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La indecisión en la prestación de la Seguridad Social: y ahora

¿qué?

ÑEKO

Resumen

La seguridad social juega un papel determinante en la actualidad, pues engloba


una serie de mecanismos que ayudan al buen vivir de la comunidad en general y
los de los trabajadores en particular, si se afronta de forma seria y optima, es por
ello que resulta necesario cuestionarse sobre su forma actual de prestación bajo el
neoliberalismo, sin dejar de lado el recorrido histórico para de qué forma se ha
llegado hasta este punto, igualmente, es importante tener presente que, las
consecuencias de adoptar este sistema ha desencadenado multitud de críticas y
luchas en oposición al mismo. Es por lo anterior que debe establecerse como
premisa nuclear, la dignidad humana, para así ayudar a aliviar todos los males que
aquejan hoy en día este sector. Y ahora ¿qué?

Introducción

Teniendo en cuenta la historia tan rica que tiene detrás el término; seguridad
social, entendida como una evolución de varios sistemas, partiendo desde la
familia y utilizada también por grupos sociales con la convicción de colmar sus
necesidades, este ensayo será proyectado al análisis breve y suficiente de las
etapas que ha traído consigo la seguridad social, sacando a relucir un aspecto
muy importante que estimule a la comunidad académica, no solo estudiantes y
abogados, sino igualmente, economistas y sectores de la misma corriente que sin
duda han tenido gran protagonismo en este nuevo sistema ideado e implantado
por la ley 100 de 1993.
Es importante tener presente que, la concepción de seguridad social trae
aparejada entorno a su forma de prestación, dos caminos; el Estado de bienestar;
en donde es el estado directamente y de manera plena, quien presta los bienes y
servicios solicitados por la comunidad para saciar sus necesidades y, el
neoliberalismo que entre otros impactos, plantea que el estado prácticamente
debe ser un convidado de piedra, y que sus funciones deben limitarse
estrictamente a brindar las condiciones para que las interacciones en el mercado
se puedan presentar de manera transparente.

Ahora, ¿por qué interesa esto en el ámbito del trabajo?, pues bien, interesa
mucho, porque en la medida que los sistemas de seguridad social trabajen de
manera óptima, tendrían en principio, impactos positivos, que de manera
preliminar serían; la descongestión en materia judicial de acciones de tutela por
pagos de incapacidades, por la no concesión de una pensión o por la no
prestación adecuada de los servicios en salud, y se contribuiría enormemente con
planes a efectos para mitigar el desempleo. En esa inteligencia, teniendo un
sistema optimo, los trabajadores del país tendrían la certidumbre de una vejez
plena, una certidumbre institucional de saber que cuando sufran de alguna
contingencia el Estado estará siguiéndolos de cerca para saciar sus necesidades y
tratarlos como se ha prometido en la constitución política; con dignidad humana.

Es preciso entonces plantearse el siguiente interrogante; y ahora ¿qué?, si ya


hemos pasado por todos los procesos y formas de prestación de la seguridad
social, si se plantea un principio de universalidad en donde no solo sean los
trabajadores los beneficiados con este sistema sino toda la población, si se nos ha
vendido la idea de que la delegación a entidades privadas sería la solución para la
optimización del servicio y no sucede como se ha querido, cuál será el rumbo de la
seguridad social. Se tendrán que replantear por supuesto las políticas estatales,
las formas de prestación de los servicios, la desmercantilización y la toma en
escena del Estado no solo como un convidado de piedra, sino como un actor
activo del sistema de seguridad social en el país.

1. La seguridad social
Antes que nada, es necesario definir cuál es la naturaleza de este término, pues
bien, los seres humanos en gran parte de la historia han necesitado mecanismos
para saciar sus necesidades, entonces, es ahí donde vive la seguridad social, en
un instrumento, o dígase mejor, una herramienta para poder vivir sin ningún tipo
de calamidades. En síntesis, así como cuando se tiene hambre tenemos comida
para saciarla, así como cuando se tiene sed, se toma agua, asimismo pareciera en
principio que funciona la seguridad social; el trabajador—puede ser cualquier
persona, pero la pertinencia debe vincular aquí al trabajador—que presente alguna
enfermedad, tendrá citas y el cubrimiento del Plan Obligatorios de Salud para su
respectiva curación, asimismo, en caso de tener un accidente en la prestación de
sus servicios, tendrá su indemnización por el daño causado sea el caso, también,
en caso de vejez; en la cual se limita en gran medida la capacidad para trabajar,
obtendrá—en principio—pensión para el disfrute pleno, aquí ya es donde se
empieza a hablar del término; contingencia. Manifiesta Arenas:

‘’la seguridad social, es un instrumento de satisfacción de necesidades sociales


surgido de la capacidad de previsión del individuo y de la solidaridad como valor
social, pero no es un mecanismo que pretenda reemplazar el esfuerzo individual
en la búsqueda de la solución de estas necesidades’’. (Arenas,2018, p.3)

Abordado lo anterior, es así como la seguridad social—al margen de todo análisis


económico, jurídico especializado o político—funciona para colmar las
necesidades de la población. Ahora bien, veamos que su prestación y sus inicios
han sido muy diferentes a como se plantea en la actualidad.

No se podrá dejar de lado jamás para efectos de obtener todas las formas de
prestación que antecedieron la seguridad social al doctor, Gerardo Arenas
Monsalve, se resume de la siguiente forma:

1.1 Asistencia Familiar.

El primer tipo de asistencia que se da en la sociedad, es el que surge por los


vínculos familiares1, es así, como se empieza a considerar desde la misma familia
el valor de la solidaridad combinada con el amor que se le tiene a un ser querido
con el que se ha pasado como se conoce en la cotidianidad, ‘’las verdes y las
1i
El derecho colombiano de la seguridad social, Gerardo Arenas Monsalve, 2018, p.5
maduras’’, no en vano se considera la familia como una institución básica de la
sociedad, como reza en el articulo 5 de la Constitución Política de Colombia : ‘’El
Estado reconoce, sin discriminación alguna, la primacía de los derechos
inalienables de la persona y ampara a la familia como institución básica de la
sociedad.’’

1.2 Asistencia Privada.

Es una medida protectora de la indigencia, que se concreta en instituciones


creadas o reglamentadas por personas o entidades particulares y dotadas con
fondos privados.2 Nótese como se entra en un aspecto importante en el que luego
se ahondará, la asistencia empieza prácticamente un proceso de mutación o
desarrollo en cada escenario histórico o en cada momento de la vida del ser
humano, ya no solo es suficiente la asistencia familiar, sino que las mismas
personas concretan la misión de atender y solventar necesidades a través de la
iniciativa privada.

1.3 Asistencia Pública.

Es el conjunto de mecanismos protectores de necesidades sociales dispuestos por


la administración pública, para garantizar al ciudadano los medios precisos para
atender sus necesidades vitales3. Interesante resulta entonces que se va
ampliando el espectro de la prestación, se empieza desde la familia, se sigue bajo
la autonomía privada y finalmente es el Estado quien bajo los organismos que
componen la administración pública toma la prestación asistencial de los servicios
necesarios para el buen vivir de la comunidad.

1.4 Previsión.

2ii
ibidem
3iii
ibidem
La RAE, dispone que la previsión es; acción y efecto de prever, sin embargo, lo
mejor sería establecer qué es prever; Disponer o preparar medios contra futuras
contingencias.4

De manera que, es como se empiezan a diseñar formas de ahorro para preparar


futuras contingencias como lo dispone la RAE, llevándolo a la praxis, lo que
sucede es, ‘’ necesito ahorrar porque no se sabe qué pueda pasar más adelante’’.
Pues bien, de esta manera se habla del ahorro individual, como primer mecanismo
de previsión.

1.5 Ahorro Individual

Es una medida de previsión individual y voluntaria, mediante la cual el sujeto


sacrifica el consumo de bienes y servicios actuales con la finalidad de cubrir, con
esos recursos, la posibilidad de necesidades futuras 5. Se indica también en la
misma obra de Arenas que, no sirvió mucho este mecanismo en la medida de que
los trabajadores no ostentaban un salario con el que pudieran reservarse o
despojarse de alguna parte de sus ingresos, es:

“la gran dificultad práctica del ahorro, pues los bajos niveles de ingreso impiden


destinar excedentes para atender necesidades futuras. Además, la necesidad
futura suele ser despreciada por parecer lejana y aleatoria, y se tiende a destinar
el total de la renta, al consumo.” (Arenas,2018, p.6)

1.6 Mutualismo.

El mutualismo se constituye como la primera modalidad de previsión colectiva 6, en


donde ya no solo una persona destina parte de sus ingresos para ahorrar y así
colmar alguna contingencia que se le pueda presentar, sino que se junta, coopera
con otras para poder por lo menos en principio ampliar la cobertura de más
servicios y reducir la cantidad de dinero que se destina del salario al ahorro.

4iv
https://dle.rae.es/prever
5v
El derecho colombiano de la seguridad social, Gerardo Arenas Monsalve, 2018, p.6
6vi
ibidem, p.7
Pérez, Domínguez y Calderón, analizando el concepto de seguridad social
exponen que:

“Como alternativa a estas condiciones de precariedad surge el ahorro privado, que


permitía a los obreros eliminar los gastos innecesarios y cubrir aquellos de primera
necesidad. No fue muy efectivo debido los bajos salarios que recibían los obreros;
la mutualidad, que era un mecanismo de asociación sin ánimo de lucro, cuyo
principio fundamental es la solidaridad y que permitió el desarrollo de lo que hoy
se conoce como Seguridad Social. (Pérez, Domínguez y Calderón,2012, p.90)”

1.7 Seguro Privado.

Teniendo claro que no es objeto del ensayo aquí presente, analizar en gran
magnitud cada uno de estos procesos, se identifica de manera esencial el seguro
privado, como una forma de mutualismo mucho más sofisticada, diferenciándose
de él, en el aspecto eminentemente técnico y organizacional, como lo indica
Arenas a grandes rasgos:

“El seguro privado ofrece también ventajas e inconvenientes. Sus principales


ventajas son el traslado del costo del riesgo a otro sujeto a cambio de un precio
significativamente menor, como también la posibilidad jurídica de exigir la
protección cuando se han cumplido los requisitos establecidos; además, las
técnicas actuariales y la mayor dispersión de los riesgos lo hace superior al
mutualismo. (Arenas,2018, p.8)”

Ahondando, manifiesta Pérez, Domínguez y Calderón lo siguiente:

“el seguro privado, apareció a finales del siglo XIX, como un contrato de derecho
privado en el cual se pactaba el pago de una prima estimada de acuerdo con el
riesgo asumido por la aseguradora y ésta, a su vez, se obligaba a pagar el valor
del seguro al producirse el evento incierto y futuro materia de la convención.
(Pérez, Domínguez y Calderón, p.90)”

1.8 Seguro Social.


Son seguros obligatorios de origen legal, gestionados por entes públicos, dirigidos
específicamente a proteger necesidades generales derivadas de riesgo que
afectan a individuos determinados por la ley.7

Entra en escena el Estado, parece ser que en el recorrido que se ha realizado, el


Estado es un convidado de piedra al que se le mira con indiferencia pero que en
últimas toma iniciativa del sistema de seguros privados, y lo adapta a los
organismos de la administración pública. Es pues un gran avance.

Ahora bien, desde un escenario histórico se plantea el seguro social de la


siguiente manera:

“Un primer paso para la creación de un sistema que ofreciera verdadera protección
a los obreros se inició en Alemania bajo la tutela del canciller Otto Von Bismarck,
conocido como ‘El Canciller de Hierro’, quien afirmaba que este sistema debía ser
creado, dirigido y controlado por el Estado; a este sistema se llamó Seguro Social.
(Pérez, Domínguez y Calderón, p.90)”

Al mismo tiempo, Arenas, plantea características distintivas del seguro social,


como:
 Asumir la modalidad de protección en favor de terceros: No solo al
trabajador sino a sus familiares.
 Las primas (cotizaciones) se financian con el empleador y el trabajador.
 Su regulación se convierte en materia de orden público con una rigurosa
ordenación normativa en cuanto afiliación, cotizaciones, prestaciones. etc. 8

De manera que, es así como después de todos estos procesos que


desembocan siempre en la prestación directa del Estado por interesarse en
asumir el asunto, nace el concepto de Seguridad Social, que además nace
ante los fracasos del seguro social, ante la relativa cobertura y ante muchos
más aspectos que en detalle se encuentran en las obras de los expertos, en
otras palabras, lo anterior para contextualizar que el concepto de seguridad
social no es un término aislado sino que tiene una rica historicidad que muestra
cómo, escalón a escalón se ha entrado en esta nueva perspectiva de
7vii
Arenas,2018, p.8
8viii
Arenas,2018, p.9
prestación y de solución a las contingencias que pueda presentar cualquier
persona de nuestro país.

Perez, Dominguez y Calderon, citando a Paul Durand, resumen este breve paso
histórico de la siguiente manera:

‘’la primera es la que él llama Procesos Indiferenciados de Garantía, que son: el


ahorro individual, la mutualidad, el seguro privado, la asistencia pública y la
responsabilidad; la segunda es la de los seguros sociales y la tercera es la de la
seguridad social”. (Pérez, Dominguez y Calderón, citando a Durand,2007, p.89)

Presentado lo anterior, es menester ahora analizar y describir dos contextos que a


juicio del ponente han sido fundamentales para plantear el interrogante, y ahora
¿qué?

2. Estado de Bienestar

Como en otro acápite del presente escrito se ha manifestado, se define como


Estado de Bienestar, aquel Estado que pretende de forma integral cubrir todas y
cada una de las necesidades de la población, caracterizado también por la
‘’enemistad’’ por el salvajismo del mercado donde prima la ley del más fuerte,
Collazos describe este proceso así:

“A partir de la gran crisis de los años treinta –y más específicamente después de la


Segunda Guerra Mundial– se puso en marcha en los países occidentales un
sistema de solidaridad social que aspiró a corregir las injusticias del “capitalismo
espontáneo”, en el cual el Estado sería paulatinamente considerado como
responsable del progreso social de la población: es la idea del “Estado
providencia”, “Estado de bienestar” o “Estado benefactor”. Michel Albert habló de
la segunda fase del capitalismo haciendo mención a aquella que se originó a fines
del siglo XIX, en la cual el Estado trató de corregir los excesos del mercado.”
(Collazos,2007, p.2)

Al respecto conviene decir que, mucho se ha contado a cerca de este importante


suceso que cambió la perspectiva de la política estatal, Alemania que tiene un
escenario protagónico en toda esta serie de situaciones entorno a la seguridad
social, da cuenta de este en las políticas de Bismarck de la siguiente forma:

“Básicamente el modelo de Bismarck se resume en una política social de bienestar


que, a su vez, se divide en tres líneas: la ley sobre el seguro de enfermedad, el
cual alcanzó consagración legislativa el 15 de Junio de 1883; la ley de seguro de
accidentes de trabajo, disponiéndose que su financiación debía estar a cargo de
los empleadores el 16 de Julio de 1884 y la ley de seguro de vejez o invalidez
total, firmada el 22 de Junio de 1889;el 19 de Julio de 1911finalmente se promulgó
el código de los Seguros Sociales, sin mucho significado de unificación de las
nacientes leyes análogas al tema.(Pérez, Domínguez y Calderón, p.91)”

Es así, que la particularidad del Estado intervencionista, o benefactor, consiste en


la garantía de unos bienes y servicios a los cuales tienen derecho todos los
ciudadanos.

No puede olvidarse que cuando inició el auge del Estado benefactor se


empezaron a implementar los seguros sociales, uno de los instrumentos mediante
el cual se pretendía materializar esa idea de Estado benefactor, es pues el seguro
social en sí mismo la puesta en escena del nuevo modelo en donde el Estado ya
no es un invitado al que se le mira con cierta indiferencia sino el que marca la
pauta, el que dice cómo, dónde y cuándo, aclarando obviamente que tendiendo
como brújula las necesidades del ciudadano.

Lo anterior marca una ruptura y la importancia que ostenta este escrito, pues
nótese que pasan los instrumentos de asistencia y seguros a la esfera pública, el
estado dice ‘’yo me haré cargo de esto’’ y prácticamente despoja y deja vacía las
manos de aquellos que de motu proprio intentaban hacerse cargo de las
prestaciones.

En esa inteligencia, también se produjo un gran impacto desde el punto de vista


internacional, acerca de la importancia de la seguridad social, la Organización
Internacional del Trabajo, en la declaración de filadelfia, planteó el fomento de
programas que permitan entre otros:
“(f) extender las medidas de seguridad social para garantizar ingresos básicos a quienes
los necesiten y prestar asistencia médica completa.9 (OMS,1944)”

Aunado a lo anterior en 1947 entra en vigor la ley 90 de 1946 en Colombia, por


medio de la cual se establece el seguro social obligatorio y se crea el Instituto
Colombiano de Seguros sociales. Anteriormente, los subsistemas que hoy se
conocen como pensión, riesgos laborales y salud correspondían al empleador.
Arenas, citando al ministro Arriaga Andrade, expone las ventajas de acogerse al
sistema de seguros sociales en la exposición que realiza de los motivos del
proyecto de ley, así:

“(…) las cinco principales ventajas del seguro social: la no dependencia de las
prestaciones de la solvencia del empleador; la posibilidad de que los trabajadores
de las pequeñas empresas disfruten también los beneficios del sistema; la
ausencia de cargas excesivas para las empresas, comparada con las prestaciones
a su cargo; el efecto ético sobre el trabajador, que en el régimen de prestaciones
“exige sin medida porque nada le cuesta”, aparte de que “se habitúa a la
desmoralizadora gratuidad de los servicios”, mientras que en el seguro social “el
trabajador paga, en cotizaciones, un servicio que exige como derecho y no recibe
como dádiva generosa”; finalmente, en las prestaciones patronales no se asegura
a quienes sirven a varios empresarios y a otros grupos de asalariados, y en el
seguro social todos quedan igualmente protegidos.” (Arenas,2018, p.64-65)

Visto lo anterior, es menester explicar las distintas concepciones de seguridad


social, para entender por qué los trabajadores y los empleadores deben cotizar
para poder adquirir todos los beneficios que brindó el seguro social, transformado
ahora en seguridad social.

Seguridad Social Plena

Esta concepción de la seguridad social es un aspecto ideal, el deber ser. Se


caracteriza por no necesitar de ninguna clase de relación jurídica para acceder de
manera ‘’plena’’ a todas las prestaciones que brinda el sistema, será el estado
quién lo financiará todo. Lo esboza Arenas así:

9ix
Tomado de: https://www.ilo.org/legacy/spanish/inwork/cb-policy-guide/declaraciondefiladelfia1944.pdf
“se parte del postulado de que todo individuo en situación de necesidad tiene
derecho a protección, a fin de asegurar al máximo la seguridad económica de toda
la población y de abolir los estados de necesidad en que puedan encontrarse los
individuos. En un sistema de esa naturaleza, una vez producida la necesidad, de
manera simultánea y automática surge la relación protectora, y también
automáticamente se tiene derecho a las prestaciones sin condicionamientos de
cotización, ya que esta queda subsumida en la relación fiscal impositiva del
Estado. (Arenas,2018, p.36)”

Seguridad Social Contributiva

Por el contrario, esta idea de seguridad social, necesita de la contribución de los


actores, bien sea trabajadores con contrato de trabajo, servidores públicos,
pensionados, jubilados, etc. En síntesis, personas que devenguen una suma
específica de ingresos con el fin de suministrarlos a un fondo común para
solventar necesidades en virtud del principio de solidaridad. Arenas lo ilustra así:

“un estadio de la evolución de la seguridad social que no es de plena protección se


requiere delimitar, en primer término, el ámbito subjetivo de protección, de modo
que la afiliación constituye el mecanismo para conocer quiénes son los sujetos
protegidos y obligados por la seguridad social. Hay que limitar igualmente las
necesidades protegidas, así como establecer un control sobre esas necesidades:
el criterio controlador no es otro que el de las causas productoras de las
necesidades, es decir las contingencias.” (Arenas,2018, p.36)

Si bien se habla de seguro social en esta parte del escrito, se unifica este
concepto y el de seguridad social en este sentido, porque aceptando los cambios
estructurales que han tenido las dos concepciones—por lo menos en principio—
ambos regímenes se sustentan en la contribución de los diferentes actores.

En fin, en esta etapa del siglo XX, se presentaron un cúmulo de situaciones


mediante las cuales la hoy seguridad social en ‘’estado de gestación’’ se
proyectaba como un ideal estatal, no solo en Colombia sino también en muchos
países de américa latina.

3. Etapa de Transición.
El estado de bienestar trajo consigo múltiples problemas, pero de forma específica
fueron los problemas fiscales o financieros los que imposibilitaron la ejecución
optima de las prestaciones que se prometieron brindar. Gamboa y Arellano
explican este suceso así:

“Durante las décadas de los ochenta y noventa, las democracias latinoamericanas


experimentaron una crisis económica, política y social que condujo a un proceso
de reforma y modernización del Estado, justificado formalmente en la ineficiencia
del mismo para responder a las necesidades y expectativas de los ciudadanos. Se
evidenció el deterioro del modelo de bienestar que se había adoptado en América
Latina y en gran parte del mundo, donde el rol del Estado era amplio:
intervencionista, asistencialista y empresario.” (Gamboa y Arellano,2007, p.3)

Pues bien, Colombia no fue ajeno a esa búsqueda de la ‘’modernización del


Estado’’ que, en los años 90 del siglo anterior—etapa presidencial de Gaviria—era
la meta de aquel gobierno, implementar prácticamente a raja tabla una nueva
concepción de Estado neoliberal. De lo anterior Cárdenas expone que:

“Gaviria expresó su convencimiento de que le era indispensable reestructurar el


sector público para implementar la apertura, confirmando los temores del
movimiento laboral respecto al endurecimiento del modelo neoliberal y la amenaza
directa que éste representaba para la población mayoritaria de sindicalizados, la
del sector público, a menos que el movimiento laboral respondiera involucrándose
en el proceso de reforma constitucional, uno de los principales componentes de la
"modernización" del Estado(..).” (Cárdenas,1995, p.55)

Se le llama etapa de transición porque el Estado de Bienestar sufre un declive


entorno a la consecución de los fines que se propuso lograr. Arenas, discrimina la
crisis de la siguiente manera:

“A partir de las crisis económicas de los años setenta y ochenta del siglo anterior,
surgieron diversas propuestas respecto del Estado de bienestar, que generaron
impactos importantes en las políticas de previsión y seguridad social. En efecto,
hubo propuestas de corte neoliberal, en las que se responsabilizaba al Estado
bienestar de ser el causante de las crisis, con la lógica consecuencia de que se
tiende entonces a disminuir el gasto social y a privilegiar la gestión privada.”
(Arenas,2018, p.9)

Farge citando a Pierre Rosanvallón también expone el declive del Estado de


bienestar de la siguiente forma:

“Pierre Rosanvallon señaló que hay tres dimensiones que constituyen también tres
etapas en la quiebra del Estado providencia. Las dos primeras son de orden
financiero e ideológico; se refieren a que los gastos sociales, y en especial los de
salud, crecieron a ritmos superiores con respecto a los ingresos (se financió con
alza de gravámenes obligatorios –impuestos más aportes y contribuciones
sociales).” (Farge, 2007, p.4)

Aunado a lo que se dijo sobre el arrebatamiento del Estado a las iniciativas


privadas—yo me haré cargo de esto—lo expone Farge a la inversa, esto es, desde
la perspectiva neoliberal, así:

“No quiero que el Estado me dé una mano, sino que me las saque de encima” uno
de los leit-motiv de la visión “liberal”, permeó a todas las capas sociales y
constituyó un paradigma compartido por personas pertenecientes a los más
diversos sectores’’ (Farge citando a Minujin, 2007, p.7)

Respecto de los muchos problemas que se evidenciaron en la puesta en marcha


del Seguro Social, Arenas manifiesta:

“Otra característica que marcó los primeros años del Instituto fue un agobio
presupuestal continuo. El Estado tenía la obligación legal de aportar y la mayoría
de las veces se atrasó, aunque el Gobierno facilitó administrativamente el
desarrollo del proyecto de seguridad social. El déficit presupuestal originado en los
aportes estatales fue aumentando de año en año, lo que determinó el cierre
prematuro de algunas oficinas locales en 1950.” (Arenas,2018, p.70)

En esta etapa el Estado pide auxilio, se concluye sin lugar a dudas que obtener
del Estado una seguridad social plena, es prácticamente una utopía en toda regla,
por lo menos en un país como el nuestro, entonces, empiezan a tener
protagonismo las posturas neoliberales, dejar que no solo el Estado administre la
prestación de los servicios del sistema, sino, que de igual forma los actores
privados asuman su rol en la prestación de lo que será el servicio público de
seguridad social al expedirse la constitución de 1991.

Teniendo en cuenta lo precedente, si bien se consideró por parte de los gobiernos


que la salida a todas aquellas crisis que se vislumbraron en américa latina era la
tendencia al neoliberalismo, no fue del todo así, debido a que hubo muchísima
sangre derramada por las disputas laborales en la segunda mitad del siglo XX—en
Colombia—por la búsqueda de no privatizar las distintas entidades administradas
por el Estado.

En efecto, entran en escena las posturas neoliberales, con una clara raigambre en
la constitución política vigente.

4. Neoliberalismo

Estudiando el origen de lo que es considerado en este momento neoliberalismo,


no es menos importante encontrar que las luchas entre liberales y conservadores
ha tenido gran relevancia para concebir lo que hoy se concibe, en tanto que los
primeros propugnaban por liberar al ciudadano de las limitaciones del gobierno y
los segundos por seguir manteniendo su ‘’poder’’, no en vano dice Cardoso en
2007; ‘’Por ende, los liberales se caracterizaban, en un principio, por combatir por
los medios a su alcance, los intentos tanto del soberano como del parlamento para
reducir la libertad individual del ciudadano’’. 10

Ahora bien, hay que resaltar autores como, Jacques Rueff, que planteaba una
intervención—si así se pudiera llamar—“tenue” del Estado en el sector económico:

“El liberalismo moderno sí continúa siendo un régimen de laisser-passer, pero no


es de hecho un régimen de laissez-faire. Su doctrina le ha convencido de que una
civilización de mercado permite muy amplias posibilidades de intervención:
intervención actuando sobre las causas y sobre los efectos de los precios,
intervención por ley o por vía reglamentaria, finalmente, y, sobre todo, intervención
10x
(Cardoso,2007, p.179)
mediante la redistribución de la renta efectuada mediante el ejercicio de la
soberanía fiscal.” (Cardoso,2007,182)

En este orden de ideas, y para efectos de la pertinencia del presente escrito se


resalta la postura de Friedrich A. Hayek—no en vano se considera el verdadero
cerebro— 11quién plantea ya desde 1944 sus pensamientos neoliberales y la
repercusión que el mismo tiene en la prestación de los servicios públicos, así:

“Ahora bien, a la pregunta de cuál es en este contexto- el papel del Estado, Hayek
señala dos situaciones. En primer lugar, consiste en solucionar el problema del
financiamiento de los servicios públicos que provee el Estado, pero con la
intención de que estos servicios ya no sean administrados por el Estado ni con
recursos derivados de los impuestos.”

“Esto implica establecer que los servicios que antes eran públicos ahora sean
proporcionados por empresarios particulares.” (Cardoso,2007. p.190)

Pues bien, es prácticamente un consenso asumir que el Estado en este contexto


neoliberal, pasará a detentar funciones de regulación normativa que permita que
los particulares puedan de manera objetiva competir y hacerse cargo de sus
compromisos en el mercado.

Por otra parte, un factor no menos importante que ayudó a la entrada masiva del
pensamiento neoliberal se sitúa en la globalización, como lo cuenta Arenas en su
obra:

“La globalización es otra característica de nuestro tiempo. “Globalización significa


la perceptible pérdida de fronteras del quehacer cotidiano en las distintas
dimensiones de la economía, la información, la ecología, la técnica, los conflictos
transculturales y la sociedad civil”. Este fenómeno, cuya comprensión plena
todavía no captamos por su dimensión y sus imprevisibles consecuencias, ha
transformado, entre otras muchas cosas, “la alianza histórica entre capitalismo,
estado asistencial y democracia”, y con ella los sistemas de seguridad social’’.
(Arenas citando a Ulrick, 2018, p.91)"

11xi
Cardoso,2007, p.185
Importante resulta lo anterior para entender que no solo desde la perspectiva
nacional se hacía necesario establecer políticas nuevas de libre mercado, por el
contrario, la globalización ‘’ponía el dedo en la llaga’’ e incentivaba a que se
redujeran aranceles y se hablara de la apertura económica.

4.1. Impacto de la globalización en el derecho laboral.

Hablando de globalización y estas concepciones ‘’salvadoras’’ del funcionamiento


óptimo de los países como el neoliberalismo, no se pueden dejar de lado las
repercusiones que ha tenido la globalización en el marco del derecho laboral,
nueva concepción que según algunos autores ha tenido serias repercusiones en lo
que tiene que ver con la desigualdad y la deshumanización en el trabajo,
aportando cada vez más intromisiones a los derechos esenciales de los
trabajadores, simplemente por buscar una ganancia de caracter económico o
mejor dicho, por flexibilizar los procesos de contratación rompen la concepción
humanista de las personas hasta el punto de reducirlas en una “cosa”. Veamos lo
que expone Nájera:

“La era global ha convertido el mundo en un espacio abierto al intercambio de


productos y mercancías; pero también lo ha forzado a ser partícipe de un
sinnúmero de cambios en las relaciones laborales que se han traducido en la
flexibilización de los derechos laborales.” (Nájera, 2015, p.138)

Ahondando en este tema, la flexibilización laboral debe entenderse en el sentido


de que se han diseñado nuevas formas de vinculación laboral que en nada ayudan
al trabajador a tener estabilidad en su empleo—derecho mínimo fundamental—y
por supuesto impera en él la incertidumbre de no saber qué hacer en un mañana,
en otras palabras, con base a las modificaciones de la contratación laboral flexible
se llega al punto de mantener en zozobra al trabajador que incluso puede tener
una familia a su cargo.

Febles y parodi dan la estocada final y manifiestan:

“Nunca en la historia la supervivencia de la especie humana estuvo tan


amenazada por el poder destructivo del capital. Es, por lo tanto, vital para la
América Latina y para la humanidad superar, trascender el capitalismo neoliberal;
porque la alternativa que se nos presenta en el futuro cercano se reduce a la
simple contradicción “vida o muerte.” (Febles y Parodi Citando a Bossi, 2011)

En fin, en se podrían seguir citando autores, sin ni siquiera exponerse el núcleo


del asunto que motiva este escrito, la conclusión de la entrada del neoliberalismo
se sintetiza de la siguiente manera:

“La privatización lleva implícito un cambio en el rol del Estado, el cual pasaría de
proveedor de servicios a regulador y contralor; o mantendría la provisión, pero
convirtiendo el servicio público en una mercancía.” (Gamboa y Arellano,2008,p.52)

Por otra parte, sin pretender adelantarse al tema de los servicios públicos, incluso
la Corte Constitucional tiene clara la consecuencia de la privatización de los
mismos:

“Hay que admitir que al delegarse la prestación del servicio público de salud a una
entidad particular, ésta ocupa el lugar del Estado para algo muy importante cual es
la prestación de un servicio público; pero eso no excluye que la entidad aspire
obtener una legítima ganancia12.”

5. La Seguridad Social como servicio público.

Sin ir tan lejos, la seguridad social es un servicio público, ¿por qué?, porque la
constitución política lo ha establecido, y no admite discusión por lo menos en lo que aquí
se resalta, expresa la carta lo siguiente:

“ART. 48. La Seguridad Social es un servicio público de carácter obligatorio que se


prestará bajo la dirección, coordinación y control del Estado, en sujeción a los
principios de eficiencia, universalidad y solidaridad, en los términos que establezca
la Ley.13 “

12xii
Corte Constitucional, Sentencia SU-562 de 1999
13xiii
Constitución Política, 1991.
Para el que quizás pudo dudar en la lectura sobre la privatización de la prestación
de los servicios públicos, el articulo precedente nos aclara de manera rotunda que
es por supuesto una realidad, hace parte de nuestra cotidianidad ver como
distintas empresas prestan servicios públicos, no solo la seguridad social sino
verbigracia, servicios domiciliarios.

Se despeja lo anterior con el articulo 365 de la Constitución Política, que reza:

“Los servicios públicos están sometidos al régimen jurídico que fije la ley, pueden
ser prestados por el Estado, directa o indirectamente, por comunidades
organizadas, o por particulares14.”

Ahora bien, cabe preguntarse, ¿Qué es un servicio público?, pues bien, de


acuerdo con el articulo 365 de la constitución política;’’ Los servicios públicos son
inherentes a la finalidad social del Estado’’.

Ahondando en el concepto, el articulo 430 del Código Sustantivo del Trabajo,


manifiesta que:

“Para este efecto se considera como servicio público, toda actividad organizada
que tienda a satisfacer necesidades de interés general en forma regular y
continua, de acuerdo con un régimen jurídico especial, bien que se realice por el
Estado, directa o indirectamente, o por personas privadas15.”

Es prudente ahora, dejar claro que todos los sucesos doctrinales y si al caso,
legales, que se han venido estableciendo, se han realizado para marcar la ruptura
de la prestación de los servicios públicos por parte del Estado, por la ahora
también permitir la participación de entidades privadas, y no sería arriesgado
admitir que cada vez más se privatizan los servicios públicos.

6. La seguridad social como derecho fundamental.

14xiv
ibidem
15xv
Código Sustantivo del Trabajo,1950.
Por si fuera poco, la Corte Constitucional indica que la seguridad social es un
derecho fundamental, despojándolo simplemente de su carácter de derecho
económico, social y cultural, y dándole la importancia que realmente merece un
aspecto tan ligado a la dignidad humana, es así como:

“Conforme a la jurisprudencia constitucional, el derecho a la seguridad social es un


real derecho fundamental cuya efectividad se deriva “de (i) su carácter irrenunciable,
(ii) su reconocimiento como tal en los convenios y tratados internacionales ratificados
por el Estado colombiano en la materia y (iii) de su prestación como servicio público
en concordancia con el principio de universalidad. Sin embargo, el carácter
fundamental del derecho a la seguridad social no puede ser confundido con su aptitud
de hacerse efectivo a través de la acción de tutela.” (Corte Constitucional, SentenciaT-
164-2013)

Ahora, revisando desde el punto de vista internacional, la declaración universal de


los derechos humanos indica:

“Art. 22. Toda persona, como miembro de la sociedad, tiene derecho a la


seguridad social, (…).16”

A su vez, la OIT, se ha pronunciado al respecto, indicando que:

“La seguridad social es muy importante para el bienestar de los trabajadores, de


sus familias y de toda la sociedad. Es un derecho humano fundamental y un
instrumento esencial para crear cohesión social, y de ese modo contribuye a
garantizar la paz y la integración sociales. Forma parte indispensable de la política
social de los gobiernos y es una herramienta importante para evitar y aliviar la
pobreza. A través de la solidaridad nacional y la distribución justa de la carga,
puede contribuir a la dignidad humana, a la equidad y a la justicia social. También
es importante para la integración política, la participación de los ciudadanos y el
desarrollo de la democracia17.”

Estableciendo una conjetura sobre estas dos posturas, se estima que,


evidentemente, de un lado se considera la idea de determinar la seguridad social

16xvi
Declaración Universal de los Derechos Humanos,1948.
17xvii
resolución y conclusiones relativas a la Seguridad Social, conferencia internacional del trabajo, 89, 2001.
como servicio público, y por otra vía, se considera que la seguridad social es un
derecho fundamental, tal parece que en cuanto a su prestación se presentan
contradicciones, en el ámbito del servicio público, se ha mercantilizado su
prestación, cosa que no puede admitir discusión y en el ámbito del derecho
fundamental, considerarlo de tal importancia, que se constituya como un derecho
humano, un derecho que nace—sin entrar en discusión con el debate de cuando
se es persona—desde el mismo momento que las madres dan a luz. Lo anterior,
es de tal importancia que incluso al nacer, se puede considerar que tenemos la
etiqueta ‘’seguridad social’’.

7. Reflexión.

Después de abordar de manera sucinta—eso se espera—la seguridad social, sus


formas de prestación, esto es, con el Estado de bienestar o desde la perspectiva
del neoliberalismo, de escudriñar desde dos puntos de vista su manera de
contextualizarse, sea servicio público, sea derecho fundamental, igualmente, sus
formas de conceptualizarse, sea de manera plena, sea de manera contributiva. Se
plantea la pregunta, y ahora ¿qué?, y no se plantea la pregunta en el vacío, se
plantea como una realidad, porque se ha pasado de la crisis de un Estado de
bienestar, a la entrada del neoliberalismo del que se pregona podía ser la
salvación de todas aquellas crisis, sin embargo, lo que hoy se observa es que el
sistema de seguridad social, tiene inconvenientes innumerables, liquidaciones de
EPS, masiva interposición de acciones de tutela por pago de incapacidades,
realización de procedimientos médicos, negación de pensiones, informalidad
laboral, cobertura, desempleo etc. No es del caso traer a colación, todas las
noticias que circulan en los distintos medios de comunicación para darse cuenta
de esa realidad tan latente que vive el país.

Es por lo anterior que se deben replantear las políticas para la prestación eficiente
del servicio, se debe entrar en detalle sobre las posibles fallas, ¿cuál es la vía
ahora?, ¿seguir con este tipo de prestación mixta, tenue o privada?, ¿absorber
nuevamente la prestación por parte del Estado?, o ¿hay una tercera vía?

Tal parece que son estos cuestionamientos que no deben pasar desapercibidos,
tal parece que la prestación del servicio de seguridad social debe replantearse, o
por lo menos, deben hacerse reales todas aquellas promesas que desde los
primeros acápites de la ley 100 de 1993 se conceptualizan.
Dicho lo anterior, se ha criticado la poca materialización de las leyes o
instrumentos internacionales, indicándose que:

“No basta con que se reflejen y proclamen en instrumentos internacionales la


igualdad de derechos del hombre y la mujer en todos los órdenes sin distinción de
algún motivo, y que los estados los acojan formalmente; sino este principio como
tal requiere de medidas concretas para su aplicación real.” (febles y parodi,2011)

Ahora bien, Luigi Ferrajoli ha reflexionado de igual manera entorno a los derechos
sociales, del que hace parte por supuesto la seguridad social, de la siguiente
forma:

“Pero el Estado no es una sociedad con ánimo de lucro, su razón social reside en
la garantía de los derechos estipulados en su Constitución, exactamente como el
fin de lucro define la razón social de una sociedad comercial. La garantía de los
derechos sociales es, pues, ante todo una obligación constitucional en sí misma.”
(Ferrajoli, 2016, p.65)

Asimismo, frente al tema del neoliberalismo, dice:

“Dicho esto, el lugar común neoliberal del coste excesivo de los derechos sociales
debe ser rechazado y desmentido: los derechos sociales cuestan, es obvio, pero
su no satisfacción es mucho más cara. Cuando faltan la educación y los mínimos
vitales, cuando las personas mueren de hambre, de inanición y de enfermedades
(…).” (Ferrajoli, 2016, p.65)

La realidad es objetiva, si bien la jurisprudencia brinda una ayuda importante en la


protección de muchos desamparados, es necesario que se realice un consenso a
cerca de las situaciones que deben modificarse, ¡No está en juego el mercado,
está en juego, la dignidad humana de los habitantes de nuestro país!.
Respecto de la ayuda que ha brindado la jurisprudencia, Alviar agradece a la H.
Corte Constitucional, así:

“En suma, si no fuera por decisiones de la Corte, como algunas de las que se
mencionaron en este capítulo, para los más de siete millones de personas que
viven como los Aroca18, los DESC19 incluidos en la Constitución serían
simplemente promesas incumplidas.” (Alviar,2016, p.329)

8. Aproximación hacia una posible solución.

Las soluciones que puedan plantearse en este escenario—lastimosamente—


pueden ser irrisorias, incluso pasar desapercibidas por muchos expertos, sin
embargo, se debe tener como núcleo esencial, la dignidad humana; el hombre, y
esto hace que se recuerde a Nájera cuando dice:

“En efecto, el fenómeno global ha traído consigo la indiferencia hacia los


problemas sociales, el individualismo, el consumismo exacerbado, de tal manera
que parece que se ha tergiversado la máxima platónica, “El hombre es la medida
de todas las cosas”, por la de “El dinero es la medida de todos los hombres”.
(Nájera,2015, p.157)—negrillas fuera del texto original—.

También me atrevo como Nájera y manifiesto que se tergiversa la máxima


kantiana: ‘’El hombre es un fin en si mismo’’ por ‘’el dinero es un fin en sí mismo’’.

Entonces, la solución—aproximada—práctica para mejorar el funcionamiento


optimo de la seguridad social y así beneficiar a nuestros trabajadores y a toda la
población del país, es flexibilizar el sistema de tal forma que el Estado pueda tener
mucha más cobertura, también, ser flexible en el monto de los aportes a los
diferentes subsistemas de seguridad social, en el entendido que los trabajos
informales dejen de tener esa connotación un poco peyorativa, y tengan la
importancia incluso de considerar su formalización para fines de que una persona
pueda cotizar en la medida de sus ingresos, y si sus ingresos son muy bajos, que
el Estado se plantee brindar un subsidio para que se complete dicha suma y así
18xviii
Alviar García, Helena. Los derechos económicos, sociales y culturales en el Estado Social de Derecho:
entre el liberalismo clásico y el Estado de bienestar. Bogotá. Ediciones Unidades, 2016
19xix
Derechos Sociales, Económicos y Culturales.
pueda cotizarse de manera acertada y sin inconvenientes a los diferentes
subsistemas.
Ahora, es importante que el Estado asuma nuevamente sin delegaciones de
ninguna índole la prestación de los servicios, por los menos si de seguridad social
se trata, porque de facto se ha demostrado que no se está yendo por el camino
que debe ser.

En conclusión, después de hacer todo el recorrido, no pasa desapercibido que el


Estado neoliberal que prometía ser una modernización para la consecución de los
fines y propósitos de la carta magna, ha desembocado serios cuestionamientos
que no solo ahora se plantean sino que en otrora se intentaban evitar, muchas
luchas se aprecian en la historia del país para no dejar en manos del mercado los
servicios esenciales que poseemos como sociedad, sin embargo, ahora se está en
este escenario y es relevante no llorar sobre la leche derramada e idear
propuestas desde los distintos sectores, para el mejoramiento de la seguridad
social.

Se tienen dos opciones, seguir considerando que el neoliberalismo y todas las


consecuencias que este trae sigue siendo la mejor opción para lograr un optimo
desarrollo del país entorno a la inversión social o, si como ciudadanos antes que
como estudiantes o profesionales, reflexionemos sobre esta situación que puede
tocar la misma puerta de nuestra casa.

No sin terminar el presente escrito, tengo claro que hay todavía personas que
luchan de forma álgida en los distintos sectores académicos, prácticos, políticos,
porque se salvaguarden los derechos de los más desprotegidos, por la protección
de los más desfavorecidos y muchas otras formas de amparo, pero es claro que
hace falta mucho más.

Referencias bibliográficas
Alviar García, Helena. Los derechos económicos, sociales y culturales en el
Estado Social de Derecho: entre el liberalismo clásico y el Estado de
bienestar. Bogotá. Ediciones Unidades, 2016.
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Gamboa, Teresa y Arellano, Madelein. Tendencias neoliberales en la reforma de
la gestión pública en América Latina. En: Revista Gerencia y Salud. (julio-
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Nájera González, Xavier. La afectación laboral en el esquema neoliberal. En:
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OIT. Resolución y conclusiones relativas a la Seguridad Social, conferencia
internacional del trabajo, 89, 2001. Tomado de:
(http://white.lim.ilo.org/spanish/260ameri/oitreg/activid/proyectos/actrav/segsoc/gen
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Pérez, Alejandro, et al. El concepto de seguridad social: una aproximación a sus
alcances y límites. En: iustitia. N°10 (junio,2012); págs.75-99.
Real Academia Española, 2020

Anexos:

Huver Andrés Caicedo Palacios


Seudónimo: ÑEKO
C.C: 1040379441
Dirección electrónica: huverandresc@gmail.com
Dirección física: Carepa-Antioquia, barrio san felipe, manzana j, casa 21.
Número Telefónico: 3145191772.
Título: La indecisión en la prestación de la Seguridad Social: y ahora ¿qué?
Universidad Cooperativa de Colombia, sede Apartadó-Antioquia.
Categoría: Pregrado.

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