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INVESTIGACION GEOFISICA PARA LA EXPLORACION DE

AGUA SUBTERRANEA EN ROCAS DURAS


Waldir Soruco R.

Servicio Nacional de Geología y Minería, Departamento de Hidrogeología, Av. Kilómetro 7, N° 1306,


Parque Mariscal Santa Cruz, Cochabamba, Bolivia

1. METODO DE MEDICION GEOFISICO

Para poder determinar, desde la superficie, las propiedades eléctricas de los materiales del subsuelo, el
método más adecuado es el sondeo eléctrico vertical (SEV). Este método consiste en introducir corriente continua
al terreno mediante dos electrodos A y B, que se clavan en el suelo, formando un campo eléctrico artificial; del
cual, se mide la diferencia de potencial entre otros dos electrodos M y N, para luego calcular la resistividad
aparente.

Se entiende que para una mayor separación de los electrodos, será también mayor la profundidad de
investigación.
Se utilizó la configuración “Schlumberger”, con distancias máximas entre los electrodos AB/2, de 500 a 800 m.
Esta configuración es la de uso más generalizado en la investigación de aguas subterráneas.

i
II
L

a
A M N B

r1

r2

CONFIGURACION SCHLUMBERGUER

En este dispositivo, los electrodos de potencia M y


N, se sitúan en forma simétrica a la distancia (a) del
punto de estación (0).

De igual manera, los electrodos de corriente A y B,


a la distancia variable (L), de forma que los cuatro
electrodos queden alineados sobre el terreno.
2. RESISTIVIDAD EN ROCAS DURAS

En general las resistividades contrastan entre bajas, intermedias y altas. Las primeras identifican
sedimentos de deposición cuaternaria, de espesores pequeños, cuya resistividad es menor a 100 ohm m,
seguidos por resistividades intermedias que corresponden a rocas fracturadas, consideradas las más importantes
por la presencia de agua subterránea, debido a la permeabilidad secundaria la resistividad varía en un rango entre
100 a 500 ohm m. Por debajo de una profundidad promedio de 100 m, las resistividades generalmente son
mayores a 500 ohm m; las mismas corresponden a rocas consolidadas, sin expectativa para la presencia de
aguas subterráneas.

Según la experiencia de mediciones geoeléctricas, las formaciones geológicas que tienen afloramientos de rocas
lutíticas, como ocurre con la formación Pesemena (San José de Chiquitos), son complicadas en su interpretación
esto debido a que las resistividades y curvas de interpretación son similares a las obtenidas en sedimentos
cuaternarios; por lo tanto, juega un papel importante la experiencia del profesional que interpreta los datos, para
obtener un modelo ideal y real de las características del subsuelo. Como ejemplo resistividades en el rango de
300 ohm m corresponden a lutitas compactas y sólidas; en cambio, en rocas consolidadas de mayor consistencia,
la resistividad es muy elevada, como ocurre en las cuarcitas (zona campo ferial en San José de Chiquitos).

Los sondeos realizados son considerados paramétricos debido a que estos han sido realizados en un radio de
50 m de pozos perforados ya existentes en el área.

Corte geoeléctrico SJCH-A01 (Campo Ferial San José de Chiquitos)

Sondeo ubicado fuera de los predios del campo ferial, aproximadamente a 25 m del pozo perforado
(propiedad de la Alcaldía), de 194 m de profundidad y nivel estático en 32 m. Este pozo se encuentra a 1.5 Km al
E de la Población de San José.

El modelo interpretado corresponde a 5 capas definidas: la primera capa con espesor de 2.30 m y resistividad de
245 ohm m, corresponde a sedimentos areno-arcillosos compactos secos. La segunda capa con resistividad de
70 ohm m y profundidad de 6 m, litológicamente identifica una capa arenosa con intercalación menor de arcilla.
Entre 6 y 28 m de profundidad, se ubica la tercera capa, con 17 ohm m de resistividad, interpretada como
sedimentos arcillosos.

A partir de 28 hasta 66 m, la resistividad se incrementa a 124 ohm m. Corresponde al basamento fracturado de la


zona considerada de importancia para el aporte de agua por permeabilidad secundaria.

La última capa, detectada por debajo de 66 m, presenta una resistividad de 617 ohm m. Litológicamente,
corresponde al basamento consolidado de la zona considerada de relativa importancia para el aporte de agua.
(Fig. N° 1).

Corte geoeléctrico SJCH-B01 (Zona Pororó 15 Km. al Este de San José de Chiquitos)

Sondeo ubicado sobre el camino carretero y aproximadamente a 50 m del pozo perforado por la empresa
EBR, de aprox. 100 m de profundidad y nivel estático en 23 m. El modelo interpretado corresponde a 5 capas
definidas: la primera de ellas con un espesor de 2,5 m y resistividad de 100 ohm m, corresponde a sedimentos
areno-limosos secos; la segunda, con resistividad de 41 ohm m y profundidad de 16 m, litológicamente identifica
una capa areno-arcillosa. Entre los 16 y 37 m de profundidad, se presenta la tercera capa, con 13 ohm m de
resistividad, interpretada como sedimentos arcillosos.
A partir de los 37 hasta los 116 m, la resistividad se incrementa a 123 ohm m. Corresponde al basamento
fracturado de la zona considerada de importancia para el aporte de agua por permeabilidad secundaria.

La última capa, detectada por debajo de 123 m, presenta una resistividad de 380 ohm m. Litológicamente,
corresponde al basamento consolidado de la zona considerada de relativa importancia para el aporte de agua
subterránea. (Fig. N° 2)

Corte geoeléctrico LOSIRUS

Sondeo ubicado en la comunidad Losirus, aproximadamente a 17 km al este de San José de Chiquitos.


El sondeo se encuentra aproximadamente a 30 m del pozo construido en la comunidad, donde la profundidad de
perforación es de 120 m y el nivel estático está en 18 m.

Este sondeo se realizó sobre rocas lutiticas de la Formación Pesemena, y de acuerdo a la experiencia de las
mediciones en este tipo de rocas tienen un comportamiento resistivo similar a las que se puede obtener en
sedimentos cuaternarios. Esta afirmación e interpretación se basa en un chequeo geológico en áreas cercanas
del sondeo donde se presentan afloramientos de lutitas a flor de tierra y en determinados sectores a
profundidades no mayor a los 3 m, como ocurre en un corte de carretera, donde las lutitas se encuentran en
aproximadamente 2 m de profundidad; por lo tanto, se deduce que el pozo Losirus se encuentra íntegramente en
rocas lutíticas.

El modelo interpretado corresponde a 4 capas definidas: la primera con espesor de 2.8 m y resistividad de 50 ohm
m, corresponde a sedimentos areno-arcillosos secos; la segunda, con resistividad de 28 ohm m y profundidad de
11 m, identifica a la parte superior meteorizada de las lutitas. De 11 a 47 m, la resistividad se incrementa
relativamente a 68 ohm m, correspondiendo al basamento fracturado de la zona considerada de importancia para
el aporte de agua por permeabilidad secundaria. La última capa, detectada por debajo de 47 m, tiene una
resistividad de 592 ohm m y litológicamente corresponde al basamento consolidado de la zona considerada de
relativa importancia para el aporte de agua subterránea.

3. RESISTIVIDAD EN ROCAS VOLCANICAS

La única característica geofísica común en todas las formaciones volcánicas es su elevada susceptibilidad
magnética. Su densidad es muy variable, pues a ellas pertenecen las rocas más ligeras y las más pesadas de la
corteza terrestre como las escorias y las lavas compactas.

Entre los productos volcánicos y los sedimentos que derivan de ella cabe distinguir:

- Formaciones sueltas que corresponden a proyecciones o a materiales de disgregación, bombas, lapilli,


escoria y arenas, los mismos son excelentes acuíferos, aunque generalmente, tienen poca extensión.

- Las coladas de lava, cuya permeabilidad depende de su grado de fracturamiento, que a su vez, está
relacionado con su composición química, estructura, edad y alteración. Las coladas de lava fisurada son los
acuíferos más importantes en las zonas volcánicas.

- Las tobas y cineritas, relativamente arcillosas, se comportan como niveles impermeables con relación a las
escorias o a las lavas fisuradas.

El modelo geofísico para representar una zona de fracturas, conteniendo agua, está representado por una placa
(cuerpo de reducido espesor tan largo como ancho) de pendiente casi vertical y de alta conductividad eléctrica.
Por lo general, estas estructuras se pueden reconocer mediante todos los métodos geoeléctricos y
electromagnéticos (Telford, 1994).
Consecuentemente, en el caso de la zona del área de manantiales de Silala, se tiene afloramientos ignimbríticos y
de acuerdo a las mediciones de campo las resistividades obtenidas contrastan entre intermedias y relativamente
altas. Su interpretación se basa en un estudio a detalle de la geología de la zona, el comportamiento hídrico,
calibración del equipo, sondeos paramétricos en cortes de quebrada, donde se puede advertir el grado de
meteorización, fracturamiento y soldamiento de la roca.

En relación a resultados con las rocas duras las resistividades son menores, e incluso se ha advertido que por
debajo de una profundidad promedio de 100 m las resistividades son menores a 100 ohm m.

Corte geoeléctrico A-A’ SILALA

El corte geoeléctrico A-A’ cubre una longitud de perfil de aproximadamente 1.6 km, tiene una dirección
sudoeste a noreste, que correlaciona 3 sondeos eléctricos. El sondeo SIL-A02, se encuentra aproximadamente a
20 m de una vertiente. El modelo interpretado corresponde a 5 capas definidas.

La primera capa identifica a una capa seca con sedimentos areno-arcillosos producto de la erosión de rocas
volcánicas, alcanzando una profundidad promedio de 1.50 m. La segunda capa, presenta resistividades
relativamente altas, comprendidas entre 100 y 190 ohm m y se interpretada como ignimbritas meteorizadas. La
tercera capa, con resistividades entre 200 y 250 ohm m, corresponde a ignimbritas fracturadas, considerada de
importancia para la presencia de agua subterránea. Esta capa en dirección NE, el espesor tiende a ser menor.
Sin embargo, debajo del sondeo SIL-A02, adquiere su mayor potencia de fracturamiento, debido probablemente a
la presencia de vertientes surgentes en esta área.

En la cuarta capa, las resistividades varían en un rango entre 100 y 180 ohm y corresponde a ignimbritas
relativamente fracturadas, lo que, aunque en menor grado que la anterior capa, se considera como importante
para la presencia de agua subterránea.

Las resistividades en la quinta capa disminuyen en un rango entre 40 y 50 ohm m, interpretando como ignimbrita
soldada, considerada sin importancia para la presencia de agua. (Fig. Nº 3)

REFERENCIAS

Astier J. L. (1981): “Geofísica aplicada a la Hidrogeología”, Editorial Paraninfo S.A., Madrid, España.

Cantos, F., J. (1968): “Tratado de geofísica Aplicada” Editorial Paraninfo S.A., Madrid, España.

Custodio E. Llamas, M. R. (1983); “Hidrología Subterránea”, Ediciones Omega S.A. Barcelona-España.

Telford, L.P. (1994): “Applied geophysics”, Cambridge University Press. Cambridge, England.

Fieltiz, Insinger, Soruco W. (1994) : “Estudio geoeléctrico para la exploración de aguas subterráneas”.
Informe Nº 24 del Convenio Alemán-Boliviano de Aguas Subterráneas.
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