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¿qué?
ÑEKO
Resumen
Introducción
Teniendo en cuenta la historia tan rica que tiene detrás el término; seguridad
social, entendida como una evolución de varios sistemas, partiendo desde la
familia y utilizada también por grupos sociales con la convicción de colmar sus
necesidades, este ensayo será proyectado al análisis breve y suficiente de las
etapas que ha traído consigo la seguridad social, sacando a relucir un aspecto
muy importante que estimule a la comunidad académica, no solo estudiantes y
abogados, sino igualmente, economistas y sectores de la misma corriente que sin
duda han tenido gran protagonismo en este nuevo sistema ideado e implantado
por la ley 100 de 1993.
Es importante tener presente que, la concepción de seguridad social trae
aparejada entorno a su forma de prestación, dos caminos; el Estado de bienestar;
en donde es el estado directamente y de manera plena, quien presta los bienes y
servicios solicitados por la comunidad para saciar sus necesidades y, el
neoliberalismo que entre otros impactos, plantea que el estado prácticamente
debe ser un convidado de piedra, y que sus funciones deben limitarse
estrictamente a brindar las condiciones para que las interacciones en el mercado
se puedan presentar de manera transparente.
Ahora, ¿por qué interesa esto en el ámbito del trabajo?, pues bien, interesa
mucho, porque en la medida que los sistemas de seguridad social trabajen de
manera óptima, tendrían en principio, impactos positivos, que de manera
preliminar serían; la descongestión en materia judicial de acciones de tutela por
pagos de incapacidades, por la no concesión de una pensión o por la no
prestación adecuada de los servicios en salud, y se contribuiría enormemente con
planes a efectos para mitigar el desempleo. En esa inteligencia, teniendo un
sistema optimo, los trabajadores del país tendrían la certidumbre de una vejez
plena, una certidumbre institucional de saber que cuando sufran de alguna
contingencia el Estado estará siguiéndolos de cerca para saciar sus necesidades y
tratarlos como se ha prometido en la constitución política; con dignidad humana.
1. La seguridad social
Antes que nada, es necesario definir cuál es la naturaleza de este término, pues
bien, los seres humanos en gran parte de la historia han necesitado mecanismos
para saciar sus necesidades, entonces, es ahí donde vive la seguridad social, en
un instrumento, o dígase mejor, una herramienta para poder vivir sin ningún tipo
de calamidades. En síntesis, así como cuando se tiene hambre tenemos comida
para saciarla, así como cuando se tiene sed, se toma agua, asimismo pareciera en
principio que funciona la seguridad social; el trabajador—puede ser cualquier
persona, pero la pertinencia debe vincular aquí al trabajador—que presente alguna
enfermedad, tendrá citas y el cubrimiento del Plan Obligatorios de Salud para su
respectiva curación, asimismo, en caso de tener un accidente en la prestación de
sus servicios, tendrá su indemnización por el daño causado sea el caso, también,
en caso de vejez; en la cual se limita en gran medida la capacidad para trabajar,
obtendrá—en principio—pensión para el disfrute pleno, aquí ya es donde se
empieza a hablar del término; contingencia. Manifiesta Arenas:
No se podrá dejar de lado jamás para efectos de obtener todas las formas de
prestación que antecedieron la seguridad social al doctor, Gerardo Arenas
Monsalve, se resume de la siguiente forma:
1.4 Previsión.
2ii
ibidem
3iii
ibidem
La RAE, dispone que la previsión es; acción y efecto de prever, sin embargo, lo
mejor sería establecer qué es prever; Disponer o preparar medios contra futuras
contingencias.4
1.6 Mutualismo.
4iv
https://dle.rae.es/prever
5v
El derecho colombiano de la seguridad social, Gerardo Arenas Monsalve, 2018, p.6
6vi
ibidem, p.7
Pérez, Domínguez y Calderón, analizando el concepto de seguridad social
exponen que:
Teniendo claro que no es objeto del ensayo aquí presente, analizar en gran
magnitud cada uno de estos procesos, se identifica de manera esencial el seguro
privado, como una forma de mutualismo mucho más sofisticada, diferenciándose
de él, en el aspecto eminentemente técnico y organizacional, como lo indica
Arenas a grandes rasgos:
“el seguro privado, apareció a finales del siglo XIX, como un contrato de derecho
privado en el cual se pactaba el pago de una prima estimada de acuerdo con el
riesgo asumido por la aseguradora y ésta, a su vez, se obligaba a pagar el valor
del seguro al producirse el evento incierto y futuro materia de la convención.
(Pérez, Domínguez y Calderón, p.90)”
“Un primer paso para la creación de un sistema que ofreciera verdadera protección
a los obreros se inició en Alemania bajo la tutela del canciller Otto Von Bismarck,
conocido como ‘El Canciller de Hierro’, quien afirmaba que este sistema debía ser
creado, dirigido y controlado por el Estado; a este sistema se llamó Seguro Social.
(Pérez, Domínguez y Calderón, p.90)”
Perez, Dominguez y Calderon, citando a Paul Durand, resumen este breve paso
histórico de la siguiente manera:
2. Estado de Bienestar
Lo anterior marca una ruptura y la importancia que ostenta este escrito, pues
nótese que pasan los instrumentos de asistencia y seguros a la esfera pública, el
estado dice ‘’yo me haré cargo de esto’’ y prácticamente despoja y deja vacía las
manos de aquellos que de motu proprio intentaban hacerse cargo de las
prestaciones.
“(…) las cinco principales ventajas del seguro social: la no dependencia de las
prestaciones de la solvencia del empleador; la posibilidad de que los trabajadores
de las pequeñas empresas disfruten también los beneficios del sistema; la
ausencia de cargas excesivas para las empresas, comparada con las prestaciones
a su cargo; el efecto ético sobre el trabajador, que en el régimen de prestaciones
“exige sin medida porque nada le cuesta”, aparte de que “se habitúa a la
desmoralizadora gratuidad de los servicios”, mientras que en el seguro social “el
trabajador paga, en cotizaciones, un servicio que exige como derecho y no recibe
como dádiva generosa”; finalmente, en las prestaciones patronales no se asegura
a quienes sirven a varios empresarios y a otros grupos de asalariados, y en el
seguro social todos quedan igualmente protegidos.” (Arenas,2018, p.64-65)
9ix
Tomado de: https://www.ilo.org/legacy/spanish/inwork/cb-policy-guide/declaraciondefiladelfia1944.pdf
“se parte del postulado de que todo individuo en situación de necesidad tiene
derecho a protección, a fin de asegurar al máximo la seguridad económica de toda
la población y de abolir los estados de necesidad en que puedan encontrarse los
individuos. En un sistema de esa naturaleza, una vez producida la necesidad, de
manera simultánea y automática surge la relación protectora, y también
automáticamente se tiene derecho a las prestaciones sin condicionamientos de
cotización, ya que esta queda subsumida en la relación fiscal impositiva del
Estado. (Arenas,2018, p.36)”
Si bien se habla de seguro social en esta parte del escrito, se unifica este
concepto y el de seguridad social en este sentido, porque aceptando los cambios
estructurales que han tenido las dos concepciones—por lo menos en principio—
ambos regímenes se sustentan en la contribución de los diferentes actores.
3. Etapa de Transición.
El estado de bienestar trajo consigo múltiples problemas, pero de forma específica
fueron los problemas fiscales o financieros los que imposibilitaron la ejecución
optima de las prestaciones que se prometieron brindar. Gamboa y Arellano
explican este suceso así:
“A partir de las crisis económicas de los años setenta y ochenta del siglo anterior,
surgieron diversas propuestas respecto del Estado de bienestar, que generaron
impactos importantes en las políticas de previsión y seguridad social. En efecto,
hubo propuestas de corte neoliberal, en las que se responsabilizaba al Estado
bienestar de ser el causante de las crisis, con la lógica consecuencia de que se
tiende entonces a disminuir el gasto social y a privilegiar la gestión privada.”
(Arenas,2018, p.9)
“Pierre Rosanvallon señaló que hay tres dimensiones que constituyen también tres
etapas en la quiebra del Estado providencia. Las dos primeras son de orden
financiero e ideológico; se refieren a que los gastos sociales, y en especial los de
salud, crecieron a ritmos superiores con respecto a los ingresos (se financió con
alza de gravámenes obligatorios –impuestos más aportes y contribuciones
sociales).” (Farge, 2007, p.4)
“No quiero que el Estado me dé una mano, sino que me las saque de encima” uno
de los leit-motiv de la visión “liberal”, permeó a todas las capas sociales y
constituyó un paradigma compartido por personas pertenecientes a los más
diversos sectores’’ (Farge citando a Minujin, 2007, p.7)
“Otra característica que marcó los primeros años del Instituto fue un agobio
presupuestal continuo. El Estado tenía la obligación legal de aportar y la mayoría
de las veces se atrasó, aunque el Gobierno facilitó administrativamente el
desarrollo del proyecto de seguridad social. El déficit presupuestal originado en los
aportes estatales fue aumentando de año en año, lo que determinó el cierre
prematuro de algunas oficinas locales en 1950.” (Arenas,2018, p.70)
En esta etapa el Estado pide auxilio, se concluye sin lugar a dudas que obtener
del Estado una seguridad social plena, es prácticamente una utopía en toda regla,
por lo menos en un país como el nuestro, entonces, empiezan a tener
protagonismo las posturas neoliberales, dejar que no solo el Estado administre la
prestación de los servicios del sistema, sino, que de igual forma los actores
privados asuman su rol en la prestación de lo que será el servicio público de
seguridad social al expedirse la constitución de 1991.
En efecto, entran en escena las posturas neoliberales, con una clara raigambre en
la constitución política vigente.
4. Neoliberalismo
Ahora bien, hay que resaltar autores como, Jacques Rueff, que planteaba una
intervención—si así se pudiera llamar—“tenue” del Estado en el sector económico:
“Ahora bien, a la pregunta de cuál es en este contexto- el papel del Estado, Hayek
señala dos situaciones. En primer lugar, consiste en solucionar el problema del
financiamiento de los servicios públicos que provee el Estado, pero con la
intención de que estos servicios ya no sean administrados por el Estado ni con
recursos derivados de los impuestos.”
“Esto implica establecer que los servicios que antes eran públicos ahora sean
proporcionados por empresarios particulares.” (Cardoso,2007. p.190)
Por otra parte, un factor no menos importante que ayudó a la entrada masiva del
pensamiento neoliberal se sitúa en la globalización, como lo cuenta Arenas en su
obra:
11xi
Cardoso,2007, p.185
Importante resulta lo anterior para entender que no solo desde la perspectiva
nacional se hacía necesario establecer políticas nuevas de libre mercado, por el
contrario, la globalización ‘’ponía el dedo en la llaga’’ e incentivaba a que se
redujeran aranceles y se hablara de la apertura económica.
“La privatización lleva implícito un cambio en el rol del Estado, el cual pasaría de
proveedor de servicios a regulador y contralor; o mantendría la provisión, pero
convirtiendo el servicio público en una mercancía.” (Gamboa y Arellano,2008,p.52)
Por otra parte, sin pretender adelantarse al tema de los servicios públicos, incluso
la Corte Constitucional tiene clara la consecuencia de la privatización de los
mismos:
“Hay que admitir que al delegarse la prestación del servicio público de salud a una
entidad particular, ésta ocupa el lugar del Estado para algo muy importante cual es
la prestación de un servicio público; pero eso no excluye que la entidad aspire
obtener una legítima ganancia12.”
Sin ir tan lejos, la seguridad social es un servicio público, ¿por qué?, porque la
constitución política lo ha establecido, y no admite discusión por lo menos en lo que aquí
se resalta, expresa la carta lo siguiente:
12xii
Corte Constitucional, Sentencia SU-562 de 1999
13xiii
Constitución Política, 1991.
Para el que quizás pudo dudar en la lectura sobre la privatización de la prestación
de los servicios públicos, el articulo precedente nos aclara de manera rotunda que
es por supuesto una realidad, hace parte de nuestra cotidianidad ver como
distintas empresas prestan servicios públicos, no solo la seguridad social sino
verbigracia, servicios domiciliarios.
“Los servicios públicos están sometidos al régimen jurídico que fije la ley, pueden
ser prestados por el Estado, directa o indirectamente, por comunidades
organizadas, o por particulares14.”
“Para este efecto se considera como servicio público, toda actividad organizada
que tienda a satisfacer necesidades de interés general en forma regular y
continua, de acuerdo con un régimen jurídico especial, bien que se realice por el
Estado, directa o indirectamente, o por personas privadas15.”
Es prudente ahora, dejar claro que todos los sucesos doctrinales y si al caso,
legales, que se han venido estableciendo, se han realizado para marcar la ruptura
de la prestación de los servicios públicos por parte del Estado, por la ahora
también permitir la participación de entidades privadas, y no sería arriesgado
admitir que cada vez más se privatizan los servicios públicos.
14xiv
ibidem
15xv
Código Sustantivo del Trabajo,1950.
Por si fuera poco, la Corte Constitucional indica que la seguridad social es un
derecho fundamental, despojándolo simplemente de su carácter de derecho
económico, social y cultural, y dándole la importancia que realmente merece un
aspecto tan ligado a la dignidad humana, es así como:
16xvi
Declaración Universal de los Derechos Humanos,1948.
17xvii
resolución y conclusiones relativas a la Seguridad Social, conferencia internacional del trabajo, 89, 2001.
como servicio público, y por otra vía, se considera que la seguridad social es un
derecho fundamental, tal parece que en cuanto a su prestación se presentan
contradicciones, en el ámbito del servicio público, se ha mercantilizado su
prestación, cosa que no puede admitir discusión y en el ámbito del derecho
fundamental, considerarlo de tal importancia, que se constituya como un derecho
humano, un derecho que nace—sin entrar en discusión con el debate de cuando
se es persona—desde el mismo momento que las madres dan a luz. Lo anterior,
es de tal importancia que incluso al nacer, se puede considerar que tenemos la
etiqueta ‘’seguridad social’’.
7. Reflexión.
Es por lo anterior que se deben replantear las políticas para la prestación eficiente
del servicio, se debe entrar en detalle sobre las posibles fallas, ¿cuál es la vía
ahora?, ¿seguir con este tipo de prestación mixta, tenue o privada?, ¿absorber
nuevamente la prestación por parte del Estado?, o ¿hay una tercera vía?
Tal parece que son estos cuestionamientos que no deben pasar desapercibidos,
tal parece que la prestación del servicio de seguridad social debe replantearse, o
por lo menos, deben hacerse reales todas aquellas promesas que desde los
primeros acápites de la ley 100 de 1993 se conceptualizan.
Dicho lo anterior, se ha criticado la poca materialización de las leyes o
instrumentos internacionales, indicándose que:
Ahora bien, Luigi Ferrajoli ha reflexionado de igual manera entorno a los derechos
sociales, del que hace parte por supuesto la seguridad social, de la siguiente
forma:
“Pero el Estado no es una sociedad con ánimo de lucro, su razón social reside en
la garantía de los derechos estipulados en su Constitución, exactamente como el
fin de lucro define la razón social de una sociedad comercial. La garantía de los
derechos sociales es, pues, ante todo una obligación constitucional en sí misma.”
(Ferrajoli, 2016, p.65)
“Dicho esto, el lugar común neoliberal del coste excesivo de los derechos sociales
debe ser rechazado y desmentido: los derechos sociales cuestan, es obvio, pero
su no satisfacción es mucho más cara. Cuando faltan la educación y los mínimos
vitales, cuando las personas mueren de hambre, de inanición y de enfermedades
(…).” (Ferrajoli, 2016, p.65)
“En suma, si no fuera por decisiones de la Corte, como algunas de las que se
mencionaron en este capítulo, para los más de siete millones de personas que
viven como los Aroca18, los DESC19 incluidos en la Constitución serían
simplemente promesas incumplidas.” (Alviar,2016, p.329)
No sin terminar el presente escrito, tengo claro que hay todavía personas que
luchan de forma álgida en los distintos sectores académicos, prácticos, políticos,
porque se salvaguarden los derechos de los más desprotegidos, por la protección
de los más desfavorecidos y muchas otras formas de amparo, pero es claro que
hace falta mucho más.
Referencias bibliográficas
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