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Papantla, Veracruz

4 de noviembre de 2020
Buenos días.

Me gustaría tener esta conversación de temas bíblicos en persona, pero no es


recomendable y es muy probable que usted este laborando, son las razones por las que me
dirijo a usted de esta forma.
¿Lo ha notado? Las palabras “por favor” y “gracias” están cada día más en desuso. Se
define “agradecido” como “reconocer, apreciar y agradecer el favor o bien que alguien ha
hecho”. ¿Es algo sin importancia? No, porque a todos nos gusta que se nos valore por lo que
hacemos. Lamentablemente vivimos en lo que la Biblia llama “los últimos días”, y se advirtió
que la gente sería desagradecida (2 Timoteo 3:1, 2). Por eso debemos tener cuidado de no
contagiarnos de esa actitud y volvernos indiferentes o insensibles.
¿Cómo podemos los padres enseñar a nuestros hijos a ser agradecidos? ¿Ha notado
que algunos hijos no valoran el duro trabajo de sus padres? ¿Cómo se puede resolver esto?
Con los hijos no hay mejor maestro que el ejemplo. El libro de Proverbios 31:28
describe a una madre diligente y esmerada en el trabajo doméstico. La Biblia dice: “Sus hijos
se levantan y la felicitan”. ¿Dónde aprendieron ellos a expresar su gratitud? El mismo texto
nos dice: “También su esposo la alaba”.
¿Cómo podríamos nosotros dar el ejemplo a nuestros hijos en base a lo que
acabamos de leer? ¿Será difícil decirle a nuestro conyugue “gracias” por la cena que
preparó? ¿Les podríamos decir a nuestros hijos “gracias” por haber cumplido con una tarea
que era su deber realizar?
Existe más información referente a este tema. Me gustaría continuar esta pequeña
plática cuando sea posible. Gracias por leer esta carta. Si lo desea puede compartirla con
una familiar o conocido. Que Jehová lo bendiga en estos tiempos difíciles.

Atte.
Testigos de Jehová

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