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20. ¿Qué opinas de la acción de Fray Gómez?
NIVELES PUNTAJE
DEFICIENTE 00 - 10
REGULAR 11. - 13
BUENO 14 - .16
MUY BUENO 17 - 20
NIVEL PUNTAJE
LECTURA
El Alacrán de Fray Gómez
Fray Gómez era un hermano de la orden de San Francisco, trabajaba en la
enfermería de los devotos frailes. Fray Gómez hizo en mi tierra milagros a
mantas, sin darse cuenta y como quien no quiere la cosa. Era de suyo
milagrero, como aquel que hablaba en verso sin sospecharlo.
_ Tome asiento, hermano y dígame sin rodeos lo que por aquí lo trae – dijo
Fray Gómez.
_ Es el caso, padre, que yo soy un hombre de bien a carta cabal… mi oficio es
el de buhonero, vivo cargado de familia y mi comercio no rinde por falta de
medios y no por holgazanería ni escases de industria en mi.
_ Me alegro, hermano, que a quien honradamente trabaja Dios lo ayude.
_ Pero es el caso, padre, que hasta ahora Dios se me hace el sordo, y en
socorrerme tarda.
_ No desespere, hermano; no desespere.
_ Pues es el caso que a muchas puertas he llegado en demanda de
quinientos, duros, y todas las he encontrado con cerrojo… y es el caso que a
su paternidad le pido que me preste esa cantidad por seis meses.
_ ¿Cómo ha podido imaginarse, hijo, que en esta triste celda encontraría esa
cantidad?
_ Es el caso, padre, que no acertaría a responderle, pero tengo fe en que no
me deja ir desconsolado.
_ La fe lo salvara, hermano. Espere un momento.
Y pasando los ojos por las paredes de la celda vio un alacrán que caminaba
tranquilamente sobre el marco de la ventana. Fray Gómez, arrancó una página
de un libro viejo, cogió con delicadeza la sabandija, la envolvió en el papel y
tomándose hacia el castellano viejo le dijo:
El usurero, que era hombre conocedor, vio la alhaja con codicia y le ofreció al
necesitado dos mil duros por ella, pero nuestro español no quiso aceptar otro
préstamo que el de quinientos duros.
Ricardo Palma