Está en la página 1de 17

INSTITUTO LATINOAMERICANO DE ESTUDIOS SUPERIORES.

LICENCIATURA: ADMINISTRACIÓN Y GERENCIA DE PROYECTOS.

MATERIA:
GESTION FISCAL EN LA EMPRESA.

CUATRIMESTRE:
6to.
INVESTIGACIÓN:
UNIDAD 5: IMPUESTO SOBRE SOCIEDADES.
1.- NATURALEZA Y AMBITO DE APLICACION.
2.- HECHO IMPONIBLE.
3.-SUJETO PASIVO.
4.- BASE IMPONIBLE.
5.- PERIODO IMPOSITIVO Y DEVENGO DEL IMPUESTO.
6.- TIPO IMPOSITIVO.

CATEDRÁTICO:
LCP Y MI DARVELIO CRUZ CRUZ.
ALUMNA:
JANEIDY PEREZ CRUZ.

LUGAR Y FECHA:
VILLAHERMOSA TABASCO, A 22 DE AGOSTO DEL 2020

1
INDICE:
1.- NATURALEZA Y AMBITO DE APLICACION……………………………………………………..3
2.- HECHO IMPONIBLE………………………………………………………………………………..5
3.-SUJETO PASIVO…………………………………………………………………………………….7
4.- BASE IMPONIBLE…………………………………………………………………………………11
5.- PERIODO IMPOSITIVO Y DEVENGO DEL IMPUESTO………………………………………13
6.- TIPO IMPOSITIVO…………………………………………………………………………………15

2
1.- NATURALEZA Y AMBITO DE APLICACIÓN.
El actual Impuesto de Sociedades (IS en adelante) está regulado en la Ley 27/2014, de 27 de
noviembre, del Impuesto sobre Sociedades, desarrollado reglamentariamente por el Real
Decreto 634/2015, de 10 de julio, por el que se aprueba el Reglamento del Impuesto sobre
Sociedades.
La naturaleza y el ámbito de aplicación del IS están regulado en los artículos 1, 2 y 3 de la ley,
que regula:
Artículo 1 Naturaleza. El Impuesto sobre Sociedades es un tributo de carácter directo y
naturaleza personal que grava la renta de las sociedades y demás entidades jurídicas de
acuerdo con las normas de esta Ley.
Artículo 2 Ámbito de aplicación espacial.
1. El Impuesto sobre Sociedades se aplicará en todo el territorio español. A efectos de lo
dispuesto en el párrafo anterior, el territorio español comprende también aquellas zonas
adyacentes a las aguas territoriales sobre las que España pueda ejercer los derechos que le
correspondan, referentes al suelo y subsuelo marino, aguas suprayacentes, y a sus recursos
naturales, de acuerdo con la legislación española y el derecho internacional.
2. Lo dispuesto en el apartado anterior se entenderá sin perjuicio de los regímenes tributarios
forales de concierto y convenio económico en vigor, respectivamente, en los Territorios
Históricos de la Comunidad Autónoma del País Vasco y en la Comunidad Foral de Navarra.
A) Naturaleza
El artículo 1 de la LIP señala que es un tributo de carácter directo y naturaleza personal que
grava el patrimonio neto de las personas físicas.
Es un impuesto estrictamente individual sobre las personas físicas, en el que se excluye
cualquier alternativa de imposición familiar conjunta. Se trata de un impuesto de carácter directo
que grava exclusivamente aquellos bienes o derechos de los que el sujeto pasivo sea titular. Es
personal, puesto que se tienen en cuenta las circunstancias personales del sujeto pasivo, si
bien para aquellos que tributen por obligación real se trata de un impuesto de carácter real. Es
un impuesto periódico con devengo anual. Es un impuesto general en tanto que grava el
patrimonio neto de las personas físicas, todos sus bienes y derechos de contenido económico.
Es un impuesto que recae únicamente sobre las personas físicas, no grava bienes o derechos
de personas jurídicas. Es un impuesto progresivo por tramos, si bien los tipos aplicables a estos
son muy bajos, ya que el efecto recaudatorio de este impuesto está dirigido a obtener la
contribución de un número relativamente reducido de contribuyentes, con una especial
capacidad económica.
B) Ámbito de aplicación
El IP se aplicará en todo el territorio español, sin perjuicio de los regímenes tributarios forales
de concierto y convenio económico vigentes en los Territorios Históricos del País Vasco y de la

3
Comunidad Foral de Navarra, respectivamente, y de lo dispuesto en los tratados o convenios
internacionales que hayan pasado a formar parte del ordenamiento interno, de acuerdo con el
artículo 2 de la LIP. Debemos destacar que en el Territorio Histórico de Guipúzcoa se ha optado
por no reimplantar de nuevo el IP. Mediante la Norma Foral 10/2012, de 18 de diciembre, del
impuesto sobre la riqueza y las grandes fortunas, se ha creado un nuevo impuesto que persigue
subsanar las carencias que tenía el IP precedente. Tiene por objeto la imposición sobre la
riqueza de las personas físicas, entendida esta como el conjunto de los bienes y derechos de
contenido económico de las que sean titulares, deducidas las deudas y obligaciones. La nueva
regulación define, asimismo, las obligaciones personal y real de contribuir, y establece un
mínimo exento de 700.000 euros. Resulta novedosa la bonificación del 75 % en la cuota íntegra
del impuesto referida a los elementos afectos a actividades económicas y con las
participaciones en determinadas entidades. La tarifa, que se acerca al régimen impositivo sobre
la riqueza prevista en otros países de nuestro entorno, se compone de cuatro tramos, con unos
tipos que van desde el 0,25 al 1 %.
El IP se aplica en función del principio de territorialidad, estableciéndose como punto de
conexión la residencia habitual del sujeto pasivo, conforme a los criterios establecidos en el
IRPF (art. 5 de la LIP).
Los residentes en territorio español tributan por obligación personal, exigiéndose la tributación
por la totalidad de su patrimonio neto con independencia del lugar donde se encuentren situados
los bienes o puedan ejercitarse los derechos. Incluso si el residente en territorio español pasa
a tener su residencia en otro país, puede optar por seguir tributando por obligación personal en
España. Tributará por obligación real cualquier otra persona física por los bienes y derechos de
que sea titular cuando los mismos estuvieran situados, pudieran ejercitarse o hubieran de
cumplirse en territorio español.
EJEMPLO 2
Un ciudadano británico residente en Londres posee una cuenta bancaria de carácter ganancial
con un saldo de 2.000.000 de euros en un banco inglés y otra cuenta bancaria en una entidad
de crédito española cuyo saldo a 31 de diciembre es de 700.000 euros, siendo el saldo medio
durante el último trimestre del periodo de 2.000.000 de euros.
¿Qué valor debe consignar en su declaración del IP?
Solución: Como no es residente en nuestro país, debe tributar por obligación real y en su
declaración deberá incluir el saldo medio del último trimestre del periodo de la cuenta que posee
en la entidad de crédito española, es decir, 2.000.000 de euros, ya que este es el que hay que
computar si es mayor que el saldo a 31 de diciembre. No deberá incluir el saldo de la cuenta
que tiene en Inglaterra. Sin embargo, podrá aplicar el mínimo exento de 700.000 euros, de
forma que su base liquidable será de 1.300.000 euros si no fuera titular de ningún otro bien o
derecho en nuestro país.

4
2.- HECHO IMPONIBLE.
El hecho imponible es una situación que origina el nacimiento de una obligación tributaria.
Existen presupuestos fijados por ley para cada tributo y cada uno de ellos nace con un hecho
imponible que lo origina según su propia ley.
Esta situación o hecho imponible obliga a un individuo o una empresa (conocido como obligado
tributario) a presentar y pagar un determinado tributo (ya sea un impuesto o una tasa).
Muchos hechos imponibles se asimilan. Es decir, un mismo hecho imponible puede originar dos
tributos. Sin embargo, las leyes tributarias suelen establecer que dos impuestos no pueden
gravar o hacer tributar por el mismo hecho imponible.
Por ejemplo, un individuo que es persona física, que por lo general tributan sus ingresos por
IRPF, obtiene una donación que tributará por la ley sobre Donaciones, y no por IRPF. En
cambio, si es una sociedad la que obtiene una donación, esta renta tributará por el Impuesto
sobre Sociedades.
Existen situaciones en que a pesar de que ocurra el hecho imponible, el individuo no está sujeto
a presentar ni pagar el impuesto, o casos en los que está exento (es decir, no tiene que pagar,
pero sí presentar el impuesto). Esto lo determina cada ley independientemente. Esto se hace
para ayudar a esos sectores o en los casos de comercio internacional.
El hecho imponible es el objeto básico de toda ley tributaria, por lo que está siempre en los
primeros artículos de cada ley, y no puede estar en ningún reglamento o normativa accesoria a
esa ley.
Hechos imponibles de cada impuesto
A continuación vamos a señalar los Hechos Imponibles de algunos de los principales Impuestos:
 En el impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) el hecho imponible se origina con las
entregas de bienes y prestaciones de servicios.
 Otros impuestos, como el impuesto sobre Sociedades o el impuesto sobre la Renta de
las Personas Físicas (IRPF), determina que la obligación del contribuyente nace cuando
éste obtiene una renta (es decir, unos ingresos).
 El impuesto sobre Sucesiones y Donaciones tiene su hecho imponible en la adquisición
por herencia, legado o donación, o acontecimientos similares, de bienes o derechos.
 En el impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI) nace la obligación tributaria por la propiedad
de bienes inmuebles, ya sean viviendas o locales comerciales.
 Por otro lado, las tasas que hay que pagar a un determinado ayuntamiento tienen su
hecho imponible en la utilización de un servicio público o el aprovechamiento de un
espacio público.
Es la circunstancia, de índole económica o jurídica, que obliga al pago de un impuesto.

5
El concepto de "hecho imponible" viene definido en la Ley General Tributaria (art. 20.1) de un
modo parco: "El hecho imponible es el presupuesto fijado por la ley para configurar cada tributo
y cuya realización origina el nacimiento de la obligación tributaria principal."
En otras palabras, el hecho imponible sería la circunstancia, de carácter económico y jurídico,
que obliga al pago de un impuesto. No hay que confundir, pues, hecho imponible con el
impuesto en sí. El primero precede - o presupone - al impuesto.
El hecho imponible de los principales impuestos
En España, autónomos y empresarios están obligados al pago de los siguientes impuestos:
IRPF, IVA e Impuesto de Sociedades (este último solo para determinadas empresas).
De estos impuestos, el hecho imponible sería el siguiente:
IRPF. El hecho imponible derivado de este impuesto a las personas físicas serían los
rendimientos de capital y de las actividades económicas, así como los rendimientos del trabajo
(la obtención de un salario por parte de un trabajador por cuenta ajena) o las ganancias y
pérdidas patrimoniales.
IVA. El hecho imponible de este impuesto indirecto por antonomasia sería la prestación de
servicios o entrega de bienes, la adquisición intracomunitaria de bienes así como la importación
de bienes.
Impuesto de Sociedades. El hecho imponible lo constituye la obtención de renta por parte de
personas jurídicas u otras obligadas al pago de este tributo.
Por qué es importante no confundir el hecho imponible
A nivel práctico, cualquier autónomo o empresario debe conocer sus obligaciones tributarias; el
hecho imponible, al ser un concepto jurídico de mayor abstracción, no resulta tan importante,
aunque, como mencionábamos, conviene no confundirlo con el impuesto en sí.
En otras palabras, tanto el autónomo como el empresario saben que están obligados a pagar
una serie de tributos por su actividad, no tanto el concepto jurídico que origina dicha obligación.

6
3.- SUJETO PASIVO.
El sujeto pasivo es la persona física o jurídica que hace frente al pago de una obligación
tributaria.
Recuerda que como empresario tienes ciertas obligaciones de cara a la Hacienda pública.
Puedes descubrir más en nuestra Guía para Pequeñas Empresas.
Es aquella persona física o jurídica obligada al cumplimiento de las obligaciones tributarias,
puede ser como contribuyente o como responsable.
Hablamos de sujeto pasivo como deudor cuando una persona en una transacción económica
se obliga voluntariamente al pago de una obligación a cambio de adquirir un bien o un servicio.
En cuanto a impuestos, el sujeto pasivo es el que genera el hecho económico por el que paga
impuestos, según establece la ley.
Definición de contribuyente
Es aquella persona física o jurídica en la que recae el pago del impuesto o tributo y, por tanto,
está obligada a cumplir y hacer cumplir las obligaciones tributarias.
El objetivo del contribuyente es pagar los impuestos a la Hacienda Pública para financiar al
Estado y disfrutar de los servicios públicos que ofrece.
Diferencias entre sujeto pasivo y contribuyente
La diferencia entre ambos radica en la naturaleza del impuesto, es decir, si es directo o indirecto.
Siguiendo con esto, el contribuyente es la persona llamada a soportar el tributo sobre su
capacidad económica, quien soporta la carga económica; por su lado, el sujeto pasivo es el
deudor del tributo.
Para comprenderlo mejor vamos a ilustrar ambos conceptos con un ejemplo:
En cuanto al Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas el sujeto pasivo y el contribuyente
son la misma persona.
Por el contrario, en cuanto al Impuesto del IVA, el sujeto pasivo es la empresa que vende un
producto, mientras que el contribuyente es el consumidor final del producto, al ser quien paga
realmente el impuesto.
El sujeto pasivo de la obligación fiscal es la persona que conforme a la ley debe satisfacer una
prestación determinada en favor del fisco, ya sea propia o de un tercero, o bien se trate de una
obligación fiscal sustantiva o formal. Sin olvidar la existencia de los dos tipos de obligación fiscal,
preferentemente vamos a comentar los principales aspectos en relación al sujeto pasivo de la
obligación fiscal sustantiva, es decir, al contribuyente, por considerar que se trata de la
obligación fiscal más importante. Al estudiar al sujeto pasivo de la obligación fiscal, encontramos
que no siempre la persona a quien la ley señala como tal es la que efectivamente paga el tributo,
sino que en ocasiones es una persona diferente quien lo hace, es decir, quien ve disminuido su

7
patrimonio por el cumplimiento de la obligación y se convierte, entonces, en el sujeto pagador
del tributo. El caso se presenta cuando se da el efecto de la traslación del tributo, analizada en
capitulo precedente, donde el sujeto pasivo es la persona que realiza el hecho generador y el
sujeto pagador es la persona en quien incide el tributo debido a la traslación del mismo, el
primero viene a ser, pues, el contribuyente de derecho y el segundo, el contribuyente de hecho
y de los dos el único que interesa al Derecho Fiscal es el primero, o dicho en palabras de
Pugliese, “solo el contribuyente de derecho tiene relevancia ante la ley tributaria, como sujeto
pasivo de la relación fiscal”. Consideramos; no obstante, que en virtud de que en la actualidad
algunas leyes impositivas establecen el deber del sujeto pasivo o contribuyente de derecho de
trasladar el impuesto causado a un sujeto pagador o contribuyente de hecho, este último deberá́
ser estudiado por la doctrina y tratado por el Derecho Fiscal con más detenimiento, puesto que
se observa que, en realidad el tributo se establece para ellos, los llamados contribuyentes de
hecho, pero que por su número y dificultad de control se establece un intermediario, el
contribuyente de derecho, como colaborador del fisco en la recaudación.
Otro aspecto del estudio del sujeto pasivo es la determinación del tipo de responsabilidad de
quien paga la deuda positiva pues el Derecho Fiscal con frecuencia separa la responsabilidad
del pago de la titularidad de la deuda y esta separación consiste en que aunque la deuda sea a
cargo de una persona, la responsabilidad de pago recae sobre otra distinta. A fin de distinguir
a las dos personas, Pugliese nos dice que para evitar confusiones denomina deudor a quien
deba en definitiva soportar una disminución patrimonial para cubrir el crédito del Estado y llama
responsable a quien la ley designa como sujeto pasivo de la obligación hacia el Estado, solo
para los fines del cumplimiento de esta obligación, es decir, para él es deudor aquél a cuyo
cargo está la deuda y es responsable aquel a cuyo cargo está, por disposición legal, el
cumplimiento de la obligación.
Consideramos que la denominación de Pugliese no evita confusiones, pues en ambos casos
hay responsabilidad y en ambos casos hay deudor. En el primer caso, si por razones prácticas
de cobro la ley atribuye a una persona ajena a la relación fiscal la responsabilidad del pago, en
virtud de la dificultad para cobrar al titular de la deuda, esta circunstancia no exonera, ni debe
hacerlo, de su responsabilidad originaria a dicho titular del adeudo, o sea al sujeto pasivo de la
obligación fiscal sustantiva. En el dando caso, es indudable que el deber de efectuar el pago
que la ley impone al tercero ajeno a la relación fiscal no puede conceptuarse sino como una
deuda, por lo tanto, este tercero también es deudor, solo que su obligación fiscal es formal y no
sustantiva.
En este orden de ideas, preferimos distinguir al titular del adeudo del tercero con
responsabilidad del pago denominando al primero deudor o responsable directo y al segundo
deudor o responsable indirecto.
El motivo para atribuir a un tercero ajeno a la relación fiscal la responsabilidad del pago puede
derivar de una relación particular entre el deudor directo y el deudor indirecto; o de ser sucesor
de otra persona; o del incumplimiento de una obligación legal. Como ejemplos de separación
entre la titularidad de la deuda y la responsabilidad del pago podemos citar: el deber que tiene
el representante de un menor de que los tributos causados por este sean satisfechos

8
oportunamente; o el similar deber que tiene el patrón respecto a los tributos causados por sus
empleados.
No debe confundirse, y menos aún identificarse, la distinción entre deudor o responsable directo
y deudor o responsable indirecto, con la distinción entre contribuyente de derecho y
contribuyente de hecho, respectivamente, pues la primera de las distinciones mencionadas se
refiere únicamente a contribuyentes de derecho.
Se ha discutido en la doctrina si además de las personas pueden ser sujetos pasivos de la
obligación fiscal las agrupaciones que constituyen una unidad económica diversa de sus
miembros y que carecen de personalidad jurídica.
Sobre este problema, la doctrina ha aceptado la posibilidad de que las unidades económicas
sean capaces de ser sujetos de derecho en materia tributaria y, por lo tanto, puedan reunir la
calidad de sujeto pasivo de la obligación fiscal. Se sostiene que aceptando que el sujeto de
derecho se define como un centro de imputación de derechos y obligación es, resulta que es
estrecha la dicotomía tradicional de personas físicas y personas jurídicas, pues siempre que se
esté́ frente a un centro de imputación de derechos y obligaciones, se estará́ frente a un sujeto
de d e r e c h o , independientemente del tratamiento que les dé el Derecho Privado a propósito
de la personalidad, por ello, se considera lógico y posible, jurídicamente, que los ordenamientos
tributarios permitan que operen como elemento personal configurador del hecho imponible a las
unidades económicas carentes de personalidad jurídica según otras ramas del derecho, pero
que constituyen una entidad diferente a los miembros que la forman, y que se convierten, en sí
mismas, en un centro de imputación de derechos y obligaciones, reconociéndosele así́, el
carácter de sujeto pasivo de la obligación fiscal.
La doctrina sostiene que existirá́ una unidad económica con capacidad para ser sujeto pasivo
de la obligación fiscal, independientemente de que otras ramas del Derecho no les reconozcan
personalidad jurídica, cuando dicha entidad tenga una autonomía patrimonial, aunque
imperfecta, y una organización suficiente, de tal modo que posea órganos o representantes
para la formación de la voluntad del ente y para realizar los negocios de su comercio jurídico.
Clasificación de los sujetos pasivos
Hemos visto ya que el contribuyente de derecho puede ser deudor o responsable directo, o bien
deudor o responsable indirecto, de donde se sigue que no todos adquieren la responsabilidad
de la misma manera, es decir, la responsabilidad del sujeto pasivo puede provenir de distintos
conceptos; puede ser que el sujeto pasivo haya dado origen directamente al crédito fiscal o en
concurrencia con otras personas, o que haga sustituido al deudor original, ya sea
voluntariamente o por imperio de la ley. También la responsabilidad puede provenir del
incumplimiento, de una obligación que la ley impone o bien ser consecuencia de la adquisición
de un objeto que se encuentra afecto, objetivamente, al pago de un gravamen no cubierto por
el deudor original. Tomando en cuenta las situaciones mencionadas, Pugliese ha elaborado la
siguiente clasificación:

9
A) sujetos pasivos por deuda propia con responsabilidad directa es el caso del deudor directo
del tributo o su causahabiente "mortis causa" o "ínter vivos", es decir, herederos, legatarios o
donatarios título universal y sí se trata de personas morales, la que subsiste o se crea por fusión.
B) Sujetos pasivos por deuda de carácter mixto (propia y ajena) con responsabilidad directa. Es
el caso de las personas que, conforme a la ley, pueden disponer libremente no solo de sus
bienes, sino también de los de terceros, por lo tanto, la ley designa como responsable directo a
quien tiene esa facultad, aunque el hecho generador lo haya realizado el tercero, pues por la
disponibilidad de los bienes podrá́ cubrir el adeudo total (en algunas legislaciones el ejemplo ha
sido el jefe de la familia respecto a los bienes de los integrantes es de la misma).
C) Sujetos pasivos, en parte por deuda propia en parte por deuda ajena, con responsabilidad
parcialmente directa y parte parcialmente solidaria. Es el caso de copropietarios y coherederos,
ya que de cada uno se puede exigir el total del adeudo y no solo la parte que le corresponde.
Desde luego, se respeta su derecho a repetir contraerlos demás responsables.
D) Sujetos pasivos por deuda ajena con responsabilidad sustituta. Es el caso de los sustitutos
legales del deudor directo, ya sea voluntarios o por ministerio de ley, a quienes se respeta su
derecho a repetir contra el deudor directo.
e) Sujetos pasivos por deuda menor con responsabilidad solidaria. Es el caso de determinados
funcionarios públicos a quienes la ley impone ciertas obligaciones de carácter formal y que no
fueron cumplidas, lo cual trae como consecuencia un perjuicio al fisco, como por ejemplo el
notario que no verifica que por el acto que ante él se otorga se satisfaga el tributo causado.
F) Sujetos pasivos por deuda ajena con responsabilidad objetiva. Es el caso de las personas
que adquieren bienes afectos al pago de un tributo que no fue satisfecho en su oportunidad y
respecto del cual el bien constituye la garantía objetiva; por ejemplo, la adquisición de un
inmueble con adeudos pendientes por conceptos de impuesto predial o territorial.

10
4.- BASE IMPONIBLE.
La base imponible es el monto de capital y la magnitud que representa el hecho imponible, esto
es, la base que se utiliza en cada impuesto para medir la capacidad económica de una persona.
En términos tributarios, la base imponible constituye la cuantía sobre la cual se obtiene un
impuesto determinado. Es decir, para obtener la cuota tributaria (el impuesto que se ha de
satisfacer) es necesario calcular, previamente, la base imponible. Sobre esta base imponible se
aplicará el tipo de gravamen correspondiente para obtener la mencionada cuota tributaria. Por
ejemplo, si los zapatos (IVA incluido) cuestan 121 euros y el IVA (tipo de gravamen) aplicable
es del 21%, quiere decir, que en realidad la base imponible es de 100 euros. Y a esos 100 euros
(base imponible) se le aplica el impuesto (21%).
Para simplificar, se puede leer en ocasiones bajo las siglas BI. B de base e I de imponible (BI).
Unidades de la base imponible: Normalmente, la se expresa en unidades monetarias, aunque
en alguna ocasión también puede expresarse en unidades físicas. Un ejemplo de este último
caso sería el siguiente: imaginemos que un determinado Estado establece que por cada placa
solar se ha de pagar 1 unidad monetaria en concepto de impuesto. En este caso, la base
imponible estaría constituida por el número de placas solares (es decir, se expresaría en
unidades físicas).
Unidades monetarias: Expresadas en moneda. En este apartado podemos incluir el IRPF
(Impuesto sobre la renta de las personas físicas), el IVA (Impuesto sobre el valor añadido) y el
IS (Impuesto de Sociedades).
Unidad Física o no monetaria: En este apartado podemos incluir al impuesto sobre
hidrocarburos, impuestos sobre la contaminación o el alcohol y bebidas que se deriven de éste.
¿Cómo calcular la base imponible? La forma de obtención de la BI lo determinará la ley de
cada impuesto (como veremos más abajo). Sin embargo, se pueden establecer tres métodos
generales de cómo calcular la base imponible:
1. Método de estimación directa: Consiste en obtener la base imponible a través de los datos
reales del contribuyente u obligado al pago del impuesto. Es decir, se contabiliza a través de
datos reales en libros de contabilidad, registros administrativos o documentos legales. Este
método es el más utilizado y el más preciso. Por ejemplo: si se determina que la BI del Impuesto
de Sociedades es el beneficio y una sociedad presenta un beneficio de 1000 unidades físicas,
este importe será la BI. En el impuesto sobre la renta de un trabajador por cuenta ajena hay
que sumar sus percepciones dinerarias y restar las deducciones por percepción de renta y se
obtiene la BI.
2. Método de estimación objetiva: Consiste en obtener la base imponible a través de
magnitudes, módulos y unos ratios que permiten extraer una base imponible media de forma
objetiva, independientemente de los datos reales. Por ejemplo, en una empresa informática,
podemos estimar el número de trabajadores por cuenta ajena o el número de ordenadores
contratados.

11
Imaginemos que la ley del impuesto de Sociedades establece que la base imponible se obtiene
mediante estimación objetiva: por cada metro cuadrado de superficie, hay que añadir 10
unidades monetarias a la base imponible y por cada empleado contratado, hay que añadir 50
unidades monetarias a la base imponible. La sociedad del ejemplo anterior es un restaurante
con 100 metros cuadrados y 5 empleados: tendrá una base imponible de 1250 unidades
monetarias (1000 por la superficie y 250 por los empleados), aunque haya presentado un
beneficio de 1000 unidades monetarias. Como vemos, esta base imponible es independiente
los datos reales de beneficios del restaurante.
3. Método de estimación indirecta: En este caso, la base imponible la calcula la
Administración Tributaria, a través de unos informes periciales debidamente razonados.
Solamente se aplica cuando no se puede utilizar ninguno de los dos anteriores métodos debido
a que la administración no puede determinar de forma adecuada la base imponible debido a
que el contribuyente no presenta declaración alguna o que existe falta de información en los
libros de contabilidad de la empresa. De esta forma, ante la ausencia de datos actualizados, la
administración puede utilizar para su cálculo datos relevantes del pasado, elementos que
acrediten la existencia de bienes como las ventas de la empresa u obteniendo información a
través de magnitudes de contribuyentes cercanos o similares.
Cálculo de la base imponible en los principales impuestos
Los tres principales impuestos que tienen todos los Estados son: el Impuesto sobre la Renta
(de las personas físicas), el Impuesto de Sociedades (sobre las personas jurídicas) y el
Impuesto sobre el Valor Añadido. Aunque la legislación de cada país puede establecer otro
cálculo, habitualmente la obtención de la base imponible es la siguiente:
Los dos primeros (Impuesto de la Renta e Impuesto de Sociedades) son impuestos directos. La
base imponible constituye todas las rentas que obtiene la persona física (en el Impuesto sobre
la Renta) y todos los beneficios que obtiene la persona jurídica (en el Impuesto de Sociedades).
A esta BI se le suelen aplicar ciertas reducciones o deducciones que permite el legislador, para
obtener la base imponible definitiva o base liquidable.
El Impuesto sobre el Valor Añadido (el IVA) es un impuesto indirecto que grava el consumo.
Habitualmente la base imponible es la contraprestación del producto consumido, pero no
siempre es así. En ocasiones, a la BI hay que añadirle o restarle ciertos conceptos que no se
incluyen en la contraprestación (transporte, descuentos, seguros, etc). Finalmente, el
comprador pagará la contraprestación correspondiente y el impuesto sobre el valor añadido,
que se calcula sobre la base imponible (y no sobre la contraprestación).
Ejemplo de cálculo de la base imponible en el IVA
Una empresa de tabacos importa cigarros procedentes de Cuba. El coste del tabaco es de
50.000 €. Además se han pagado 15.000 € de impuestos de aduanas y 10.000 € del tabaco.
No forman la base imponible del impuesto tanto el importe pagado como los impuestos
indirectos que graven la adquisición exceptuados el propio IVA y el impuesto de matriculación.
La base imponible será de 75.000 € (50.000 + 10.000 +15.000).

12
5.- PERIODO IMPOSITIVO Y DEVENGO DEL IMPUESTO.
Por disposición del Art. 27, Ley 27/2014, de 27 de noviembre, del Impuesto de Sociedades, el
periodo impositivo no excederá de 12 meses.
En todo caso, este período concluirá:
Cuando la entidad se extinga.
Cuando tenga lugar un cambio de residencia de la entidad residente en territorio español al
extranjero.
Cuando se produzca la transformación de la forma jurídica de la entidad y ello determine la no
sujeción a este Impuesto de la entidad resultante. Al objeto de determinar la base imponible
correspondiente a este período impositivo se entenderá que la entidad se ha disuelto con los
efectos establecidos en el apartado 5 del Art. 17, Ley 27/2014, de 27 de noviembre.
Cuando se produzca la transformación de la forma societaria de la entidad, o la modificación de
su estatuto o de su régimen jurídico, y ello determine la modificación de su tipo de gravamen o
la aplicación de un régimen tributario distinto.
La renta derivada de la transmisión posterior de los elementos patrimoniales existentes en el
momento de la transformación o modificación, se entenderá generada de forma lineal, salvo
prueba en contrario, durante todo el tiempo de tenencia del elemento transmitido. La parte de
dicha renta generada hasta el momento de la transformación o modificación se gravará
aplicando el tipo de gravamen y el régimen tributario que hubiera correspondido a la entidad de
haber conservado su forma, estatuto o régimen originario.
Asimismo, según el Art. 28, Ley 27/2014, de 27 de noviembre, del Impuesto de Sociedades, el
devengo del impuesto sobre sociedades tendrá lugar el último día del período impositivo.
No hay que confundir el periodo impositivo con el año natural, pues ambos no tienen por qué
ser coincidentes. Las entidades pueden elegir libremente la fecha de cierre del ejercicio. Esta
elección se indicará en los estatutos sociales. En defecto de mención se entenderá que el
ejercicio concluye a 31 de diciembre.
Las fechas que abarcan el ejercicio económico pueden modificarse ante notario y han de
comunicarse a la Agencia Tributaria. Un año natural puede corresponderse con dos ejercicios
económicos distintos. Si tomamos como ejemplo que una entidad sitúe el cierre de su ejercicio
a 31 de agosto y el comienzo del siguiente a 1 de septiembre tendríamos que un año natural se
declara en dos ejercicios distintos. Podemos ver un ejemplo de esto en el Caso práctico:
Modificación del ejercicio económico de un AMPA. El caso es significativo, además, en la
medida en que analiza la compensación de bases imponibles negativas una vez efectuada la
modificación del ejercicio económico.
Regla general: El período impositivo, al cual se ha de referir la declaración del Impuesto sobre
Sociedades, coincide con el ejercicio económico de cada entidad.

13
Reglas particulares: Aunque no haya finalizado el ejercicio económico, el período impositivo
se entiende concluido en los siguientes casos:
 Cuando la entidad se extinga. Se entiende producida la extinción cuando tenga lugar el
asiento de cancelación de la sociedad en el Registro Mercantil, estando, en
consecuencia, obligada a presentar su declaración en el plazo de los 25 días naturales
siguientes a los seis meses posteriores a dicho asiento de cancelación.
 Cuando tenga lugar un cambio de residencia de la entidad residente en territorio español
al extranjero.
 Cuando se produzca la transformación de la forma jurídica de la entidad y ello determine
la no sujeción al Impuesto sobre Sociedades de la entidad resultante.
 Cuando se produzca la transformación de la forma jurídica de la entidad y ello determine
la modificación de su tipo de gravamen o la aplicación de un régimen tributario especial.
En ningún caso, el período impositivo puede exceder de doce meses.
Resumen:
La duración del período impositivo puede ser:
 Doce meses
o coincidente con el año natural
o no coincidente con el año natural
 Inferior a doce meses
En cualquier caso, los sujetos pasivos del Impuesto sobre Sociedades deberán presentar una
declaración independiente por cada período impositivo.
Por lo que respecta al devengo, el Impuesto sobre Sociedades se devenga el último día del
período impositivo.

14
6.- TIPO IMPOSITIVO.
Es lo mismo que tipo de gravamen. Según el artículo 55 de la Ley General Tributaria, el tipo de
gravamen o tipo impositivo es la cifra, coeficiente o porcentaje que se aplica a la base liquidable
para obtener como resultado la cuota íntegra. Es decir, es la cuota fija o porcentaje aplicado
sobre una base imponible que se emplea para calcular el impuesto (la cuota tributaria).
Los tipos de gravamen pueden ser específicos o porcentuales.
Los tipos de gravamen específicos son cantidades fijas que se aplican sobre las unidades de
una base imponible no monetaria. Este tipo de gravámenes se aplica generalmente en los
Impuestos Especiales. Ejemplo. En el Impuesto sobre Hidrocarburos el tipo de gravamen total
viene dado por la suma del tipo estatal más el tipo autonómico. El tipo estatal para las gasolinas
es de 24 euros por cada 1.000 litros y el autonómico de, por ejemplo la Comunidad de Madrid,
es de 17 euros por cada 1.000 litros. Los tipos de gravamen específicos, además de estar
expresados en forma de cuantía fija también pueden establecerse en forma gradual, es decir,
se determina una cantidad cuyo importe varía a lo largo de una escala.
Los tipos de gravamen porcentuales, también denominados alícuotas, son porcentajes que se
aplican sobre una base imponible de carácter monetario. Los tipos de gravamen porcentuales
pueden ser de tres tipos:
1) Proporcionales, cuando el tipo a aplicar consiste en un porcentaje fijo o único. Se caracterizan
porque porcentaje a aplicar sobre la base imponible no depende de la cuantía de dicha base.
Un ejemplo sería el IVA, con un tipo del 21% independientemente de que la base sea 100 €
(impuesto de 21€) o 1.000 € (impuesto de 210€).
2) Progresivos. Son aquellos en los que existe una escala o tarifa de tipos que varían en función
de la variación de la base y el gravamen es más elevado conforme la base aumente hasta un
tope máximo, a partir del cual el impuesto vuelve a ser proporcional. Se denomina tarifa al
conjunto de tipos de gravamen aplicables a las distintas unidades o tramos de base liquidable
en un tributo. La ley podrá prever la aplicación de un tipo cero, así como de tipos reducidos o
bonificados.
3) Regresivos. Son los que disminuyen al aumentar la base imponible. En nuestro ordenamiento
no existe ningún impuesto al que se aplique las alícuotas regresivas.
Es el porcentaje de un impuesto que se aplica sobre la base imponible para obtener la cuota
tributaria.
Con Debitoor puedes hacer facturas profesionales y aplicar los distintos tipos impositivos de
IVA reglados en España. Crea ahora tu primera factura en menos de 1 minuto.
También conocido como tipo de gravamen, el tipo impositivo es la tasa porcentual que se aplica
a la base imponible para calcular la cuota tributaria.

15
El tipo impositivo en la facturación: IVA y retención de IRPF: En el caso de la facturación de
bienes o servicios sometidos a IVA, el tipo impositivo en España está regulado en los artículos
90 y 91 de la Ley de IVA.
Los tipos impositivos se subdividen en:
 Tipo general: 21%.
 Tipo reducido: 10%.
 Tipo super reducido: 4%.
Además del IVA, aquellos autónomos o empresarios que llevan a cabo actividades
profesionales deben aplicar retenciones de IRPF en las facturas cuando el destinatario es otro
autónomo o empresa.
El tipo impositivo a aplicar en España es del 15%. Los nuevos autónomos pueden aplicar el 7%
durante los tres primeros años de actividad.
El tipo impositivo en las plantillas de factura
Los profesionales o empresarios obligados a hacer facturas por su actividad deben aplicar el
correspondiente tipo al bien o servicio que ofrecen.
Según el reglamento de facturación, en la plantilla de factura siempre se debe indicar
explícitamente el tipo impositivo que se aplica sobre la base imponible, de modo que el cálculo
de la cuota tributaria (la cantidad de impuesto que se suma a la base imponible) sea
transparente.
Además, si se aplican retenciones de IRPF, también se ha de señalar el tipo que se aplica (15%
o 7%).
Así quedaría un ejemplo elaborado con el programa de facturación de Debitoor:

16
BIBLIOGRAFIA:
https://pablopenalver.com/naturaleza-y-ambito-de-aplicacion-del-impuesto-de-
sociedades/
https://www.fiscal-impuestos.com/guia-tributaria-2013-capitulo-3-ip-naturaleza-objeto-y-
ambito-aplicacion.html
https://economipedia.com/definiciones/hecho-imponible.html
https://economipedia.com/definiciones/base-imponible.html
https://www.agenciatributaria.es/AEAT.internet/Inicio/_Segmentos_/Empresas_y_profes
ionales/Empresas/Impuesto_sobre_Sociedades/Periodos_impositivos_iniciados_hasta_
31_12_2014/Cuestiones_basicas_del_impuesto/_Cual_es_el_periodo_impositivo_y_el_d
evengo_del_Impuesto_.shtml
https://debitoor.es/glosario/tipo-impositivo

17

También podría gustarte