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LA CARGA DINÁMICA DE LA PRUEBA

En Colombia, con la Constitución Política de 1991 se pasaría de un Estado de


Derecho propio de la Carta Política de 1886 a un Estado Social de Derecho, el
cual tendría como finalidad, el velar por la existencia de un efectivo
cumplimiento de los derechos y garantías constitucionales consagradas a favor
de los ciudadanos1, como lo es el debido proceso, elevado a rango de derecho
fundamental y que se encuentra en el artículo 29 constitucional, y que le
confiere al proceso; legitimidad, legalidad y le da a las partes, el control para
que participen de forma activa en él, es así, que encontramos en la lectura que
se hace del mencionado artículo, principios como el de contradicción probatoria
y defensa, los cuales a su vez, se constituyen en una importante garantía del
proceso, donde adquiere una gran relevancia, ya que protege los bienes
jurídicos tutelados que se consagran en los diferentes códigos que existen en
nuestro país, llámense, Civil, Penal y Administrativo.

Ahora, y antes de pasar a la teoría de la carga dinámica de la prueba, es


importante traer a modo de reflexión, lo expuesto por el maestro Jairo Parra
Quijano, quien cita a Kant, señalando que en su texto llamado la “ilustración”,
se establece que es necesario pensar por nosotros mismos, porque al hacerlo,
alcanzamos valores, y sobretodo, nos volvemos en ciudadanos útiles para la
sociedad, y más aún, cuando el rol que cumplimos es como abogados, donde
tenemos un deber y un compromiso con la democracia, porque solo a través de
las críticas y aportes que realizamos, podemos construir una nueva sociedad, y
no dejar que pase las cosas sin alzar esa voz de oposición para obtener ese
ideal que solo se logra con la reflexión y propuestas de cambios que deben
surgir desde nosotros mismos y no permitir que otros piensen por nosotros,
porque Colombia necesita gente nueva, una generación que piense por sí
misma y lo anterior es importante, ya que si se es un abogado estático, carente
de adquirir nuevos conocimientos, se estará ante una realidad jurídica
conservadora y propias de sistemas judiciales obsoletos.

Por lo tanto y descendiendo al tema del presente ensayo, se tiene, que la


prueba, es donde descansa el proceso y se puede llegar a una sentencia que

1
HENAO HIDRÓN, Javier. Panorama del derecho constitucional colombiano. Decimotercera Edición.
Bogotá. TEMIS. 2004
produzca certeza en las partes inmersas en el proceso. En concordancia con lo
anterior, el maestro Parra Quijano emplea a modo didáctico el ejemplo de la
imagen de la Emulsión Scott, donde se lleva una carga, como es el vácalo,
pero, dicho carga es para beneficio de la persona que la asume, y en el
derecho resulta igual, porque la carga de la prueba se convierte en algo
imperioso, que es producto de la necesidad de probar lo que se dice en los
hechos de la demanda. Razón por la cual, la carga de la prueba, resulta tan
beneficiosa, para la persona quien la asume, y si bien la Constitución de 1991,
en lo consagrado en el artículo 29, le da a las partes la facultad para conocer y
controvertir las pruebas, esto en ocasiones resulta difícil, porque el conseguir
las pruebas cuando las mismas se encuentran en otras personas se torna muy
complejo. Es en ese escenario, donde aparece la teoría de la carga dinámica
de la prueba y la cual se convierte no solo en un avance en materia procesal,
sino también en un instrumento que imprime seguridad jurídica a los
pronunciamientos que emitan los diferentes despachos judiciales.

La teoría de la carga dinámica de la prueba, parte de la premisa que se deben


probar los hechos que sirven de sustento de la demanda y de las excepciones
cuando se interponen, porque el proceso se hizo para que gane el que tiene la
razón y la puede probar, por eso, debe haber lealtad en la prueba y quien tiene
la carga de la prueba, podrá probar lo ocurrido. Esta teoría se encuentra
establecida en el artículo 167 del Código General del Proceso, que señala:

ARTÍCULO 167. CARGA DE LA PRUEBA. Incumbe a las partes probar el


supuesto de hecho de las normas que consagran el efecto jurídico que ellas
persiguen.

No obstante, según las particularidades del caso, el juez podrá, de oficio o a


petición de parte, distribuir, la carga al decretar las pruebas, durante su práctica
o en cualquier momento del proceso antes de fallar, exigiendo probar
determinado hecho a la parte que se encuentre en una situación más favorable
para aportar las evidencias o esclarecer los hechos controvertidos. La parte se
considerará en mejor posición para probar en virtud de su cercanía con el
material probatorio, por tener en su poder el objeto de prueba, por circunstancias
técnicas especiales, por haber intervenido directamente en los hechos que
dieron lugar al litigio, o por estado de indefensión o de incapacidad en la cual se
encuentre la contraparte, entre otras circunstancias similares2.

De la lectura que se realiza de este articulo y como lo señala el maestro Parra


Quijano, en la primera parte del artículo, se guarda una posición donde se
2
Congreso de la Republica. Código General del Proceso. Diario Oficial No. 48.489 de 12 de julio de 2012
habla de la carga dinámica de la prueba, pero en un sentido liberal e individual
porque remite a que se debe probar lo que le interese a cada parte, mas no al
otro, es decir y en palabras del doctrinante referido “cada parte prueba lo que a
ella le importa”, pero, contrario a ello, se logar interpretar que en la segunda
parte del artículo 167, existe un criterio más solidario, para lograr un equilibrio
probatorio, y es sobre este aspecto, como lo señala el maestro Parra Quijano,
en nuestro país, la teoría de la carga dinámica de la prueba, se introdujo a
través de las sentencias del Consejo de Estado, donde se sostiene que en
aquellos procesos de responsabilidad médica, el juez, puede distribuir la carga
de la prueba a las partes inmersas en el proceso, como lo es, el personal
médico, quien tiene la oportunidad legal para poder controvertir a través de sus
conocimientos, los motivos que condujeron a interponer la demanda, y lo
anterior resulta interesante, ya que al realizar esa distribución, el juez podrá
tener un mejor conocimiento de las causas, procedimientos, técnicas y motivos
que llevaron al profesional a asumir determinada conducta o tratamiento, y si
bien, el resultado de ciertas intervenciones produjeron sucesos adversos, estos
no se podrían endilgar del personal médico.

En consideración, se puede afirmar que en materia de carga de la prueba,


existe la regla general de que a las partes les incumbe el interés de probar el
los hechos que motivaron la acción y que sirven de fundamento para las
pretensiones, pero a través de la teoría de la carga dinámica de la prueba, el
juez podrá distribuir la carga de la prueba de manera diferente a aquella parte
que se encuentre en mejores condiciones para acreditar la ocurrencia o no de
determinado hecho, por la facilidad que tiene frente al acceso a la prueba,
porque cuenta con el material probatorio, pero existen situaciones en que la
contraparte no tiene conocimiento de dichas pruebas o no puede tener acceso
a ellas, es aquí donde entra lo que se conoce como carga dinámica de la
prueba, la cual faculta al juez, para que distribuya las pruebas a petición de
parte o de oficio para que pueda esclarecer los hechos controvertidos mediante
los diferentes medios probatorios consagrados en el Código General del
Proceso.

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