Está en la página 1de 3

LA FAMILIA DE NAZARET

1. “Aquella familia, única en el mundo, que transcurrió una


existencia anónima y silenciosa en un pequeño pueblo de
Palestina; que fue probada por la pobreza, la persecución y
el exilio; qu glorificó a Dios de manera incomparablemente
alta y pura, no dejará de ayudar a las familias cristianas,
más aún, a todas las familias del mundo,para que sean fieles
a sus deberes cotidianos, para que sepan soportar las ansias
y tribulaciones de la vida, abriéndose generosamente a las
necesidades de los demás, cumpliendo gozosamente los
planes de Dios sobre ellas. Sn. Juan Pablo II/ Familiaris
Consortio”

2. Pensad en ella:
El modelo que debéis buscar para vuestro hogar os lo ha
escogido el mismo Dios. Pensad muchas veces en ese
modelo: ninguna situación de vuestra vida familiar debe
quedar al margen de Nazaret: “En las alegrías y en las
penas, en la salud y en la enfermedad….”.
Pensad en su felicidad y en el secreto de la misma. Esa
dicha no provenía del dinero, ni de la comodidad, ni del
confort. (En vuestra casa hay más de todo eso que en
aquella). Ni provenía de una vida fácil, sin sacrificios, ni
contratiempos. (En ellos hubo más y mayores que en
vosotros).
¿Entonces? Aquellos corazones los llenaba Dios. Dios está
en el centro de los tres y los tres tienen como centro a Dios.
El Padre del cielo es para ellos la primera y la última
palabra. Su voluntad es la norma común que les funde en
una felicidad sin límites.
1
Pensad en el amor recíproco que se tienen los tres. La
consigna de cada uno es darse, hacer felices a los otros. Se
adelantan en servir. Ni reproches, ni quejas. Desbordan
siempre generosidad.
Pensad en ella como modelo en el sufrir. Dios no les priva
de cruces y dificultades: Tienen que abandonar dos veces
su hogar: para el Nacimiento y al huir a Egipto. Se refugian
en un establo para que allí nazca Jesús. María pasó el
momento difícil del fallecimiento de su esposo. Viuda
pobre. Y más sola aún, cuando Jesús abandona la casa para
empezar su predicación. Sufre silenciosa ante la
persecución de su Hijo, las criticas….. Lo ve condenado a
muerte. Presencia su ejecución. Lo tiene muerto en sus
brazos.
En el dolor aprendieron a quererse más, a confiar más.
3.- Las tres lecciones de Nazaret
Así las resumía Pablo VI:
“En primer lugar una lección de silencio. Que renazca en
nosotros la estima del silencio, esa admirable e
indispensable condición del espíritu, en nosotros que nos
vemos asaltados por tantos clamores, estrépitos y gritos en
medio de nuestra vida moderna tan ruidosa e
hipersensibilizada. Silencio de Nazaret, enseñanos el
recogimiento, la interioridad, la disposición para escuchar
las inspiraciones y las palabras de los verdaderos maestros;
enseñanos la necesidad y el valor de las preparaciones, del
estudio, de la meditación, de la vida personal e interior, de
la plegaria que sólo Dios ve en lo secreto”
“En segundo lugar, una lección de vida familiar. Que
Nazaret nos enseñe lo que es la familia, su comunión de

2
amor, su austera y sencilla belleza, su carácter sagrado e
inviolable”.
“En tercer lugar una lección de trabajo. Nazaret, la casa del
“hijo del carpintero”: es aquí donde quisiéramos aprender
y celebrar la ley severa y redentora del trabajo humano;
restablecer la conciencia de su nobleza”.

También podría gustarte