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COLOMBIA: ESTADO SOCIAL DE DERECHO O ES UN PAÍS DE EMPRESA

O MERCADO
Al hablar de estado debemos tener en cuenta que este está conformado por
tres pilares: poder, población, y territorio, independiente mente de su estructura
política todo estado grande o pequeño del mundo debe cumplir como mínimo
con estos tres. El estado es un poder que se ejerce sobre una población en un
territorio o sitio delimitado, por lo tanto, el estado esté ligado a estos tres
elementos, si hay poder, pero no hay súbditos no se puede ejercer, si hay
territorio, pero no hay población no tendría sentido tener una forma de gobierno
pues no habría súbditos que obedezcan las normas y por lo tanto no habría
poder.
El estado social de derecho es la forma de estado, el concepto que se
estableció en la constitución cambiando a Colombia de un país de estado de
derecho a un estado social de derecho.
En la teoría constitucional se establece que:¨Colombia es un Estado social de
derecho, organizado en forma de República unitaria, descentralizada, con
autonomía de sus entidades territoriales, democrática, participativa y pluralista,
fundada en el respeto de la dignidad humana, en el trabajo y la solidaridad de
las personas que la integran y en la prevalencia del interés general¨; Por lo
menos esta es la definición que reposa en el articulo 1 de nuestra constitución
política de 1991 vigente hasta la fecha.
Pero si escudriñamos los conceptos, revisamos los equivalentes de esta bella
declaración encontramos que un estado social de derecho en definición es, un
estado donde los mandatarios y funcionarios gubernamentales deben cumplir y
velar por que se cumpla la constitución y la ley, además en este tipo de estado
los ciudadanos también deben cumplir la ley, pero son los funcionarios quienes
deben garantizar las condiciones mínimas materiales de existencia a cada
ciudadano colombiano, ya que estos son los que trabajan para beneficio de los
colombianos, no solo deben desarrollar obras de infraestructura sino que
además deben invertir en obras sociales para que los ciudadanos gocen de
sus derechos y libertades, además respetan protegen y garantizan que se
cumplan todos lo derechos por lo menos en la teoría es el deber y la razón de
ser de lo funcionarios gubernamentales y del estado mismo.
Ser ciudadano de un estado social de derecho como es el caso de todos
nosotros lo colombianos donde debería prevalecer el interés general por
encima de los intereses particulares del estado, se nos permite tener derechos
fundamentales como lo son el derechos a la vida, derecho a la libertad,
derecho la igualdad ante la ley, a una vivienda digna, derechos que podemos
exigir al estado pues están establecidos en la constitución, por ejemplo, el
derecho a la vida, a la educación, a la salud, y si uno, varios o todos los
derechos son vulnerados de forma individual o colectiva a través de
herramientas que la misma constitución nos brinda, acciones populares,
tutelas, derechos de petición podemos reclamarlos y hacerlos cumplir.
Partiendo del principio que en un estado social de derecho su propósito
esencial es la búsqueda de la convivencia a partir del respeto y la garantía de
los derechos humanos, se asume que Colombia por tener esta estructura
constitucionalmente, es un país donde se respeta la legalidad, es decir, los
funcionarios y ciudadanos respetan las leyes.
Por lo anterior podría declarar que el estado social de derecho en Colombia no
existe, más allá de los conceptos, porque los funcionarios gubernamentales
que deberían ser los primeros en velar por la constitución y las leyes se roban
5 billones anuales según datos de la contraloría y luego de dos años de casa
por cárcel quedan libres o en peor de los escenarios los robos quedan impunes
estos nacionalmente conocidos como ladrones de cuello blanco, sumado a
esto la otra cara de la moneda los ciudadanos no respetan la ley y aun así
exigen derechos, lo que realmente tenemos en Colombia es un vacío moral
demasiado evidente de ambas partes.
Dando como resultado que dos décadas después de estas declaraciones
constitucionales se sigue viendo la inequidad, la desigualdad la vulneración de
los derechos humanos, seguimos teniendo niños muertos por desnutrición a
causa de el hambre misma por que no tienen acceso a la alimentación,
ciudades y municipios sin carreteras, sin infraestructura sanitaria, sin acceso a
educación y salud lo cual coloca en duda si realmente somos un país con
estructura estado social de derecho o somos y seguiremos siendo un país en
construcción a causa de nuestra falta de sentido de pertenencia, porque siendo
evidente que Colombia es un país con gran potencial, riqueza natural y
privilegiada geográficamente, frente a muchos otros países desarrollados
seguimos siendo visto como un país del tercer mundo, en vía de desarrollo,
que además pretendemos que el gobierno nos solucione todo por los mismo
que nos jactamos de que tenemos derechos, pero que tal si empezamos a
preocuparnos y a ocuparnos de nuestros deberes y de encaminarnos por el
marco de la legalidad, y de no actuar sobre la ley de el mas vivo, de la
conveniencia personal, con esto los entes políticas gubernamentales corruptos
se quedarían sin secuaces y se debería ver la evolución social.
Pero aun cuando la constitución es clara en la definición de nuestra estructura
de estado, y este debería regular y legislar la economía de mercado, sería
ingenuo pensar que las empresa del sector privado no interfieren en las
decisiones del estado, en cuanto a políticas, legislaciones, ya que estas
empresas puedan que contribuyan al producto interno bruto, por eso en la
última década se hablado de Colombia como un país de empresa o mercado,
donde claramente la demanda y la oferta de diferentes productos ha hecho un
país de interés en inversión extrajera y de introducción de productos ajenos a
nuestra cultura original, ya que hoy por hoy la influencia de la cultura del
consumismo propia de otras naciones va en aumento.
Aun así, según la revista Forbes Colombia está en el octavo puesto de los 77
países analizados donde es más complejo hacer negocios, se declara que
nuestro país “se caracteriza por tener una difícil regulación fiscal que a menudo
genera diferentes interpretaciones”. Interpretaciones de las cuales los locales
hacen uso y abuso conveniente.
Para ejemplarizar esto recientemente tenemos un ejemplo de el favoritismo del
estado hacia las empresas, versus la población a la que constitucionalmente
debería favorecer, trayendo al frente el préstamo millonario que se pretendía
otorgar a la empresa de transporte aéreo por la suma de trecientos setenta
millones de dólares ($370.000.000 usd) el cual fue anunciado como estrategia
de reactivación de la economía del país , pero caso diferente fue la declaración
de falta de recurso nacional, la de pedida de ayuda humanitaria, donaciones
para la reconstrucción de la infraestructura de las islas de san Andrés y
providencia devastadas por un desastre natural.
Lo cual resulta ser inconsistente, incoherente con la constitución y con la
ciudadanía de Colombia, que bien nos pasan por ignorantes o ingenuos que
nos direccionan a pedirle a entes celestiales su intervención divina en la
resolución de una situación de regulación de recursos gubernamentales,
además de la sugestión de que somos los que debemos ayudar, resolver la
situación, mitigar el impacto, apoyadas en nuestra solidaridad nativa de querer
ver a todos lo mejor posible aun desde nuestras propias carencias económicas
y sociales.
Resulta absurdo después de una cuarentena larga y un receso económico
pedirle al pueblo ayuda, si bien no esta mal el echo de la solidaridad patriótica,
es el estado con el mismo ímpetu que anunciaba y defendía por qué dar ese
préstamo extremadamente millonario a una aerolínea el que debe velar por
que su pueblo se restablezca junto con sus derechos y su dignidad, no por
capricho personal si no por que como se establece al principio de este escrito y
como lo demanda la constitución política es deber de el estado dar estas
garantías.
Por lo tanto no me atrevería a definir de una forma u otra a Colombia dentro de
algunos de estos dos paradigmas ya que constitucionalmente si somos un
estado social de derecho por lo menos en la teoría, y pese a los esfuerzo de
los últimos gobiernos por establecer desarrollar y ejecutar programas políticas
y estrategias publicas notorias el pueblo aún sigue después de 20 años de
constitución con grandes brechas de desigualdad e inequidad, pero en
comparación de periodos anteriores los beneficios dirigidos al pueblo se ven en
la inversión social, como casas subsidiadas , que bien podrían haber sido mas
si no estuvieran de por medio las contrataciones y supuestas licitaciones que
resultan ser favorecidas a círculos sociales cercanos al gobierno en turno o
bien por pago de favores durante campaña presuntamente, no quiere decir que
hayan sido deficientes o insuficientes estos lineamientos del gobiernos para
mitigar la desigualdad, solo que no todos los recursos son bien administrados y
la totalidad de estos no se destinan a lo que estaban establecidos,
desafortunadamente aquellos quienes deberían mejorar las condiciones el
pueblo las que juraron defender solo mejoran su interés y condición económica
individual y mas lamentable aun son quienes hacen parte de la población y
juegan con la frase ¨echa la ley, hecha la trampa¨ y se incluyen en programas
del gobierno sin necesitarlos tan urgentemente como otros compatriotas
vulnerando aun mas sus derechos a quienes esta en su mismo nivel se
subordinación con respecto al estado.
En conclusión, para mi Colombia es un estado social de derecho en
construcción con una brecha ética y moral en dos de los componentes de la
defección de estado en el poder y la población, que además tiene inclinaciones
de favoritismo de empresa y mercado por encima de los establecido en la
constitución que es al pueblo. Es un llamado al sentido de pertenecía y a la
autorreflexión de que el problema no son solo los gobernantes si no también el
pueblo que se ha corrompido al punto del autosabotaje.

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