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Todos negociamos a diario.

Pasamos la mayor parte del tiempo intentando llegar a un acuerdo con


los demás. Aunque tratamos de negociar con el espíritu de Trabajando juntos a menudo nos
frustramos. Queremos conseguirlo, pero a menudo la respuesta que nos dan es no. Cualquiera de
nosotros puede ser negociador, aunque a muchos de nosotros no nos gusta negociar. Vemos la
negociación como una confrontación estresante. Estamos al frente una elección incómoda.
Cuando estamos "blandos" acabamos cediendo en nuestra posición. Y si somos "duros", podemos
estropear las relaciones personales. Sin embargo, existe una alternativa: la resolución conjunta de
problemas. Consiste en ser suave con la gente y duro con el problema. En lugar de atacarse unos a
otros, aquellos que Pueden negociar juntos para atacar el problema.

Todos negociamos a diario. Pasamos la mayor parte del tiempo intentando llegar a un acuerdo con
los demás. Aunque tratamos de negociar con el espíritu de Trabajando juntos a menudo nos
frustramos. Queremos conseguirlo, pero a menudo la respuesta que nos dan es no. Cualquiera de
nosotros puede ser negociador, aunque a muchos de nosotros no nos gusta negociar. Vemos la
negociación como una confrontación estresante. Estamos al frente una elección incómoda.
Cuando estamos "blandos" acabamos cediendo en nuestra posición. Y si somos "duros", podemos
estropear las relaciones personales. Sin embargo, existe una alternativa: la resolución conjunta de
problemas. Consiste en ser suave con la gente y duro con el problema. En lugar de atacarse unos a
otros, aquellos que Pueden negociar juntos para atacar el problema.

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