La sociedad del simulacro: el terrorismo de estado es
encubierto mediante su exhibición, paradójico, ¿no? Terrorismo encubierto mediante su exhibición como espectáculo, espectáculo que forma parte de un simulacro. El simulacro de lo social, el gran simulacro que encierra todo lo posible y lo concreta. Tradicionalmente el marco que encerraba todo lo potencial era la vida. Ahora es al revés, el marco que encierra todas las vidas es el simulacro. El Big data crea mapas continuos del mundo, un mapa por instante, va acumulando mapas y mapas, cientos de mapas, centenares de miles de mapas, millones de mapas del mundo, generando un mapa del mundo mucho más grande que el territorio. Un mapa inmenso que supera lo real en forma de ceros y unos digitalizando el mundo. Ningún ser humano puede manejar ese mapa, ni siquiera todos los seres humanos juntos pueden dar cuenta de ese Archimapa del Big Data: territorio para las IA y sus algoritmos que trabajan para los amos del mundo. Cámaras en los teléfonos móviles, televisores, tablets, drones en forma de cigarras, drones-hormiga, drones-murciélago, satélites, cámaras de vigilancia, micrófonos en nuestros órganos y en nuestra sangre, nada escapa al big data. Clones de nuestra existencia escapan de nuestro pasado e invaden el mundo, tienen existencia propia: ya no es importante nuestra vida actual, nuestros clones digitales del pasado deciden nuestro presente, lo actualizan a la distancia en ausencia de nuestra voluntad.
¿Qué consecuencias tienen en nosotros, seres de carne y hueso y
sangre, unidades psicofísicas, las acciones de nuestros clones digitales? ¿Cómo serán los juzgados del futuro que ya es presente y pasado, al menos hasta el pasado donde la existencia del Big Data comienza a trabajar? ¿En base a qué leyes los juzgados van a juzgar las acciones de los clones digitales? ¿Qué consecuencias legales tienen o tendrán las acciones terroristas del Estado que dispone de la presencia in ausencia de nuestros clones digitales para utilizarlos a sus anchas con motivos propagandísticos a veces no tan alejados de la propaganda del nazismo? Son cuestiones que debemos pensar comunitariamente y sobre las que tenemos que trabajar para volver a un estado de derecho en el que los líderes no decidan sobre nuestras vidas de manera espontánea sin intermediación del poder judicial. Es inviable una vida en la que el Estado decide la validez o invalidez de una persona en base a criterios endebles donde las vidas son determinadas por un simulacro que delimita y determinada el campo de acciones y pensamientos de cada persona. Nuestros clones digitales invaden el mundo y ocupan nuestra vida, creando una realidad más real que la real. Hackeos cerebrales, clones drogados y manipulados para cometer acciones sin conciencia, clones sometidos a abusos, torturas y tormentos de todo tipo, sometidos a abyecciones, digitalizados para que permanezcan en la memoria de la comunidad todo el tiempo que los amos del mundo crean necesarios. Foucault dijo sobre el siglo XX que el siglo será Deleuzeano. El siglo XXI es decididamente Baudrilleariano. Situación actual del mundo: Simulacro de virus, simulacro de cuarentena, simulacro de catastrófica pandemia= Baudrillard básico.
Creación de una gripe asintomática para que todos seamos
potenciales infectados. Todos estamos enfermos sin saberlo. No moriremos por esta gripe, porque una gripe asintomática no puede destruir un organismo. Quienes mueran morirán por influenza o por otras enfermedades respiratorias, o incluso por enfermedades que nada tienen que ver. Cualquier muerte puede ser atribuida al virus invisible y asintomático. Al estar todos enfermos en forma asintomática, al hospedar todos a este enemigo invisible, debemos someternos a una vacuna, la implantación de un chip de vigilancia biopolítica, pasaporte a la última frontera fascista: las cámaras, los micrófonos, los gps, las mediciones de nuestros biorritmos y nuestras posibles enfermedades y las bombas de tiempo van a estar dentro de nuestro cuerpo.
Los clones del mundo digital invaden el mundo real y crean
la hiperrealidad que decide todo sobre nuestras vidas. El Big Data no es un mero instrumento de recolección de datos para influir en las elecciones democráticas y para saturar nuestros dispositivos de publicidades con los productos que el Big Data ya sabe deseamos consumir. El Big Data genera deseos y repulsiones, produce fake news y deep news, genera idolatría hacia secuestradores y torturadores y condena a inocentes, reemplaza al poder judicial, falsifica nuestras vidas, destruye relaciones y crea otras relaciones subordinadas al capital, genera éticas y morales degradantes y anula la capacidad de pensamiento crítico. El Big Data modela nuestras vidas en función de una igualdad de pensamiento que es inequidad. Los sueños de los primeros informáticos de una red que permitiera la libertad para todos y fuera una herramienta para escapar a las imposiciones del poder fracasó rotundamente. La red se convirtió en el medio perfecto para imponer ideologías fascistas a través de la creación de espectáculos donde las víctimas son presentadas como culpables y los victimarios se presentan como adalides de los valores igualitarios y democráticos. El juzgado popular aplaude los espectáculos simplemente porque está acostumbrado a aplaudir cuando termina una función teatral o un largometraje. Ya no distinguen entre espectáculo ficticio y crimen como simulacro de espectáculo. Las masas, excitadas por la sobreabundancia de estímulos audiovisuales solo piden más, sea un bisoño tocando la guitarra, una pareja teniendo sexo o un grupo de violadores y torturadores ensañándose con la víctima en coma. El simulacro de lo real invierte los valores de valentía y cobardía y presenta la tortura y violación como actos de valentía realizados en pos del bien común: la creación de espectáculos de indiscutible moralidad invertida. Si Dios murió, como anunció el personaje de la obra de Nietzsche, revivió en forma de Big Data, para volver a morir dentro del simulacro de espectáculo en manos de Satanás. Los populismos de ultraderecha se encargan a diario de matar a Dios e idolatrar y colmar de honores a los judas de turno, esos adalides de la sociedad de privilegios que viven en contubernio con los fascistas que siempre están en el poder. El simulacro de pandemia es ideal para justificar la extensión de una cuarentena inútil en países como Argentina que viven de llevar la economía al default y de ampliar el nivel de pobreza mientras sus líderes concentran el poder y gobiernan desde el Poder Ejecutivo para poder realizar sus negociados con los grandes líderes mundiales sin ningún tipo de resistencia. Prometen no volver a la normalidad como si eso fuera una gran idea, la vislumbre de una utopía irrealizable con la que siempre mantienen a sus seguidores en una actitud colaboracionista y sectaria que ayuda a imponer medidas cada vez más drásticas y anticonstitucionales, en un claro atentado contra las libertades humanas más básicas. Una actitud ética que se nos impone necesaria en esta época requiere repudiar los espectáculos que el Estado crea con vidas ajenas en contra de su voluntad, la negación a aplaudir a todos los que muestran sus violaciones a los derechos humanos a través de internet. El juicio popular tiene que someterse al pensamiento crítico siempre para poder condenar este tipo de abusos. Esta ética también debe movilizarnos a comparar los datos que ofrece el Estado respecto a las muertes por Covid19 con los datos de muertes por otras enfermedades respiratorias en períodos iguales de años anteriores. Sin este ejercicio básico nadie está en condiciones de entender el timo de esta pandemia. Todos los años mueren millones de personas en el mundo por influenza y neumonía, muchas más que las que murieron por el supuesto covid19 aún en países donde no se realizó cuarentena, como Estados Unidos y Brasil. Creer que uno está informado porque ve los noticiarios, lee los periódicos o escucha los discursos presidenciales es la mayor muestra de una estupidez y una credulidad supina: todos esos discursos mienten, exageran y ocultan datos imprescindibles para poder entender la verdadera debilidad del supuesto “nuevo virus catastrófico”. Imposible es que la humanidad sucumba ante una gripe. No podemos renunciar a nuestra vida social y a la cercanía de nuestros seres queridos por miedo a contagiarnos una gripe. No debemos renunciar a nuestros derechos a asistir a espectáculos, a estudiar, a trabajar y a reunirnos con amigos y amantes en un bar a tomar unas copas cuando así lo deseemos. Está en juego la creación continua de nuestra propia vida y de nuestro propio destino como para que nos quedemos servilmente callados en nuestra casa mientras todo lo que amamos es destruido por las clases dirigentes. Queremos salir a la calle y ver a las personas construyendo sus destinos, queremos, es lo que más deseamos, sentarnos en una plaza a leer un libro, a tomar sol o beber o fumar un cigarrillo, tirarnos en el pasto a la sombra de un árbol, hacer yoga en el centro mismo de una plaza, ir al cine, al teatro, al gimnasio, pasear por los barrios de la ciudad en autobús haciendo un gasto gratuito de nuestro tiempo, visitar museos, darle de comer a las palomas, entrar a una librería y ojear la prosa o el verso de un autor nuevo o antiguo, acariciar perros callejeros, exponernos a la influenza en los transportes públicos o en los conciertos como siempre lo hicimos, observar el amanecer junto a un río, entrar en una catedral para admirar su arquitectura, andar en bicicleta, salir a correr, esquivar gente en avenidas transitadas, acostarnos a dormir cansados por el ajetreo del día, soñar despiertos con las actividades del mañana. Queremos vivir, simplemente eso, ¿tanto le cuesta entenderlo a las clases dirigentes? Tenemos que ser solidarios, en eso estoy de acuerdo con todos. Y ser solidarios requiere: no hacerle espionaje a las personas para destruir sus vidas, no tomar las acciones amables como acciones a denunciar, no marginar, no discriminar, no utilizar a las personas para humillarlas, no perseguir, no torturar ni en presencia ni con ondas de radio, no inocular enfermedades, no difamar, no violar, no asesinar, no conspirar, no boicotear, no sabotear las buenas acciones. Tenemos que ser solidarios y responsables. No idolatrar el crimen. No ser colaboracionistas. Si destruimos a las personas inocentes inundamos el mundo de injusticias. Nuestros clones digitales ya son parte del Big Data, nuestras vidas han sido tomadas. La lotería de Babilonia puede decidir que tu clon, lector, invada el mundo en cualquier momento. ¿Puedes seguir indiferente ante las injusticias como hasta ahora? ¿Quieres que tu intimidad sea sacrificada en el altar del populismo? ¿Quieres que tu identidad sea robada por tu verdugo? Ponte manos a la obra lector, y deja de lado la genuflexión al poder y el colaboracionismo, empieza a construir el nuevo mundo con tus buenos actos. Como las clases dirigentes pusieron el mundo en cuarentena y viven anunciando que ya no va a poder volverse a la normalidad “normal”, y no proponen nada, yo propongo una nueva sociedad, la sociedad virtual 4.0
MANIFIESTO NUEVO MUNDO 4.0 VIRTUAL
NUEVA PROPUESTA PARA UNA NUEVA SOCIEDAD, UN NUEVO MUNDO HIPERINCLUSIVO. INTERNET 4.0 VIRTUAL PARA TODOS: COMPARTAN Y SúMENSE. Si a partir de ahora vamos a vivir siempre en distanciamiento social solicito que el estado entregue a cada ciudadano un casco de realidad virtual y un traje con sensores y creen un entorno virtual en el que podamos comunicarnos con el resto de ciudadanos del país y del mundo, y que hayan salas para conversar y tener sexo virtual de manera privada con quien uno quiera y logre empatía, salas de arte y salas de concierto, salas de ventas online, salas para conferencias políticas con los presidentes de los respectivos países, con quienes podríamos chatear en privado y dejarles nuestras sugerencias, lugares de encuentro con tragos virtuales, salones de viajes psicodélicos virtuales , cine, recreaciones varias, lectura de poesías, teatro virtual, educación en todos los saberes, videojuegos masivos, un nuevo internet 4.0 virtual, lo propongo seriamente e invito a que todos sumen nuevas ideas, con un entorno virtual sería tolerable vivir en perpetua cuarentena, propongo reemplazar el mundo real por la realidad virtual para relacionarnos a partir de ahora, cada uno elige un avatar y adopta el aspecto que quiera y puede mutar de aspecto y de género cuando así lo desee. Creo sinceramente que esta es la mejor propuesta para un nuevo mundo: que el estado se encargue de todas las empresas y comercios, de las finanzas del país y nos provea a los ciudadanos de la alimentación necesaria y los servicios para sostener el entorno virtual. PROPUESTA DE JULIÁN NEGROMANTI, la evolución a una nueva sociedad virtual, la internet totalmente inmersiva donde cada uno podrá ser quien quiera ser y tener las relaciones sexuales que quiera sin los riesgos y apegos de las relaciones reales. Pasen la propuesta por favor, compartan. Por una Nueva Realidad Virtual Inmersiva Posgénerica, Cyborg, Antiracista, Antixenófoba y Antidiscriminatoria. Antiguerras y antidiscursospolíticos. Un nuevo mundo sin fronteras, de cuerpos virtuales rodeándose, yuxtaponiéndose y superponiéndose sin complejos y sin impedimentos emocionales, un mundo de amor paz e intercambios sin límites de ideas y placeres virtuales. ARRIBA EL ANIMO, ESTE NUEVO MUNDO ES EL FUTURO DE LA CIVILIZACIóN SUPERANDO TODO IMPEDIMENTO FISICO Y MENTAL: UN MUNDO INCLUSIVO UN MUNDO PARA TODOS!!!