y puede definirselo como la aceptacién formal hecha por un miem- ‘ ‘varios miembros existentes de la comunidad interna- bral de que un Estado, o grupo politico, que hasta ese momento no habia dona do el titulo de miembro de la comunidad, estaba ya capacitado para dezniague, en consecuencia podia disfrutar de todos sus derechos y privi- legios de los micmbros de la comunidad”. OF ros anticipado que los Estades que han de resolver sobre el otorga- del reconocimiento o sobre su negativa tienen facultades discrecio- Goneederlo o negarlo. La raz6én de que mencionemos facultades nales { nales Pénales y no el cumplimiento de obligaciones, obedece a que no hay discs juridica intemacional que obligue al reconocimiento. Sape'el cardcter discrecional del reconocimiento, asevera Charles Rous: er seau: miento “BJ reccnocimiento es un acto libre, expresién de una voluntad soberana, lo ue quiere decir que el Estado reconoce cuando Jo juga oportuno. Por el solo de ser soberano, todo Estado tiene absoluta libertad de entrar, 0 no, en relaciones internacionales con otra colectividad, aun cuando ésta tenga la condi- cién de Estado. De ello resulta: a) que, en el caso de secesion o separacién, casi siempre es el Estado que ha sufrido la desmembracién o escisién el més reacio, € incluso el dltimo en reconocer al Estado que 3 Estado puede, pues, obstinarse en negar a otro la calidad de tal, cualquiera quo sa el ntimero de Estados miembros de la comunidad internacional que le hayan reconocido; 6) inversamente —y aqui la ‘arbitrariedad Mega a su colmo— se ha vista cOmo las mismas potencias que se niegan a reconocer un Estado en casos en que realmente existe, lo reconocen, en ‘cambio, en ocasiones en que no existe; el mentis a la realidad no puede ser mds absoluto.” En concepto nuestro, lo tinico que puede quitar al reconocimiento el cardcter de discrecional, como una manifestaci6n de la soberania del Estado Teconocedor, es que se preparen normas internacionales refercntes al reco- One ito y que sujetaran a los Estados a un reconocimiento obligatorio. toa hens imclinemos por Ia discrecionalidad del reconocimiento como jqatultad del Estado antiguo y no como un deber del mismo, no quiere una acter gdoctrinalmente no se sostenga cl deber del reconocimiento como tica obligacién juridica. Asi nos dice César Diaz Cisneros: * y dem izado definitiva- ieents,y demuestra la voluntad de cumplir sus obligaciones y respetar el Derecho, de estab nnen tn deber con relacién a la paz de Ta comunidad internacional, ciones normales con aquél. Lo contrario seria prolongar la anor- © Dereci Ma niga’? EMernaclonal, Bibliogrésica Omeba, Buenos Aires, 1968, traduccion de Mix Derecho Ingeeemam pp. 155-156. 1965, Derecho Intermec! Piblico, op. cit., p. 294. 1 me Tp a racana! Péblico, Tipogrética Editors Argentina (TEA), Buenos Aires, “A fates nents, puss70 juicio, si el nuevo Estado se ha afianzado y Pe Escaneado con CamScanner 392 DERECHO INTERNACIONAL P(Briog malidad y crear peligros para la paz, que todos los Estados tienen obligacién de venir. Pros autores que niegan la obligacién de los Estados de efectuar miento, ni después de constituido regularmente y afianzado, tién desde el punto de vista que aqui lo planteamos; cl recon nuevo que reine los caracteres de tal y que existe en la real los otros Estados hacia la comunidad internacional. Este de necesidad de asegurar la paz internacional y el imperio del comunidad de naciones.” el reconoci. no plantean la cues. 1ocimiento del Estado lidad, es un deber de echo proviene de la orden juridico de la Podemos compartir los anteriores puntos de vista en cuanto a normas juridicas deseables en la comunidad internacional pero no como una tex lidad regida por el Derecho Internacional vigente. Hoy en dia, los Estados pueden conceder o negar el reconocimiento porque la costumbre intems, Gional imperante les faculta para hacerlo ademés de que no hay norma juridica internacional que les imponga el deber de reconocer dentro de hipétesis alguna. 4. Teorfas DECLARATIVA Y OONSTITUTIVA EN EL RECONOCIMIENTO DE EsTapo El sefialamiento de los alcances del recono nado una bifurcacién de rativa y la constitutiva. En la teorfa declarativ: cimiento de un Estado ha origi- las opiniones doctrinales en dos teorias: a decla- teorfa ]@ el reconocimiento no es un elemento esencial para la existencia del Estado, éste existe como sujeto de la comunidad in- temacional atin sin ser reconocido por otros Estados. ; constitutiva el Estado silo adquiere la categoria de sujeto de la comunidad internacional hasta que wianices el_ reconoci- miento por otros Estados, ituyen argumentos a favor de la teoria declarativa los siguientes: A) [Un Estado se constituye como tal en el momento en que refine todes mgat08 de esencia para ser considerado como Estado, Por tanto, si ¢l luce slo constata un hecho pre-existente.® sede Feconocimiento se realiza con efectos retroactivos, en eon fol, {tee declarative pues, de otra manera no podria hacet cr forma de retroactividad sil Estado no existicra antes.'* Jos Jementan eonecimiento s6lo es comprobatorio de que. se han dado to no rentos mecesarios para la existencia de um Botade, El reconocimien® cfectivens# Estado, s6lo es eficaz si los supuestos de hecho del Estado *, Olt. Max Sorensen, Manual de 1° Cr. César Sepilveda, Derecho, México, 1960, P. 255. tonio TH 2 Ctr. Alfred Verdrom, D. —— ; cién de An Yel y Serra, Aguilar, Madrid, 1957, 9. Tope scone! Palco, tad . ho Internaciénat Pablico, op. tite PTAs A, Derecho Internacional, tiv edicién, Editorial . _A Escaneado con CamScanner gacoNOGIMIENTO EN EL DERECHO INTERNACIONAL PGpLic0 398 D) En opinin de Alfred Verdross** el * nocimiento resulta también del hecho de que un c nothos ¥ por los Estados més importanten ea iitado reconocide or aos sujeto del Derecho Internacional por los Estados que n . también como #0, den Ia teoria declarativa el reconocimiento’sblo tiene el mento de gonet fuera de dscusién la realidad de los supoevon de Teo ) Roberto Niifiez Escalante se inclina por la tae vee Ja teota constitutiva no. precisa eudles © cudntos son los Esados que deben otorgar el reconocimiento para que ¢l nuevo Estado adquiera tol eae racter, ni tampoco excluye al nuevo Estado de los derechos y las oblig ation nes que le corresponden.* ie Se han formulado como argumentos de apoyo a la teoria constitutiva los siguientes: 4) La subjetividad juridica intemacional del nuevo Estado depende de su reconocimiento, por tanto éste 8 constitutivo.® Es decir, no se puede © far en relaciones juridicas mientras no se produce el reconocimiento. B) La teoria constitutiva no niega la existencia real del Estado, sim- plemente indica que no existe la personalidad internacional del Estado sin el reconocimiento. Por tanto, el reconocimiento no es constitutivo del Estado sino constitutivo de Ja personalidad internacional del Estado."* C) El Derecho Internacional es un orden juridico que deriva su validez del consentimiento de los Estados, por tanto, un Estado existe hasta que esté en condiciones de expresar su consentimiento y para ello requiere ser reconocido.”” . D) Para Lauterpacht * el reconocimiento es declaratorio de un hecho existente pero, al mismo tiempo, es ‘constitutivo —entre el Estado que reco- noce y la comunidad asi reconocida— de derechos y obligaciones con la completa cualidad de Estado. eo ; E) Hans Kelsen™ considera que el reconocimiento juridico ¢s consti: tutivo y al efecto manifiesta: ‘caracter declarative del reco- . ido como “B] derecho internacional requiere que un nuevo Estado sea recone tal por un antiguo Estado para que el derecho internacional sea aplicable a las relaciones entre el antiguo y el nuevo Estado- . juzgamos que Nuestra opinién personal es un_tan'o ecléctica dado we Jura, el primer reconocimiento de un Estado por otro Estado 5 ‘ it 1970, p. 287. “4 Compendio de Derecho Internacional Pablict, attri Ov, es Xf Allred Verdross, Derecho ter atietional Pablico, ob ets P- 18 Ctr. César Septlveda, op. cit., P. 254 / 17 Gfr. Max Sorensen, op. cit.» Pp. 264. se ttn! PE os tute Witte por Hildebrando Accialy, Tratado de Dee jernacional PAB to de Estudios Politicos, Madrid, 1958, fore, Te ey LAN eee” Princios de Derecho Internacional Pablo, Editor ra Buenos Aires 8, des fe Derek noe y Ernesto - Hermit P Op. cit., p. 163. Thidem, a — Escaneado con CamScanner 394 DERECHO INTERNACIONAL PUBLICo mientras que el segundo y Tos. ulteriores reconocimientos slo son decla. rativos. . ‘Apoyan nuestro punto de vista los siguientes argumentos: 'A) Un Estado es soberano cn lo internacional cuando puede dar rele. vancia a su voluntad en la creacién de normas juridicas internacionales. Esto no lo puede hacer mientras no pueda llegar a consentimiento bilateral alguno con otro Estado. Cuando se produce el primer reconocimiento ya jurisdiccién frente a los bates el pais que ha otorgado el correspon” lente reconocimiento. k a faereconocimiento de jure se caracteriza con fundamento 2s la unica cosa esencial que debe considerarse- p. © Of 717 PP. 253-254. sanat lio, T Aten Baise Podesth Costa y José Maria Rude, Derecho, Interna a Firicorando Ms Tratada tenting (TEA), Buenos Aires, 1979, PP- 167-100 ¥ O05, Derecho Internacional Pablico, tomo 1, P+ Escaneado con CamScanner DERECHO. INTERNACIONAL 408 chen Gon apoyo en estas ideas de Jefferson, en opinién de Podesté Cosa,» gobierno de los Estados Unidos, de 1833 a 1899, reconocié a los gohiern i facto siempre que tivieran el poder y tuviesen el asentimiento del pueblo Conforme al criterio de Hildebrando Accioly,"! Estados Unidos se apary del principio jellersoniano de lay situaciones de facto, para adopta e pin. pio de las situaciones de jure, en Io tocante a la politica de reconocimient respecto de lay naciones centroamericanas, ° En nuestra opinién, aunque la doctrina jeffersoniana tiene Ia virtud de pemitir el reconocimiento de los gobiernos de facto ‘cuando tiene el respaldo de la vo luntad popular, en la prdctica puede autorizar el intervencionismo del Estado que reconoce ya'que él es quien califica si existe de por medio tal voluntad popular. En su origen, es una doctrina bien intencionada de una época en la que el re- aenocmiento no se habia desviado por Jos Estados Unidos hacia la obten- cién de ventajas a cambio del reconocimiento otorgado. 14. DocrRINA TOBAR ministro de Relaciones Exteriores de Ecuador, le preocupaba la proliferacién de las guerras internas que mantenfan inettables a los paises latinoamericanos, a fines del siglo x1x y principios del siglo xx, y con tal inquietud proponfa el no reconocimiento de los go- biernes emanados de una revoluci6n, segtin mensaje dirigido el 15 de mar de 1907 al consul de Bolivia en Bruselas, cuyo texto establecfa en Ia parte fundamental: “Las Repiiblicas Americanas, por su buen nombre y crédito, aparte de otras consi deraciones humanitarias y altruistas, deben intervenir de modo indirecto en las deci- siones internas de las Reptiblicas del Continente. Esta intervencién podria consistir, senSnenos, en el no reconocimiento de gobiernos de hecho surgidos de revolucio- nes contra la constituci6n.” Al doctor Carlos Tobar, No negamos que la preocupacién de Tobar estaba muy ju stificada por la abundancia de movimientos bélicos internos en América, con objeto dle ob- tener el poder pero, en el fondo, su doctrina era inconveniente Pir’ se niega el derecho del pueblo a la revolucion y se le deja indeferso contra los aaeesos de los malos gobernantes, también numerosos, en In Améict ha. Por otra parte, significaba la intervencién de otros Estados en Ios ast tos internos, Obsérvese que reconoce expresamente la existencit de una ine tervenci6n colectiva de los Estados de Améric Suscribimos en su integridad la erftica que formul: Doctrina Tobar: Lat a Max Sorensen * la 50 Derecho Internacional Pidblica, op. cil. pp. 167-168. 51 Tratado de Derecho Internacional Pidlica, tomo 1, op. ils, p- 20 5 Gf. César Sepiilveda, op. cil. p. 51 53 Manual de Derecho Internacional Paico, op. cits. p. 280. _—wtt Escaneado con CamScanner RROONOCIMIENTO EN EI DEREOHO INTERNACIONAL P6BLIC0 La Doctrina Tobar —o doctrina de la leyitimi wu 4 imi objeciones, El examinar la legalidad constiticional dc gel FS fonstituye una intervencién en los atuntos ic ese Estado, Blige? pesado Ia falsa presuncién de que una forma de weno una ver evabilia $© basa en de fos Estados, ni Gone farsa, 4° Aifllmente se sortyeatbecda, perma. de los Estados, ni tiene fundamento algae derecho internacional, eri nnoce el derecho de un pueblo a altee® 7 edie nal, que reco- 5 > Por cualquie ic fuerza, la forma de gobierno con Ia cual vives” etie® medio, incluso por la €s vulnerable por serias ee nos informa Charles Rousseau * guieron dos documentos juridicos que I ‘onsagraron: i Washington, celebrado entre Costa Tia, Guatetnala Honus euetio y El Salvador, con duracién de diez aiios ¥ que no fue renovado al extn. guirse en 1917; y 5) el convenio de 7 de febrero de 1923, celebrado también en Washington, entre los mismos Estados, sobre bases andlogas, por once afios, dejéndose de aplicar diez aiios después, al producirse las’ denuncias de Costa Rica yEl Salvador, en el mes de diciembre de 1932. 15. Doctrma Witson Los aspectos mas relevantes de la doctrina de Woodrow Wilson, Presidente de los Estados Unidos de América, estin enunciados por Mantel J. Sierra: * El Presidente Wilson, en 1913, en el discurso de inauguracién de su periodo constitucional, planteé el principio, no expresado hasta entonces por los amencee res, de que todo gobierno latinoamericano de ori Tevolucionario o anticons- Stucional no podria tener las simpatfas del gobierno de Washington y no ceria reconocido por él, lo que equivalia proclamar la injerencia de los Estados Unidas en Jos negocios de los Estados independientes y soberanos de la América Latina, manteniendo una intervencién permanente y continua para examinar la constita: cionalidad de los gobiernos establecidos. Wilson se inspiré en la doctrina que el doctor Tobar habia expuesto en 1907 a las repiblicas latinoamericanas. _ ”En diversas ocasiones el Presidente Wilson puso en practica sus ideas; en 1913 riticé a los revolucionarios de Haiti que no reconoceria a fos rebeldes aun en l caso de que étos lograran derrocar al gobierno constitucional... * Presidente de Peri, fue derrocado por un golpe de Estado de Legula. Desde luego, el Presidente Wilson no quiso reconocer el nuevo mandatario.” Por otra parte, Manuel J. Sierra, al hacer un juicio crftico de la Doc- ‘tina Wilson n marca ayes que se cometieron en la préctica de la misma por los Estados Unidos “ . sens Derecho In- Esta situacién, contraria a los principios fundamentales que el Sa a “*macional consagra sobre el ejercicio de la soberania de los Estados, permit = fonsagra sobre el eje % Tretado de prccional Pablico, it., pp. 305-306. 0 Eat ‘dblico, op. cit., pp. ¢ % Idem? d¢ Derecho Internacional Péblico, op. cit., pp. 107-108. . Escaneado con CamScanner DHRUCHO REPRMACIOMAL, ry, (ma, clatios de tal Doctrina mantener con un carbeter infurtua! agentes diplomaticos ante los gobiernos que habian conseyuido el poder port cedimientos revolucionarios © contrarios a la Constitucion. Hater agentes digi? ticos, que declaraban expresamente que el nuevo gobierno no habia sido ree cido por aquel de quien dependian, empleaban y aprovechaban todos lor 32 legios de una situacién diplomitica normal, con algunas variantes de forms, mente, para usar del aliciente del reconocimiento 0 el tenor de no logrario, vn, un elemento de presién, a fin de obtener ventajas o favores inconvenientes” De esta doctrina opina César Sepilveda que su realizacién p se tradujo “s6lo en hostilidad y resentimiento”. A efecto de obtener mayor fidelidad en el conocimiento de la Doct Wilson, nos permitimos transcribir una parte del discur-o del Pres! te Wilson, de 11 de marzo de 1913: * “La cooperacién sélo es posible cuando est4 sostenida en todo momento por «! Proceso ordenado del gobierno justo que se funda en el Derecho, no sobre la fuer- ‘a arbitraria e irregular. Mantenernos, como estoy seguro, que los lideres de los go- biernos republicanos mantienen donde quiera, que el gobierno justo reposa en = consentimietno de los gobernados, y que no puede haber libertad sin el ord basado en el Derecho y sobre la conciencia y la aprobacién piiblices. Vere. gue tales principios constituyen las bases de intercambios mutuos, y respeto ¥ am da mutuos entre nuestras Reptiblicas hermanas y nosotros. E] desorden, las irtri- 88s personales y el desafio de los derechos constitucionales debilitan y desac al gobierno. No tenemos simpatia por quienes buscan detentar el poder guber: mental para su ambicién o interés personal... no puede haber paz estable y di- tadera en tales circunstancias. Como amiges preferimos a aquellos que actian & interés de la paz y del honor, 7 que protezen los derechos privados y respetan ‘e+ Timites de la disposicién constitucional.” Acerca de la Doctrina Wilson nos Permitimos puntualizar lo sigui A) Tiene como antecedente inmediato, sin duda, la Doctrina Z B) Al tener como antecedente inmediato la Doctrina Tobar recibe criticas de que hace nugaterio el derecho de los pueblos a la Revolucion Propicia la intervenciér mn en los asuntos interns de los Estados; C) Cuando alude al aj juridicos © 1 i a los cénones_juridic vuelve més peligress aaa 2rsee de los gobiernos a los cAnt He ts inter 4 c Dectrina Tobar pues, se va a autorizar be vencién Para calificar el apego de los gobiernos al procedimicnto ucional ; «ene pevolucio” P) Los pueblos que han suftido los constantes movimientos re fed Be 1, 00 los primeros en lamentar In inestabilidad y los nefastos ¢%, de las luchas Derecho Inte Chr. César 8 / ite rmacional, op. cit., p. 265, ms ae epilveda, Teorla y Prd Escaneado con CamScanner RBOONOGIMINTO JN EL, DERECHO INTERNACIONAL Péni309 “EL principio contenido en la Doctrina ‘Tobar fue ace : ¢ acepta 913 por Presidente Wilson quien le dio mayor aleance y seve, ee 11215 por et 16. Docrrina EstRapa Secretario de Relaciones Exteriores ‘de México, don Genaro Estrada, did la prensa, el 27 de septiembre de 1930, un comunicado que contien dl ers terio que, desde esa fecha es conocido como “Doctrina Estrada”." El tex Ineral del comunicado es el siguiente: ® “Con motivo de los cambios de régimen ocurridos en algunos paises de Amé- vica del Sur, el Gobierno de México ha tenido necesidad, una vex mie de deviole "a aplicacién, por su parte, de la teoria llamada de ‘reconocimiento’ de gobiernos “Bs un hecho muy conocido el de que México ha sufrido como pocos paises, hace algunos afios, las consecuencias de esa Doctrina, que deja al arbitiro de go: biernos extranjeros el pronunciarse sobre la legitimidad 0 ilegitimidad de otro -e. gimen, produciéndose con ese motivo situaciones en que la capacidad legal o el ascenso nacional de gobiernos o autoridades, parece supeditarse a la opinién de Jos extrafios. "La doctrina de los lamados ‘reconocimientos' ha sido aplicada, a partir de Ja Gran Guerra, particularmente a naciones de este Continente, sin que en muy conocidos casos de régimen en paises de Europa, los gobiernos de las naciones hayan reconocido expresamente, por lo cual el sistema ha venido transformandose en una especialidad para las Repiblicas Latinoamericanas. "Después de un estudio muy atento sobre la materia, el Gobierno de México ha transmitido instrucciones a sus ministros o encargados de negocios en los paises afectados por las recientes crisis politicas, haciéndoles conocer que México no se Pronuncia en el sentido de otorgar reconocimientos, porque considera que éta @ uma préctica denigrante que, sobre herir la soberanfa de otras naciones, coloca 2 Gas en el caso de que sus asuntos interiores puedan ser calificados en cualquier sentido, por otros gobiernos, quienes de hecho asumen una actitud de critica al dir, favorable o desfavorablemente, sobre Ia capacidad legal de regimenes ex- “anjeros. En consecuencia, el Gobierno de México se limita a mantener o retirar. é Derecho Internacional, op. cit. p. 192. + Ncién, Eeitocial Dainge a Modest Seara, Véaquez, La Politica Exterior de Mésico, 1¢ ein, ole Cat spunea ve Teor y le Préctica del Reconocimiento de Gobiema, 1930 g’,,PP* 58-59, Cir. Memoria de la Secretaria de Relaciones Exteriores, agosto 190 pp ne, 11951, tomo 1, México, Imprenta de la Secretaria de Relaciones Exteriores, > — Escaneado con CamSci anner oS 412 DEREGHO INTERNACIONAL PbaLy cuando lo crea procedente, a sus agentes diplomaticos que las naciones regpe-, tengan acreditados en México, sin calificar, ni precipitadamente ni a yee el derecho que tengan las naciones extranjeras para aceptar, mantenes 272% tuir a us gobiemos 0 autoridades, Naturalmente, en cuanto alas fémutgesS wales para acreditar y recibir agentes y canjear cartas autégrafas de jet Estado y Cancillerias, continuara usando as mismas que hasta ahora, avers,¢° por el Derecho Internacional y el Derecho Diplomatico.” Pladas Han sido diversas y contradictorias las opiniones doctrinales que se f vertido sobre la Doctrina Estrada. Recogeremes algunas de cllas antes A cmitir nuestra opinién personal: « Sobre de ella ha manifestado César Sepilveda: “La formula, segiin puede verse, es vaga y tal parece que el hecho de ser ¢i. fasa le ha prestado cierta aureola que paradéjicamnte ha venido a obscurecer su real y cxacto significado. Por otra parte, quienes le han aplicado hablan de ella como de algo que todo el mundo conoce y que no admite examen. Para mayor complicacién, hay, subyacente en esa doctrina, un alto contenido emocional, que, para un mexicano, la vuelve intocable y por iiltimo, sus diversos panegiristas le atribuyen més de una interpretacién, Ilevados por un entusiasmo que raya a veces ci el mesianismo. Por ello un estudio a fondo de esta tesis es bastante dificil. Para algunos de sus mantenedores, la Doctrina Estrada no constituye mis que una forma de reconocer ticitamente a otros gobiernos. . . Para otros, la formula de Estrada significa una continuidad de relaciones con un Estado, no con su gobierno con Jo cual vuelve teéricamente superfluo el reco- nocimiento, conduciendo asimismo a gran confusi6n. Asi lo interpret6 la delegi- ign del Ecuador a la Conferencia sobre Problemas de la Guerra y de la Paz, en Chapultepec, en 1945, al proponer la abolicién del reconocimiento de los gobier- nos de facto, considerando la ponencia una mejora sobre la Doctrina Estrada. Si se examina, por otra parte, la practica mexicana ante los cambios de go- biemo en otras naciones en la ultima década, puede observarse que muestro pals ha dejado de apegarse a la declaracién de Estrada, por mas que enféticamente afirme ser consecuente con la misma. Por ejemplo, en el caso de Espafia, México rehus6 reconocer el gobierno de facto encabezado por Francisco Franco y recon os de manera expresa, al Gobierno de la Repiblica en el exilio, en agosto 4 "'Si se observa a fondo la doctrina, es posible notarle sus limitaciones inhere® tes. En primer término aparece como contradictoria consigo misma, pues Po - Parte reclama la abstencién de reconocer, sobre la base de que constituye ie iMriosa y denigrante prdctica, pero por la otra reafirma el reconocimient Plicito con toda su cauda de indeseables efectos. Estrada se pronuncié comm | practica del ‘reconocimiento expreso’ como instrumento de politica internat, Pero en su tesis incurre en los mismos defectos, pues el retiro de agente ‘ap rece fh Cduivale al desconocimiento de un régimen, y es una expresion aut Fiploancamente como desaprobacién a los actos del régimen cuyo ve gener? spirit ee poe isseas 0 sea que esta situacién es inconsecuente con . En tealidedes Gey ora del Ministro Mexicano. ene ent Ta Doctrina Kattade ScePOiados de todo sentimiento partidarita, © 6 na 2 Doctrina Estrada, en medio de su frascologia untuosa y barroca, % Idem, pp. 59-60. d Escaneado con CamScanner RECONOGIMIENTO EN EL DEREGHO INTERNAGIONAL POBLICO 413 del Gobierno de México contra la prictica viciosa de eiercit, sph cn dee et Ut ei tw vencionista en Jos asuntos intemmos de un pals. Es en cierta formas fade gate politica contraria al programa de Wilson y una reaccién légica contra ‘sta oxi Pin, aunque infortunadamente poco explicita. También dee ay — una renuncia piblica y generosa de nuestro pals para el ejercicio de exe face, en el futuro, actitud que vino a modificarse con la aplicacién que poset ha hecho México, segtin he dejado expuesto. Puede entenderse'asitione oe expresin de la no intervencién en casos concretos, y en este sentide al Coens Mexicano asi lo ha mianifestado, "Bjercié la doctrina, sin embargo, una influencia un tanto benéfica en las re- taciones de los paises americanos. Obligé en parte a los Estados Unides «cate, su politica tradicional de reconocimiento y a buscar métodes mas de acucedann la sensbilidad latinoamericana y con la intensa preocupacién de muestese nego en tomo a la inviolabilidad de Ia soberania nacional. Ha sido, ademés, un imoor tante jalén en la biisqueda de normas y procedimienios para que esta instituon sea despojada de politica y pueda realmente servir al intercambio internacional fn y a la comunidad de naciones en general...” De muy relevante interés son los puntos de vista que hemos transcriti: se realiza una auténtica evaluacién o juicio critico, en donde se ma. nifiesta lo positivo y lo negativo que pudiera tener la Doctrina Estrada bajo la perspectiva del internacionalista mexicano César Sepiilveda, Modesto Seara VAzquez" emite consideraciones de trascendencia sobre la Doctrina Estrada: “A pesar de esa explicacién preliminar de la declaracién de Estrada, la razbn profunda de ella afectaba més directamente a México, y deberia buscarse en su historia diplomdtica inmediatamente anterior. Lo que se trataba de evitar on su enunciacién era el reconocimiento condicional, mediante el cual un Gobier- 1 podia negarse a otorgarlo mientras el hipotético beneficiario no aceptara deter- minadas obligaciones, en contrapartida a los beneficios del reconocimiento. Asi. ¢! reconocimiento de Gobiernos se habia convertido en un instrumento de la poli- tica intemacional de los paises, 0, para decirlo en forma mas clara, el ‘chantaje intemacional, ya que un Gobierno ansioso de romper el aislamiento internacional tn que le hubiere colocado un cambio de régimen realizado en forma inconstitu- imal (pero, al fin y al cabo, una cuesti6n estrictamente interna) , se veia expuesto que ty ue aceptar las condiciones muchas veces lesivas a la soberania nacional. “le impusieran los demAs paises. ae fue lo que ocursié con México durante el gobierno del general Obregén, deter hocimiento fue condicionado por los Estados Unidos a la aceptacién de inadas condiciones que constituian una interferencia inaceptable en los "pe ntemos de México... 4 recor lecture ie! texto anterior resulta que México: 1) no acepta eI Valor iento (de Gobiernos), en cuanto signifique emision de w deg eage fa legalidad o ‘ert de un Gobierno extranjero, asunto rele Sonamengs, qe omPetencia de tal pats; 2) se reserva cl derecho, ejercido discre~ ~ * Se mantener o retirar a sus agentes diplomiticos, y de continuar ace} . Polite ‘ Exterior de México, op. eit, pp. 61-62. Escaneado con CamScanner a DERECHO INTERNACIONAr, Ponty, oy ir la retitada, de los agentes diplomaticos extranjeros, en, Lando, © Det caaos que fuede: a) romper o manntener las relaciones done cas; b) degradar, mantener 0 elevar el nivel de las representaciones en fon = manente, 0 temporal. = . "En el ejercicio de estos derechos, México no se separa del derecho inte cional, que en el estado actual de la prdctica de los Estados considera la aig" nalidad como cl lemento fundamental en lo que se refiee al mantenimicr tas relaciones diplométicas y la fijacin del nivel a que tales relaciones3¢°¢ y mantienen. esta nica modalidad introducida por la doctrina Estrada es, entonces, el, de guitar al reconocimiento de Gobiernos todo juicio de valor sobre su leat? y el objetivo perseguido con ello era condenar el reconocimiento condiciee** La gran falla de esta doctrina estriba en que, si es cierto que de modo forma) se elimina cl juicio de valor antes citado, de hecho, y de modo implicit, sobre la legalidad de otro Gobierno se mantiene. "En efecto, México, en virtud de esta doctrina, rechaza el reconocimiento de Gobiernos, pero sigue aceptando su principal efecto, es decir, el derecho para g Gobierno (que le otorga o no) a mantener, © no, sus agentes diplomaticesy continuar aceptando, o no, a los agentes diplométicos extranjeros. "Cuando México se decide por una u otra postura, es de suponer que lo hari en una forma légica, es decir, respondiendo a motivaciones racionales, y no sm. plemente al azar; y asi si México retira sus agentes diplométicos en otto pais y le pide que retire los suyos en México, hay que pensar que tal decisién le tons Porque no siente simpatia por el Gobiemo que acaba de establecerse en ese pal: y si, por el contrario, decide mantener sus agentes diplomaticos ser porque cons. dera a aquel Gobierno como aceptable. .. De este modo, y aunque el Gobierno de México se guarde de hablar de concesién de reconocimiento, su accién equivale al ejercicio de la doctrina del reconocimiento, ya que de ella’ se deriva implicita mente un juicio de valor. "Se le habria dado a la doctrina un contenido efectivo, del que realmente carece, si so le extendiera al reconocimiento de facto, manifestando, por ejemplo, gue México mantiene sus relaciones con los pueblos, independientemente de Ia simpatia 0 antipatia que pueda sentir por sus respectivos gobiernos.” tal juici A juicio nuestro los conceptos vertidos por Seara Vazquez contienen un anilisis muy objetivo y sumamente ilustrativo. obre la Doctrina Estrada nos emite sus Puntos de vista Charles 6. Fenwick: “Adoptando una actitud \dop i do oposicién directa a la fijada por la Comisién In- race Juristas Americanos, el ministro de Relaciones Exteriores de Mé- partic do ores a Propuso, en 1930, una doctrina de reconocimiento que, 4 ontroragucdado vinculada a su nombre. Influido, indudablemeats O repua Planteada entre México y los Estados Unidos, Estrada |a prictica del reconocimiento, ‘que permite a los a obre la legitimidad o ilegitimidad del régimen ex » Agregd, que debla Ser considerada ‘como una prictica inst sol i it lic jue : eranfa de otras naciones, implicaba 4 “ Derecho Internacional, °F. cit, pp. 194-195, Escaneado con CamScanner RECONOGIMIENTO EN EL DERECHO INTERNACIONAL PtsLico 415 ssuntos internos do as mismas podian fied, entonces, que en el futures el gobierso eect PO Otto gobiernos. Se come nigd, entonens te, al mantetitvinto 0 Telco da rie men asf oO ders Gareciese acontejable, continuatia aceptando 0 ‘oa los noone a gin Ie Pare pales en cuestion; 'y que al hacerlo, no pronuncaiee ne (em teas Crticipado o a posterior, sobre el derecho de las naci inciaba un juicio, ya MGorar, mantener, reemplazar sus gobiernos 0 aeieridadee eee BA pesar do su interpretacién errénea de la préctica del reconocimi | i ¢ pretacion ¢ Ja conocimiento, con- siderando que involucraba un juicio de la legitimidad del nuevo gobi ee | sidefalidad lo que se queria determinar era su carécter uae | de que el procedimiento alternative de mantenimiento 0 retiro de ow apentls di. | Slomdticos parecfa estar en contradiccién con el principio que ‘ustentaba, Ia Doce Pina Esteada, adquin, a partir de entonces, gran importanca como elemento {rin anion del problema del reconocimiento’en Sudamérica Si se le interpreta Sooo una forma de eliminar la prueba subjetiva de la capacidad y voluntad de ome evo gobierno para observa? Jas obligaciones internacionales del Estado, de sae gue el reconocimiento pudiera ser acordado, o mejor dicho, que las rela aa adticas pudieran ser mantenidas en forma jninterrumpida con un go Fiore oe facto, partendo de Ia base de que, en su calidad de gobierno, debe ou Fires Miamente con las obligaciones internacionales del Estado, vemos die © cc arene nucho de las primeras manifestacions de a politica fs Estados Unidos, en las que se concedia especial atencién al carcter de facto del gobierno, Por otra parte, y ‘considerando el problema desde un punto de vista prictico, debemos recordar que los nuevos y vcesivos gobiernos que han Tlegado © han planteado nunca dificultades, pars al poder en los Estados americanos n cultades | Proclamar su inteneién de cumplir con las obligaciones de derecho internacional a de Ins nunies es el respeto de la buena fe de los tratados! wick sobre la Doctrina Estrada: = Més adelante indica Charles G. Fem de que no puede justficarse 1 cardcter de un gobierne del propésito prictice det Jas condiciones que hacen T abandonar Tes proe- Doctrina Estrada, tros Estados sobre él terpretacién errénea § los que crean : “El concepto sustentado por la eee investigacién hecha por o1 lucionario, se basa sobre una int ‘econocimiento, No son los otros Estado: necesario e] imi i I que, al iminnr®, C1 Feconocimiento; es el nuevo gobierno el que, dad, derecho tos constitucion roblema de si tiene, en veraad. ane ales plant ef de encontrar respuest® median caracter repre ntar al Estado, Y esta interrogante solo pue as que aciare ide ser consi m0 a figaci i p investiacin de las condiciones doméstic 3 satin eat un'atio. Una investigacién de este tipo no Pv le ‘intervencién’. . .” tino Podestt « En ae . : , a opine, H Doctrina Rstrada el internacionalista arse as Estrada’ y que a "Rate rrocedim Doctrina ™ ‘imiento —que i el nombre de ‘Doct yondena Pit an adopts que recibi mear parte de verlag cuanto fica SNe los supuestos reconocimientos 4 facto y te Fare Uecign ante =a ales que apuntaba su autor. Originace Darcy 397. ‘Mermacional Pablico, op. city PP» EN oe Escaneado con CamScanner 164-165. 416 DERECHO INTERNAGIONAL PUBLicg referidas actitudes denegatorias del reconocimiento, que habian sido perjucicial Tamla pag interna de México y para sus relaciones internacionales, no evita ‘cn Pap gc todo pronunciamiento, siguiera indirecto, ante la implantacién de uy SBhterse de facto: dicho procedimiento no impide que un Estado se abstenga de tener relaciones con el gobierno de facto, o en otros términos, que no le ms i mismo cuando preconiza ‘el manteni. reconozca, y por el contrario permite esto miento o el retiro ad libitum de los representantes diplomaticos. Por otra parte, tl método sugerido tropieza con dificultades insalvables en caso de que se hayan implantado uno o varios gobiernos de facto con caracter regional.” > Como los autores anteriores este autor argentino encuentra virtudes y defectos en la Doctrina Estrada. ‘ El jurista brasilefio Hildebrando Accioly * emite las siguientes conside- raciones sobre la Doctrina Estrada: “4 finales de septiembre de 1930, el sefior Genaro Estrada, entonces Secreta- io de Estado de Relaciones Exteriores de México, expidié una circular a los re- presentantes diplométicos mexicanos, en la que declaré que ‘México no se pronun- een el sentido de otorgar reconocimiento, porque considera que esto es una prictica afrentosa, que ademés de herir la soberania ‘de otras naciones, las coloca Pi la stuacién de que sus asuntos internos puedan ser calificados en cualquier Sentido por otros gobiernos, los cuales asumen, de hecho, una actitud de critica al decidir favorable o desfavorablemente sobre la capacidad legal de regimenes ex- tranjeros’. Y afiadia lo siguiente: ‘Por tanto, el gobierno de México limitase a wantener o retirar, cuando lo juzgue procedente, sus agentes diplomaticos, ¥ 3 #= quir aceptando, cuando también lo estime procedente, los agentes diplomaticos si- Riilares que las naciones respectivas tengan acreditados en México, sin calificar, ni precipitadamente ni a posteriori, el derecho que tengan las naciones extranje- as para aceptar, mantener o sustituir a sus gobiemos 0 autoridades. J Besde ef punto de vista puramente juridico, estimamos discutible lo avs contiene en estas declaraciones, que se hicieron conocidas con la d de Doctrina Estrada. Ante todo, reconocer a un gobierno extranjero o dejar de reconocerlo nada tiene que, 2 nuestro juicio, pueda herir la soberania extrafia, ni es una set Bene due 2 Miacién on los’ negocios internos de otro Estado. Es, solamente, cuestiin de libertad, que tiene todo gobierno, de mantener relacionss con Cx gobierno. La razbn de esto depende, naturalmente, de la confianza ¢ falta de oe Gue el gobierno extrafio le inspire. No se trata, empero, de juzgar d | derecho W° Zenen fos Estados de adoptar el régimen de gobiermo que mas les : dos poseen exe derecho, y los gobiernos extrafios poscen también ¢! de. recone O nana tales gobiernos, sin que esto entrafie el juicio de la conveniencia ° veniencia de tal adopcién. En segundo lugar, la actitud que el gobierno mexicano estima PI ese respecto, partcenos equivale Vicualmente a la misma prictica antigy® so conocimiento 0 no reconocimiento: es asunto de denominacion art toner o retirar una mision diplomatica, en tal caso, seré, sin duda, Teron reconocer, tAcitamente, al nuevo gobierno.” referible, * ‘1 re “1 Derecho Internacional Piblico, op. cit., pp. 204-205. Escaneado con CamScanner snoosoaitteNTO EN BL DEREGHO INTERNACIONAL, PGp1400 47 ox anteriores conceptos se inclinan a destacar exclusiva O° Negatives respecto de la Doctrina Estrada, mentos fos que merecidamente Ie corresponden, tos ponijuestra opinion personal estimamos que, la Doctrina Estrada, al fin obra humana, no ¢s perfecta pero si tienc algunos clementos singularmente Gre acados, Sobre ella, puntualizamos lo siguiente: |. La Doctrina Estrada se produjo a consecuencia de situaciones reales. Nuestro pais tenia que pronunciarse respecto de los cambics de gobierno, imregulares, que se habian producido en Perd, Bolivia y Argentina. De nueva cuenta 10s Estados Unidos acudian a su sistema de reconocimiento gradual y condicionado. Sélo habian cmitido un reconocimiento de facto. 2. La Doctrina Estrada tenia como antecedente mediato, y asi lo expre- %, que México habia sufrido las nefastas consecuencias de un reconocimiento extrafio, respecto de reconocimiento de gobiernos que accedieron irregu- larmente al poder y que hubieron de concederse ventajas en un reconoci- miento de gobiernos de cardcter condicionado. 3. Repudia la doctrina de la legitimidad en la materia de reconoci- «mento de gobiemos. Estima que tal doctrina deja a juicio de extrafios un pronunciamiento sobre un aspecto propio de la soberania nacional: deter- minar la legitimidad o ilegitimidad de un gobierno. 4. Rechaza la intervencién en un asunto que s¢ considera interno, como sd relativo a la legitimidad o ilegitimidad de un gobierno. 5. Muestra una preocupacién no s6lo nacional sino continental y de solidaridad latinoamericana. Contiene una franca protesta contra la tenden- dia de una doctrina de reconocimiento que se ha concretado a victimar a Paises latinoamericanos, 6. En congruencia con los conceptos anteriores, de manera altruista, ae abdica de cualquier presunto derecho a otorgar reconocimientos de 08, nel Doctrina Estrada no es una especulacién teérica. Es una politica Ribemamental. De conformidad con sus postulados s¢_giraron instrucciones Tian (abet diplométicos acreditados en los patses afectados por los cam sentigg RObiemMO en Sudamérica que nuestro pals no se pronunciaria en al Otorgar reconocimientos, ; Doan’! gta" esas instrucciones se invocan, segin el texto de la propia 2) Estrada, los siguientes argumentos de apoyo: ; Otorgar reconocimicntos es una préctica denigrante que biere la so” 8) Ota Palses. Lorgar reconocimicntos entrafia una calificacién de los asuntos in otras naciones, Bar reconocimientos es permitir que otros gobiernos ad>pic) ‘it tica, para decidir, favorable o desfavorablemente, sobre . Pan imenes gubernamentales extranjeros. ; Meduar ee Rmituir el reconocimiento de gobiernos se enuncis | FAP ando Io erra, Doctrina Estrada; México se limita a mantenct © ; edente, a sus agentes diplomaticos y a continuar accP” a lusivamente argu- sin aludir a ciertos aspec- ber, Escaneado con CamScanner 418 tando, cuando también lo considere procedente, Plomaticos que las naciones DERECHO INTERNACIONAL PEBLICg a los similares agentes qi. Tespectivas tengan acreditados en Mé&ico. sin calificar, ni precipitadamente, ni a posteriori, el derecho que tengan jn naciones extranjeras para aceptar, mantener o substituir « autoridades. 10. En tal parte medular de la Doctrina Estrada os criticos pretenden, la sustitucién de un reco Feconocimiento tacito. No puede haber reconoci derecho de legacién activo, sentacién diplomatica en el tes diplométicos extranjeros ‘US gobiernos ¢ no vemos como algu. mocimiento expreso Por un mo pais soberano, tiene o © sea, el derecho a mantener o retirar su Tepre- extranjero. Aceptar o continuar aceptando agen- en México tampoco se llama recon: }ocimiento, ¢s derecho de legacién pasivo. 11. México, en la Doctrina Estrada, de gobiernos. Ejerce slo su marca un hito en el reconocimiento derecho de | legacién activo y pasivo. No califica al nuevo gobierno. El derecho de las mantener o sustituir a sus Nuestro pais respeta ese derecho. Seal Tespecto del cambio de gobierno que cal 12. La Doctrina Estrada, literalmen las nuevas en cuanto al eje do las mismas formas util naciones extranjeras para aceptar, autoridades es un asunto interno. ibstiene de incurrir en intervencién lifica como un asunto interno. te, expresa que no introduce férmu- echo de legacién: continuar4 usan- gobierncs 0 rcicio del de: tilizadas conforme al Derecho Internacional y al De- recho Diplomético; usard las agentes y canjear cartas autégrafas de Jefes de formulas habituales Para acreditar y recibir Estado y Cancillerias. jue no hay confusién ni ambigiiedad en ella De ninguna manera es difusa! 14. El gran impacto internacional y su merecido prestigio se Estrada dos enormes pilares de @) El derecho de los pucl temnos. 5) La discrecionalidad Pectos activo o pasivo, 15. La Doctris exces08 registrados hemos apegado a su texto ordenacién logica de ideas, que le correspondié a la Dectrina Es- justifican plenamente. Tienc Ia Doctrina sustentacién juridica internacional: | ‘blos a la no intervencién en sus asuntos in- del ejercicio del derecho de legacién, en sus ax ible la Doctrina Estrada que no admite desvia- hacer ° 05 los comentarios a la Doctrina Eee y la explicamos en seguimiento a su adect Escaneado con CamScanner RECONOGIMIENTO EN EL DERKGHO INTERNACIONAL vGnti¢g 17. Si acaso hubiera hab apartamiento de Ia D, en la Doctrina Estrad; trina plenamente just ido cn ta octrina Estrada. ello. na signific la. En todo caso, ello significaria d uaa ificada y sufi s ‘esacato a una doc. ; icientemente.sdlidy” 2 do 18. La Doctrina Estrada no eg contradict dis expresamente el reconocimientor nt m: cirar yl secmtes diplomaticos no reconoce tacitamente s6l0 hace ho discrecional, activo y Pasivo, a la 6 tenimicnto 0 retiro de su Tepresentacién di la aceptacién o rechazo de obedece, ni debe obedecer a simpatia o ni a aprobacién © desaprohacién del mismo régimen, §; del anélisis de todos Tos factores que concurran en el momento en que discrecionalmente se decide sobre e| Sjercicio del derecho de legacion As, se puede mantener representacién diplomitica en un pais cuyo mero go- bierno no sea afin al nuestro. No se pronuncia Teconocimiento sdlo se hace uso del derecho de legacién. ‘ria consigo fantener © re Pues repu- I recibir 9 PlomAtica, o s OS agentes diplomaticos del ‘6lo es consecuencia 21. Por tltimo, queremos dei: fue respaldada por la Resolucién XXXV de la IX Conte de Estados Americanos, verificada en Bogot4, en 1948 “Ie Es deseable la continuidad de la dos Americanos. — ° El derecho de mantener, suspender, o reanudar relaciones diplo con otro gobierno no podra ejercerse como instrumento Se mente ventajas injustificadas, conforme al derecho inte Pee "3° El establecimiento o mantenimiento de selaciones din Seg Robierno no significa juicio acerca de la politica interna 8 is relaciones diplométicas entre los Esta- yecto de Otro respaldo a la Doctrina Estrada lo eae eee Lesa ee Resolucién de la Delegacién del Ecuador sobre n 1945, en la Con- (O8 de Gobierno de Feeto, presentado en Chapultepec, de la Paz. Dicho feramericana para los Problemas de la Guerra y de I ‘onclufa con los siguientes puntos basicos: ferencia Inte Foyecto ¢ * Oh, Préctica dey Rec a veda sobre la Teoria y texto en el Apéndice 2 de Ia obra de César Sepiilved: ‘onocimiento de Gobiernos, op. cit, Ps Escaneado con CamScanner ON 420 DERECHO INTERNACIONAL POBLICg, “1. Queda abolida Ia costumbre del reconocitniento de los gobiernos de facto en el orden de las relaciones reciprocas de las Repiiblicas Americanas, g El establecimiento de un gobierno de facto en cualquiera de el taria a la normalidad, nia la continuidad de las relaciones diplomaticas press. tentes, entre el Estado en que hubiete ccurrido el cambio de régimen y Ibs oun Estados.” * Este proyecto fue més lejos que la Doctrina Estrada dado que, no sslo representaba abolicién o abdicacién del derecho a reconocer, sino abandone del derecho de legacién. La Doctrina Estrada no abdica el derecho de lega. cién. No deja de ser interesante el Proyecto del Ecuador en cuanto a que, leva Ja finalidad de mantener permanentes relaciones diplomaticas inter, americanas. 17. Reconocmmtento como NaciéN Hemos establecido que la Nacién es un conglomerado con elementos obje- tivos y subjetivos que la pueden convertir en sujcto de Derecho Internacio- nal.'° Entre esos elementos objetivos estin el idioma, la raza, la religién, la cultura y entre los factores subjetivos estén una tradicién comin y una misma perspectiva hacia el porvenir. En materia de reconocimiento, dentro del Derecho Internacional Pi- , se ha producido el reconocimiento como Nacién en dos hipétesis @) El supuesto en que la Nacién pretende convertirse cn Estado, den- tro de la teoria de las nacionalidades. 5) El supuesto producido durante la Primera Guerra Mundial, en el que grupos nacionales con tendencias independentistas requirieron de st Feconocimiento como Nacién, ya que no constituian un Estado. Tal fue el caso de Polonia y Checoslovaquia, cuyos territorios estaban militarmente ‘ocupados."* Sobre este segundo supuesto nos ‘lustra Hildebrando Acciol “Junto al reconocimiento de Estados colocan algunos autores el reconocimiento de naciones. Este género de reconocimiento, del que se vieron algunos ejemplos durante la guerra de 1914-1918, no tiene sin embargo aleance juridico algun: En nuestro modo de ver, el reconocimiento de naciones si tiene cons a eelutidicas ya que, permite que se inicien relaciones juridicas entre cl Estado que reconoce y'el conglomerado reconocido pues, si no fuera seria indtil el reconocimiento, sa de __Mfs ain, el propio Hildebrando Accioly contradice esa conclusién 3 Hem aptodice 1, p. 02. 1 1 jtulo relative a los Si CE eae ido, lato Nan 7 Radna at Dest, Interact nuel J. Sierra, op. cit, pp, 152-153. ho Internacional’ Pablico, op. cit., pp. 196-197. oar _ageee Pree Escaneado con CamScanner :0 EN El. DERECHO INTERNACIONAL PGnLico ENT conooIMiE RY 421 alcance alguno cl reconocimiento de naci6n cuando sei; 0 sefiala lox ie no tiene F aati roducia el reconocimiento de fa nacién polaca por el B ca por el Bra ectos que P vey gabiemo brasilenio practicd uno de estos actos cuando, 3 won de Lega fone en Rio de Janeiro, con cere genestar a una ao de inna por Nilo Pecanha, misisro de Relaciones Exteriors declard. a8, Mderaba Ia ereacién de una Polonia unida « independiente ars: a coins de la av 2, que reronocia la nacioaldad placa, Pe quera Mtgomité nacional polaco, de Paris. como érgano legitimo de Ia mina aid #, que reconocia al comité central polaco, del Brasil, autorilad tablet en nombre de los polacos y ctorgar’ certificades de marae ra de Sobre el mismo t6pico del reconocimiento de naciones nos dice Y. Kornin y otros que el reconocimiento de naciones se impuso durante la ‘mera Guerra Mundial cuando algunas naciones curopeas que formaban de Estados plurinacionales comenzaron a luchar por la consecucién sary independencia bajo la direccién de comités nacionales. ‘Apunta el citado autor ruso que Francia en 1916 y la Gran Bretafia en 1918, reconocieron el Consejo Nacional Checoslovaco en el exilio y, en 1917, Francia, Gran Bretafia, Italia y los Estados Unidos reconocieron el Comité Nacional Polaco, en la inteligencia de que ni Checoslovaquia ni Polonia eran Estados independientes. Sc formaron en esa época cjércitos chevosovacos y polacos, que actuaron en nombre de sus respectivas nacio- 1s, aiin no Estados."* Claude-Albert Colliard ** le concede importancia al reconocimiento como hacién desde un punto de vista simbélico que coadyuva a la resurreccién nacional. Adcmds apunta como consecuencias juridicas del reconocimiento como Nacién que los comités checos y polacos tuvieron representaci6n asi- milada a la representacién diplomética. Otra consecuencia fue que se orga” nizaron trepas de voluntarios -constituidas en legiones checas y polacas que combatieron bajo su propia bandera. . ~ Un caso modemno de reconocimiento como nacién es el de Ja Organiza- itn de la Liberacién Palestina. Sobre este particular nos proporciona intc- resantes datos cl Libro del Aiio, 1975:"° “...la ambigiiedad deliberada de la OLP se habia puesto ya de manifiesto al cimienz def dekane coke Palestina eelcbrado del 1 al 22 de noviembre de 197 ela asamblea general de la ONU, en Nueva York, donde Arafat, primer repre- A rse a ese foro, ofrecia ‘entante de un organi pom ‘dirigi ganismo no gubernamental invitado a dirigi foro, a ol Trad ‘una rama de olivo o el caiién de una ametralladora, No consintais que la > be, se pattsho Internacional Pablico, traduceién de Juan Vil 1963, p. 124. ; typ S00 en imiento de Polonia y Checoslovaquia, eft. tis, ptituciones de Relaciones Internacionales, traduccion de Pauli Pe Hauge de Cultura Bconémica, México, 1978, p. 228. 0 ASA. SA, alba, Editorial Grijalbo, Roberto Nifiez. Bscalante, ino Foccella de Se vat Bditores, §, A., Barcelona, 1975, PP. Escaneado con CamScanner ~*~ 422 DERECHO INTERNACIONAL POBLIEg primera caiga de mi mano’. Con el voto en contra cle s6lo ocho delegacione ‘micamente una potencia, Estados Unidos, la asamblea votd, el dia 22, e1 dereeh? palestino a la autodeterminacién y a la independencia y soberania nacionales 4? ta representacién de la OLP, que a continuacién obtuvo el status de obsenma” Permanente en la organizacién mundial. Esta vertiente diplomatica de la aust inredentista del pueblo palestino habfa registrado otro gran triunfo el mana octubre anterior. cuando In cumbre de jefes de Estado drabes decidié en Rakes reconocer a la OLP como tinica representante legitima de la nacién de refugs y guerrilleros, asi como su autoridac! indivisa para establecer un Estado palestin® sobre ‘cualquier parte recobrada del tcrritorio naciona?. El acuerdo apartaba tee ticamente al rey Hussein de toda reivindicacién ante Israel del territorio perdido en 1967, del que ahora seria responsable Arafat, ast como reconocié el tey jon dano el'3 de noviembre siguiente...” Desde Iuego que, Israel se ha negado a reconocer a la Organizacién para la Liberacién de Palestina (OLP). Sobre este particular se establece en el Libro del Aiio 1979:" “.. .el Gobierno hebreo seguia empecinado, en el verano de 1979, Ja presencia de la Organizacién para Ja Liberacién de Palestina (OLP) en las negociaciones para fijar los términos de la autonomia de los tervitorios de Cis. jordania y Gaza. El impasse era, pues, total. El autogobierno debia ser negociade con los representantes de los palestinos elegides democrdticamente, y Ia mayor parte de éstos estaban vinculados a la OLP, ya que fueron los candidatos de esta organizacién los grandes vencedores en las elecciones locales de 1975, propi- ciadas por las autoridades de ocupacién. “La suerte del pueblo drabe de Palestina (un millon y medio de personas en el territorio ‘histérico’ y dos millones y medio en la didspora) fue a lo largo de 1979 —como lo ha sido desde la creacién del Estado de Israel en 1948— la pie- dra angular de la crisis en el levante mediterrdneo. ..” 1, en no aceptar Las Naciones Unidas han preparado un estudio sobre “La Cucstién de Palestina. Una Breve Historia” y nos ilustran con los siguientes relevan- tes datos: “En la guerra de junio de 1967, Israel amplié su ocupacién del resto del tern torio rabe de la Palestina bajo Mandato. con inclusién de Jerusatén, Asimisre asumié control y ocupé las Alturas de Golén en Ja vecina Siria y el Si Egipto. nos. Medio mi "La guerra de 1967 provocé el segundo gran éxodo de paestinos. Medio mit Iién de arabes palestinos fueron desarraigados y huyeron. Estos refugiados de 7 fructra de 1967 fueron conocidos como Tos ‘nuevos refugiados’ a diferencs Jos ‘antiguos refugiado® de la guerra de 1948. El Consejo de Seguridad de 2° Naciones Unidas consiguié en primer término un cese el fuego y una Pefugiades ria, Luego insté a Israel a que diera facilidades para el regreso de Jos re de 1967 (Resolucién 237 (1967) de 14 de junio de 1967). y a que ap! i venir Cuazto Convenio de Ginebra de 1949 en los territorios ocupados (este © % Solvat Bditores, S. A., Barcelona, 1979, p. 30. * Naciones Unidas, doc. 31930-diciembre de 1980, pp. 21-25. Escaneado con CamScanner RECONOCIMIENTO EN EL DERECHO INTERNACIONAL PUBLICO 423 se elaboré después de la Segunda Guerra Mundial con la intencié Jos derechos de las poblaciones bajo ocupacién militar). Israel we emis Se 0 de esos pedidos, a EI Consejo de Seguridad aprobé entonces una resolucién di impor cia, La resolucién 242 (1967) de 22 de noviembre de 1967, declaré la insdmat bilidad de la adquisicién de territorio por medio de la guerra, y pidié a Israel que retirara sus fuerzas armadas de ‘los territorios que ocuparon’ en la guerra, En a resolucién so pedia asimismo la terminacién de las situaciones de belige- rancia y de los acios de fuerza. También pidié a las partes que reconocieran la soberania y la independencia de todos los Estados de la zona y el derecho de cada uno a vivir en paz dentro de fronteras seguras y reconocidas. La resolucién también solicitaba ‘una solucién justa del problema de los refugiados’. Israel se negé a retirarse de los territorios ocupados sin un tratado de paz general que abarcara todas las condiciones de la resolucién 242 y mantuvo esta posicién a 1 de los repeticos llamamientos de la Asamblea General de las Naciones Unidas para que se efectuara un retiro de las fuerzas istaelies. No obstante, la cousa de Palestina en favor de st independencia y su reco- nocimiento como Estado ha adelantado significativamente desde la guerra de 1917. La Organizacién de Liberacién de Palestina (OLP), formada en 1964, aprobé en 1968 un Estatuto Nacional de Palestina. En el Estatuto se compro metia a todos los pelestinos a luchar por sus derechos. Entie estos derechos se contaba el derecho a la libre determinacién, independencia nacional y la sobe- rania en Palestina, cl derecho a regresar a sus hogares y propiedades en Pales- tina, asi como cl derecho a recurrir a la lucha armada para la consecucién de estos objetivos. "En el Estatuto se calificaba a Israel de Estado ilegal y se rechazaban ‘todas las soluciones que sean substitutos de Ia liberacién total de Palestina’. Esto ha conducido a la negativa de Israel de tener trato alguno con la OLP. Los gru- pos palestinos bajo la proteccién general de la OLP recurrieron cada vez mas a Ia violencia a fin de enfocar la atencién mundial en la angustiosa situacién de Jos nolestinos v en su determinacién de recujerat sus derechos. Los palestinos consiguieron el reconocimiento internacional de la justicia de Ja causa polestina y de su posicién central cn la cvestién del Oriente Medio. Este reconocimiento internacional se manifest6 a través de las resoluciones apro- badas por In Asamblea General de las -Naciones Unidas. ; "Aunque la Asamblea General representa a todos los miembros de las Nacio- nes Unidas, carece de la autoridad del Consejo de Seguridad para obligar juridi- camente a los Estados miembros. Sin embargo, aunque el Consejo en 1967 to- davia consideraba al problema de Palestina como ‘un problema de refugiados’, en 1969 la Asarblea reconocié la dimensi6n politica de la cuestién, al —_ que ‘el probleina de Jos refugiados drabes palestinos tiene su origen eo les niezan derechos inatienables que poseen”. En 1970, 1971 y 1972 la Asamblea mneral cn sus resoluciones declaré que el pleno respeto de esos derechos de ee Palestina ‘es un elemento indispensable para el establecimiento de ‘yp’” justa y duradera en el Doriente io’. aoe 7 tant 1974; los Estados arabes reconocieron a la OLP como viet es cata cctitima del pueblo palestino. El reconocimiento por parte ea desde 19. 3 lticacién de la OLP asumfa particular importancia, pues Aue AK) roma St#, 1967, Jordania habia administrado Ia Ribera Occidental. En 1974, de 1o9p 78° Ja Asamblea inclufa ‘la cuestién de Palestina Por PCY'p a condi- Durante el periodo de sesiones de 1974, se concedié 2 > Escaneado con CamScanner 424 DERECHO IN‘ HRNAGIONAL Dmg, cin de observador —condicién que posteriormente fue liecha extensiva ay mids érganos de las Naciones Unidas. i la Asamblea reconocig at cialmente los derechos inalienables del pi wstino a la libre determingeo” Ia independencia y In soberania nacionales y el derecho a regresar a sus he La Asamblea reconocié ademiis a la OLP como la representante del pues ee lestino, una de las partes principales en cualquier acuerdo de par en et ogee Medio. "Desde 1975, las resoluciones cle la Asamblea General han reatirmado tod los atios este reconocimiento, Ademds, las resoluciones han afirmado que én de Palestina est en el centro de la controversia del Oriente nociendo con ello que no puede haber paz. en el Oriente Medio sin una seluedy, justa del problema de Palestina. Otros oryanismos cle las Naciones Unidas prec cupados por la ocupacién ilegal de la Ribera Occidental y de Gara por Ife raelfes han estudiado asimismo diversos aspectos de la cuestién de Palestina, Tas, to la Comision de Derechos Humanos como el Comité Especial sobre pricticas israelies establecido por la Asamblea General en 1968, con regularidad han em, ticado severamente las violaciones israelies de los derechos humanos de los pales. tinos. Sus informes han condenado a Israel por stis anexiones cle territorio, e establecimiento de asentamientos en los. territorios ocupados. las expropiaciones y confiscaciones de bienes, las detenciones, el mal trato y Ia tortura de civiles, las expulsiones y la denegacién del derecho de retorno, etc "En 1975, la Asamblea creo también el Comité para el Ejercicio de los De- rechos Inalienables del Pueblo Palestino. La Asamblea ha respaldado regular. mente las recomendaciones de dicho Comité sobre retiro de jos israclies y la res- tauracién de los derecho inalienables del pueblo palestino. : "Los presidentes del Comité han puesto claramente en evidencia que si bien la tarea del Comité es corregir el desequilibrio de los conceptos sobre los proble. mas de la situacién en el Oriente Medio, su apoyo a los derechos de los palestinos en forma alguna ponen en duda cuestiones relacionadas con la soberania o la existencia segura de Israel, que es miembro de pleno derecho de las Naciones Unidas. "En esta forma, desde 1974, en las Naciones Unidas se ha reconocido intema- cionalmente la justicia de la causa palestina en pro de la libre determinacién ¥ Ja independencia, del papel central de la cuestién de Palestina en la controver- sia del Oriente Medio, y del cardcter representativo de la OLP. Este reconoc: miento internacional también se ha reflejado fuera de las Naciones Unidas declaraciones por importantes agrupaciones de Estados, tales como los paises ne alineados y la Organizacién de la Unidad Africana. En los ‘times tiempos bs eed de Europa Occidental también han prestado su apoyo 2 la aut minacién del pueblo palestino. ey "Israel, tin embargo, ha continuado su dominio sobre 1a Ribera Occidentl sobre Gaza y se niega a aceptar la idea del establecimiento de un Estado Pat tino en dichos territorios, a pesar del abrumador consenso internacional or 4 ha descrito. En su lugar, Israel muestra sintomas crecientes de su ine ates conservar control de un’tipo o de otro sobre esas tierras. Durante los * afios Israel ha insistido en su pretensién a la posesiOn de la Ribera OC gy. a la cual hace referencia bajo los nombres biblicos de Judea y Samar opiado ° gumentos de seguridad, ha expulsado o arrestado a palestinos y ha POP Como Confiscado tierras palestinas para establecer asentamientos, tanto Crs gene- nilitares. Ha asumido el control de-fuentes de agua vitales en UMB TET mica ralmente rida. Israel ha aplicado estas politicas a pesar de repe arth Escaneado con CamScanner Ja cues. Medio, reco. Pee oeyt SiN. tanto de la Asamblea Sene: vidad. En 1979 ya principe TORI A aeteral com. de mientos de Israel como un obstac cid una comisién para imesae territorios ocupades "Fuera del marco de las Naciones U Bgipto por Isracl ha conducido a ser peninsula de Sinai. Los acuerdos de Cony los Estados Unidos ce América, Israel on nomia’ palestina, la Ribera Occidental y za, mientras rael mantener en ltima instancia¢! rong ce ye oa Is {os palestinos han rechavado totalmente vex ft mula, alegando que le derecho inherente y natural a determina, propio futuro, y uite la £5 concretd en ausencia del pueblo palestine ¥ en contra de sus deseos. Lo Acs ty [eclarado que dichos acuerdes eran Ba fel Consejo de Sega. mnsejo crities la oo culo para ss jit Politica de asenta. infor Pas en el Oriente Medic ¥ estable- sobre tales politicas d Israel en ‘oy General de las Naciones Unidas también ha d invalidos. 18. ReconocateNTo DE BELIGERANCIA La expresion “beligerancia” es un sustantivo femenino que alude a la “cali- dad de beligerante”” y “beligerante” es un vocablo que deriva dal tats belligerans, beligerantis, de bellum: guerra y de gerere! sutentar. Pot tan- ‘0, aplicase la palabra beligerante a la potencia, nacién o cntidad que exi €n guerra. El término se utiliza como sustantivo y como adjetivo. En el Derecho Internacional Piblico, la beligerancia no es sdlo el estado de guerra. Para que se aluda a beligerancia es preciso que tal Stuacién bélica retina ciertos requisitos que son antecedentes de un reconecimiento a la beligerancia para la produccién de ciertas consecuencias juridicas = ro de ta comunidad de paises. Tos autores se han encargado de precisa tales requisitos integrantes de In beligerancia: storio de » 4) Se produce’ un levantamiente armado dentro del _territorio oe an Pais determinado y los insurrectos logran resultados favorables que les per- miten dominar una parte del territorio."" . ide B) EI citado dominio territorial se prolonga por un tiempo consi s 3 listar el ©) No es requisito necesario que los rebeldes pretendan conqui —__. ia, op. cit, p. 176. & Git, Diccionario de ta Lengua Bspaiola de ln Real Academia, op Idem. " pp. 226-227, Cle. Claude-Albert Collard, of. " Idem, > —— Escaneado con CamScanner 426 DEREGHO INTERNACIONAL PGptieg Estado en su totalidad, ni que s* propongan separar del Estado una parte territorial. ‘ D) Sc organiza un gobierno rebelde, que es un gobierno local, que ejer. ce poderes efectivos en la porcidn territorial bajo su dominio. con exch. sin de otros poderes.** E) Se mantiene una confrontacién bélica prolongada entre el gobi: rebelde y el gobierno central.‘ F) No se trata de un simple movimiento sedicioso sino de una auién- tica guerra civil en la que los sublevados ticnen gobierno propio y una or. ganizacién militar propia.* G) La insurrecci6n debe conducirse como una auténtica guerra, lo que significa que es m4s que una asonada o pequefia revuelta y tener las carac- teristicas de una auténtica guerra, es decir, con medios de destruccién equi- librados por ambas partes.** H) Las hostilidades se conducen de conformidad con las reglas de !1 guerra y a través de grupos organizados que actiian bajo una autorided responsable.** ‘Los internacionalistas han marcado las razones por las que se hace nece- sario producir un reconocimiento a ese estado de beligerancia: 1. Los terceros Estados se percatan que el gobierno central reconocido ya no tiene el control territorial de todo el pais y existen situaciones de hecho que les pueden afectar. 2. El gobierno central reconocido ya no esté en aptitud de representar al pais, en su totalidad.*” . 3. Ha de definirse la actitud de terceros Estados respecto del gobierno rebelde y en relacién con el gobierno central que ya no controla todo d territorio. . Desde un Angulo hist6rico el reconocimiento de la beligerancia, en So cepto de Charles Rousseau,” se inicia a principios del siglo xix, cuand® colonias espafiolas de América se levantaron contra la metrépoli y Pim maron su independencia. Estados Unidos, con la cxperiencia que Dy. tenido Francia, en el sentido de que Inglaterra le habia declarado A da i ra por hab-rlo reconocido como Estado, se limité a reconocerles la cas de beligerantes a Jas insurrectas colonias americanas de Espafia, desde anes El gobierno britinico hasta 1822 les concedié el cardcter de belieey mediante e! reconocimiento correspondiente, no expreso, por él WE A igs cedi6 a las colonias espafiolas el derecho de ejercer los privilegios ° Ctr. Allred Verdross, Derecho Internacional Publico, op. cit P 10% Idem. Toidem, p, 108, Hans Kelwen, Principios de Derecho Internacional Pablico, 0 lem, fr. Max Sorensen, op. cit., p. 298, Cir, Alfred Verdroas ope cee ito. fr. Charles G. Fenwick, Derecho Internacional, op. cit. p- 165: Derecho Internacional Pablico, op. cit., p. 299. pe cit, pe 2b sseesesere aed Escaneado con CamScanner —_ poo NOCtSIENTO EN EL DERECHO INTERNACIONAL POBLICO 27 fa en Jo que toca a la presa maritima, En een aes * pee twafico de armas con las dos partes teligeraen erm? ines Por Jo que hace a la insurreccién griega de 1821-1825, Inglaterra reco- técitamente a los insurrectos como beligerantes en declaracién de de 1823. Se expresaba que cl grado de fucrza y resistencia, adquirido una masa de poblacién empefiada en una guerra, da a esta poblacién. Pt erecho de ser tratada como beligerante.” En la guerra de secesion norteamericana, de 1861 a 1865, los confede- rados del sur, quienes tenfan como capital 2 Richmond, un gobierno pre- ‘atgo por Jelferson Davis y un gobierno mandado por el general Lee, y dis eetc 1861 habian declarado su separacién del gobierno federal, fueron qr nocidos, no como Estado, sino come beligerantes, por la mayorfa de las penis caropeas, entre otras, por It Gran Bretafia en 1861 y por Francia en cl mismo afio- De los acontecimientos histéricos antes enunciados se desprende que el | reconocimiento de beligerancia ¢s inferior al reconocimiento de Estado pero, ; — ommeteremos es superior al reconocimiento de insurgencia. Las efectos juridicos del reconocimiento de beligerancia son los siguientes: I. Es un reconocimiento que no tiene efectos definitivos, se circunscribe tiempo en que dura la contienda bélica. \ TL Los rebeldes no deben scr tratados por el gobierno central como ee sino como prisioneros de guerra. ‘Esta es una maxima fundada en deberes de humanidad. III. Los rebeldes tienen frente a terceros Estados los derechos propios de un Estado beligerante como son: ejercicio del derecho de presa, esta- blecimiento del bloqueo, etcétera. Ademés deben observar Jas reglas que nigen la neutralidad los terceros Estados y no habran de auxiliar a los les.9* pan Bl Estado que reconoce expresa o técitamente la beligerancia debe bstenerse de calificar ésta, aprobéndola, sélo se debe limitar a la acepta- cién de un hecho existente.”* ques Hay una aplicacién general de Jas eo la guerra y la neutralidad.* us i recenocimiento de beligerantes que se da a los rebeldes permite d able como sujetos de Derecho Internacional," ya que tienen Cae ifn et igaciones con respecto a la otra parte en Ja contienda y en Felar los terceros Estados. nocib joni normas juridicas internacionales * Taam x Biden, ve Charles Ro . ; a tiem. usteau, Derecho Internacional Pablico, "On md Kelsen, op. cit., p. 251. lax Sorensen, of. cit., p. 284. op. city Pe $90: Escaneado con CamScanner ew 428 DERECHO INTERNAGIONAL PGpLi0y 19, RECONOGIMIENTO DE INSURGENCIA La insurgencia es un estado de sublevacién 0 de levantamiento en el que los insurrectos o rebeldes no han alcanzado el grado de resultados que he- mos anotado para la beligerancia. Segin el criterio de los internacionalistas, las caracteristicas de Ja insur- gencia son las siguientes: 1. Los insurgentes no tienen atin los caracteres necesarios para ser «sti mados como beligerantes.™* 2. Los insurgentes no son simples violadores del Derecho interno o del Derecho Internacional, sino se trata de sublevados que, podrian llegar a tener la categoria de beligerantes, o de un nucvo Estado o de un nucvo gobierno,” 3. Los revolucionarins no controlan atin una parte importante del te- rritorio pero, su organizacién les permite ofrecer una resistencia cfectiva a Jas fuerzas del gobierno central.” 4. Los insurrectos controlan sélo algunas plazas y pueden tener, cven- tualmente, algunos buques de guerra.?” 5. No se trata de un simple motin, el levantamiento ha adquirido los caracteres de una guerra civil pero, atin sin los elementos propios de la be- ligerancia* El reconocimiento de insurgencia produce los sig internacionales: . A) Los insurrectos, seran tratados de acuerdo con las normas juridicas que rigen la guerra Esto significa que se aplicarn todas las reglas hu- manitarias que rigen la guerra, en beneficio de los rebeldcs. BJA virtud del reconocimiento de los insurgentes, cl gobiemo en cl po” der no tendr& responsabilidad internacional en lo que atafie a los damios cometidos por los insurgentes respecto de bienes y personas vinculados com terceros Estados.’ . C) Si los insurgentes tienen buques, no se les considerarA como pi y su pabellén seré legitimo,?° a D) Los actos de los insurrectos seran estimados como actos de gobier y no como actos de pillaje. E)_ Los rebeldes son acreedores a un trato humanitario en prohibidas las torturas, las mutilaciones, el homicidio, los suplici tos crueles, la toma de rehenes, los atentados a la integridad corpo jientes efectos juridicos jratas en cl que ei ios, los tF ral, 08 * Idem, p. 295. % Lauterpacht, citado por Max Sorensen, of. cit. p. 295. 390 Cfr. Charles G. Fenwick, op. cit, p. 118. 11 Alfred Verdross, op. cit., p. 105, , hi 102 Gfr. Manuel J. Sierra, Tratado de Derecho Internacional Publica. 9? 108 Gfr. Claude-Albert Colliard, op, cit., p. 226. 101 Idem. 308 Tbidem. 108 Cf. Alfred Verdross, op. cit., p. 105, 7 pl Escaneado con CamScanner RECONOCIMIENTO EN EL DERECHO INTERNACIONAL PGBLICO 429 la dignidad personal, los tratos degradantes, las condenas y ejecuciones sin jo juicio. Los heridos y enfermos seran recogidos y cuidados.** F) Los terceros Estados pueden asumir respecto de los insurgentes di- versas actitudes que van desde considerarlos como cnemigos del género hu- mano hasta considerarlos como dignos de relaciones scmejantes a las que se mantienen con un gobierno legalmente constituido.’ 20. RECONOCIMIENTO DE INDEPENDENCIA Cuando la lucha ha concluido de manera favorable a los rebeldes y éstos constituyen un nuevo Estado puede producirse el reconocimiento de inde- dencia. En realidad se trata de reconocimiento de un nuevo Estado." El reconocimiento anticipado de la independencia es considerado en De- recho Internacional como un acto de intervencién en los asuntos del Estado afectado y puede originar la guerra. Asi Manuel J. Sierra®° apunta algu- nos casos de reconocimiento festinado de indcpendencia: a) Reconocimiento por Estados Unidos, en 1837, de la independencia de Texas. 4) Reconocimiento, por Francia, en 1778, de la independencia de Esta- dos Unidos. c) Reconocimiento por Estados Unidos, en 1898, de la independencia de Cuba. 4) Reconocimiento por Estados Unidos, en 1903, de la independencia de Panamé. suf), Reconocimiento por Japén de la independencia del Estado de Man- chukuo. Considera Modesto Seara Vazquez" que el reconocimiento de indepen- dencia es distinto del reconocimiento de beligerancia y que es propiamente dl reconocimiento de un nucvo Estado. Estamos de acuerdo en que, en efec~ to, se trata del reconocimiento de un nuevo pais. A la misma conclusién llega César Sepiilveda.™* 21. ReconocmmENTo DE GOBIERNO EN EL EXILIO Ei supuesto de reconocimicnto de gobiernos en cl exilio, segin Hans Kel- ” 1) %,Produce cuando se dan los siguicntes element bai ) En el curso de una guerra internacional el territorio de un Estado Scrante es ocupado por fuerzas armadas del enemigo. tm Idem, . 106. it. Max Sorensen, op. cit. 200 Gf 1 Op. cit, p. 295. ne of afanuel J. Sierra, of.’ cit., p. 152. m1 poe ea de Derecho Internacional Piblico, op. cit, p. 152. 7 P. 88, cho Internacional Piiblico, 44 edicién, Editorial Porréa, 8. A. México, 1974, Derech erecho Internaci i Prgihe Internacional Péblico, p. 257. ‘"ebios de Derecho Internacional Pablico, op. cil., pp. 248-250. Escaneado con CamScanner 430 DERECHO INTERNACIONAL Pén1495 b) El gobierno del pais cuyo territorio esta ocupado logra cludir els metimiento al enemigo y establece su sede temporalmente en un Esta, aliado, _. c) Bl Estado aliado da su consentimiento para que se establezca ogy, bierno exiliado. d) Terceros Estados pueden negar 0 conceder el reconocimiento bierno en el exilio. ¢) No hay un dominio efectivo del gobierno en el exilio sobre el tert. toro ocupado por cl enemig f) El gobierno en el exilio es quien tiene cl derecho, segiin los. paises que lo reconocen, de enviar y recibir agentes diplomiticos, concluir trata. dos, mandar las fuerzas armadas que tenga a su disposicién, concertar la paz con el Estado ocupante. Puede ejercer funciones legislativas, administrativas y judiciales. Se puede otorgar la inmunidad de jurisdiccién a los miembros del gobierno en el exilio por el gobierno del Estado tn cuyo territotio e establecido. g) El gobierno en el cxilio sustituye su dominio efectivo en el territorio ocupado por los esfuerzos que hace para recuperar el territorio ocupado h) Se considera que es temporal la falta de dominio efectivo sobre el territorio ocupado por el enemigo. Acerca de esta temporalidad reflexiona Hans Kelsen lo siguiente: ™ al go. --el llamado gobierno en exilio, podra ser considerado como el gobierno de un Estado ocupado, slo mientras continéie sus esfuerzos para obtener por medio de la guerra el dominio del territorio del Estado en cuestién. Cuando la guerra se termina sin que el gobierno en exilio haya obtenido el dominio del territorio, si, por ejemplo, este territorio ha sido anexado por la potencia ocupante por via de subyugacién o si se hubiese colocado bajo un nuevo gobierno nacional diferente del gobierno en exilio, entonces el iiltimo no podré mas ser considerado como e! gobierno del Estado. Aquellos que contintian laméndolo gobierno y lo tata como si fuese tal, estin empleando una ficcién. Lo mismo vale para el caso & que se establezca un Iamado gobierno en exilio después de la terminacién de 's Buerra o Juego de una revolucién exitosa. A pie de pégina, Hans Kelsen ™ cita los casos que, durante la Segundt ‘a Mundial, se dieron, de gobiernos en el exilio, respecto de pais ccupados por Alemania y que establecieron su sede en Inglaterra: loss biernos de Polonia, Bélgica, los Paises Bajos, Grecia, Yugoslavia. Tambie™ sefiala™* que la Diplomatic Privileges (Extension) Act, dictada por ¢t P* amento Briténico en 1941, confirié. privilegios diplomaticos a los mie" bros de los gobiemos en exilio establecidos en el Reino Unido y st oficial, af como a los enviados acreditados ante él. En opinién de Colfiard " Principios de Darach 48 Op, cit., p. 248. 8 Tbidem,’p. 249. Mt Instituciones de Relaciones Internacionales, op. city p- 229- ae 10 Internacional Pablico, op. cit. p. 250. ad Escaneado con CamScanner — pECONOCIMIENTO EN EL DERECHO INTERNAGIONAL PGBLICO 431 a territorio nacional, queda respetada la regla duea de la efectividad del poder, por lo menos simbélicamente, Durante la Pri- citra Guerra Mundial, por cjemplo, las tropas belgas se aferraron tenazmente. Ina parte del tcrritorio belga para justifiear, en caso necesario, la existencia, ris; del Estado belgas. El problema es mds delicado si la totalidad yma del Gobierno y del Estad ; Wa territorio es invadido y si el Gobierno busca refugio en el extranjero para es capar de las garras del enemigo”. “mientras exista un fragmento de 92. EL RECONOGIMIENTO Y LOS ORGANISMOS INTERNACIONALES El reconocimiento desde el punto de vista de los organismos internacionales presenta dos facetas: 1. La admisién de un Estado a la Organizacién de las Naciones Unidas significa su reconocimiento colectivo como sujeto de Derecho Internacional. IL. Un organismo internacional también requicre de reconocimiento a tener personalidad como sujeto de Derecho Internacional. En cuanto al primer aspecto, admisién de un Estado a la Organizacion de las Naciones Unidas, podemos aseverar que existe un procedimiento pre- conizado en la Carta de las Naciones Unidas. El articulo 3° de la Carta establece que son miembros orig inarios de i Naciones Unidas los Estados que habiendo participado en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Organizacién Internacional celebrada en San Francisco, 0 que habiendo firmado perviamente la Declaracién de las Na- ciones Unidas de 1? de enero de 1942, suscriban esta Carta y la ratifiquen de conformidad con el articulo 110. De este precepto se desprende un reconocimiento colectivo y reciproco de todos los miembros originarios de las Naciones Unidas para todos los efectos de la Organizacién de las Naciones Unidas, que es el principal or- ganismo internacional. Por su parte el articulo 4° de la C: Ja manera de obtener la membresfa en no originarios: s arta de las Naciones Unidas establece las Naciones Unidas para los Estados “Articulo 4 1. Podrin ser miembros de las Naciones Unidas todos los demas Estados aa tes de la paz que acepten Jas obligaciones consignadas en esta Carta, y que oe jitio de la Organizacién, estén eapacitados para cumplir dichas obligaciones y ™ fiapuests a hacerlo. lectures. aamisin de tales Estados como mieml mdr decision de la Asamblea General a recomen bros de las Naciones Unidas se dacién del Consejo de De i . la aageQtlormidad con el articulo 18 de la Carta de. las Naciones Unidas, de de nuevos miembros a las Naciones Unidas requiere él voto © una Segenyor® de dos tercios de los miembros presentes y votantés. as 1g" 10 establecido por el artfculo 27 de Ia Carta de las Naciones Uni- Tec ry omendacién del Consejo de Seguridad para admitir nuevos miem- rr Escaneado con CamScanner Dies ~ 432 DERECHO INTERNACIONAL. p¢anigg bros a las Naciones Unidas que no es una cuestién de mero procediieny requicre cl voto afirmativo de nucve miembros, incluso los votos afirmarj, vos de todos los miembros permanentes. En consecuencia, deben aceptar nuevo miembro Tos Estados que son miembros permanentes del Conus de Seguridad que son: la Republica de China, Francia, la Unién de | piblicas Socialistas Soviéticas, cl Reino Unido de la Gran Breta del Norte y los Estados Unidos de América. Sobre las decisiones del Conscjo de Seguridad para recomend sién_de un nuevo Estado habia el problema de oposi tados de hegemonia adversa. Alrededor de este probl tor Pou: ™* endar la admi- ién al ingreso de Fs. lema_ nos indica Vjc- “La admisin de un nuevo Estado tiene que ser aprobada por la Asamblea bajo recomendacién del Consejo de Seguridad, pero éste, durante los primers afios de la Organizacién, no lograba facilmente llegar a un acuerdo sobre nuene admisiones debido al conflicto Este-Ocste. Espaiia, por ejemplo, ingresd on la ONU en 1955 merced a un arreglo global entre Estados Unidos y la Union So. viética respecto a la admisién de un conjunto de naciones pertenecientes 2 ambos bloques. ideolégico-militares.” Por supuesto que al admitir a un nuevo Estado en la Organizacién de las Naciones Unidas se reconoce tacitamente al gobierno que representa a ese Estado ante este organismo internacional. Respecto a gobiernos de Estados miembros, el problema que puede su citarse es el relativo a la existencia de dos facciones gubernamentales que pretendan representar a un solo Estado ante las Naciones Unidas. Sobre este problema nos ilustra Max Sorensen: “El 8 de marzo de 1950, el Secretario General remitié a los miembros de! Consejo de Seguridad un memorandum sobre los aspectos legales de la representa- gion de los Estados en las Naciones Unidas. Sugeria que la representaciin en [8 Naciones Unidas habia sido indebidamente vinculads al reconocimiento. de los Fobiemos por los Estados miembros. Cuando un régimen revolucionatio s¢ pI {gataba a si mismo como representante de un Estado, en competencia con el £° bierno existente, el problema debia girar —expresaba el memorindvm— sode Fe unto de cual de los dos estaba, de hecho, en posicién cle emplear los recut del Estado y de dirigir a su i a bligaciones de ri pueblo hacia el cumplimiento de las obligaciones & 7 condicién de miembro, Esto significaria, en esencia, una investigacién sob ; io nuevo régimen ejercia autoridad efecti 1 territorio del Estad Y ai cra obedecide haber, antoridad efectiva dentro del territ Imente por el conjunto del pueblo. Si esto fuer Tileclaraba el memorandum—, parecer RRS a os drganos de las N° scones Unidas, a través de Ia accion colectiva, le concedieran el derecho & 1! Semiat gil Estado en la Organizacién (UN Doc. 8/1166) an ton Las discusiones que se realizaron en Ia Acambleg Geral y la decision to® da por ella, revelan la renuencia de la mayoria de los miembros a renunciat 28 Victor Pou, : 1973, pp. 41-42. nales, Salvat Editores, "Manual de Derecho Internacional Publico, op. ci teaei, _ Las Organizaciones Intern oe pp. 290-291. a Escaneado con CamScanner rt pe cONOCIMIENTO EN EI, DERECHO INTERNACIONAL PUBLIC 433 veeniva del reconoeimiento como determinante de su respectiva posicién so- Pep Sepresentaci6n. La Asamblea General se content con la adopeién de una be I ign del 14 de diciembre de 1950 (Res. 396 (V)), en la cual recomendé rental problema deberfa considerarse. 2 la luz de los propésitos y circunstancias qpe Pano aque sin tratar de quitar Ia decisin de las mancs de cada érgano, de cade doptada por la Asamblea General... deberia tomarse, en considera- ‘a ate otros érganos de las Naciones Unidas y en los ‘Organismos Especia- conse” En lo que hace a Ia personalidad de los organismos internacionales como sujetos de Derecho Intemacional, en primer término, cabe advertir que la “gacion de las Naciones Unidas tiene pleno cardcter de sujeto de De crremyaternacional si atendemos a lo dispuesto en cl iltimo parrafo del proemio de la Carta de las Naciones Unidas: “por lo tanto, nuestros respectivos Gobiernes. por medio de representantes reunkigs tn la ciudad de San Francisco que han exhibido sus plenos poderes, 67 reunides vn buena y debida forma, han convenido en la presente Carta de las gontrados das, y por este acto establecen una organizacién internacional _ Escaneado con CamScanner CAPITULO XI DERECHOS Y DEBERES FUNDAMENTALES DE LOS ESTADOS Suvanio: 1. Derechos y deberes de los Estados—2. Derechos y deberes fundamentales de los Estados—3. Algunos documentos internacionales en los que s¢ consagran derechos y deberes fundamentales de los Esta- dos, A) Proyecto del Abate Gregoire. B) La Declaracién de los Derechos y Deberes de las Naciones, del Instituto Americano de Derecho Inter- nacional, de 6 de enero de 1916. C) Convencién relativa a deberes y derechos de los Estados en caso de luchas civiles, Sexta Conferencia Panamericana, La Habana, 1928. D) Pacto de la Sociedad de las Nacio- nes. E) Convencién sobre Derechos y Deberes de los Estados, video, 1933, Séptima Conferencia Panamericana. F) Protocolo Adi Relativo a No Intervenci6n, Buenos Aires, 1936, Conferencia Inter- americana para la Conservacién de la Paz. G) Declaracién de Lima de 1938, Octava Conferencia Panamericana, H) Conferencia Interame- ricana sobre Problemas de la Guerra y la Paz, Chapultepec, México, 1945, Declaracin de México. I) Carta de las Naciones Unidas. J) Carta de la Onganizacién de los Estados Americanos. K) Proyecto de Declara- iin de los Derechos y Deberes de los Estados, de la Comisién de De- recho Intemacional de las Naciones Unidas, de 1947. L) Resolucién 375 (IV) de 6 de diciembre de 1949, sobre Declaracién de Derechos y Deberes de los Estados—4, Estudio particular de algunos derechos fun- damentales de los Estados. A) Independencia, B) Igualdad juridica. ©) Conservacién. D) No intervencién. E) Respeto—5.—La Intervencién.— 6. La Doctrina Monroe. 1. Derecuos ¥ peperes pz Los EsTapos Los Estados en su cardcter de personas juridicas son entes capaces de dere- chs y obligaciones, Dado que son personas juridicas de Derecho Tnterna- Tui! tienen derechos y deberes internacionales, Las fuentes del Derecho abunieional Pablico plasman tales derechos y deberes de los Estados. La Ia temargit inaudita de esos derechos y deberes implicaria un estudio de toda derechog te del Derecho Internacional Piiblico pero, entre esos deberes y mayor rele algunos que, se han considerado fundamentales por su documentos no ¥ 8 consignacién tanto en doctrina como en importantes tos intemacionales, “9 Escaneado con CamScanner 450 DERECHO INTERNACIONAL YGp4y, 1% 9, Degecitos ¥ DRRERES FUNDAMENTALES DE 10S Estapos al precursor de la consignaci6n de los derechos y ic las Estados es Vattel,* quien destacaba cl derecho ane Statiieat afirmaba que “dado que los hombres eqé” aaa por naturaleza, también debian serlo Tas naciones que estaban a igras por dichos hombres. ‘Un enano es tan hombre como un gj as Patna pequcia repablica debe tener la misma categoria de Estado Pina ‘ge el mas poderoso de los reinos'...”. Este argumento se considerd con, IMfaico y “fue reverenciado por los Estados més pequefios que pensaron fe eet daba proteccién contra los mAs poderosos que encontraban an tnismo poder la justificacién de una conducta arbitraria. Los Estados mds importantes aceptaron el principio cn su forma amplia, pero preocupandose muy em del mismo cuando Ilegaba a oponcrse a su propia politica de mn”. El jurista moderno Hans Kelsen* considera que Jos lamai Re aa ia eacndatcaneleeyen onal ea (aoe reeds alee los XVI y XVIII y que atin es sostenida por algunos autores. Tal idea re basa, en concepto de Kelsen, en “que todo Estado tiene, en su calidad de PASS, en cor sosilia, de ‘las. naviones, algunos derechos fundamental aie icdidos por el derecho internacional’ consuetudinario 0 convenc= nal, como los demés derechos y deberes, sino que se originan en la mae Bal fondo o de la comunidad intemacionel: Indica que se supone que la normas que constituyen esos derechos fundamentales de los Eatados son la Deve in ye Saco del Derecho Internacional positivo y, que, tendrian juerza obligatoria que | acional.positiv creas por I Stee a cae a ajo tal concepto, Hans Kelsen se encarga de ref i miten, fonder refutar las doctrinas que epee tree ape atural, lerechos fundamentales como principios presupuestos por el Derecho Internacional, Prinaibios presupuestos por et Di Tntemacional, o Tas gue deducen yan los derechos fundamentales esto Ee cae al Bn ouestraopinisn, colncdines con Howe Reten on a eto los Estados no tenen ‘derechos fasdaentles dedveidos sen em ni de la comunidad intemacional, + damental deducidon de le maton un Derecho Natural Intemacional pe de la personalidad del Exad, 5 Giertos derechos de los Eitados de’moyor thas dencia por 1a oat gue les coresponde en el eno de ia nonrendden cioeal Ya woe de Feapet> darted tt cre cm comunidad internacional ya que 4 Derecho Intemnacioncl Poe heg oe tencia de los Estados, Las fuentes ico crean las normas juridicas de cardcter inter” Doctrinalmente, jundamentales 4 Rstados a la igualdad j Gitado por Ci i duccién de Mae, Eeatitt G Fenwick, Derecho Internacional, Bibiogrifica Omeba, ( Ppt grigenia I. de Fischman, Buenos Aires, 1963, p. 241. duccion ae 2s, Me, Derecho Internacional Piblico, Libreria “Bl Ateneo Editorial, y Emesto C. Hermida, Buenos Aires, 1963, pp. 128 7 * Escaneado con CamScanner — Tas _pxoss ¥ DEBERES FUNDAMENTALES DE 105 DERECHOS 451 pe esas mismas normas juridicas son las que dan origen a los dere- Hos fundamentales de los Estados, "Estamos de acuerdo con Alfred Verdross* cuando se pronuncia por la cnitencia de (os derechos fundamentales de los Estados, en contra dé pos ciones positivistas que pretenden desconocerlos: nacional ¥ “Lo mismo que en derecho interno, hay en Derecho Internacional derechos fundamentales, cuya naturaleza y ntimero, sin embargo. son objeto de discusién. “El positivismo juridico niega la existencia de tales clerechos fundamentales de Jos Estados, alegando que todos los derechos de cardcter juridico-internacional po- een la misma validez, por lo que no se justifica, a su modo de ver, aislar los dere- ‘thos fundamentales de los Estados de Ja masa de las restantes normas del Derecho {nternacional, Esta objecién no carece de fundamento, por cuanto el Derecho In- temnacional comtin no conoce la clasificacién de los derechos en derechos de varia- bilidad mayor y menor, corriente en derecho interno. Tampoco conoce el Derecho Internacional derechos de libertad, puesto que estos presuponen la existencia de un poder legislativo central, que falta en la esfera internacional. Sélo en una co- munidad internacional organizada serian posibles tales derechos fundamentales. Sin embargo, hay, segin el Derecho Internacional comin, derechos funda- mentales de los Estados, si por ello se entienden los derechos que a los Estados corresponden inmediatamente por su calidad de sujetos del Derecho Internacional, siendo asi que todos los demas derechos dependen de la existencia de otros su- puesto...” Considera adicionalmente Verdross* que sin los derechos fundamentales de los Estados seria imposible una convivencia internacional pacifica y que la supresién de esos derechos fundamentales equivaldria a la supresién del propio Derecho Internacional. Atingentemente apunta Verdross, dada la bilateralidad de lo juridico, que no hay auténticos derechos fundamentales sino cuando frente a cllos, haya deberes fundamentales correlativos. Estamos totalmente de acuerdo en que al ocupamos de los derechos fundamentales de los Estados involucramos la referencia a los correlativos deberes fundamentales de los Estados pues, sin deber no hay derecho. ndependientemente de la polémica doctrinal que se ha suscitado entre positivistas y naturalistas acerca de los derechos fundamentales de los Estados Para encontrarles un fundamento, lo cierto es que los Estados débiles han emprendido una lucha tenaz para englobar algunos de ellos en importantes documentos internacionales que citaremos y transcribiremos parcialmente en el apartado siguiente. Alrededor de los esfuerzos de los pafses débiles nos dice Charles Fenwick:* “...En la prictica, la actitud de los gobiemos era més pragmética que la de (jurists, Los Estados pequefios eran fora nds insstian sobre los derechos trasientales, a consecuencia del deseo de protegerse contra cualquier posible in- ‘fuse de los més importantes. También los Estados mas grandes solfan recurrir a aia, rpsytthe tntemacional Piblico, Aguilar, traduecién de Antonio Truyol y Serra, Ma- t Idem, p. 250, Derecho Internacional Piblico, op. cit., p. 245. = Escaneado con CamScanner ee DERECHO INTERNACIONAL POpticy hos fundamentales, en especial cuando el pro. sobre los derechos fur , pias oe importancia.’ mer bloma planteado les parecia de bastant blema p! Bien pudiera decirse que proyectar a importantes documentos internacio. alee los’ derechos fundamentales de los Estados para obtener su reconoci. miento por los Estados poderosos, constituye una tendencia parangoneabj, . le ree athas de los gobernados para obtener un respeto minimo de derechos frente a los que detentan el poder. 'S EN LOS QUE SE CONSAGRAN 3, ALGUNOS DOCUMENTOS INTERNAGIONALE: Los EsTADos DEREGHOS Y DEBERES FUNDAMENTALES DE La existencia de los derechos fundamentales de los Estados ha dejado de ser una especulacién doctrinal para convertirse frecuentemente en una des- lumbrante realidad. Tal fenémeno se deriva de la existencia de importan- tes documentos internacionales que recogen los derechos fundamentales de los Estados con sus correlativos deberes. Algunos ya tienen indiscutible fuerza obligatoria y otros han influido para obtener las normas juridicas a as que se ha Iegado. A) Proyecto del Abate Gregoire En dl siglo xvm, el acontecimiento histérico de mayor importancia lo cons tituy6 la Revolucién Francesa. En un principio fue un destacado hecho nacional pero, por diversas circunstancias concurrentes, entre ellas, el inter- vencionismo de otras potencias y, posteriormente la necesidad de proyectar la Revolucién al exterior, la Revolucién Francesa produjo elementos de relevancia internacional que no siempre maduraron por no estar preparada todavia para ello, Entre tales esfuerzos destaca la Declaracién del Derecho de Gentes, sometida en 1795 a la Convencién francesa por un distinguido integrante de la misma, el obispo constitucional Gregoire, mAs conocido como el Abate Gregoire. Asevera el Abate Gregoire en el primer articulo de su Declaracién que existe un estado de naturaleza entre las naciones y la moral internacional es el lazo que las ata. Como consecuencia de ese principio ¢ tablece en veinte articulos diversos derechos de los Estados, entre los que destacan los siguientes:’ el derecho del pais a la inalienabilidad de su s~ berania; el derecho de cada pais a organizar y cambiar su forma de gobierno; el reconocimiento de que el ataque contra la libertad de un pais ¢s una ofensa’ contra los demés paises; la subordinacién de los intereses particulares de una naci6én a los “intereses generales de la raza humana”. Nos dice Nussbaum * que, la © Arthur Nussbaum, Historia del Derecho Internacional, Editorial Revista de Der cho Piirado, traduccién’ de Francisco Javier Ouct, Madrid, 1949, PB i“ Escaneado con CamScanner “— erECHOS Y DEBPRES FUNDAMENTALES DE LOS DERECHOS 453 pREC vconvensin, semeross de comprometerse de tl forma en una situaci6n exterior nga, resolv acerca, de la propuesta de Gregoire continuando el examen de Pe Geden del dia, después de unos, pocos y breves comentarios sobre aque! pro- a Cp) una tentativa posterior de Gregoire para lograr que su Declaracién fuera edOea en las actas impresas de Ia Convencion, fracasé tambien. sin embargo, conviene anotar que Ja Asamblea Nacional de 22 de mayo 4g 1790 habia cstablecido la renuncia a la guerra de conquista y, Ia renun- ae os ataques contra la libertad de las naciones, En Decreto de la Con-

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