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3º Básico (2006) Guía Didáctica PDF
3º Básico (2006) Guía Didáctica PDF
Compartiendo
cuentos, juegos y
aventuras
Guía Didáctica
LENGUAJE y COMUNICACIÓN
Asesoría a la Escuela para la Implementación
Curricular en Lenguaje y Matemática, LEM
Autoras:
Universidad de Concepción
Beatriz Figueroa S.
Mariana Aillon N.
Gloria Sanzana V.
Ministerio de Educación:
Sonia Jorquera C.
Colaboradora:
Alicia Salinas A.
Coordinación Editorial
Claudio Muñoz P.
Ilustraciones y Diseño:
Miguel Angel Marfán
Antonia Gómez
Impresión:
xxxxx.
Marzo 2006
Registro de Propiedad Intelectual Nº xxxxxxx
Teléfono: 3904754 – Fax 3810009
Guía Didáctica
Tercer Año Básico
TERCERA UNIDAD
Duración aproximada: Dos semanas
C ompartiendo
cuentos, juegos
y aventuras
Autores
DESCRIPCIÓN
Desde el punto de vista del subsector, el tema está ligado al desarrollo de la comprensión
lectora y al gusto por la lectura independiente, reconociendo de manera precisa las informa-
ciones que contienen los textos. También se promueve el dominio de la escritura, ampliando
el vocabulario al incorporar un número importante de términos nuevos.
Como textos básicos para ser escuchados y/o leídos, se proponen los siguientes, los cuales
pueden ser enriquecidos por otros textos elegidos por los docentes a partir de la biblioteca
escolar o de los recursos educativos de Enlaces.
• El gigante egoísta, de Oscar Wilde, que relata la vida de un gigante que no quiere abrir su
jardín a la risa y juegos de los niños.
• El volantín amarillo, de Jacqueline Balcells, que relata la historia de Alfonso, un niño que
ve hecho realidad uno de sus grandes sueños: tener un volantín que no se rompa y que lo
pueda encumbrar todos los días en el parque.
• Además de estos textos centrales, hay otros textos de carácter informativo, una canción y
adivinanzas, con el objeto de desarrollar en los niños y niñas amor por la lectura, seguri-
dad en su producción escrita y refuerzo en el manejo de la lengua.
• Al final del Cuaderno de trabajo se incluyen dos cuentos como lectura complementaria,
Gol de Federico y Autopistas, castillos y mermelada, de Cecilia Beuchat. Estos textos
permitirán apoyar a los alumnos y alumnas que trabajan más rápido que el resto del cur-
so, los cuales podrán realizar, por ejemplo, lectura silenciosa.
Las actividades poseen un variado nivel de dificultad, con el fin de que puedan ser realizadas
por niños de distintos niveles de desempeño o estilos de aprendizaje.
La unidad presenta actividades diseñadas para ser realizadas en forma individual o en gru-
pos. Se recomienda que los grupos tengan un máximo de cuatro participantes y que no
permanezcan en forma estable a lo largo de la unidad.
Finalmente, se destaca que la realización de las diversas actividades planteadas debe ser
complementada con las actividades que tienen un carácter permanente, como, por ejem-
plo, la aplicación del programa de lectura silenciosa sostenida.
Sugerencia de recursos:
• Textos, recortes y noticias donde aparezcan comentarios sobre los juegos en general.
• Láminas y lecturas relacionadas con el tema, incluyendo las extraídas de su texto.
• Equipo de música y todo lo que usted considere necesario para enriquecer la unidad.
Recursos educativos de Enlaces:
• www.redenlaces.cl/doc/lenguaje/index.html
• www.redenlaces.cl/doc/lenguaje/otrosrecursosdigitales/recursos.html
CLASE
1
TEXTOS: Cuento El gigante egoísta.
•INICIO
Expresión oral: - Activan conocimientos y formulan predicciones, a partir del título
del cuento.
•DESARROLLO
Lectura: - Leen el cuento.
Expresión oral: - Comentan y responden preguntas sobre el texto leído.
Escritura: - Formulan preguntas a uno de los personajes del cuento que leyeron.
- Completan una serie de cuadros con la secuencia de las escenas del
cuento.
Manejo de la lengua: - Usan signos de interrogación para escribir sus preguntas.
- Usan mayúscula al comienzo de cada pregunta.
•
CIERRE
Escritura: - Reescriben la última escena del cuento El gigante egoísta.
- Leen la tarea de investigación sobre las semejanzas y diferencias entre un
“gigante” y un “ogro”.
CLASE
2
• DESARROLLO
Escritura: - Planifican y escriben el borrador de un afiche.
- Reescriben el borrador del afiche.
- Escriben una carta para solicitar una autorización para exponer los
afiches.
Manejo de la lengua: - Usan mayúsculas al inicio de una oración o en los nombres
propios.
- Colocan el punto final al término de una oración o párrafo.
- Utilizan sinónimos para no repetir palabras.
- Utilizan los signos de interrogación y exclamación en sus diálogos.
• CIERRE
- Presentan y comentan los afiches producidos al curso.
CLASE
3
TEXTOS: Adivinanzas.
•INICIO
Expresión oral: - Comentan sobre los juegos preferidos del curso.
•DESARROLLO
Lectura: - Leen adivinanzas y descubren la solución a partir de claves gráfico-
fonéticas y verbales de estos textos.
Escritura: - Copian dos de las adivinanzas presentadas.
- Explican el camino seguido y las claves utilizadas para resolver las
adivinanzas (proceso de metacognición).
- Producen adivinanzas en base a los modelos analizados.
- Reescriben las adivinanzas creadas para conformar una “Bolsa mágica”.
Manejo de la lengua: - Revisan la ortografía acentual, literal y puntual.
•
CIERRE
- Juegan con la “Bolsa mágica” de las adivinanzas
- Recopilan otras adivinanzas como tarea para la casa.
Planificación Primera Semana
Eje lectura
• Leen en voz alta con • Leen en voz alta con seguridad y fluidez.
propósitos claros y definidos • Dan a las oraciones la entonación y el énfasis
una variedad de textos adecuado y hacen las pausas que correspondan al
literarios y no literarios. tipo de texto.
• Identifican la información • Utilizan diversas claves dadas por el texto para
explícita contenida en textos formular hipótesis sobre su contenido.
literarios y no literarios y su • Reconocen el propósito comunicativo de las
propósito comunicativo. narraciones, poemas y afiches que leen.
• Identifican características de los personajes
principales; identifican lugares y principales
acciones.
• Hacen comentarios y formulan juicios sobre los
personajes principales y sus acciones.
• Identifican la secuencia de hechos o acciones en los
textos leídos.
• Demuestran la comprensión del texto leído a través
de responder preguntas, parafrasear y resumir en
forma oral o escrita.
Eje escritura
• Utilizan en su expresión oral • Usan en los textos orales y escritos que producen
y escrita, un vocabulario palabras precisas y no términos como: cosa,
progresivamente más cuestión y otras semejantes.
amplio, incluyendo términos • Consultan el diccionario para aclarar el significado
nuevos y reemplazando de palabras que no entienden.
expresiones genéricas por
otras más específicas.
• Dominan progresivamente • Usan el punto final para terminar sus escritos.
la ortografía literal, acentual • Utilizan adecuadamente las mayúsculas en los
y puntual en los textos que nombres propios y comienzo de oraciones.
producen. • Usan los signos de interrogación cuando
corresponde.
Esquema de la Tercera Unidad de 3° Básico
compartiendo cuentos, juegos y aventuras
Segunda semana
CLASE
4
TEXTOS: Cuento El volantín amarillo, caligrama Volantín de pueblo, poema Volantín.
•INICIO
Expresión oral: - Comparten las adivinanzas recopiladas en la casa.
•DESARROLLO
Lectura: - Leen y comentan el caligrama.
- Identifican de qué tipo de texto se trata, a partir de su estructura y
elementos principales que lo componen.
- Leen el cuento El volantín amarillo.
- Formulan hipótesis sobre la continuación del cuento.
- Responden preguntas de comprensión inferencial y valorativa.
- Realizan una investigación sobre los volantines y sus distintas
denominaciones en otros países.
- Identifican claves contextuales para mejorar la comprensión del cuento.
Escritura: - Registran información de la investigación en un cuadro.
- Formulan predicciones sobre el final del cuento.
Manejo de la lengua: - Usan correctamente las mayúsculas al inicio de oraciones
o párrafos.
- Revisan la ortografía literal, acentual y puntual en sus respuestas y la
ficha que completaron.
• CIERRE
- Escriben un deseo parafraseando un texto poético.
CLASE
5
TEXTOS: Adivinanza, texto informativo Baila, baila, trompo de colores, textos
instructivos.
• INICIO
Expresión oral: - Activan conocimientos sobre las adivinanzas y recuerdan algunas.
Lectura: - Leen una adivinanza sobre el trompo.
• DESARROLLO
Lectura: - Leen el texto informativo Baila, baila, trompo de colores.
- Identifican el tipo de texto que acaban de leer a partir de su estructura y
contenido.
- Leen tres textos instructivos.
- Identifican el tipo de texto según su estructura.
Expresión oral: - Comentan sobre las características comunes de los textos instructivos
que leyeron.
Escritura: - Producen un texto instructivo “Para hacer bailar un trompo”.
• CIERRE
- Publican y leen sus textos instructivos en el Diario Mural.
CLASE
6
Planificación Segunda Semana
Eje lectura
• Leen en voz alta con • Leen en voz alta con seguridad y fluidez.
propósitos claros y definidos • Dan a las oraciones la entonación y el énfasis
una variedad de textos adecuado y hacen las pausas que correspondan al
literarios y no literarios. tipo de texto.
• Identifican la información • Utilizan diversas claves dadas por el texto para
explícita contenida en textos formular hipótesis sobre su contenido.
literarios y no literarios y su • Reconocen el propósito comunicativo de las
propósito comunicativo. narraciones, poemas e instructivos que leen.
• Identifican características de los personajes
principales; identifican lugares y principales
acciones.
• Hacen comentarios y formulan juicios sobre los
personajes principales y sus acciones.
• Demuestran la comprensión del texto leído a través
de responder preguntas, parafrasear y resumir en
forma oral o escrita.
10
Eje escritura
11
Eje Manejo de la lengua
12
CLASE
1
INICIO
• Cuente a los niños que durante dos semanas trabajarán de manera individual, colectiva
y grupal en la unidad Compartiendo cuentos, juegos y aventuras. Haga una síntesis
sencilla y breve sobre los contenidos que abordarán.
• Realice una lluvia de ideas sobre los cuentos que conocen. Puede ayudarse anotando los
títulos en el pizarrón.
Actividad 1
Esta actividad tiene como propósito activar los conocimientos previos de los estudiantes y
prepararlos, a través de la formulación de hipótesis y predicciones, para la lectura del cuento
El gigante egoísta, del escritor Oscar Wilde.
Desarrollo
Actividad 2
• Comience la lectura del cuento para modelarla, con expresión y entonación adecuadas.
El propósito de su lectura en voz alta es que los estudiantes tengan un buen modelo que
los apoye en su desempeño lector.
• Luego, invite a sus alumnos y alumnas a continuar la lectura del cuento en forma silen-
ciosa.
13
Escucha atentamente la lectura.
El gigante egoísta
Oscar Wilde
14
Era un gigante muy egoísta. Los pobres niños no tenían ahora dónde jugar.
Trataron de hacerlo en la carretera, pero la carretera estaba llena de polvo y agu-
das piedras, y no les gustó.
Se acostumbraron a vagar, una vez terminadas sus clases, alrededor del alto
muro, para hablar del hermoso jardín que había al otro lado.
-¡Qué felices éramos allí!- se decían unos a otros.
Entonces llegó la primavera y todo el país se llenó de flores y pajaritos. Solo en
el jardín del gigante egoísta continuaba el invierno.
Los pájaros no se preocupaban de cantar en él desde que no había niños, y los
árboles se olvidaron de florecer. Solo una bonita flor levantó su cabeza entre el
pasto, pero cuando vio el cartel se entristeció tanto pensando en los niños, que se
dejó caer otra vez en tierra y se echó a dormir. Los únicos felices eran la Nieve y el
Hielo.
-La primavera se ha olvidado de este jardín- gritaban. -Podremos vivir aquí
durante todo el año.
La Nieve cubrió todo el jardín con su manto blanco y el Hielo pintó de plata
todos los árboles. Entonces invitaron al viento del Norte a pasar una temporada
con ellos, y el Viento aceptó.
Llegó envuelto en pieles y aullaba todo el día por el jardín, derribando los te-
chos y las chimeneas.
-Este es un sitio delicioso- decía. -Tendremos que invitar al Granizo a visitarnos.
Y llegó el Granizo. Cada día durante tres ho-
ras tocaba el tambor sobre el tejado del casti-
llo, hasta que rompió la mayoría de las pizarras,
y entonces se puso a dar vueltas alrededor del
jardín corriendo lo más veloz que pudo. Vestía
de gris y su aliento era como el hielo.
-No puedo comprender cómo la prima-
vera tarda tanto en llegar- decía el gigante
egoísta, al asomarse a la ventana y ver su jar-
dín blanco y frío. -¡Espero que este tiempo
cambiará!
15
Pero la primavera no llegó, y el verano tampoco. El otoño dio dorados frutos a
todos los jardines, pero al jardín del gigante no le dio ninguno.
-Es demasiado egoísta- se dijo.
Así pues, siempre era invierno en casa del gigante, y el Viento del Norte, el
Hielo, el Granizo y la Nieve danzaban entre los árboles.
Una mañana el gigante oyó una música deliciosa. Sonaba tan dulcemente en
sus oídos que creyó sería el rey de los músicos que pasaba por allí. En realidad
solo era un pajarito que cantaba ante su ventana, pero hacía tanto tiempo que no
oía cantar un pájaro en su jardín, que le pareció la música más bella del mundo.
Entonces, el Granizo dejó de bailar sobre su cabeza, el Viento del Norte dejó de
rugir, y un delicado perfume llegó hasta él, a través de la ventana abierta.
-Creo que, por fin, ha llegado la primavera- dijo el gigante; y saltando de la
cama miró el exterior. ¿Qué es lo que vio?
16
-¡Qué egoísta he sido- se dijo. -Ahora comprendo por qué la primavera no ha
venido hasta aquí. Voy a colocar al pobre pequeño sobre la copa del árbol, derri-
baré el muro y mi jardín será el parque de recreo de los niños para siempre.
Estaba verdaderamente apenado por lo que había hecho. Abrió la puerta prin-
cipal con toda suavidad y salió al jardín. Pero los niños quedaron tan asustados
cuando lo vieron, que huyeron corriendo, y en el jardín volvió a ser invierno.
Solo el niño pequeño no corrió, pues sus ojos estaban
tan llenos de lágrimas, que no vio acercarse al gigante.
Y el gigante se deslizó por su espalda, lo tomó
cariñosamente en su mano y lo colocó sobre
el árbol. El árbol floreció inmediatamente,
los pájaros fueron a cantar en él, y el niño
extendió sus bracitos, rodeó con ellos el
cuello del gigante y lo besó.
Cuando los otros niños vieron
que el gigante ya no era malo, volvieron
corriendo y la primavera volvió con ellos.
-Desde ahora, este es el jardín de todos,
queridos niños- dijo el gigante, y tomando
un hacha derribó el muro. Y cuando al mediodía
pasó la gente, yendo al mercado, encontraron al
gigante jugando con los niños en el más hermoso
de los jardines que jamás habían visto.
Durante todo el día estuvieron jugando y al atardecer fueron a despedirse del
gigante.
-Pero, ¿dónde está vuestro pequeño compañero, el niño que subí al árbol?-
preguntó el gigante.
-No sabemos -contestaron los niños- se ha marchado.
-Díganle que venga mañana sin falta- dijo el gigante.
Pero los niños dijeron que no sabían dónde vivía y nunca antes lo habían visto.
El gigante se quedó muy triste.
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Todas las tardes, cuando terminaba la escuela, los niños iban y jugaban con el
gigante. Pero al niño pequeño, que tanto quería el gigante, no se le volvió a ver.
El gigante era muy bondadoso con todos los niños pero echaba de menos a su
primer amiguito y siempre hablaba de él.
-¡Cuánto me gustaría verlo!- solía decir.
Los años transcurrieron y el gigante envejeció mucho y cada vez estaba más
débil. Ya no podía jugar con los niños, solo se entretenía mirando a los niños en su
jardín.
-Tengo muchas flores hermosas- decía, pero los niños son las flores más be-
llas.
Una mañana de invierno miró por la ventana, mientras se estaba vistiendo. Ya
no detestaba el invierno, pues sabía que no es sino la primavera adormecida y el
reposo de las flores.
De pronto se frotó los ojos y miró y remiró. Verdaderamente era una visión
maravillosa. En el más alejado rincón del jardín había un árbol completamente
cubierto de hermosos capullos blancos. Sus ramas eran doradas, frutos de plata
colgaban de ellas y debajo, de pie, estaba el pequeño al que tanto quiso.
El gigante corrió escaleras abajo con gran alegría y salió al jardín. Corrió precipi-
tadamente por el césped y llegó cerca del niño. Cuando estuvo junto a él, su cara
enrojeció de cólera y exclamó:
- ¿Quién se atrevió a herirte?-, pues en las palmas de sus manos se veían las
señales de dos clavos, y las mismas señales se veían en los piececitos.
-¿Quién se ha atrevido a herirte?- gritó el gigante. -Dímelo para que pueda
coger mi espada y matarle.
-No, -replicó el niño-, pues estas son las heridas del amor.
-¿Quién eres?- dijo el gigante; y un extraño temor lo invadió, haciéndole caer
de rodillas ante el pequeño.
Y el niño sonrió al gigante y le dijo:
-Una vez me dejaste jugar en tu jardín, hoy vendrás conmigo a mi jardín, que
es el Paraíso.
Y cuando llegaron los niños aquella tarde, encontraron al gigante tendido,
muerto, bajo el árbol, todo cubierto de capullos blancos.
18
Actividad 3
Actividad 4
• Apoye a los niños y niñas para que a través de esta actividad participen de la ficción del
cuento. Inicialmente, usted puede modelar en forma oral un par de preguntas, si observa
que tienen dificultad para realizarlas, y así motivarlos a jugar con los personajes.
• Luego, pida que formulen las preguntas por escrito; recuérdeles algunos elementos for-
males para apoyar esta tarea, como los signos de interrogación y el uso de mayúsculas.
1.
2.
19
Actividad 5
Esta tarea tiene como objetivo reconstituir la historia a través de la serie de recuadros pre-
sentados. La novedad, en el plano formal, la constituye la manera en que completarán los
recuadros de la secuencia. En algunos será necesario que dibujen la acción descrita en pa-
labras, y en otros, que describan la acción representada en la imagen. En el recuadro final
(número seis de la serie) se le pide realizar ambas actividades: dibujar y redactar.
Finalmente...
El gigante tomó un hacha y derribó el
muro.
20
Cierre
Actividad 6
• Entregue a cada niña y niño una hoja de color, tamaño media hoja carta, para dibujar y
reescribir la última escena de la secuencia.
• Motívelos para organizar en el Diario Mural la muestra de las producciones del curso e
invítelos a una lectura colectiva de la escena que cada grupo eligió como final, que posi-
blemente no será homogénea. Aproveche este momento para validar las distintas inter-
pretaciones del final del cuento hechas por el grupo, argumentando sobre la base de las
claves del texto.
• Invite a los niños a investigar la diferencia entre un “ogro” y un “gigante” en distintas fuen-
tes impresas: enciclopedia, diccionarios y otros.
Semejanzas Diferencias
21
CLASE
2
Inicio
Actividad 1
• Revise la tarea recogiendo la información obtenida por los niños sobre las diferencias y
semejanzas entre un “ogro” y un “gigante”.
• Luego, recuerde los aspectos más importantes del cuento El Gigante Egoísta leído la cla-
se anterior e incentive a los niños a comentar sus juegos preferidos. Anote las respuestas
en un papelógrafo, pues esta información le será útil más adelante.
Por último, invítelos a leer la canción Mi jardín y a cantarla con apoyo de la música del grupo
Mazapán, si la tiene. Enseguida, llévelos a imaginar cómo sería para ellos el jardín ideal para
jugar. Invítelos a comentar y disfrutar.
Mi jardín
Grupo Mazapán
Tengo yo en mi jardín
mil plantitas y un nogal,
el aroma de un jazmín
y los cantos de un zorzal.
De un árbol yo colgué
mi columpio de color café.
Todo el pasto ya regué,
mis chalitas ¡huy! me las mojé.
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Tengo yo en mi jardín
mil plantitas y un nogal,
el aroma de un jazmín
y los cantos de un zorzal.
Desarrollo
Actividad 2
• A continuación los estudiantes elaborarán un afiche. Para introducir esta actividad es im-
portante que seleccione afiches que resulten atractivos para el curso y los presente para
comentarlos como actividad inicial. En esta revisión general es importante que niños y
niñas descubran la función comunicativa que cumple este tipo de texto, a quiénes está
dirigido, qué mensajes contiene y qué relación hay entre la imagen y el mensaje expresa-
do en el afiche.
• Como toda producción escrita, la elaboración del afiche debe considerar las etapas de
planificación, escritura, revisión y reescritura.
• Motive la producción del afiche indicando al curso el propósito que deberá cumplir: invi-
tar a los niños de la escuela a jugar al jardín del gigante.
• Pida que se guíen por las indicaciones que aparecen en el Cuaderno de trabajo para pla-
nificar el afiche.
23
Anota aquí los acuerdos del grupo:
1.
2.
3.
4.
Actividad 3
24
Luego, incentive la revisión del bosquejo de acuerdo a los criterios enunciados, y la pauta
que aparece en el Cuaderno de trabajo.
• ¿Usaste punto final cuando co- • ¿Qué quisieras cambiar para que
rrespondía? esté más claro el mensaje de tu
afiche?
• ¿Usaste la coma para separar los
elementos de alguna enumera-
ción?
Actividad 4
Invite a sus alumnos a elaborar el afiche definitivo, incorporando las correcciones pertinen-
tes de acuerdo a la pauta anterior.
25
Actividad 5
Pida al grupo que esté más avanzado en el desarrollo de la actividad, que escriban una carta
al director o jefe técnico de la escuela solicitando que los autoricen a exponer sus afiches en
los pasillos o en los lugares destinados para las exposiciones.
Cierre
Actividad 6
Una vez que los afiches estén terminados, promueva la presentación del producto de cada
grupo ante el curso.
Comparto mi afiche
• Finalmente, programe con el curso la exposición de los trabajos en el lugar que la direc-
ción de la Escuela les indique, de acuerdo a la respuesta a la carta anterior.
26
CLASE
3
INICIO
Actividad 1
Revise en conjunto con el curso los nombres de los juegos que escribieron la clase anterior
en un papelógrafo. Comenten los juegos más nombrados, en qué consisten, cuántos niños
participan, qué les entretiene o divierte, lo especial de cada juego. Si no ha salido el tema de
las adivinanzas, propóngalo como juego y pregunte acerca de él.
Desarrollo
Actividad 2
• Esta actividad tiene como centro el trabajo con adivinanzas. Previo a la clase, seleccione
ocho adivinanzas apropiadas al nivel e intereses de los estudiantes y escríbalas en tarjetas
para usarlas en el trabajo grupal.
• Introduzca la actividad con las preguntas que permiten activar conocimientos previos
respecto de este juego de palabras.
• Organice el curso en grupos de 4 ó 5 integrantes y entregue a cada grupo una tarjeta con
una adivinanza.
• Luego, apoye a los niños para seguir las instrucciones respectivas en el Cuaderno de tra-
bajo.
27
Actividad 3
• El objetivo de esta actividad es que todos conozcan las adivinanzas que han trabajado los
diferentes grupos.
• Pida que seleccionen dos adivinanzas del Diario Mural que les parezcan atractivas o diver-
tidas, las copien y las ilustren en el Cuaderno.
Actividad 4
• Las tareas de esta actividad contienen un nivel de complejidad mayor. Se pretende que
niñas y niños, a través de una actividad metacognitiva, identifiquen en la adivinanza qué
claves (palabras o frases) les dieron pistas para encontrar la solución.
• Sugerimos que usted lea cuidadosamente las adivinanzas seleccionadas, ya que respon-
den a una cierta lógica de construcción:
28
• Apoye a los alumnos para que reflexionen respecto del camino seguido para resolverlas
y describan con sus propias palabras la lógica anterior. Estas reflexiones, inicialmente ora-
les, las escribirán luego en sus Cuadernos.
Actividad 5
29
Actividad 6
Una vez que niños y niñas han descubierto el camino de construcción de las adivinanzas,
pueden pasar al proceso siguiente: producir textos similares. Una vez que manejan claves de
construcción de las adivinanzas, pueden aplicarlas.
Actividad 7
Esta etapa está relacionada con la dimensión de reescritura en la producción de textos. Escri-
bir requiere siempre de un motivo; por ejemplo, se escriben las adivinanzas para conformar
la “Bolsa mágica de las adivinanzas” con los aportes de todos los niños, la que luego consti-
tuirá una herramienta más para amenizar los juegos de Lenguaje.
Cierre
Actividad 8
• El cierre de la clase constituirá en sacarle provecho a la “Bolsa mágica”, y jugar a leer y re-
solver las creaciones.
• Como la “Bolsa mágica de adivinanzas” necesita ser incrementada, otra fuente serán nue-
vas adivinanzas recogidas en la familia y la comunidad.
30
CLASE
4
Inicio
Actividad 1
• Lea con los niños Volantín de pueblo, caligrama del escritor chileno Floridor Pérez.
• Converse con el curso acerca de textos creativos que han escrito algunos autores, tal
como el que acaban de leer.
• Explique a sus alumnos que este es un texto creativo que se llama caligrama, es decir,
”texto en que las palabras forman un dibujo relacionado con el tema”. Invítelos a crear un
caligrama en otra clase.
Volantín de pueblo
31
Comente con sus alumnos y alumnas, guiándose por las preguntas que aparecen en el Cua-
derno. Destaque el apoyo que entregan al sentido del poema tanto la organización como la
dimensión gráfica de la página.
Desarrollo
Actividad 2
Actividad 3
• Invite a sus alumnos a escuchar la lectura del cuento El volantín amarillo de la escritora
chilena Jacqueline Balcells. Comience la lectura para modelarla, con expresión y entona-
ción adecuadas. El propósito de su lectura en voz alta es que los estudiantes tengan un
buen modelo que les apoye en su desempeño lector.
• Detenga su lectura en los momentos que indican el corte en el Cuaderno y lleve al curso
a formular hipótesis sobre la continuación y el final del relato, según corresponda.
• En el primer caso, se espera formulación de hipótesis orales y en el segundo caso, escri-
tas.
32
A propósito de volantines, ahora te invitamos a escuchar atentamente el cuento
El volantín amarillo, cuyo inicio leerá tu profesora o profesor.
El volantín amarillo
Jacqueline Balcells
(Adaptación)
Alfonso se moría por los volantines. Cuando llegaba septiembre y el viento co-
menzaba a soplar, salía con todos los niños de su barrio a encumbrar volantines al
parque y su corazón saltaba de alegría. Y cada año Alfonso se prometía a sí mismo
que esta vez sí que lo haría bien, pues para su desgracia siempre los volantines
se le rajaban mientras les ponía los tirantes o caían en picada a poco de comen-
zar a elevarse o se rompían en los árboles o en los cables del alumbrado. A veces
también se le desprendía la cola y el cometa se volvía loco haciendo piruetas,
antes de estrellarse; otras, se le cortaba el hilo o se le enredaba a tal punto, que su
cañuela se convertía en una ensalada de nudos ciegos. Como resultado, Alfonso,
regresaba a su casa con las manos vacías y con mucha pena.
Pero Alfonso nunca perdía el deseo de encumbrar un volantín más arriba de los
cables, los álamos y los volantines de los otros niños.
33
El día que Alfonso cumplió diez años, sus abuelos llegaron a verlo con un fantás-
tico regalo: una carretilla con 500 metros del hilo más sedoso y un gran volantín
rojo, azul y blanco y con una estrella como la bandera chilena. Fascinado, corrió
de inmediato donde su madre a pedirle un pedazo de género con el que hacer
una cola.
-Pobre volantín- se rió su hermano mayor-. Poco durará…
-Ni que fuera de hierro- se burló el otro hermano.
¿Qué imaginas
que va a pasar a
continuación?
Pero Alfonso, sin hacerles caso, pasó pacientemente el hilo de la carretilla a una
cañuela, colocó con cuidado los tirantes, amarró con firmeza la cola y, riéndose
solo, partió al parque. Allí muchos niños estaban ya desde temprano encumbran-
do volantines de todos los colores, que volaban alegremente en la brisa de la
tarde. Alfonso subió a una pequeña loma y desde allí se lanzó corriendo cuesta
abajo, tirando de su volantín y dándole al mismo tiempo cada vez más hilo para
que se encumbrara.
Corrió y corrió. Pero de repente se oyó un crujido y sintió un tirón. Se dio vuel-
ta y vio horrorizado que su gran volantín chileno se había hecho pedazos en una
mata de espinos.
Alfonso no pudo contenerse y
se puso a llorar, desconsolado.
¡Cómo se reirían sus hermanos!
¡Qué dirían sus abuelos! ¡Qué
mala suerte tenía! ¿Por qué, por
qué le sucedía a él siempre lo
mismo?
34
A unos pocos pasos de Alfonso, y sin que este lo hubiera visto, estaba el niño de la
esquina de su casa, mirándolo. Pero no era por compasión que lo miraba. El niño
acababa de perder su volantín, con hilo y todo, y quería para él la estupenda ca-
ñuela llena de hilo sedoso que Alfonso aún tenía en las manos. De pronto, el niño
tomó un palito del suelo, lo sostuvo con la mano izquierda y, estirando la derecha
hacia lo alto y juntando el pulgar y el índice, se puso a mirar atentamente el cielo,
mientras gritaba:
-Hey, Alfonso. ¿Qué te pasó?
Alfonso, sobresaltándose, secó apurado sus lágrimas y se volvió hacia su vecino
de calle, quien, muy serio, movía su mano derecha en el aire, como si estuviera
encumbrando un volantín.
-¿Qué te pasó? -repitió el niño a viva voz, sin dejar de mirar hacia arriba.
-Rompí mi volantín en los espinos- contestó Alfonso con pena.
-¿Sabes? -le dijo el niño sin bajar la vista y sacudiendo más vivamente el brazo -,
yo estoy aburrido de encumbrar el mío... ¿No querrás cambiármelo por tu cañuela?
-Pero... ¿dónde está tu volantín? ¡No veo el hilo! -exclamó Alfonso, extrañado.
-El hilo es tan delgado que no se ve. Es uno especial que me trajeron de Ale-
mania -respondió el otro, displicente.
-¿Y cuál es el volantín? -preguntó Alfonso, con los ojos grandes como platos.
-Ese -dijo el niño, señalando hacia el cielo, entre los muchos volantines que se
veían.
-¿Cuál? ¡No lo veo! ¿De qué color es?
-Es amarillo y está altísimo. Por eso cuesta verlo -afirmó el vecino, muy serio.
-Alfonso miró hacia el cielo, hasta que le pareció ver un puntito casi perdido
en el espacio.
-¡Lo veo! -exclamó, maravillado-. ¡Es el más alto de todos!
Creyendo que había un hermoso volantín, entregó su cañuela de hilo al veci-
no y el vecino le entregó a Alfonso el palito vacío.
-No te muevas de aquí. No se te vaya a cortar -fueron las últimas palabras que
pronunció el vecino, antes de desaparecer con la cañuela.
Alfonso se quedó inmóvil, moviendo despacio la mano donde creía sostener el
hilo invisible. Pasó el tiempo, el sol comenzó a ponerse y todos los niños recogían
35
sus volantines para volver a sus casas. Desaparecían así del cielo los volantines.
Pero Alfonso seguía sin moverse, concentrado en el suyo.
Algunos niños se detuvieron a su lado, asombrados al verlo sacudir su mano de-
recha en el aire, sin hilo.
-Oye, Alfonso, ¿estás cazando moscas?
-Alfonso..., ¿te volviste loco?
Y se reían de él a carcajadas.
Pero Alfonso, con una sonrisa en los la-
bios y los ojos fijos en el cielo, hacía caso
omiso de las burlas, que iban aumentan-
do. Finalmente, llegaron también sus her-
manos que, muertos de vergüenza, lo to-
maron por los hombros, diciéndole:
-¿Estás loco? ¿No ves que no queda ni
un volantín en el cielo? ¡Déjate de leseras y
vamos!
-Déjenme..., ya voy..., ¡primero tengo que recogerlo! -contestó Alfonso, con
firmeza.
Actividad 4
Continúa tú
la lectura del cuento
en silencio... El final, ¿será
como imaginaste?
36
Entonces, lentamente comenzó a recoger con todo cuidado el invisible hilo de su
volantín. Tan cuidadosamente hacía su tarea y tan fijos tenía los ojos en el cielo
que, poco a poco, los que lo rodeaban callaron y comenzaron también a mirar
hacia arriba. Y uno por uno los niños, impresionados, pudieron ver cómo en lo
más alto del cielo aparecía un puntito amarillo que luego se iba agrandando al
acercarse. Todos se quedaron fríos de asombro, pero ninguno tanto como el veci-
no que, escondido detrás de unos matorrales, era el que más se había reído hasta
el momento. El corazón de Alfonso casi se le salió del pecho de felicidad cuando,
planeando por sobre los álamos del parque y los postes de la luz, un gran volantín
amarillo, de cola blanca, precioso como nunca nadie había visto uno, llegó volan-
do suavemente y se posó entre sus manos. Al silencio maravillado de los niños
ante esta aparición, siguió una explosión de alegría, gritos y aplausos.
Alfonso tomó con mucho cuidado el enorme volantín, se metió el palito des-
nudo en el bolsillo y se encaminó a su casa seguido por sus hermanos, sus amigos
y el vecino, que todavía no podía cerrar la boca de tan turulato que estaba.
-Le pondré otro hilo, para asegurarme que no se va a cortar.
Este hilo alemán es muy delgado- declaró muy serio Alfonso esa noche en su
casa.
Y durante todo ese año, su volantín amarillo fue el rey del parque.
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Actividad 5
Finalizada la lectura comente el contenido del cuento a partir de las preguntas señaladas y
de otras que surjan espontáneamente de los niños.
• ¿Crees que un volantín como el de Alfonso puede llegar más arriba del sol?
¿Por qué?
Recuerda
que el título nos dice
de qué se trata
el cuento.
• El ejercicio de cambiar el título del cuento tiene como objetivo desarrollar en los estu-
diantes la capacidad de síntesis.
• Para aprovechar la motivación respecto del tema de los volantines, invítelos a investigar
y a registrar ordenadamente los datos obtenidos.
Actividad 6
38
• ¿Qué haces tú para comprender un texto cuando lees? Comenta con tus com-
pañeros y compañeras.
• ¿Qué crees que significan las palabras y expresiones destacadas en las siguien-
tes oraciones?
El diccionario dice
• 2. Alfonso, con una sonrisa en los labios, hizo caso omiso de las burlas.
Yo creo que significa
El diccionario dice
El diccionario dice
El diccionario dice
Recuerda que...
para comprender un texto, es necesario saber lo que significan
las palabras que contiene.
39
Cierre
Actividad 7
Invite a los niños a leer el poema Volantín, que será el motivo para formular por escrito su
sueño o deseo, parafraseando el texto modelo.
Volantín
Mi deseo abuelitos,
es un bello volantín.
De papel y tirantes firmes,
para que vuele hasta Berlín.
Si me lo regalan,
volará por el jardín.
Y yo estaré orgulloso de mi bello y colorido volantín.
40
CLASE
5
Inicio
Actividad 1
El juego que articula esta clase es el juego del trompo. Para introducirlo, lleve a los niños a
recordar las adivinanzas trabajadas en las clases anteriores, para luego ir a la lectura de una
adivinanza relacionada con el trompo.
Para bailar
me pongo la capa
y para bailar me la vuelvo a quitar,
porque no puedo bailar con la capa
y sin la capa
no puedo
bailar.
Desarrollo
Actividad 2
41
Baila, baila, trompo de colores
42
Actividad 3
• Con los antecedentes anteriores y luego de la lectura, apoye a los niños para que identi-
fiquen el tipo de texto que acaban de leer, indicándoles que argumenten. Pídales que los
argumentos respondan tanto a los elementos estructurales y formales, como al conteni-
do del texto.
• Solicíteles que organicen esta información en la tabla que aparece en sus Cuadernos.
Actividad 4
En la actividad anterior descubrieron las características básicas del texto informativo. Ahora,
la intención es que en estos tres nuevos textos -en este caso instructivos-, puedan identifi-
car elementos comunes de esta categoría, relacionados con el propósito comunicativo y la
forma de organizar la información.
Cocadas deliciosas
Ingredientes:
- 2 paquetes de galletas de vino.
- 1 tarro de leche condensada.
- 2 paquetes de coco rallado.
Preparación:
1. Moler muy bien las galletas.
2. Agregar leche condensada y mezclar muy bien.
3. Formar bolitas con las manos.
4. Untar las bolitas con el coco rallado.
5. Enfriar en el refrigerador durante 30 minutos.
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Móvil de animales
Materiales
• Papel lustre.
• Dos hojas de bloc.
• Perforador o tijeras.
• Lana o cuerda gruesa.
• Pegamento.
• Gancho de colgar ropa.
Elaboración
1. Marcar siluetas de animales en papel lustre.
2. Pegar en hojas de bloc.
3. Recortar las figuras.
4. Perforar la parte superior central de cada figura.
5. Pasar lana o cuerda a cada figura y amarrarla al gancho.
¡Confeccionemos títeres!
Materiales: Pasos a seguir:
• Calcetines 1. Dibujar caras de personajes en
• Cartulina los calcetines.
• Lana y género de colores 2. Marcar orejas, ojos, sombreros,
• Tijeras en la cartulina.
• Pegamento 3. Elaborar ropas con el género y la lana.
• Témpera 4. Recortar, pintar, pegar, armar y ¡listo!
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Actividad 5
• Una vez que han reconocido las características del texto instruccional y las han relaciona-
do con las funciones que el texto cumple, invite a niñas y niños a obtener metacognitiva-
mente conclusiones del trabajo anterior.
• En la segunda parte de esta actividad, con el manejo comprensivo de la estructura del
texto, conduzca a los niños a la producción de un texto instruccional “Para hacer bailar un
trompo”.
• Revise el trabajo de producción y retroalimente el proceso de escritura enfatizando los
aspectos estructurales y aquellos relativos a la función del texto instructivo; además, vea
algunos aspectos ortográficos como el uso de mayúsculas al inicio del título, de una ora-
ción o de un párrafo, y el punto final.
Cierre
Actividad 6
Invite al curso a exponer en el Diario Mural sus textos instructivos Para hacer bailar un
trompo y organícelos para que los lean y comenten.
45
CLASE
6
Inicio
Actividad 1
Desarrollo
Actividad 2
Escríbelas.
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Cuando yo subo, tú bajas;
si tú subes, bajo yo.
A la misma altura nunca Juegan en la cancha
podremos estar los dos. más alto que bajos;
meten la pelota
adentro de los aros.
Es un bonito juego:
tú te vas y yo me quedo;
cuento, cuento, cuento
y luego voy a tu encuentro.
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Actividad 3
De acuerdo a los textos que leíste, escribe con tus palabras el significado de las
siguientes expresiones:
• “Alfonso era un niño que amaba encumbrar volantines. Pero siempre los vo-
lantines se rajaban o se caían en picada”
48
Actividad 4
Pida que realicen la actividad de formular preguntas por escrito y recuérdeles algunos ele-
mentos formales para apoyar esta tarea: signos de interrogación y uso de mayúsculas.
1. ¿Por qué?
2. ¿Dónde?
1. ¿Cómo?
Actividad 5
¡Aumentando el vocabulario!
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Luego, solicite a niñas y niños escribir su opinión sobre los cuentos que leyeron durante la
unidad a modo de comentario, reescribirla en una cartulina y publicarla en el Diario Mural.
50
Actividad 6
Pida que elijan uno de los cuentos leídos en esta unidad y que completen un ordenador
gráfico con los elementos principales de este tipo de texto: personajes, acciones y espacio o
lugar donde ocurren los acontecimientos del relato.
Personajes:
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Cierre
Actividad 7
Invítelos a comentar lo que aprendieron durante la unidad. Reafirme aquello que quizás no
quedó claro. Pídales escribir su Bitácora de Aprendizaje en el Cuaderno.
Bitácora de Aprendizaje
• Lo que más me gustó de esta unidad fue:
Felicítelos por su desempeño y por los nuevos aprendizajes que lograron durante esta
unidad.
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Indicadores de logro para evaluar
los aprendizajes en esta unidad
Comunicación oral
• Formulan preguntas pertinentes para aclarar los contenidos de los textos escucha-
dos.
• Reconocen información explícita sobre personajes, acciones o lugares de las narra-
ciones escuchadas.
• Recuerdan y siguen instrucciones escuchadas, de al menos tres variables.
• Demuestran la comprensión de lo escuchado a través de comentarios, respuestas y
expresiones artísticas.
Escritura
Lectura
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Manejo de la lengua y conocimientos elementales sobre la misma
• Usan con propiedad y precisión, en los textos que producen, palabras provenientes
de los textos leídos.
• Reconocen palabras no familiares en textos literarios y no literarios, a partir del con-
texto.
• Explican el significado de palabras que han aprendido, a partir de la lectura de tex-
tos y de contactos con usuarios competentes de la lengua.
• Usan en los textos orales y escritos que producen palabras precisas y no términos
como: cosas, cuestión y otras semejantes.
• Incluyen nuevas palabras en oraciones completas y bien construidas.
• Consultan el diccionario para aclarar el significado de palabras que no entienden.
• Utilizan correctamente las formas masculina y femenina, singular y plural de los
sustantivos y adjetivos que usen, haciendo las necesarias concordancias..
• Utilizan correctamente las diversas formas personales de los verbos, haciendo las
necesarias concordancias
• Utilizan correctamente las diferentes formas de los pronombres personales.
• Utilizan correctamente los adjetivos y pronombres demostrativos.
• Utilizan los adverbios de tiempo, lugar y modo para responder preguntas como
¿Cuándo? ¿Dónde? y ¿Cómo?
• Forman adverbios en -mente para indicar modo.
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ANEXO
El volantín
El volantín es la versión chilena del cometa y tiene una larga historia. En la historia
de la civilización occidental quien lo inventó fue un filósofo y matemático que vivió
entre los años 460 al 365 antes de Cristo. Sus primeras apariciones en Chile fueron a
fines del siglo XVII durante la Colonia, cuando los jóvenes de la época, competían
entre ellos. Era esa la época en que reinaban los famosos pavos, llamados también
jotes, que alcanzaban dimensiones de cuatro a cinco metros por lado y que necesa-
riamente debían ser sujetados por varios hombres.
Posteriormente, dadas las peleas que se producían, fueron dictados mandos que nor-
maron el juego. Los volantines se hacían de diferentes tamaños según el uso al que
se les quería destinar. A los volantines más grandes, que por lo general se hacían de
género, se les llamaba “pavos”; a los de papel de menor tamaño se les llamaba simple-
mente volantines; a los más chicos se les llamaba “ñeclas” y cuando se les elevaba sin
cola y se desarmaban con facilidad, se les daba el nombre de “chupetes”.
Se calcula que en fiestas patrias más de tres millones de personas encumbran vo-
lantines para competir. Pocos ejercicios demandan un gasto tan grande de energía
y ponen en actividad mayor número de músculos que el juego del volantín. Se corre
mucho; los brazos, la cabeza y el cuerpo se mueven en todas direcciones; tan luego
se tirantea el volantín de un lado como del otro; las piernas se doblan y se estiran a
cada momento y, como cada cual está pendiente de su contrario, se ejercita la vista y
se aprende a calcular distancias.
Hoy se juega poco al volantín. La estrechez de los patios, la falta de locales apropia-
dos y la introducción de otros juegos, han hecho decaer poco a poco el gusto por este
excelente deporte, que tantos admiradores tuvo en nuestro país. Sin embargo, aún
no ha desaparecido del todo, pues en los alrededores de Santiago y en las ciudades
de provincia suelen hacerse comisiones que a veces resultan interesantes. Pero en lo
que hemos avanzado mucho es en la confección de ellos. Hay algunos de combina-
ciones de colores tan hermosas, que parecen verdaderas obras de arte.
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