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¿Qué es lo bueno y que es lo malo?

Seguramente sabemos que el bien es todo lo bueno, los sano, lo correcto, todo lo que hace que

sea considerado merecedor de sea imitado por los demás, mientras que el mal en todo lo

contrario a lo bueno, es lo incorrecto que podría llegar a hacer alguien y por ello debe ser

castigado. Es lo que a cada uno diría en el momento que nos pidieran darle la cualidad de bueno

o no a algo, pero ¿Quién o que dio estas definiciones?, y acaso ¿esto es aplicable para todos en

todo?, son tantas las razones que me llevan a preguntarme si realmente existe algo bueno y algo

malo o si solo es un capricho del ser humano.

El bien y el mal forman parte de nuestro diario vivir en nuestros pensamientos, acciones y los

objetos que nos rodean, tanto de manera individual como colectiva. El surgimiento de estos

términos podemos atribuirlos al deseo de crear una sociedad perfecta diseñada de manera en la

que en ella todo sea armonía y bondad, en las que todos sus habitantes pensaran de la misma

manera manteniendo siempre la paz (Rojo, 2017). Es decir que la forma en la que se rigen

nuestras acciones está basada en esta idea de una comunidad perfecta. Para lograr este objetivo

se debe separar todo aquello que no beneficie al correcto funcionamiento y formación de esta

comunidad, y a todo esto que es contrario a su idea de perfección se lo califica como malo,

mientras que aquello que beneficia y favorece a su desarrollo le dan el nombre de bueno (Rojo,

2017). En base a esto podemos decir que lo que concebimos como un bien y un mal son las ideas

que otros anteponen para que todos las sigan y así llegar a este sueño de perfección, y lo que

nosotros hacemos es aplicarlas siempre en busca de concordar con la idea de los demás, por el

miedo de ser excluidos por el simple hecho de pensar diferente.

Pero este sueño de una sociedad supuestamente perfecta se ve impedido por el propio

pensamiento de cada persona, el cual es causante de que existan distintas perspectivas del bien y
el mal. Nos encontramos en un mundo en el que existen gran diversidad de culturas, costumbres,

ideologías y creencias, las cuales varían según la persona con la que se trate, por lo que habrá

inmensidad de opiniones diferentes dentro de una misma comunidad (López, 2013). Debido a

esta gran diversidad es que es bastante complicado definir de manera absoluta que es el bien ya

que cada uno es constructor de su propia definición, la cual también cambiará al mismo ritmo en

el que cambia la persona, por ejemplo, una persona desde pequeña crece bajo la influencia de sus

padres, por lo que forma su pensamiento basado en el de ellos, pero cuando crece esta puede

conservarlo o a la vez puede modificarlo para que se adapte a las personas con las cuales

convive, por lo que también cambiará si perspectiva de las cosas al igual que sus sentimientos

por las mimas, es por esto que cuando se habla del bien se habla de algo subjetivo. Pero también

hay que tomar en cuenta que no todo aquello que es bueno para una persona tendrá el mismo

efecto en otra, de esta manera gana su característica de ser relativo (Orozco, 2000). Es decir que

ser humano usualmente piensa que un objeto, pensamiento o acción puede afectar de la misma

manera a todos, pero lo explica Orozco cada uno será bueno o malo según la persona por la cual

es juzgado.

Juzgar el supuesto bien o mal en las acciones de los demás es algo común del ser humano, por

ejemplo, si una persona llega al hospital después de haber intentado suicidarse, el médico y las

personas a su alrededor dirían que lo que acaba de hacer esta mal, pues pensarían ¿cómo podría

alguien atentar contra su propia vida? O dirían que intentar dañarse a uno mismo está mal, entre

otras cosas, pero al mismo tiempo la persona que intentó suicidarse piensa que era el mejor

camino que podía tomar, talvez pensó que hacía bien al hacerlo, por distintos motivos talvez por

su trabajo o por su relación con alguna persona, pero para él, el suicidio era algo bueno que lo

haría feliz. No podemos decir que la persona hizo algo malo ya que se basó en cómo se sentía,
que su situación no era favorable y era muy infeliz, por lo que morir seria algo bueno para ella,

ya que de esa manera encontraría la felicidad, y esta es el fin último tras el cual siempre esta el

ser humano, detrás de todas las decisiones que toma y de sus acciones siempre se encuentra en

busca de la felicidad según la filosofía de Aristóteles (Calvo, 2001), y no podemos llamar malo a

la felicidad , ya que se supone que usamos nuestra vida para buscarla. Mientras tanto las

personas en el hospital, primero no pasaron por las mismas situaciones que la otra persona por lo

tanto no sabrán como se sienten, además piensan muy distinto, para ellas quitarse la vida es lo

peor que puede hacer un ser humano y cada una podría tener infinidad de razones con las cuales

puede defender su postura de que el suicidio es algo malo.

Otorgar a alguna cosa la característica de ser bueno o malo también está sujeto a que la persona

se pregunte a sí misma como define a lo que esta calificando, en consecuencia se puede decir que

la característica que se le da será cuestión de la elección de la persona (Cherne, 2006), por lo

que es el mismo que decide si un pensamiento, objeto o acción es buena o mala basándose en su

criterio, ya que cada uno tendrá sus propios parámetros para definirlo, por ejemplo alguien puede

basarse en su creencia religió y regirse a lo que su dios dice que es ‘‘correcto’’, otro puede basar

su definición en que es lo más conveniente para él, otro podrá pensar en que lo bueno es todo

aquello que haga feliz a su familia, del mismo modo en el que existe infinidad de formas de

pensar, también existirán infinidad de razones.

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